Hoy abandonábamos el Parque Nacional Jökulsárgljúfur y nuestro alojamiento en Ásbyrgi, para poner rumbo a la parte este del país. Iba a ser un día tranquilo, con una caminata por la mañana sin apenas dificultad, regreso a Dettifoss esta vez desde la orilla oeste y terminaríamos la jornada visitando la cascada Hengifoss junto al lago Lagarfljót. En el camino a la anodina Egilsstaðir visitaríamos el cañón Stuðlagil.
En resumen, un día completo pero relajado, con cascadas impresionantes y rutas relajadas.
En resumen, un día completo pero relajado, con cascadas impresionantes y rutas relajadas.
Ruta del día:
Ruta del día
Después de recoger nuestras cosas y de un buen desayuno, dejamos nuestro alojamiento en Nordic Natura, no me canso de recomendar este alojamiento en pleno Ásbyrgi. Ponemos rumbo a nuestra primera ruta del día, Hólmatungur, que podéis encontrar en la Guía Rother, ruta número 28. Esta ruta es muy sencilla, por senderos llanos y que tiene bastantes atractivos como la visita a las cascadas Hólmárfossar y vistas estupendas del cañón que ha ido formando el río Jökulsá á Fjöllum durante cientos de años.
Para llegar a esta ruta debéis tomar la carretera 862 que atraviesa el Parque Nacional Jökulsárgljúfur. Como comenté en la anterior etapa, esta es la carretera que está asfaltada casi en su totalidad, salvo un tramo llegando a Ásbyrgi en el que estaban en obras y por lo tanto, más fácil de transitar para todos aquellos vehículos que no sean 4x4. Para realizar esta ruta debéis tomar un desvío de la carretera 862 hacia el área de aparcamiento de Hólmatungur, al que llegaréis a través de la carretera 887. El desvío lo encontraréis antes de llegar a Dettifoss, si comenzáis ruta desde la parte norte del parque, a unos 22 kilómetros del centro de visitantes de Ásbyrgi.
Como comentaba, la ruta Hólmatungur es sencilla y con bastantes atractivos. Parte directamente de la zona de aparcamiento y en el primer desvío tomamos la senda oeste en paralelo al río Hólmár, siguiendo la indicación hacia la cascada Hólmárfossar.
Para llegar a esta ruta debéis tomar la carretera 862 que atraviesa el Parque Nacional Jökulsárgljúfur. Como comenté en la anterior etapa, esta es la carretera que está asfaltada casi en su totalidad, salvo un tramo llegando a Ásbyrgi en el que estaban en obras y por lo tanto, más fácil de transitar para todos aquellos vehículos que no sean 4x4. Para realizar esta ruta debéis tomar un desvío de la carretera 862 hacia el área de aparcamiento de Hólmatungur, al que llegaréis a través de la carretera 887. El desvío lo encontraréis antes de llegar a Dettifoss, si comenzáis ruta desde la parte norte del parque, a unos 22 kilómetros del centro de visitantes de Ásbyrgi.
Como comentaba, la ruta Hólmatungur es sencilla y con bastantes atractivos. Parte directamente de la zona de aparcamiento y en el primer desvío tomamos la senda oeste en paralelo al río Hólmár, siguiendo la indicación hacia la cascada Hólmárfossar.
Inicio ruta Hólmatungur
El sendero, en muy buen estado, continua paralelo al río, con otros arroyos desembocando en el mismo. Es una zona de vegetación baja y variada en la que los amantes de la fotografía disfrutaréis bastante.
Ruta Hólmatungur
Río Hólmár
La vegetación crece en la rivera del río y en pequeñas islas que se forman en el centro de éste y de los arroyos. Principalmente podréis encontrar Angélicas y diversos tipos de musgos.
Vegetación en Hólmatungur
No llevamos ni 2 kilómetros recorridos cuando empezamos a escuchar el ruido del agua en su caída a través de la Hólmárfossar. No esperéis una cascada impresionante como Dettifoss, pero si tiene su belleza encajonada entre tanta vegetación.
Hólmárfossar
Desde la cascada iniciamos un breve descenso hacia el río Jökulsá á Fjöllum para tomar el camino de regreso de esta ruta circular que va paralela a su cauce. A lo largo de toda la orilla podemos observar formaciones basálticas y múltiples pequeñas cascadas que se deslizan hasta el río.
Río Jökulsá
Al finalizar el recorrido optamos por ampliar la ruta con un breve tramo circular en la zona de Katlar. Es muy recomendable extender la ruta ya que en esta zona, donde desemboca el río Melbugsá, está repleta de pequeñas cascadas y el río Jökulsá se estrecha y se forman grandes remolinos.
Katlar
Formaciones basálticas
Jökulsá á Fjöllum
Río Melbugsá
La ruta nos llevó algo menos de hora y media, no fue dura y nos gustó mucho. De ahí rumbo de nuevo a la cascada Dettifoss, en este caso desde el lado oeste. Este lado está mucho más preparado para recibir más turismo que el lado este, con un aparcamiento mayor y los miradores más acondicionados. Importante que tengáis en cuenta que el spray de agua procedente de la cascada suele venir a este lado y por lo tanto no está de más llevar un chubasquero.
Si el día os sale soleado es posible que tengáis suerte de ver un arco iris o un arco iris doble.
Si el día os sale soleado es posible que tengáis suerte de ver un arco iris o un arco iris doble.
Arcoíris en Dettifoss
Estuvimos un rato deambulando por los distintos miradores y niveles a los que puedes acceder. Las vistas siguen siendo impresionantes y el día era muy bueno y propicio para ver la formación de arcoíris, a pesar de todo, prefiero el mirador este por la posibilidad que tienes de acercarte hasta el inicio de la caída del agua, pero ambos son increíbles.
Desde el lado este de Dettifoss se puede acceder a la cercana Selfoss, una de las caídas de agua más curiosas de Islandia, ya que a pesar de no tener mucha altura, unos 10 metros, el agua cae desde los laterales a la parte central, formando una de las estampas características del país.
Selfoss
Ahora si que abandonábamos definitivamente el Parque Nacional Jökulsárgljúfur y pusimos rumbo de nuevo a la Ring Road, aunque no tardamos en abandonarla para visitar el cañón Stuðlagil. La visita de este cañón es bastante recomendable y sencilla. Tenéis que desviaros por la carretera 923 y seguirla durante aproximadamente 20 kilómetros hasta llegar al aparcamiento principal para acceder el cañón. Debéis tener en cuenta que si vais hasta este aparcamiento solo podréis visitar el cañón desde la orilla del río Jökulsá á Dal menos espectacular, que es lo que nos pasó a nosotros ya que no hay pasarela que cruce, sino una escalera que baja un tramo pero la vista se queda a medias como podréis ver en la foto, y desde bastante lejos.
Para acceder a la otra orilla debéis dejar vuestro vehículo en estas coordenadas que os dejo aquí (65.18930188364833, -15.249708003215737) y hacer el último tramo a pie, no es un camino corto, pero creo que merece la pena ya que llegas hasta la misma base de las columnas basálticas del cañón. Mira que nos lo avisaron, pero al final por error no lo hicimos, nos queda pendiente.
Para acceder a la otra orilla debéis dejar vuestro vehículo en estas coordenadas que os dejo aquí (65.18930188364833, -15.249708003215737) y hacer el último tramo a pie, no es un camino corto, pero creo que merece la pena ya que llegas hasta la misma base de las columnas basálticas del cañón. Mira que nos lo avisaron, pero al final por error no lo hicimos, nos queda pendiente.
Rio Jökulsá á Dal
Cañón Stuðlagil
Como cometimos el error la parada no fue todo lo interesante que podría haber sido y las fotos que pudimos tomar desde ese punto elevado no son ni parecidas a las que habíamos estado viendo antes de ir al sitio, así que de nuevo, vuelvo a recomendar dejar el coche en las coordenadas que os he indicado y hacer la caminata para llegar a la base del río Jökulsá á Dal que os permitirá tener mejores vistas.
Desde el cañón regresamos al amparo de la Ring Road para llegar a nuestro alojamiento del día de hoy cerca de la localidad de Egilsstaðir. Por mucho que te empeñes en encontrar el encanto a esta ciudad es imposible, pero es una buena base ya que cuenta con mucha oferta de alojamientos y servicios, pero poco más, no es bonita se mire por donde se mire.
Nosotros no nos alojamos en la propia ciudad, sino que nos alejamos un poco y buscamos un hotel a las orillas del lago Lagarfljót. Os hablo del alojamiento al final de la etapa.
El lago Lagarfljót es el cuarto lago más grande de Islandia y en su zona más profunda alcanza más de 100 metros. Al estilo del Lago Ness escocés, este lago tiene también su monstruo particular y se cuenta que se dejó ver por última vez allá por el año 2012. Independientemente del monstruo y la leyenda es un lago que merece la pena ser recorrido y bordeado por completo si es posible. Para ello, si comenzáis la ruta desde Egilsstaðir, tomaréis primero la carretera 95 y la abandonaréis para coger la carretera 931 que os permitirá recorrer todo el lago.
Desde el cañón regresamos al amparo de la Ring Road para llegar a nuestro alojamiento del día de hoy cerca de la localidad de Egilsstaðir. Por mucho que te empeñes en encontrar el encanto a esta ciudad es imposible, pero es una buena base ya que cuenta con mucha oferta de alojamientos y servicios, pero poco más, no es bonita se mire por donde se mire.
Nosotros no nos alojamos en la propia ciudad, sino que nos alejamos un poco y buscamos un hotel a las orillas del lago Lagarfljót. Os hablo del alojamiento al final de la etapa.
El lago Lagarfljót es el cuarto lago más grande de Islandia y en su zona más profunda alcanza más de 100 metros. Al estilo del Lago Ness escocés, este lago tiene también su monstruo particular y se cuenta que se dejó ver por última vez allá por el año 2012. Independientemente del monstruo y la leyenda es un lago que merece la pena ser recorrido y bordeado por completo si es posible. Para ello, si comenzáis la ruta desde Egilsstaðir, tomaréis primero la carretera 95 y la abandonaréis para coger la carretera 931 que os permitirá recorrer todo el lago.
Lago Lagarfljót
A orillas del lago hay zonas boscosas, bastante raras en Islandia donde podéis hacer alguna que otra ruta interesante, por ejemplo la Ruta 16 de la Guía Rother. El plato fuerte en las cercanías del lago es la cascada Hengifoss, una de las más espectaculares de Islandia, con una caída de agua de 118 metros que la hacen ser la tercera más alta de todo el país y rodeada de columnas de basalto, no se puede pedir más.
Para llegar a ella hay que superar una caminata en ascenso, pero suave, de algo más de 2 kilómetros, Ruta 18 de la Guía Rother.
Para llegar a ella hay que superar una caminata en ascenso, pero suave, de algo más de 2 kilómetros, Ruta 18 de la Guía Rother.
Inicio ruta cascada Hengifoss
Vistas del Lago Lagarfljót
A mitad de camino de Hengifoss, se puede hacer una breve parada de descanso para admirar la bella Litlanesfoss que dibuja un escorzo para deslizarse entre innumerables columnas de basalto que parecen estar hechas a medida.
Cascada Litlanesfoss
Gran parte del camino lo haréis paralelo al arroyo que desciende desde la cascada Hengifoss. Siempre es bueno pararse y disfrutar de las bellas postales y de esta forma descansar un poco de la ruta que os tomará aproximadamente una hora hasta llegar a un mirador preparado al efecto para ver la cascada.
En ruta a Hengifoss...
El camino de tablones de madera termina en un espacio donde las vistas de la cascada son ya bastante buenas, pero para todos aquellos que quieran acercarse más a la caída de agua habrá que ser un poco aventurero y conseguir superar un camino lleno de piedras enormes y cruzar varias veces el arroyo que desciende de la cascada. El camino no es imposible, pero tampoco sencillo y las piedras pueden estar húmedas y ser muy resbaladizas. Hay que tener cuidado, pero al recompensa merece la pena.
Hengifoss
El camino de regreso se hace muy cómodo porque es en descenso continuo y con maravillosos vistas del lago de fondo. No nos quedaba mucho de día, tan solo regresar a la zona del hotel, cenar algo y descansar que el día siguiente estaría lleno de fiordos.
Esa noche intentamos sin éxito "cazar" nuestras primeras auroras. El cielo estaba despejado pero las predicciones para esa zona no eran buenas, aunque en algún momento el subconsciente nos traicionará y creyéramos ver algo moverse en el cielo.
Esa noche intentamos sin éxito "cazar" nuestras primeras auroras. El cielo estaba despejado pero las predicciones para esa zona no eran buenas, aunque en algún momento el subconsciente nos traicionará y creyéramos ver algo moverse en el cielo.
Último trayecto del día
Alojamiento:
Nos alojamos en el Hotel 1001 nott, con unas vistas magníficas del Lago Lagarfljót. El hotel en general está bien aunque las habitaciones y el baño no son muy grandes. En las habitaciones no hay aire ni televisión, son un poco austeras y el agua de la ducha olía un poco a sulfuro, pero nada empaña que el alojamiento es bueno.
Hotel 1001 nott
Restaurantes:
Ese día para la zona escogimos el restaurante Eldhúsið ubicado en el hotel Gistihúsið, también junto al lago. El restaurante es muy bueno, siendo su especialidad la carne ya que cuentan con su propia granja. Una opción muy recomendable en la zona.
Restaurante Eldhúsið