Aspectos prácticos ✏️ Diarios de Viajes de Turquia

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ASPECTOS PRÁCTICOS.

-VOLAR A TURQUÍA. Cuando yo miré mis vuelos, la única manera de viajar directamente a Turquía desde Madrid, era haciéndolo con Turkish o Pegasus a Estambul. Existían otras combinaciones, haciendo escala en diversas ciudades europeas, pero no ofrecían un ahorro significativo que compensase la incomodidad. Si puedes pagar la diferencia, te recomiendo encarecidamente Turkish. He tomado cuatro vuelos con Turkish. Madrid Estambul, Estambul Nevshehir, Kayseri Estambul y Estambul Roma. Todos puntuales, en todos, incluidos los locales, te ofrecen comida y bebida, y en los vuelos internacionales, incluía entretenimiento a bordo. El nuevo aeropuerto de Estambul es espectacular, pero muy caro, tanto o más que cualquier otro aeropuerto europeo que haya visitado. En la mayoría de las tiendas, ni siquiera te muestran precios en liras y te lo marcan en euros. Me reservé ciento ochenta liras para el aeropuerto, pues teníamos que pasar cinco horas allí en un vuelo de enlace a Roma. Con la tercera parte de ese dinero hemos comido estupendamente bien cuatro personas en un hamburguesería de la parte asiática de Estambul. Allí no dio más que para cuatro cafés, cuatro croisants y dos botellitas de agua.

Cuando estábamos aguardando nuestro avión a Roma, coincidió con el inicio de la peregrinación de la Meca. Un espectáculo curioso ver a todos aquellos hombres, y poquísimas mujeres, vestidos con túnica y sandalias. Parece -o eso dice internet- que dice el Corán que las mujeres no pueden peregrinar solas a la Meca. Solo pueden hacerlo en compañía de su esposo, o de un familiar con el que, según el Corán, exista impedimento para contraer matrimonio.





-SEGURIDAD. Sí, sí, y sí. No hay que tener miedo. Hemos ido a pueblos en los que no solían caer muchos turistas que digamos, y cuanto más apartados eran, más curiosidad y simpatía mostraban hacia ti. Por lo demás, Estambul es una ciudad blindada. Policía y ejército por todas partes, y en cualquier lado -metro, museos, tiendas, hoteles- existen controles de seguridad.

Dentro de este apartado, mención al “timo” del limpiabotas. Estábamos alojados en un hotel cerca de Taksim, en una zona con bastantes hoteles lujosos. Cuando regresábamos al hotel la primera noche, había un limpiabotas apoyado en un muro, y echa andar por delante nuestro, y “Plac!” cepillo al suelo. Por supuesto no lo recogí, pero casi me hizo ilusión verlo, pues pensaba que esto ya no se haría. Después de esto, casi resultó molesto. Quizás fuera por la zona en la que estábamos alojados, pero había días que casi parecía que lloviesen cepillos de limpiabotas. Hay que reconocer que lo hacen realmente bien. Muchos llevan el cepillo colgado con una alcayata en la parte trasera del cajón de limpiabotas, y supongo que deben tener algún resorte o algo así para que se suelte. Por si alguien aún no lo sabe, si lo recoges, ellos te ofrecen una limpieza de calzado gratis en agradecimiento por el gesto, aunque luego tratarán de cobrarte el servicio.


CONDUCIR EN TURQUÍA. En Turquía no hay normas de tráfico. hay VAGAS SUGERENCIAS de tráfico. Veas lo que veas en Estambul -con su caos, los constantes bocinazos o los conductores de autobús que conducen con las puertas abiertas mientras hablan por el móvil y se saltan los semáforos-, nada te prepara con lo que te encuentras un poco más allá. No hay que tener miedo, pero hay que conducir como si estuvieras rodeado por locos de atar, porque quizás sea así. Cuando un turco decide conducir en dirección contraria por el arcén de una autovia, simplemente pone las luces de emergencia. Así que ya sabes, si algún día tienes ganas de cometer alguna locura al volante, prende los cuatro intermitentes y a vivir, que son dos días.

El estado de las carreteras y las calles, nuevamente cuando sales de las zonas más turísticas, es lamentable. Tienen un serio problema de falta de inversiones en su mantenimiento. Desde mi experiencia, si alquilas un coche, te recomiendo asegurar todo lo que puedas asegurar. He recibido más chinazos en la luna en tres días que en los treinta años que llevo conduciendo. Ejemplo. Conducía por una carretera de dos carriles en cada sentido. No es una autovía, solo una carretera desdoblada que parecen abundar allí. El carril de la derecha era impracticable porque estaban en obras y era literalmente un pedregal. Conducía a 100 km por hora, algo por encima del límite legal, y se pronto se me pega un coche que supongo que pretendía que me metiese en el pedregal para dejarle pasar. El tipo aguantó como treinta segundos antes de dar un volantazo y adelantarme derrapando por la derecha, para después bombardearme el coche con una lluvia de piedras mientras se alejaba derrapando. En definitiva paciencia, precaución y un buen seguro.

ALQUILER DE COCHE. Este es un pequeño problema que me surgió ya en España. Cuando alquilas un vehículo, las compañías normalmente te retienen una cantidad en tu tarjeta. Avis Nevsehir me cobró una cantidad en ese concepto (1.000 LT). Mi sorpresa surgió, al regresar a España, y cuando ya habían transcurrido más de 15 días de la devolución, que esa cantidad aparecía como un gasto, esto es, que me lo cargarían en la siguiente liquidación de la tarjeta. Llamé a Avis y me dieron la razón y que ese dinero se me abonaría en 15 días... desde mi llamada. Como me temí lo peor, hablé con American Express (la verdad es que tienen un servicio de atención al cliente increíble), y en 24 horas habían retrocedido el cargo. Por tanto, cuidado.

MENDICIDAD INFANTIL. Lo he llevado horriblemente mal. Con diferencia lo peor del viaje. En Estambul hay bastantes niños mendigando solos o en compañía de adultos, además de muchos buscándose la vida. Recuerdo particularmente una mañana en el tranvía que íbamos de Kabatas a Sultanahmed cuando entró sola una niñita descalza de no más de cinco años. Pasó en silencio entre los asientos con la manita extendida y se bajó en la parada siguiente. Darle algo es contribuir a su explotación. No darle nada es dejarla a su suerte.

FECHA PARA VIAJAR A TURQUÍA.

Si no vas a la playa y tienes la suerte de poder elegir la fecha, evita el verano. Mucha, mucha gente, y bastante calor, lo que hacía bastante penosas ciertas visitas.

SANIDAD. No tuvimos el menor problema. En cuanto el agua, obviamente embotellada. Es más, yo creo que los turcos solo beben igualmente agua embotellada, y en ningún lugar nos ofrecieron hielos con las bebidas (una de las cosas a evitar cuando viajas a sitios donde el agua puede causar problemas).

TURQUÍA Y EL ALCOHOL. En la mayoría de los restaurantes puedes consumir alcohol, aunque, eso sí, a precios incluso superiores a los que pagarías en España. Mirad que curioso. En las telenovelas turcas, que tanto éxito parece que tienen en España, mientras que muchas actrices enseñan largas cabelleras y esbeltas piernas sin ningún problema... censuran las copas y vasos cuando se supone que los actores consumen algún tipo de bebida alcohólica.

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