Después de caer rendidos en la cama bastante temprano, iniciabamos nuestro primer dia completo en NY. Nos levantamos muy temprano, antes de las 5, y tras una ducha y hacer algo de tiempo fuimos a desayunar a una cafeteria que habia enfrente del hotel (los hoteles no suelen incluir desayuno). Probamos los tipicos Baggles y los cafes de medio litro. El idioma sin problemas, los trabajadores eran en la mayoria de los lugares turisticos hispanos, y casi ninguna vez tuvimos que recurrir a nuestro inglés de andar por casa. El destino iba a ser la zona sur de la ciudad, el Lower Manhattan, y cruzar el puente de Broolyn
Compramos la tarjeta Metrocard de una semana, que te da derecho a uso ilimitado del transporte público durante esa semana. El precio fue de 25 $. Ojo con el metro. En algunas paradas el tren no para, y tienes que bajarte en la siguiente, o dos o tres más, y dar media vuelta. En nuestro primer intento hubo suerte y bajamos en la parada de South Ferry. En este punto está el embarcadero donde se toman los ferrys hacia Staten Island. Algo muy curioso de esta zona de la ciudad es que todavia se conservan algunos edificios comerciales del siglo XVIII, como la Faunces Tavern (aunque sea una reconstruccion), y el contraste con los impresionantes rascacielos es algo realmente impresionante. El recorrido que hicimos está delimitado en el mapa entre las calles Trinity Place hasta City Hall, pasando por la zona cero y una pequeña iglesia donde una campana suena el 11 de marzo y el 7 de julio, y bajar hasta el puerto junto al puente de Brooklyn. Entre lo mas destacado de esta visita está el edificio de la bolsa, Trinity Church, el Charging Bull (el famoso toro) y la cantidad de edificios de distintos estilos arquitectónicos que dibujan en esa parte de la ciudad una de las siluetas (skyline) más veces vista en el cine.
Desde el puerto se puede disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad. Tras tomar una cervecita en una terraza y comer algo, cruzamos el puente hasta Brooklyn contemplando las distintas formas de la ciudad: los altos rascacielos del sur, las casas bajas de los village, y de nuevo rascacielos hasta Central Park.
El barrio de Brooklyn merece una pequeña visita, al menos por la zona cercana a Manhattan (Brooklyn Heights).
Este dia comimos un burrito tamaño XXXL en un mejicano, y empezabamos a comprender por qué la gente era más bien rellenita. Tras pasear por Brooklyn y volver al puerto, nos disponiamos a hacer un viajecito en uno de los barcos que se anunciaban, que a continuación describo.
El viaje en barco es algo que recomendamos a cualquiera que visite NY. En nuestro caso, elegimos la empresa "Water Taxi", el precio era 20 $ por persona, pero en el puerto habia tickets descuento (nos lo dijo la propia chica que vendia los billetes) y nos salio por 15 $. El trayecto se iniciaba a las 7 de la tarde, lo retrasaron un poquito para que oscureciese practicamente del todo. Es impresionante ver como va anocheciendo y como las luces de los rascacielos van aumentando su intensidad, dibujando el skyline.
El viaje dura unos 90 minutos, y nos llevo por el Hudson entre NY y NJersey, te acerca a la estatua de la libertad, y continua bajo los puentes del East River hasta Roosevelt Island, donde da la vuelta y regresa al puerto. Lo dicho, de lo mejor de NY. Un consejo es llevar algo de abrigo, porque hacia bastante frio en la cubierta del barco.
No tengo mejores fotos, es complicado hacer buenas fotos con el movimiento del barco... Tras un dia agotador, vuelta en metro al hotel y a descansar. Pero antes de llegar, no supimos coger el metro correcto (ya he dicho que es complicado) y paso por nuestra parada sin parar, hasta que se detuvo en la 42 (estación central). Al menos no nos dejó en el Bronx. Por suerte es muy sencillo orientarse en Manhattan, y volvimos caminando al hotel
Compramos la tarjeta Metrocard de una semana, que te da derecho a uso ilimitado del transporte público durante esa semana. El precio fue de 25 $. Ojo con el metro. En algunas paradas el tren no para, y tienes que bajarte en la siguiente, o dos o tres más, y dar media vuelta. En nuestro primer intento hubo suerte y bajamos en la parada de South Ferry. En este punto está el embarcadero donde se toman los ferrys hacia Staten Island. Algo muy curioso de esta zona de la ciudad es que todavia se conservan algunos edificios comerciales del siglo XVIII, como la Faunces Tavern (aunque sea una reconstruccion), y el contraste con los impresionantes rascacielos es algo realmente impresionante. El recorrido que hicimos está delimitado en el mapa entre las calles Trinity Place hasta City Hall, pasando por la zona cero y una pequeña iglesia donde una campana suena el 11 de marzo y el 7 de julio, y bajar hasta el puerto junto al puente de Brooklyn. Entre lo mas destacado de esta visita está el edificio de la bolsa, Trinity Church, el Charging Bull (el famoso toro) y la cantidad de edificios de distintos estilos arquitectónicos que dibujan en esa parte de la ciudad una de las siluetas (skyline) más veces vista en el cine.
Desde el puerto se puede disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad. Tras tomar una cervecita en una terraza y comer algo, cruzamos el puente hasta Brooklyn contemplando las distintas formas de la ciudad: los altos rascacielos del sur, las casas bajas de los village, y de nuevo rascacielos hasta Central Park.
El barrio de Brooklyn merece una pequeña visita, al menos por la zona cercana a Manhattan (Brooklyn Heights).
Este dia comimos un burrito tamaño XXXL en un mejicano, y empezabamos a comprender por qué la gente era más bien rellenita. Tras pasear por Brooklyn y volver al puerto, nos disponiamos a hacer un viajecito en uno de los barcos que se anunciaban, que a continuación describo.
El viaje en barco es algo que recomendamos a cualquiera que visite NY. En nuestro caso, elegimos la empresa "Water Taxi", el precio era 20 $ por persona, pero en el puerto habia tickets descuento (nos lo dijo la propia chica que vendia los billetes) y nos salio por 15 $. El trayecto se iniciaba a las 7 de la tarde, lo retrasaron un poquito para que oscureciese practicamente del todo. Es impresionante ver como va anocheciendo y como las luces de los rascacielos van aumentando su intensidad, dibujando el skyline.
El viaje dura unos 90 minutos, y nos llevo por el Hudson entre NY y NJersey, te acerca a la estatua de la libertad, y continua bajo los puentes del East River hasta Roosevelt Island, donde da la vuelta y regresa al puerto. Lo dicho, de lo mejor de NY. Un consejo es llevar algo de abrigo, porque hacia bastante frio en la cubierta del barco.
No tengo mejores fotos, es complicado hacer buenas fotos con el movimiento del barco... Tras un dia agotador, vuelta en metro al hotel y a descansar. Pero antes de llegar, no supimos coger el metro correcto (ya he dicho que es complicado) y paso por nuestra parada sin parar, hasta que se detuvo en la 42 (estación central). Al menos no nos dejó en el Bronx. Por suerte es muy sencillo orientarse en Manhattan, y volvimos caminando al hotel