Al adquirir el tour del Danubio el día anterior que acababa en un crucero por el rio, tour que se realiza los lunes, miércoles, viernes y domingos a las 19:00 vi que solo podía asistir a dicho tour el miércoles de allí que tome la decisión de intercambiar el planning del jueves por el miércoles.
Empecé tomando el metro, exactamente la línea M1 en Deak Ferenc Tér, hasta la estación de Hósok Tere. Esa línea es la más antigua del continente y conviene observar cada parada.
Llegada a la plaza de los héroes, vasta explanada al final de la avenida Andrassy donde se encuentra un monumento que homenajea el milenario (896-1896) de la llegada de las siete tribus magiares a Budapest. En lo alto de la columna el arcángel Gabriel domina a los siete reyes de las sietes tribus. En la columnata en semicírculo de la izquierda están representadas siete estatuas de reyes húngaros (entre ellos Esteban I) y en la de la derecha además de reyes, nobles y hombres políticos relevantes en la historia del país. A ambos lados de la plaza dos edificios impresionantes: el museo de bellas artes y la galería de arte.
Después de sacar unas cuantas fotos me adentre en el parque de la ciudad (Városliget) para dirigirme al castillo de Vajdahunyad vára que se construyo a principio del siglo XX siendo una copia del castillo de Hunyad de Transilvania, hoy día alberga el museo de agricultura. En su patio hay una estatua de anónimo, sobre ella ronda una leyenda que cuenta que todo aquel que le toca el bolígrafo le da suerte y puede llegar a convertirse en un gran escritor, lo que no será mi caso. Mi última etapa en el parque fue el balneario Széchnyi del cual solo pase por delante para tomar unas fotos.
Siendo todavía pronto me lance a caminar a lo largo de la avenida Andrassy, que algunos comparan con la avenida de los campos elíseos de Paris, hasta enlazar con el bulevar Erzsébet. En el tramo que recorrí me tope con muchas villas y áreas residenciales incluidos edificios gubernamentales y embajadas (incluso la española que tenía una placa dedicada a Ángel Sanz el ángel de Budapest) la mayoría son palacios de finales del siglo XIX, en su tramo más cercano a la plaza Isabel se encuentran muchas tiendas de moda pero no llegue a esa parte, pase cerca de la casa del terror, museo sobre los dos principales regímenes opresores en Hungría: El Fascismo y el Comunismo.
Mi objetivo era acercarme al New York café para tomar algo y descansar puesto que había leído muchas críticas sobre el lugar. No obstante cuando llegue estaba lleno y había gente esperando así que tome varias fotos y me fui a un Starbucks. El New York café es muy elegante y tiene una decoración de otra época pero por lo que me comentaron unos precios excesivos así que tener mucho cuidado si vais a tomar algo.
Después el merecido descanso llegue entorno a las 11:00 al Museo Nacional Húngaro con la firme intención de visitarlo. A la hora de pagar, tener en cuenta que os cobran un suplemento para hacer fotos que yo abone y te dan a cambio una pegatina que tienes que llevar encima, la cual te acredita que puedes realizar fotografías (creerme que comprueban que la llevas) El edificio de estilo Neoclásico alberga una amplia colección que recoge la historia de Hungría desde la época paleolítica hasta la caída del muro de Berlín.
Personalmente la información de las distintas salas me parecieron muy interesante: De esa forma se entiende que al estar Hungría ubicada en la llanura panónica (la cual se origino tras la desecación del mar interior panonio) fue una región históricamente por la cual pasaron las distintas invasiones Barbarás que acabaron con el imperio romano que se había establecido en una de las orillas del Danubio. Los Magiares llegaron de Siberia y se establecieron en la actual Hungría en el 896 y en el 1000 con la coronación de Esteban I se funda el reino de Hungría. No obstante en el siglo XIV pasa bajo el dominio del imperio otomano, tras su liberación paso a formar parte del imperio Austro Húngaro del cual en 1848 con una revolución fallida se intento separar. Tras la primera guerra mundial recuperan su independencia perdiendo las 2/3 partes de su territorio (entre ellas Transilvania) Después de la segunda guerra mundial caen bajo la hegemonía comunista de la cual en 1956 se organiza otra revolución que es sangrientamente sofocada. Me recordó mucho la historia del pueblo Polaco con una identidad de nación pero con su territorio siempre disputados por otras potencias habiendo los Húngaros siempre perdido y eso nos lo comento nuestro guía Damián en el free tour: ese sentimiento abatido y triste se reflejaba en el carácter algo áspero y serio de los húngaros.
Descanso para comer por el barrio judío, aprovechando para hacer unas fotos a la parte trasera de la gran sinagoga, la cual es la segunda más grande después de la de Nueva York, más concretamente al Memorial a los mártires judíos húngaros que se asemeja a un sauce llorón cuyas hojas llevan inscripciones con los nombres de las víctimas. La sinagoga se puede visitar, de hecho hay visitas con guía en español pero el precio de la entrada me pareció excesivo y lo descarte.
Hasta las 19:00 no empezaba el tour del Danubio así que decidí acercarme al mercado central, el cual se encuentra cerca del puente de la libertad. En la planta baja están los típicos puestos de nuestros mercadillos donde se vende carnes, frutas, dulces e ingredientes locales como el paprika en la parte de arriba sin embargo os veis a encontrar con restaurantes y tiendas de souvenir para turistas (por mi experiencia personal creo que sale más barato comprar cualquier souvenir en las tiendas del mercado central que las tiendas repartidas por la ciudad)
A continuación recorrí vaci utca, calle peatonal ubicada frente al mercado hasta el puente de las cadenas. Es la vía turística por excelencia con restaurantes, tiendas de ropa de marcas internacionales, tiendas de souvenir, etc. Hay que callejear por ella al igual que por la avenida Andrassy.
Al acercarme al puente de las cadenas fui recorriendo la ribera del rio hasta alcanzar el monumento de los zapatos ubicado un poco antes de llegar al Parlamento. No es difícil perdérselo porque suele haber siempre gente a su alrededor, el monumento rinde homenaje a las víctimas de la segunda guerra mundial, en su mayoría judíos, que eran conducidas hasta las orillas del Danubio. Allí se les ordenaba descalzarse para después ser asesinadas con un disparo en la espalda. Después, los cadáveres caían o eran arrojados a las aguas del río.
Volví hacia la gran sinagoga, donde de camino, me hice una foto en la Zrinyi utca (calle que une el Danubio con la Basílica de San Esteban) con la estatua del policía gordo. Se dice que al tocar la barriga uno tendrá la suerte de no engordar. Acabe con otra foto junto a la estatua de la pequeña princesa también conocida como el duende.
A las 19:00 empezó el tour del Danubio para el cual se llego a formar dos grupos, en el mío nuestra guía fue Luz. Nos entregaron el billete del barco puesto que el tour iba a tener dos horas de duración, pasándonos la tercera en el buque. El tour empezó cerca del hotel Astoria con la historia de ese hotel y desde alli fuimos paseando por la calle Kossuth Lajos y la calle vaci hasta aproximarnos al muelle número 10 para embarcar. En el tour el guía hace sobretodo referencia al Budapest de finales del siglo XIX durante la época dorada de la ciudad, que le supuso transformarse en una ciudad moderna cuyo modelo podría ser Paris. Vimos edificios donde las distintas clases sociales estaban perfectamente reflejadas con las primeras plantas teniendo grandes ventanas y a medidas que se va subiendo con habitaciones más estrechas y peor iluminación para la servidumbre. Pasamos cerca del café central que servía de lugar de encuentro de artistas, poetas y escritores del siglo pasado. Tuvimos la suerte de poder entrar en el hall de un hotel “parisi udvar” abierto recientemente y cuyo edificio fue reformado porque originalmente eran unos grandes almacenes en plan “galeries Lafayette” que llevaban muchos años cerrados.
A las 21:00 nos llevaron al embarcadero donde tuvimos acceso VIP, con relación al crucero la pega de haber una es que no nos ofrecieron consumición como en otros ni tampoco tuvimos audio guía, de hecho nuestra guía Luz no zarpo con nosotros. Lo bueno es que hicimos un recorrido por el Danubio hasta el puente Margarita donde bifurcamos hasta el puente Petofi y desde alli volvimos al muelle 10. Es decir que pasamos bajo tres puentes: el de las cadenas, el de Isabel (sisi) y el de la libertad. Los edificios que se puede admirar al estar totalmente iluminados puesto que a esa hora ya era de noche son además de los puente propiamente dicho, el parlamente, la iglesia de Matías, el bastión de los pescadores y el castillo de Buda.
Empecé tomando el metro, exactamente la línea M1 en Deak Ferenc Tér, hasta la estación de Hósok Tere. Esa línea es la más antigua del continente y conviene observar cada parada.
Llegada a la plaza de los héroes, vasta explanada al final de la avenida Andrassy donde se encuentra un monumento que homenajea el milenario (896-1896) de la llegada de las siete tribus magiares a Budapest. En lo alto de la columna el arcángel Gabriel domina a los siete reyes de las sietes tribus. En la columnata en semicírculo de la izquierda están representadas siete estatuas de reyes húngaros (entre ellos Esteban I) y en la de la derecha además de reyes, nobles y hombres políticos relevantes en la historia del país. A ambos lados de la plaza dos edificios impresionantes: el museo de bellas artes y la galería de arte.
Después de sacar unas cuantas fotos me adentre en el parque de la ciudad (Városliget) para dirigirme al castillo de Vajdahunyad vára que se construyo a principio del siglo XX siendo una copia del castillo de Hunyad de Transilvania, hoy día alberga el museo de agricultura. En su patio hay una estatua de anónimo, sobre ella ronda una leyenda que cuenta que todo aquel que le toca el bolígrafo le da suerte y puede llegar a convertirse en un gran escritor, lo que no será mi caso. Mi última etapa en el parque fue el balneario Széchnyi del cual solo pase por delante para tomar unas fotos.
Siendo todavía pronto me lance a caminar a lo largo de la avenida Andrassy, que algunos comparan con la avenida de los campos elíseos de Paris, hasta enlazar con el bulevar Erzsébet. En el tramo que recorrí me tope con muchas villas y áreas residenciales incluidos edificios gubernamentales y embajadas (incluso la española que tenía una placa dedicada a Ángel Sanz el ángel de Budapest) la mayoría son palacios de finales del siglo XIX, en su tramo más cercano a la plaza Isabel se encuentran muchas tiendas de moda pero no llegue a esa parte, pase cerca de la casa del terror, museo sobre los dos principales regímenes opresores en Hungría: El Fascismo y el Comunismo.
Mi objetivo era acercarme al New York café para tomar algo y descansar puesto que había leído muchas críticas sobre el lugar. No obstante cuando llegue estaba lleno y había gente esperando así que tome varias fotos y me fui a un Starbucks. El New York café es muy elegante y tiene una decoración de otra época pero por lo que me comentaron unos precios excesivos así que tener mucho cuidado si vais a tomar algo.
Después el merecido descanso llegue entorno a las 11:00 al Museo Nacional Húngaro con la firme intención de visitarlo. A la hora de pagar, tener en cuenta que os cobran un suplemento para hacer fotos que yo abone y te dan a cambio una pegatina que tienes que llevar encima, la cual te acredita que puedes realizar fotografías (creerme que comprueban que la llevas) El edificio de estilo Neoclásico alberga una amplia colección que recoge la historia de Hungría desde la época paleolítica hasta la caída del muro de Berlín.
Personalmente la información de las distintas salas me parecieron muy interesante: De esa forma se entiende que al estar Hungría ubicada en la llanura panónica (la cual se origino tras la desecación del mar interior panonio) fue una región históricamente por la cual pasaron las distintas invasiones Barbarás que acabaron con el imperio romano que se había establecido en una de las orillas del Danubio. Los Magiares llegaron de Siberia y se establecieron en la actual Hungría en el 896 y en el 1000 con la coronación de Esteban I se funda el reino de Hungría. No obstante en el siglo XIV pasa bajo el dominio del imperio otomano, tras su liberación paso a formar parte del imperio Austro Húngaro del cual en 1848 con una revolución fallida se intento separar. Tras la primera guerra mundial recuperan su independencia perdiendo las 2/3 partes de su territorio (entre ellas Transilvania) Después de la segunda guerra mundial caen bajo la hegemonía comunista de la cual en 1956 se organiza otra revolución que es sangrientamente sofocada. Me recordó mucho la historia del pueblo Polaco con una identidad de nación pero con su territorio siempre disputados por otras potencias habiendo los Húngaros siempre perdido y eso nos lo comento nuestro guía Damián en el free tour: ese sentimiento abatido y triste se reflejaba en el carácter algo áspero y serio de los húngaros.
Descanso para comer por el barrio judío, aprovechando para hacer unas fotos a la parte trasera de la gran sinagoga, la cual es la segunda más grande después de la de Nueva York, más concretamente al Memorial a los mártires judíos húngaros que se asemeja a un sauce llorón cuyas hojas llevan inscripciones con los nombres de las víctimas. La sinagoga se puede visitar, de hecho hay visitas con guía en español pero el precio de la entrada me pareció excesivo y lo descarte.
Hasta las 19:00 no empezaba el tour del Danubio así que decidí acercarme al mercado central, el cual se encuentra cerca del puente de la libertad. En la planta baja están los típicos puestos de nuestros mercadillos donde se vende carnes, frutas, dulces e ingredientes locales como el paprika en la parte de arriba sin embargo os veis a encontrar con restaurantes y tiendas de souvenir para turistas (por mi experiencia personal creo que sale más barato comprar cualquier souvenir en las tiendas del mercado central que las tiendas repartidas por la ciudad)
A continuación recorrí vaci utca, calle peatonal ubicada frente al mercado hasta el puente de las cadenas. Es la vía turística por excelencia con restaurantes, tiendas de ropa de marcas internacionales, tiendas de souvenir, etc. Hay que callejear por ella al igual que por la avenida Andrassy.
Al acercarme al puente de las cadenas fui recorriendo la ribera del rio hasta alcanzar el monumento de los zapatos ubicado un poco antes de llegar al Parlamento. No es difícil perdérselo porque suele haber siempre gente a su alrededor, el monumento rinde homenaje a las víctimas de la segunda guerra mundial, en su mayoría judíos, que eran conducidas hasta las orillas del Danubio. Allí se les ordenaba descalzarse para después ser asesinadas con un disparo en la espalda. Después, los cadáveres caían o eran arrojados a las aguas del río.
Volví hacia la gran sinagoga, donde de camino, me hice una foto en la Zrinyi utca (calle que une el Danubio con la Basílica de San Esteban) con la estatua del policía gordo. Se dice que al tocar la barriga uno tendrá la suerte de no engordar. Acabe con otra foto junto a la estatua de la pequeña princesa también conocida como el duende.
A las 19:00 empezó el tour del Danubio para el cual se llego a formar dos grupos, en el mío nuestra guía fue Luz. Nos entregaron el billete del barco puesto que el tour iba a tener dos horas de duración, pasándonos la tercera en el buque. El tour empezó cerca del hotel Astoria con la historia de ese hotel y desde alli fuimos paseando por la calle Kossuth Lajos y la calle vaci hasta aproximarnos al muelle número 10 para embarcar. En el tour el guía hace sobretodo referencia al Budapest de finales del siglo XIX durante la época dorada de la ciudad, que le supuso transformarse en una ciudad moderna cuyo modelo podría ser Paris. Vimos edificios donde las distintas clases sociales estaban perfectamente reflejadas con las primeras plantas teniendo grandes ventanas y a medidas que se va subiendo con habitaciones más estrechas y peor iluminación para la servidumbre. Pasamos cerca del café central que servía de lugar de encuentro de artistas, poetas y escritores del siglo pasado. Tuvimos la suerte de poder entrar en el hall de un hotel “parisi udvar” abierto recientemente y cuyo edificio fue reformado porque originalmente eran unos grandes almacenes en plan “galeries Lafayette” que llevaban muchos años cerrados.
A las 21:00 nos llevaron al embarcadero donde tuvimos acceso VIP, con relación al crucero la pega de haber una es que no nos ofrecieron consumición como en otros ni tampoco tuvimos audio guía, de hecho nuestra guía Luz no zarpo con nosotros. Lo bueno es que hicimos un recorrido por el Danubio hasta el puente Margarita donde bifurcamos hasta el puente Petofi y desde alli volvimos al muelle 10. Es decir que pasamos bajo tres puentes: el de las cadenas, el de Isabel (sisi) y el de la libertad. Los edificios que se puede admirar al estar totalmente iluminados puesto que a esa hora ya era de noche son además de los puente propiamente dicho, el parlamente, la iglesia de Matías, el bastión de los pescadores y el castillo de Buda.