Hoy suena el despertador a eso de las 6:00, desayunamos en la habitación. Este es otro de los fuertes del viaje, visitaremos la aldea histórica de Shirikawago. El tiempo hoy acompañaría, menos mal que decidimos retrasarlo para hoy, hacía un sol espléndido y no la cantidad de nubes y lluvia de ayer.
Nos dirigimos a la parada del bus para coger el autobús que nos dejará en la aldea, la parada se encuentra en la estación de tren a dos minutos de nuestro hotel. Cogimos el bus a las 7:50 y en 50 minutos estaríamos en nuestro destino. El billete ida y vuelta nos costó 4600 ¥ por persona. La hora de llegada fue perfecta, no había mucha gente y pudimos tener unas horas de tranquilidad para pasear sin problemas.
La aldea, espectacular, no nos defraudó. Cada rincón, una foto.
Nuestra primera parada en la visita sería el Museo Jin Honura, precio 300 ¥ por persona. El museo es un paseo por la historia y tradición de una parte de Japón como es esta zona. En dicha visita puedes ver varias casas tradicionales para ver como se vivía hace más de 250 años, como se construían y su entorno.
Salimos del museo para seguir paseando por el pintoresco pueblo. Teníamos hambre por lo que paramos en un pequeño puesto y pedimos una croqueta de carne para A y un helado de té macha para mi. También aprovechamos para comprar algún souvenir de la zona.
La siguiente parada sería el Mirador que se encontraba en la otra punta de la aldea. Subimos para admirar todo el pueblo y puedo decir que la vista es espectacular.
Después de estar un rato recreándonos con la visión que estábamos teniendo, comprobamos que el siguiente bus que salía hacia Takayama sería a las 12:05. Decidimos que era la hora ideal para volver y así evitar aglomeraciones de gente para salir del pueblo. Llegamos a Takayama a las 12:55, compramos algo de picoteo y para el desayuno del día siguiente; y dejamos las cosas en el hotel. Esto nos permitió ir más ligeros durante el resto del día, cosa que se agradece. Cuando llevas muchos días cargado con una mochila con cámara, guía, etc... la espalda empieza a notarlo.
Nos habían recomendado un restaurante de tempura muy pequeñito en el centro de Takayam, pero que solo abre ciertos días a la semana y por la noche, solo sirven cena para unas 10 personas por lo que la reserva es necesaria. De camino al centro pasamos por dicho restaurante y reservamos para la cena de hoy. El restaurante se llama Ebihachi, y es totalmente recomendable.
También aprovechamos y nos pedimos unos buñuelos de carne en un puesto callejero del centro que estaban deliciosos.
Llegamos hasta el Santuario de Higashiyama o también conocido como el Paseo por la Zona de Templos de Takayama.
De vuelta decidimos ir a la estación para cambiar los billetes de tren que nos llevaría a Tokyo en el día de mañana. Decidimos salir antes para así llegar antes y aprovechar más el día en Tokyo. Volvimos al hotel para descansar un poco y hacer tiempo para la cena, ya que teníamos la reserva para las 20:00.
A las 19:30 salimos del hotel hacia el restaurante Ebihachi. La cena no nos defraudó, todo riquísimo. Efectivamente el local es un pequeño restaurante donde lo especial es comer en la barra, así puedes ver como el cocinero y dueño te prepara los platos. Casi todo son tempuras, nosotros pedimos una tempura mixta y de acompañamiento una sopa miso y arroz, más cerveza y agua del grifo todo ello por 2600 ¥. Los dueños son muy agradables, nos explicaban que el motivo de tener pocos comensales era para poder dar mucho mejor servicio y atención. Al final de la cena nos obsequiaron con unas figuritas de papel que hacía la dueña. Decir que el Origami, el arte de hacer figuras de papel, es muy extendido en la zona y te obsequian con estas figuras en cualquier comercio o restaurante, hasta en la estación de tren.
Después de esta fantástica cena nos fuimos a descansar, mañana cambiamos de ciudad y nos vamos a Tokyo!!!