Día 10: Dikwella Beach, Dondra, Parawi Duwa Temple, Mirissa, Stilt Fishermen ✏️ Diarios de Viajes de Sri Lanka

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Este originalmente, era el último día de recorrido, pensábamos volver a Negombo por la noche, dormir allí y al día siguiente dedicarlo a compras y a hacer alguna visita hasta la hora de nuestro vuelo, pero cambiamos de planes y decidimos hacer esa noche en Mirissa para el día siguiente ir a ver ballenas y luego ver lo que pudiéramos, volviendo a Negombo a tiempo para nuestro vuelo de regreso.

Después del "opíparo" desayuno en el restaurante de las cabañitas, eso sí, en la playa, nos pusimos en marcha. La primera parada fue en Dikwella beach, una playa preciosa que hizo que nos lamentáramos de no poder alargar el viaje para habernos quedado algún día en esa playa. Después de las fotos de rigor, continuamos hasta Dondra, que si miráis el mapa de Sri Lanka, es justo la punta sur de la isla. Allí, además de un paisaje precioso de palmeras y mar, hay un faro muy pintoresco al que se puede subir. Continuamos y la siguiente parada fue para ver el Parawi Duwa Temple, que es un templo en una pequeña isla en el mar, cerca de la orilla. Para llegar hasta él hay un puente bastante moderno y merece la pena detenerse media horita para verlo.
Seguimos y en tan solo 20 minutos, llegamos a Mirissa. Fuimos al hotel Fresh Wave Mirissa, no es lujoso, pero es correcto y está en la misma playa. Dejamos el equipaje y le pedimos a nuestro driver que nos llevase a algún restaurante que conociera bueno, bonito y barato y a ser posible en la playa. Nos llevó a uno, que, lo siento, pero no recuerdo el nombre. Estaba en la playa, se comía fenomenal y era baratito, o sea que genial.
Después nos fuimos un rato a la playa, que por cierto, es muy buena, ancha, de arena fina y poco oleaje, al menos cuando estuvimos nosotros. Nos dimos un buen baño y disfrutamos mucho del agua que no estaba nada fría. Luego nuestro driver nos recogió para ir a ver a los Stilt Fishermen, que para quien no lo sepa, son los pescadores que pescan sobre un palo largo, aunque había leído en algunos foros que no merecía la pena, que era una turistada, etc, la verdad es que nos gustó mucho y las fotos quedaron preciosas con los colores del atardecer, pero para ver la puesta de sol, nos llevó a un sitio que nos rogó no difundiéramos para que no se llegue a masificar, pero os puedo decir que era idílico y que vimos una puesta de sol inolvidable.
Y para acabar el día, volvimos al hotel y cenamos en su restaurante en la playa un pescado fresco que estaba buenísimo, para, literalmente chuparte los dedos. Si sois de los que no toleran el picante, tened la precaución de decir siempre "no spicy, please" .
Allí mismo nos tomamos un cóctel, que con la brisita del mar y el cielo estrellado, nos supo a gloria y nos fuimos a descansar.
Esa sí que era ya la última noche en Sri Lanka y estábamos muy melancólicos sólo de pensarlo, pero bueno, aún nos quedaban cosas que ver y había que madrugar para ir a ver a las ballenas que también nos hacía mucha ilusión.

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