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DÍA 7. VIERNES 2 DE AGOSTO DE 2019
Llegaba al día de despedirnos de Kyoto y dirigirnos hacia el sur. El plan para hoy era visitar Hiroshima por la mañana y por la tarde irnos a la isla de Miyajima para dormir allí. Como teníamos reservado el tren a primera hora de la mañana, para aprovechar bien el día, a las 6 ya estábamos desayunando en el hotel y tras un viaje en tren bastante ameno, a las 10 ya estábamos en Hiroshima Statión. Nos sorprendió el hecho de que nada más salir del tren, había una señora esperando a que los turistas saliesen para indicarnos el autobús que debíamos coger, incluido en el JRP. En realidad cualquier autobús turístico está incluido, pero hay tres colores (rojo, naranja y verde) y el más rápido, que va directo al parque de la Paz, es el rojo. Nos bajamos justo delante de la cúpula de la bomba atómica y ya desde ese momento se me encogió el corazón de pensar lo que debió suceder allí para que ese fuese el único edificio que quedase en pie de una ciudad.
Desde allí paseamos por el parque hasta llegar al monumento de los niños, con sus miles de grullas de colores. Allí me hicieron una entrevista unos estudiantes, con la intención de practicar inglés, fue un momento muy entrañable y me regalaron un dibujo muy bonito y tres grullas de colores hechas por ellos.
A continuación, nos dirigimos hacia el cenotafio conmemorativo de los fallecidos, donde incluso había ancianas rezando y haciendo ofrendas.
Y por último, entramos al museo de la bomba atómica. Es un lugar que te deja marcado, al menos a nosotros nos dejó tocados todo el día. Es terrible darse cuenta de lo cruel que puede ser el ser humano y verlo con tus propios ojos. La visita al museo es totalmente recomendable. Es muy dura, pero creo que es necesaria para comprender lo que allí pasó.
Con la sensación de haber vivido un momento de esos que marcan para siempre, volvimos a coger el autobús, en esta ocasión el naranja, ya que pasa justo al lado del museo y volvimos a la estación para coger el tren en dirección a la terminal del ferry que nos dejaría en la isla de Miyajima, todo ello incluido en el JRP.
La primera impresión al llegar a la isla, fue de agobio absoluto. Lo primero que hicimos fue dejar las maletas en el hotel, que estaba a unos 100 metros del ferry, justo frente al mar, y salimos a buscar algo para comer. Lo primero que nos sorprendió es que había ciervos por todas partes.
A pesar de la belleza de la isla, a esa hora, era tal la cantidad de gente, que nos decepcionó bastante, además, como ya era bastante tarde, intentamos entrar en un restaurante, pero el dueño, de muy malas maneras, nos indicó que estaba cerrado. Al final nos compramos unas cervezas y unas patatas en una tienda y nos compramos unas empanadas de ostras en un puesto callejero y nos fuimos a echarnos una siesta al hotel.
Por suerte, cuando volvimos a salir, para ver atardecer desde la playa, todo había cambiado. Las hordas de turistas se habían ido, ya que el ultimo ferry estaba por salir, y la isla se torno en un lugar mágico. Vimos caer el sol dese la playa, con los pies metidos en el mar y fue maravilloso.
Después nos fuimos a pasear por toda la isla, tranquilamente, descubriendo todos sus rincones y nos pareció que es un lugar precioso cuando no está invadido por los turistas. Cenamos en un lugar que encontramos por casualidad, un sitio muy auténtico, y tradicional, regentado por 2 señoras mayores que preparaban unos okonomiyakis de tamaño XXL (nosotros tuvimos con uno para los dos). El restaurante se llama Kishibe, aunque en la puerta no tiene ningún nombre y está un poco escondido, ya que no está en la calle principal. Es un lugar muy recomendable. Te los preparan en una plancha allí mismo delante de ti, además, dio la casualidad de que en ese momento todos los clientes éramos españoles, por lo que terminamos hablando con los demás sobre nuestras impresiones sobre nuestro viaje por Japón, sobre otros destinos…
Tras esa cena tan estupenda, dimos un bonito paseo junto al mar por toda la isla y nos fuimos a dormir con la convicción de que Miyajima es un lugar mágico, pero que sin duda, merece mucho la pena quedarse allí a dormir al menos una noche, ya que el lugar cambia completamente cuando cae el sol.
GASTOS DEL DÍA
- Almuerzo ______ 400 y
- Cervezas ______ 540 y
- Agua + patatas______ 280 y
- Cena ______ 1250 y
- Metro ______________ 2 x 150 ______ 300 y
- Tren ______ 2 x 230 ______ 460 y
- Museo______________ 2 x 200 ______ 400 y
TOTAL______ 3630 Yenes_______ 30,95 Euros
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