Día 24
Nos pegamos el gran madrugón para coger el tren que salía a las cinco, a nosotros ya nos gusta levantarnos temprano cuando estamos de viaje, pero no tanto.
La estación de tren está en la parte alta del mercado, no era el mismo lugar donde nos dejó el tren a la llegada, lo que hizo que nos costara un poco encontrarla, es un poco extraño, al estar en medio del mercadillo. En este caso el tren tardó un poco más que a la ida, casi dos horas, no se cual debe ser la razón, supongo que hizo más paradas por el camino.
Al llegar a Ollantaytambo nos estaba esperando el conductor de nuestro transporte, el cual habíamos contratado a través de Sudamericatour para llevarnos de regreso a Cuzco. Con el sueño que llevábamos dormimos casi todo el trayecto.
Al llegar a Cuzco teníamos contratado el city tour, que iniciamos enseguida, ya que eran las 9:30h.
La primera visita la iniciamos en la plazoleta de Santo Domingo donde actualmente se sitúa el convento de Santo Domingo, el cual construyeron los conquistadores encima de los restos de Qorikancha, el templo más importante era el Templo del Sol , que según nos explicaron, tenia todas las paredes recubiertas con planchas de oro, que se llevaron los españoles tras la conquista.
Seguimos con la visita de varios complejos Incas, el primero que visitamos fue la impresionante Fortaleza de Saqsaywuamán, que si bien no era una fortaleza realmente, disponía de unos muros construidos con grandes piedras dando esa sensación, desde la parte más alta pudimos disfrutar de unas excelentes vistas de la ciudad de Cuzco.
La siguiente visita fue Tambomachay, no un sitio arqueológico demasiado grande, al final de una camino empedrado nos encontramos con las ruinas de unas fuentes, destinadas para el culto al agua.
Pukapukara la verdad es que lo vimos desde un mirador, nos preguntaron si queríamos entrar pero tampoco los vimos demasiado interesante así que con la vista panorámica ya tuvimos suficiente.
La última parada la hicimos en Qenqo, que en este caso si que lo visitamos, nos explicaron que en su época gozó de mucha importancia debido a los asombrosos restos que aún se erigen a pesar de la destrucción causada por los españoles, uno de los lugares destacados es Intihuatana, una especie de observatorio astronómico para calcular la posición del sol. Bajamos por unos pasadizos bajo la piedra donde había la sala de los sacrificios en muy buen estado de conservación.
Regresamos al centro de la ciudad de Cuzco, donde visitamos la catedral y la plaza de armas, terminando aquí el city tour, preguntamos a la guía donde podíamos comer bien por el centro y nos recomendaron un restaurante popular que se llamaba Cafe Restaurante Qori Sara , donde hacen un menú por 17 soles, aunque depende si la mesa es grande hay que compartirla con otros comensales, por suerte pudimos sentarnos en una mesa de cuatro.
Nos fuimos al hotel para hacer otra vez el check-in y recuperar nuestras maletas que habíamos depositado dos días atrás. Por la tarde hicimos la visita al museo del Inka Garcilaso de la Vega, situado en una hermosa casa colonial, donde explican parte de la historia de Perú según los escritos del autor.
Paseamos por el encantador centro histórico de la ciudad, no nos cansamos de ver sus calles y edificios coloniales, cuando llegamos a la plaza armas había un desfile de varios colegios de la ciudad con bailes y música, iban disfrazados como si fuera una desfile de carnaval, fue un bonito fin de viaje.
Dimos una vuelta al mercado de la Avenida Sol para comprar una flauta típica que nos faltaba en nuestra colección de recuerdos y cenamos en un restaurante italiano de la zona, regresamos al hotel a prepararnos para el día siguiente, nos esperaba una buena paliza, ya que teníamos tres vuelos hasta llegar a casa, el primero bastante temprano.