Este día lo dedicamos al igual que el anterior a disfrutar de las piscinas, la playa y el todo incluido del complejo.
Como el resto de días, mi hija a medio día estaba reventada y necesitaba dormir la siesta. Estaba tan cansada a medio día que cada vez que veía uno de los edificio del complejo pensaba que era el nuestro (ya que todos eran iguales) y lo señalaba diciendo "a casita".
Mientras ella y yo dormíamos, mi mujer se iba a la piscina a tomar el sol. Esta rutina se repitió prácticamente todo el viaje.
Por la noche cenamos en el restaurante Los Corales (cocina típica dominicana).
Como el resto de días, mi hija a medio día estaba reventada y necesitaba dormir la siesta. Estaba tan cansada a medio día que cada vez que veía uno de los edificio del complejo pensaba que era el nuestro (ya que todos eran iguales) y lo señalaba diciendo "a casita".
Mientras ella y yo dormíamos, mi mujer se iba a la piscina a tomar el sol. Esta rutina se repitió prácticamente todo el viaje.
Por la noche cenamos en el restaurante Los Corales (cocina típica dominicana).