JUEVES 24 OCTUBRE 2019
De nuevo amanecemos a las 07:30, pero este va a ser nuestro último día completo en Orlando. A pesar de todo, no tenemos prisa por salir de casa porque seguimos a vueltas con el equipaje y no es hasta las 10:30 que salimos en dirección a MK.
Una de las cosas que más me flipa de los parques Disney no tiene que ver ni con restaurantes ni atracciones ni nada de eso y es el sistema de aparcamiento que tienen ideado. Me parece de lo más práctico, cómodo y seguro que he visto en mi vida y creo que es otra de las cosas que se tendría que exportar a otros sitios.
De los 3 FP+ que tengo sacados para la mañana, ya solo vamos a llegar al último para hacernos foto con Campanilla.
De las fotos que me había hecho ayer, la del súper zoom no se ha cargado todavía y tengo miedo de perderla, así que como llegamos con algo de tiempo al parque, voy a ver si consigo rescatarla. Primero me acerco al Guest Relations que hay en la parte izquierda, pero de allí me mandan al Memory Maker Sales Center que se encuentra al otro lado junto al Town Square Theatre, pero ya que estoy ahí cerca, me paso por Sorcerers of the Magic Kingdom para coger unas cartas. No tengo en principio intención de jugar, pero me las quiero llevar de recuerdo.
Para la foto, después de más de 15 minutos intentándolo de todas las maneras posibles, finalmente la chica me acaba dando una tarjeta con el mail de Support PhotoPass donde me asegura que tendré más suerte. Es una pena porque la foto me hacía especial ilusión, pero tengo fe en que al final la conseguiré.
Cumplimos con Campanilla, pero las fotos no nos las hace un fotógrafo sino una máquina que tienen ahí montada. Es un poco más impersonal, pero ya lo juzgaremos cuando veamos el resultado.
Me gusta más el fotógrafo
Desde allí continuamos a Circus para montarnos primero en The Barnstormer y luego en Dumbo.
Ya nos queda poquito aquí
Tras esto, ya es la hora de comer y cruzamos el parque hasta Frontierland para almorzar en Pecos Bill Tall Tale Inn Café, aunque no salimos de allí muy convencidos. Pedimos un par de ensaladas, unas hamburguesas para los niños con el menú infantil y unas para los adultos y, sinceramente, la mínima diferencia de tamaño, no justifica la diferencia en el precio.
El postre yo lo tenía claro desde antes incluso de iniciar el viaje. Me voy a apretar un Pinapple Dole Whip entre pecho y espalda, pase lo que pase. Asun y las niñas se van a repetir Big Thunder Mountain y yo me voy con Carlos al Aloha Isle a por mi caprichito. Su sabor me recuerda mucho al sugus de piña y he de decir que me encanta. Asun me escribe para decirme que van a aprovechar y se van a subir también en Splash Mountain y, para matar el aburrimiento de la espera, me voy con Carlos a jugar al Sorcerers.
Para chuparse los dedos
Creo que no soy capaz de hacer un solo hechizo bien, pero por lo menos hemos dado un paseo por el parque que nos ha mantenido entretenidos. Si hay una próxima vez, tendré que aprender a hacerlo mucho mejor.
Creo que soy el más malo de todos los que hayan jugado a esto
Cuando volvemos a estar todos juntos, me pica la curiosidad por probar el Dole Whip de frambuesa, y está feo quedarse con la intriga, así que voy a por él (como se nota que ha habido desayuno ligerito), pero he de reconocer que el de piña está mejor.
De Aladdin, vamos hasta Haunted Mansion que tampoco tiene mucho tiempo de espera y pasamos un rato divertido.
¿De qué color es el caballo invisible de Santiago?
Con Florence y Jacob
¡Qué feos! (Los fantasmas, se entiende)
¿Y esa carita?
¿Nos llevas?
Las niñas están como locas por repetir Splash Mountain y me voy con ellas y con el tito mientras el resto se queda en el carrusel. Finalmente, no hacemos más de 15 minutos de cola y es que se nota que, como hay fiesta de Halloween y el parque cierra a las 18:00, no hay mucha gente. Big Thunder, Splash Mountain o It´s a Small World, solo tuvieron 15 minutos de espera durante gran parte del día.
Busca las 7…
…Diferencias XD
Ya toca salir
Tras esto, ya no hay tiempo para más así que, con un poco de penilla, dejamos MK con un “hasta luego” que no sabemos muy bien cuando llegará. Es aún un poco pronto para cenar, pero toca Hooters y hay que hacer un último esfuerzo que no se diga que no somos valientes.
La última cena
Pica, pica
¡Yo he venido a hablar de mis alitas!
En general comemos bien, pero tenemos que esperar más de una hora a que nos sirvan la cena (a lo mejor lo hicieron para que nos entrase más hambre) y el plato de alitas que le trajeron a Asun si llegan a estar más frías, las podían haber usado para los cubatas, pero se las cambiaron al momento sin ningún problema y cenamos de maravilla.
Tal para cual
Media ración
¡Qué le gusta una foto!
Patatas en espiral
Al llegar a casa aún tenemos que terminar las maletas y, sobre todo, redistribuir los pesos para no tener problemas en el aeropuerto y eso nos entretiene un rato, pero a las 23:00 ya estamos todos dormidos.