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Nos levantamos, nos duchamos, desayunamos y fuimos andando a la estación Bruxelles Nord, cerca del hotel. Era sábado e íbamos a aprovecharnos de la oferta de 50% en billetes de tren que hay en Bélgica los fines de semana.
Como íbamos a visitar Gante y Brujas, que están en la misma línea, hicimos una triquiñuela para ahorrarnos un billete: Allí mismo en las taquillas de la estación compramos uno de ida y vuelta para Brujas (15,60€/pax), que está algo más lejos. Como los billetes son abiertos (para usarlos a cualquier hora el día de la compra) y no hay por que validarlos, decidimos montar y si no pasaba el revisor para picárnoslos, bajar primero en Gante y por la tarde con el mismo billete ir a Brujas. En caso de que nos los picaran antes de Gante, lo haríamos al revés.
A las 10:51 salimos en un tren amplio, limpio y muy cómodo. En 30 minutos llegamos a Gante y como no había pasado el revisor, segúiamos teniendo los billetes intactos así que bajamos primero allí. Se puede ir desde la estación al centro en autobús o tranvía pero no se¡é si por racanería por bajar la cena del día anterior o por las dos cosas, fuimos andando en un paseo de 30 minutos. Por el camino vimos la parte de la ciudad que no es turística, nos pareció muy tranquila y silenciosa. A poco de llegar al centro pasamos por el edifico vintage Vooruit, que lleva muchísimos años siendo sede para diversos festivales.
Ya en el centro, lo primero que fimos fue el castillo de Gerardo el Diablo, donde actualmente se encuentra el archivo del Estado, por lo que no se puede acceder. No obstante, podremos disfrutar de las magníficas vistas del exterior junto al canal. El nombre de este edificio procede de de su primer propietario: Geraard, sobre el que desde niño ya planeaba la desgracia: Muerte de su padre en extrañas circunstancias, mujer asesinada por sospechas de infidelidad, conflictos con su hijo por haberse enamorado de la misma mujer….
Justo al lado visitamos la Catedral de San Bavón, cuyo mayor tesoro es su retablo al óleo representando la Adoración del Cordero Místico. La entrada es gratuita, pero si se quiere visitar esta obra, hay que abonar un plus. Nosotros sólo vimos pa parte principal y la verdad es que nos gustó muchísimo.
A la salida, disfrutamos de las vistas de la Torre Belfort desde la plaza de delante. No quisimos subir hasta arriba porque preferíamos aprovechar más tiempo callejeando.
En uno de los laterales de la torre, está la lonja del Paño, en el pasado zona comercial de tejidos. Grabada en una de sus laterales vimos escultura llamada Mammeloker. que representa a una hija amamantando a su padre preso y condenado a morir de hambre para poder salvarle la vida. Tal acto de amor hacia su padre le valió para que este consiguienta la libertad.
Despúes pasamos por el Ayuntamiento de la ciduad para ver el exterior, con una combinación de estilos gótico y renacentista.
No quisimos perdernos tampoco Werregaremstraat, la “Calle del Graffiti”, un callejón con arte actual muy distinto a todo el entorno que lo rodea.
Desde allí continuamos la ruta hasta Vrijdagmarkt, la plaza del mercado de los viernes, una zona actualmente llena de bares y restaurantes así como de casitas de ladrillo con la arquitectura típica de la zona.
Seguimos recorriendo los aledaños, pasando por los canales y maravillándonos con un entorno de cuento.
Estuvimos también por los alrededores del castillo de Gravesteen, una magnífica
fortaleza rodeada de agua donde vivían los Condes de Flandes durante su estancia en la ciudad, aunque también fue palacio de justicia, prisión y escenario de innumerables castigos y ejecuciones públicas. Actualmente alebrga un museo de la tortura.
Después llegó la zona que más nos gustó de a ciudad, los muelles de Graslei y Korenlei con unas vistas y ambientazo impresionantes que casaban a la perfección con el tiempazo que hacía. Así las cosas, o se nos ocurrió plan mejor que comprar un par de pizzas medianas y unas bebidas para llevar en Pizza Hut (25€) y disfrutarlas en esa zona.
Cuando terminanos, pasamos por la Iglesia de Sain Michiels donde también visitamos el interior de forma gratuita y nos enamoramos con las vistas que desde el puente se tienen de la iglesia de San Nicolás, nuestro edificio favorito de la ciudad.
Antes de marcharnos, de vuelta a la estación, quisimos pasanos por Galgenhuis, el bar más pequeño de la ciudad, para disfrutar de unOS fantástico chocolate a la taza (7€).
A las 16:01 ya estábamos cogiendo el tren hacia Brujas esperando que nos gustara al menos la mitad que Gante, una ciudad que nos había encandilado. Yo lleguñe a solicitar una erasmus para estudiar allí un curso, lo que al final no fue posible, pero no me quedó ninguna duda de que hubiera acertado de pleno en mi elección.
En 20 minutos ya estábamos en Brujas, que ya ofrece cosas que ver nada más salir de la estación. Empezamos con el puente Puertoren el lago Minnewater y la magnífica postal que sugieren
Después continuamos por el Beaterio, que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este complejo alojaba a viudas y muejres que habían perdido a los hombres de su familia en guerras y cruzadas. Allí hacían la misma vida que las monjas pero sin hacer votos. La entrada al recinto y los jardines es gratuita y cierra a las 18:30.
Continuamos andando por las preciosas calles de esta ciudad hasta la catedral de Nuestra Señora, que entontramo cerrada por obras. Me llevé un gran chasco, porque esta catedral Alberta nada más y nada menos que el corazón de Felipe el Hermoso en una urna, un tipo de cosas que me encanta ver. Será en otra ocasión.
Para que se me pasara el disgusto, decidimos parar en Chocolate Line, una de las pocas chocolateriías que aparecen en la famosa Guía Michelín. Compramos para llegar 8 unidades de bombones de sabores tan curiosos como matcha, bacon, salted caramel, pistacho, curry….) por 9,50€. Una vez probado en casa, damos fe de que estaban muy buenos.
Compramos un gofre de caramelo salado y nata en Chez Albert y nos sentamos en la plaza del mercado a disfrutar del ambiente, los edificios y las vistas de la Torre Belfort, ya cerrada para subir. Después de un rato fuimos a la maravillosa Burg, la palza del ayuntamiento con unos edificios con fachadas a cada cual más bonita y donde está también la Catedral de la Santa Sangre, que cierra pronto por la tarde pero que me hubiera encantado visitar para ver un tubito de sangre de Cristo.
Hasta que se hizo de noche, paseamos y paseamos por distintas calles y canales, haciendo fotos aquí y allá de las casitas de ladrillo. Nos repetimos mucho todos los que hemos estado, pero es que es de cuento.
Ya de noche, y como encontramos cerrado por cumpleaños el sitio donde pensábamos cenar pronto, improvisamos y acabamos en un local de hamburguesas donde cenamos estupendamente: Una de queso de cabra, tomate, pimiento y champiñones portobello y otra de guacamole, sésamo y cordero, regadas con unas limonadas de lima y hierbabuena y limón y kiwi finalizando con un fantástico cheessecake. Todo nos costó 41€.
Después dimos un último paseo nocturno por los canales pero al final tuvimos que acelerar para no perder el tren de las 21:58. En 1h estábamos de nuevo en Bruselas.
Ante la pregunta de ¿Brujas o Gante? Nosotros nos quedamos con Gante. Merecen perfectamente un día cada una, pero se pueden hacer en el mismo día cuando hay muchas horas de luz o viendo lo más general como hicimos nosotros. Habiendo salido una hora antes de Bruselas, podríamos haber visitado las cosas que ya estaban cerradas en Brujas. Sea como fuere, estoy segunda de que volveremos.
GASTOS DEL DIA (2 personas)
- Billetes de tren: 31.20€
- Comida: 25€
- Chocolates calientes: 7€
- Bombones The Chocolate Line: 9,50€
- Gofre: 4,50€
- Cena : 10€
Total del día 2 personas: 87,20€
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