Último día "grande" y toooda la noche lloviendo. Afortunadamente al amanecer estaba despejado. Hemos desayunado a las 6 y a las 6:30 nos recogía el taxi. He empezado el día bien porque antes de montarme en el taxi en el suelo me he encontrado un billete de 50 soles, empapado de agua y sucio pero 50 soles (13 €)
El taxi nos ha llevado hasta la estación de tren de Hidroeléctrica. Para llegar a Machu Picchu se puede llegar en tren, pero vale un disparate o andando por la vía del tren. Son 10 kilómetros muy chulos así que tras bajar del taxi hemos echado a andar.
La ruta empieza con la montaña Machu Picchu en frente y se adentra por el bosque. La ruta son 10 km muy agradables al lado del río, se ven bastantes pájaros tanto es así que nos hemos encontrado un gallito de las rocas hembra a dos metros de nosotros. Ayer no paraban quietos y hoy estaba la gallito tan tranquila.
En unas tres horas hemos llegado a Machu Picchu pueblo. A este pueblo solo se llega andando o en tren y lo único que circula son autobuses cargados de turistas que suben y bajan a Machu Picchu. Según vas entrando te vas dando cuenta de que el pueblo es básicamente atrezo enfocado a los turistas. Absolutamente todo gira en torno al Machu Picchu. Hoteles, restaurantes, el tren, los buses... En la calle principal está la cola para coger los buses a Machu Picchu. Todo organizado según turnos horarios. Hay colas incluso para hacer colas.
Sorteando la cola llegamos al alojamiento, la chica nos dice que hay poca gente, que en época alta por las mañanas la cola sale del pueblo... Vaya negocio. 65€ la entrada a Machu Picchu, 25 el bus que te sube y te baja y si encima quieres venir y volver desde Cusco en tren sumarle casi 200 más... Aquí aunque pongan la entrada a 100 euros la gente seguiría viniendo y los peruanos lo saben.
Dejamos las cosas en el hotel y vamos a informarnos de cómo funciona lo de subir en bus. Subimos a las 12:30 así que hacemos tiempo por el pueblo, comemos algo y a la cola. La subida a Machu Picchu son 25 minutos por una carretera serpenteante con unas vistas acojonantes. Aquí antes o después construirán un teleférico porque lo del bus es bastante ineficiente. Por lo que he leído ya hay propuestas pero como aquí está la gallina de los huevos de oro ponerse de acuerdo estará complicado. El bus nos deja a las 13 en la puerta y pasamos puntuales. La verdad que está organizado bastante bien, también es cierto que al ser por la tarde, entre semana y en septiembre hay menos gente.
Nada más entrar vamos directos a la puerta del Sol. Vas subiendo hasta que llegas a la zona agrícola y te encuentras de frente la famosa postal del machupicchu. La imagen es preciosa, las ruinas encima de una quebrada con las montañas de fondo y el pico huaynapichu presidiendo el paisaje.
Seguimos subiendo a la puerta del sol, es un paseo bueno la verdad. Amenizado bajo una llovizna que nos ha acompañado la ida y la vuelta a la puerta del sol. El cielo está nublado pero afortunadamente no son nubes bajas que son las que impediría ver el paisaje. Menos mal.
En la puerta del sol se ve llegar la gente que termina el camino inca. El punto mola porque se ve todo el panorama de Machu Picchu. Hemos estado un rato y hemos vuelto para recorrer tranquilamente la zona agrícola y la zona urbana. Como guía llevábamos la Wikipedia que nos ha hecho su papel. Hemos estado unas tres horas largas recorriendo el Machu Picchu. Me ha gustado bastante pero para mí es principalmente una postal en donde lo interesante es el paisaje que forman las montañas, las nubes, las ruinas... y una historia súper interesante detrás. Toda la mística y la grandilocuencia que hay en torno a las ruinas no la puedo compartir, me chirría bastante que si la arquitectura, el sistema de regadío, las orientaciones astronómicas... constantemente oyes los comentarios de los grandes ingenieros incas y demás pero esto se construyó a mediados del siglo XV... Parece que se pierde la perspectiva temporal y el turista observa las ruinas como si fueran las pirámides de Egipto y se embelesa pensando cómo pudieron hacerlo pero si lo contextualizas en su tiempo a mí no me resulta tan asombroso, los egipcios miles de años antes ya sabían juntar piedra con piedra y los romanos tenían alcantarillado... Hasta qué punto llega la mitificación que hasta se escuchan guías que dicen que los incas no conocían la pereza, que la pereza la trajeron los españoles... Pero bueno si te dejas la parte crítica a un lado y te crees todo lo que cuentan sobre las ruinas y sus significados pues es interesante al nivel cuarto milenio.
Para bajar de Machu Picchu se hace rápido ya que no hay cola. Una vez en el pueblo vamos al alojamiento y tras pegarnos una ducha nos vamos a dar una vuelta y buscamos un sitio para cenar en tripadvisor.
El restaurante "Full House" está bastante bien y aprovecho para probar el cuy. Lo preparan marinado y te lo ponen si cabeza así que así da menos cosa. Sabe como a conejo pero es más tierno y graso. Después de cenar seguimos recorriendo el pueblo, la calle que bordea el río son todos puestos con estatuas de incas y una breve biografía. La parte sur del pueblo está destinada a la gente que vive allí con un montón de recintos deportivos, al menos un campo de fútbol y dos canchas polideportivas.
Después de darle tres vueltas al pueblo nos vamos a descansar poniendo en marcha la cuenta atrás para finalizar el viaje.
El taxi nos ha llevado hasta la estación de tren de Hidroeléctrica. Para llegar a Machu Picchu se puede llegar en tren, pero vale un disparate o andando por la vía del tren. Son 10 kilómetros muy chulos así que tras bajar del taxi hemos echado a andar.
La ruta empieza con la montaña Machu Picchu en frente y se adentra por el bosque. La ruta son 10 km muy agradables al lado del río, se ven bastantes pájaros tanto es así que nos hemos encontrado un gallito de las rocas hembra a dos metros de nosotros. Ayer no paraban quietos y hoy estaba la gallito tan tranquila.
En unas tres horas hemos llegado a Machu Picchu pueblo. A este pueblo solo se llega andando o en tren y lo único que circula son autobuses cargados de turistas que suben y bajan a Machu Picchu. Según vas entrando te vas dando cuenta de que el pueblo es básicamente atrezo enfocado a los turistas. Absolutamente todo gira en torno al Machu Picchu. Hoteles, restaurantes, el tren, los buses... En la calle principal está la cola para coger los buses a Machu Picchu. Todo organizado según turnos horarios. Hay colas incluso para hacer colas.
Sorteando la cola llegamos al alojamiento, la chica nos dice que hay poca gente, que en época alta por las mañanas la cola sale del pueblo... Vaya negocio. 65€ la entrada a Machu Picchu, 25 el bus que te sube y te baja y si encima quieres venir y volver desde Cusco en tren sumarle casi 200 más... Aquí aunque pongan la entrada a 100 euros la gente seguiría viniendo y los peruanos lo saben.
Dejamos las cosas en el hotel y vamos a informarnos de cómo funciona lo de subir en bus. Subimos a las 12:30 así que hacemos tiempo por el pueblo, comemos algo y a la cola. La subida a Machu Picchu son 25 minutos por una carretera serpenteante con unas vistas acojonantes. Aquí antes o después construirán un teleférico porque lo del bus es bastante ineficiente. Por lo que he leído ya hay propuestas pero como aquí está la gallina de los huevos de oro ponerse de acuerdo estará complicado. El bus nos deja a las 13 en la puerta y pasamos puntuales. La verdad que está organizado bastante bien, también es cierto que al ser por la tarde, entre semana y en septiembre hay menos gente.
Nada más entrar vamos directos a la puerta del Sol. Vas subiendo hasta que llegas a la zona agrícola y te encuentras de frente la famosa postal del machupicchu. La imagen es preciosa, las ruinas encima de una quebrada con las montañas de fondo y el pico huaynapichu presidiendo el paisaje.
Seguimos subiendo a la puerta del sol, es un paseo bueno la verdad. Amenizado bajo una llovizna que nos ha acompañado la ida y la vuelta a la puerta del sol. El cielo está nublado pero afortunadamente no son nubes bajas que son las que impediría ver el paisaje. Menos mal.
En la puerta del sol se ve llegar la gente que termina el camino inca. El punto mola porque se ve todo el panorama de Machu Picchu. Hemos estado un rato y hemos vuelto para recorrer tranquilamente la zona agrícola y la zona urbana. Como guía llevábamos la Wikipedia que nos ha hecho su papel. Hemos estado unas tres horas largas recorriendo el Machu Picchu. Me ha gustado bastante pero para mí es principalmente una postal en donde lo interesante es el paisaje que forman las montañas, las nubes, las ruinas... y una historia súper interesante detrás. Toda la mística y la grandilocuencia que hay en torno a las ruinas no la puedo compartir, me chirría bastante que si la arquitectura, el sistema de regadío, las orientaciones astronómicas... constantemente oyes los comentarios de los grandes ingenieros incas y demás pero esto se construyó a mediados del siglo XV... Parece que se pierde la perspectiva temporal y el turista observa las ruinas como si fueran las pirámides de Egipto y se embelesa pensando cómo pudieron hacerlo pero si lo contextualizas en su tiempo a mí no me resulta tan asombroso, los egipcios miles de años antes ya sabían juntar piedra con piedra y los romanos tenían alcantarillado... Hasta qué punto llega la mitificación que hasta se escuchan guías que dicen que los incas no conocían la pereza, que la pereza la trajeron los españoles... Pero bueno si te dejas la parte crítica a un lado y te crees todo lo que cuentan sobre las ruinas y sus significados pues es interesante al nivel cuarto milenio.
Para bajar de Machu Picchu se hace rápido ya que no hay cola. Una vez en el pueblo vamos al alojamiento y tras pegarnos una ducha nos vamos a dar una vuelta y buscamos un sitio para cenar en tripadvisor.
El restaurante "Full House" está bastante bien y aprovecho para probar el cuy. Lo preparan marinado y te lo ponen si cabeza así que así da menos cosa. Sabe como a conejo pero es más tierno y graso. Después de cenar seguimos recorriendo el pueblo, la calle que bordea el río son todos puestos con estatuas de incas y una breve biografía. La parte sur del pueblo está destinada a la gente que vive allí con un montón de recintos deportivos, al menos un campo de fútbol y dos canchas polideportivas.
Después de darle tres vueltas al pueblo nos vamos a descansar poniendo en marcha la cuenta atrás para finalizar el viaje.