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PARTE 1.- EL MUSEO ARQUEOLOGICO
Nos levantamos prontito, como siempre, y desayunamos bien. Al entrar en el comedor se nos acerca sonriente uno de los maître, a mi me sonaba su cara, al final nos dice, el tren…¡claro! ayer bajó en la estación con nosotros, iba con un largo abrigo azul marino, nos pregunta si hoy también vamos con el tren, pues si, hoy vamos a El Djem, nos dice que nos va a gustar mucho.
Como todos los días, salimos del hotel dispuestos a dar nuestro paseo matutino, hoy hasta la rotonda de la Marina, frente al Super Bravo, allí cogemos un taxi hasta la estación de tren, Bir Bou Rekba.
La salida es a las 10’30h ida y vuelta nos cuesta 27’5dt los dos. Ya somos unos expertos en el tema de los trenes,
10 minutos antes ya estamos en el anden correcto, bueno, tampoco hay que ser una lumbrera, puesto que está indicado con un cartel y una flecha, en un andén pone TUNEZ y en el otro SOUSSE, solo has de saber en que dirección vas…Hoy son dos horas de viaje, nos aposentamos bien en nuestros asientos, repasamos la guía y hacemos nuestro plan de ataque.
La antigua y poderosa Thysdrus, fundada en la época púnica, hoy es un pequeño pueblo, cuyo su máximo atractivo es el anfiteatro, el mayor edificio romano del país,
Esta ciudad se hizo rica y poderosa gracias al cultivo del trigo, y sobre todo del olivo, prosperó mucho en la época de los Severos pasando a ser una ciudad granero de Roma.
El anfiteatro muestra el poderío que llegó a tener la ciudad, hasta el punto que decidieron que ya estaba bien de hacer el primo y pagar impuestos para que Roma pudiera seguir llevando su ritmo de vida. Así que asesinaron al recaudador y nombraron al procónsul de Africa, Gordiano como emperador, este no lo tenía muy claro, pero aceptó. Fue un emperador muy fugaz, tan apenas unas semanas. Roma envió sus tropas y arrasaron la ciudad, Gordiano acabó suicidándose en su palacio de Cartago, y aquí se inició el declive de la ciudad.
En cuanto salimos de la estación de tren, lo primero que nos recibe es la imagen del anfiteatro, a nuestra izquierda, el Hotel Julius, lugar de parada de los louages, ahora cerrado.
Seguimos hacia la izquierda, buscando el Museo Arqueológico, pasamos por su mezquita, adornada en tonos verdes, y como no podía ser de otra manera… seguimos por la calle equivocada!!,
pero… valió la pena, paseamos por las calles sin asfaltar, con sus tiendas a ambos lados, frutas, carne, objetos varios…damos la vuelta por detrás y seguimos ahora ya, hacia el Museo, en la calle están aparcados varios autobuses de línea, por lo que creemos que es la parada de bus. Seguimos por la calle sin asfaltar, talleres, tiendas de telefonía, basura, gatos sacando intestinos de animales de la basura, el abuelo al sol con su silla de ruedas, a su lado el braserito, el té y la cuña…. En fin…
Llegamos enseguida a la puerta del Museo, allí nos preguntan si llevamos la entrada al anfiteatro, les decimos que no, nos sorprendemos un poco, pero enseguida recuerdo que la entrada es válida para los dos sitios.
Es un pequeño edificio nuevo y muy luminoso, aquí hay piezas de el Djem y alrededores.
En la entrada un patio, lleno de fragmentos de estructuras y baldosas de barro, al fondo un precioso mosaico de un pavo real rodeado por unos morcillos.
Empezamos por la sala de la izquierda, (la he llamado Sala 1) hay un busto del emperador y varias vitrinas con figuritas de barro y demás.
También están los mosaicos, destaca la procesión Dionisiaca, un Dionisios jovencito, y borracho, como debe de ser va en un carro arrastrado por centauros, no es muy grande, pero es precioso.
También hay una pieza que consta de tres pequeños mosaicos que representan a la Aurora y Hermes, Apolo y Cyrerne, y Apolo y Daphne, tienen pinta de ser erotico-festivos.
Otra pequeña pieza con un sátiro persiguiendo a una bacante. Tienen un trabajo minucioso y muy bien hecho.
En la sala del fondo (Sala 2) están los mosaicos más valiosos, Leones devorando a un jabalí, Tigre atacando a unos onagros, y otra preciosa procesión dionisiaca, estos mosaicos proceden de la Casa de la Procesión Dionisiaca.
El mosaico del Sileno, procede de las excavaciones cercanas, con más tema dionisiaco.
Hay una maqueta de la casa de donde proceden los mosaicos, y su ubicación en cada estancia.
Otro pequeño mosaico representa a una nereida rodeada de delfines, un trabajo finísimo.
Sala tres, procedentes de la Casa de la Procesión Dionisiaca, estaca el gran mosaico de el Genio del año y las estaciones, en el centro el genio lleva una guirnalda de frutas y espigas, las estaciones están representadas por mujeres, la primavera lleva el pelo con una guirnalda, el verano lleva espigas de trigo, el otoño racimos de unas y el invierno una capucha con ramas de olivo. Hay una cara, que no se que representa, pero se repite en otros mosaicos, hecha con una perfección.. perfecta
.
Al salir de esta sala pasamos por un patio, de aquí se accede a las tres salas del nuevo museo, y a un pórtico que baja hacia las excavaciones.
Decidimos acabar de ver el museo, en estas salas destaca lo que sería una gran mosaico, ahora en dos trozos, con rosetones que representan fieras atacando a otros animales.
Tambien hay un mosaico de complicado diseño, en el que se ve una concha o un cuadrado con un pájaro o una cruz, depende de cómo lo mires, supongo que esto es a lo que llaman tipo “Xenia”.
De aquí vamos al pórtico rodeados de esculturas de emperadores, y descendemos para llegar hasta Villa Africa. Esta casa es la mayor residencia privada del África romana, con casi 3000m2. Solo se ha reconstruido en su totalidad el peristilo y algunas habitaciones, permite imaginar el ambiente en estas casas patricias.
Tiene un jardín y un estanque, lo que teniendo en cuenta la escasez de lluvias, permite imaginar el lujo de la vivienda. Lo que la convierte en una verdadera joya son sus mosaicos, sobre todo el que da nombre a la casa, el de la diosa África, dispensadora de riquezas y fertilidad, que era adorada en toda el África romana, el valor de este mosaico reside en que es el único que representa el rostro de esta diosa, y además en perfecto estado de conservación.
Hay un plano indicando el recorrido por las diversas estancias de la casa, pero como es normal, entramos por la puerta equivocada,
al darme cuenta, retrocedemos y vamos por el ciurcuito recomendado, bueno… mas o menos.
Accedemos al patio peristilo, en su lado restos de columnas, tubos de barro y varias piezas referidas a los sistemas de construcción, en el centro el estanque que acaba en uno de los extremos en una especie de fuente semicircular.
Seguimos hasta la habitación que yo he llamado de la Venus de la Concha, el techo es semicircular, imitando una concha, y el mosaico representa, creo que a Venus, rodeada de varios tipos de peces y crustáceos.
De Aquí pasamos a una zona con un mosaico muy colorido, debía de estar dedicado a la recogida de agua, puesto que hay un pequeño reguerillo con un desague y una trapa central, debía de ser un aljibe.
Alrededor, en una de las varias puertas, está el mosaico de la diosa África, cerca de alli, en otra habitación, otro mosaico en donde están representadas las provincias romanas, Africa, tocada con piel de elefante, Egipto, con un sistro, España con una rama de olivo, Sicilia, con el trisquelis, otra provincia no identificada por lo vago de sus atributos, los personajes no se han reconocido. En el centro Atenea.
Este mosaico representa la prosperidad el Roma y la adhesión del propietario de la casa al emperador.
Como a pesar de nuestros esfuerzos, seguimos sin orden ninguno...
llegamos a lo que he bautizado como la “sala” con un esplendido mosaico en el pavimento que representa, animales, peces, frutas… por lo que supongo que sería el comedor, y además varias pinturas en las paredes, nos recordó un poco a la Villa Dei Misteri, en Pompeya.
De allí pasamos a la habitación suponemos de la caza, puesto que el mosaico del suelo está completamente adornado de animales.
Una cosa curiosa,
en los suelos, en la entrada de las habitaciones, hay un pequeño mosaico, a modo de alfombrilla, con una imagen relacionada con el mosaico interior.Después de rerrecorrer la casa salimos hacia la zona de excavaciones, hay varias casas más, hacemos varias fotos de los mosaicos, y de restos de columnas y demás que se encuentran desperdigados por esta zona adecuada como una especie de jardín.
Hay muchas más casas en excavación en los alrededores, cuya mayoría de mosaicos se encuentran en el museo.
Satisfechos con la visita, que nos quita el mal sabor de boca de la visita a Sousse, y de su fallida visita al Museo Arqueológico, volvemos al interior del Museo, donde redisfrutamos de sus espléndidos mosaicos. Ya habíamos visto mosaicos romanos en una exposición el el Museo Egipcio de Barcelona, pero ni comparación con lo que hemos visto aquí. La minuciosidad y detalle con que están elaboradas hasta la mas pequeña de las piezas, que incluso de cerca parecen perfectas, como si cada una de las diminutas teselas hubieran sido talladas delicadamente para encajar con precisión, Incluso los colores están escogidos de manera que crean un suave degradado donde es preciso. Nos dejó alucinados, y todavía nos queda el plato fuerte de hoy, el anfiteatro.
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