UN AÑO MÁS EN RIVIERA MAYA
Este ha sido mi tercer viaje a esta maravillosa zona del Caribe, aunque ya la conocía “antes de que le pusieran nombre” cuando en mis dos viajes anteriores a México te hacían pasar por Cancún casi obligatoriamente, y nadie te hablaba de Playa del Carmen.
Para mí descubrir Riviera Maya ha sido un éxito total, descansar en sus magníficos hoteles, disfrutar del sol y la playa cuando en mi ciudad es puro invierno y a la vez poder seguir visitando tantos lugares llenos de historia y cada año me siento más en mi casa.
Así que aparte de descansar en el hotel Palladium, que me pareció estupendo por cierto, como somos un poco “culo inquieto” pensamos que excursiones hacer…
Otros años habíamos cogido un taxi, una idea que sigo recomendando, porque me parece una opción estupenda si no te apetece conducir, pero ya conociendo bastante bien la zona, nos animamos a alquilar un coche para 4 días, lo hicimos por internet con Avant rentacar
no era un coche pequeño, un Nissan Tsuru , nos lo llevaron y recogieron en el hotel, y nos costó los 4 días 3277 pesos.
La primera excursión que teníamos en la cabeza hacer y que nos había quedado pendiente en otras ocasiones era a la Reserva de Sian Ka´an.
Así que cogimos nuestro coche que puntualmente nos trajeron al hotel y tomamos la carretera federal, luego el desvío a las cabañas de Tulum y camino a Punta Allen, pasamos un arco y llegamos a la caseta de control donde pagamos la entrada a la Reserva de la Biosfera. 24 pesos por persona.
El camino ya sabíamos que era malo, pero a mí se me hizo larguísimo y encima no se veía en mar, nos dieron ganas de volvernos, al final pasamos el puente que conecta las lagunas con el mar, el lugar me gustó, pero me sentía incapaz de llegar hasta Punta Allen, no sabéis lo que siento decir esto, con la ilusión que tenía en visitar la zona.
Así que dimos la vuelta y entramos en Boca Paila, un sitio con una playa preciosa, allí alquilamos una barca que nos hizo un recorrido por el manglar, el precio fue de 500 pesos por persona. Y duró algo más de 2 horas.
El paseo fue muy agradable, vimos un montón de animales, incluidos manatíes, en esta zona la laguna es grande, luego se adentra en unos laberintos de manglares, nos llevaron por un canal que conecta con las lagunas de Muyil, y allí nos ofrecieron hacer snorquel.
Una vez terminado el paseo, nos fuimos a la preciosa playa de Boca-Paila, hay un restaurante y unas cabañas-hotel. El sitio me encantó.
Y como ya he comentado, no llegamos a Punta Allen, ¿Quien sabe?, quizá en otra ocasión, y a pesar de ello, dimos el día por bien empleado.
Otra mañana visitamos las Ruinas de Muyil, dirección F. Carrillo Puerto, está a unos 25 kms. al Sur de Tulum pueblo. A la entrada no nos encontramos con nadie, ni siquiera el que vendía las entradas. A mí me encantan estos lugares entre la selva en que estás prácticamente solos.
La principal construcción es “el castillo” de 17 m. de alto, y consta de otros edificios más pequeños.
En medio del silencio de este lugar, se oyó un ruido terrible que venía de los árboles, yo no entendía nada, y se caían hojas, miramos y vimos saltar entre los árboles un mono bastante grande, me impresionó mucho verlo en su entorno natural.
Al salir de las ruinas, en la caseta de entrada, nos llamó el vigilante para pagar, vamos que no nos pudimos escapar. La visita costó 31 pesos.
Siguiendo la carretera a unos 200m, hay un desvío a la izq. Que nos llevó a la laguna de Muyil, todo este entorno forma parte de la reserva de Sian Ka´an. En la laguna hay unos pescadores que te ofrecen paseos por barca, según nos dijeron esta es la laguna pequeña, y vamos es grandísima y que se comunica por un canal hasta el mar. Y claro ese era el canal por el que nos llevó la barca desde Boca-Paila.
Otra noche fuimos a ver el “Espectáculo nocturno de las Ruinas de Tulum”
La entrada es de 19 a 22 h. pero dura 45 minutos. A diferencia con la entrada de día, que tienes que dejar el coche en el aparcamiento y hacer el último trayecto andando o en el trenecito, nos dejaron llegar en coche hasta la misma entrada, había pocos coches y dentro un par de grupos pequeños. El precio me pareció un poco caro, 240 pesos con el audioguía, pero lógicamente cogimos todo, un chico te acompaña todo el tiempo así que no hay forma de perderte.
Era la cuarta vez que entraba en las ruinas de Tulum, pero parecía que era la primera, la sensación es muy distinta, como he dicho, estábamos casi solos, los edificios iluminados, no tengo fotos muy buenas por la falta de luz, luego al asomarte a ese mar Caribe, el cielo estrellado… Y la información del audioguía es muy buena. De verdad merece mucho la pena esta visita.
No habíamos estado aún en Xcaret, así que fuimos con la entrada a partir de las 15 h., nos contó 662 pesos.
No tenía demasiadas expectativas sobre el parque, pero no me desagradó, dimos un agradable paseo y nos hicimos una idea del lugar.
El espectáculo nocturno comenzó a las 18 h. y duró 2 horas (en verano es de 19 h. a 21 h.), no tenía demasiada ilusión en él, porque no soy muy amiga de espectáculos muy turísticos, pero tengo que decir que me gustó, me pareció ágil, ameno, va subiendo de nivel, y sales cantando la cancioncilla, que por cierto la llevaba en CD en el coche, y les di la tabarrita mientras volvíamos al hotel...
“...Así se siente México, así se siente México,
Así como unos labios por la piel
Así te envuelve México, así te sabe México
Y así se lleva México en la piel…”
Así como unos labios por la piel
Así te envuelve México, así te sabe México
Y así se lleva México en la piel…”
También fuimos una tarde a conocer la playa de Akumal, me llamó la atención la cantidad de viviendas y pequeños hoteles que hay en esa zona, claro desde la carretera no ves nada. No teníamos intención de hacer snorquel ni bañarnos, solo dar un paseo, así que queda pendiente una visita más amplia.
Otro día lo dedicamos a Cancún, que como he comentado antes, lo conocíamos hacía varios años. Pasamos por la zona hotelera, vi. muchos hoteles nuevos, y el tipo de turistas eran sobre todo Norte Americanos. Nos metimos al centro de Cancún en busca del famoso “mercado 28” aparcamos muy cerca, el mercado es bastante grande y aprovechamos para hacer una llamada y conectarnos a Internet.
Volvimos de nuevo por la zona hotelera y hay varias zonas de compras, “plaza Kukulcan”, “plaza caracol”, “plaza flamingos”, pero paramos en “la isla” que es la más nueva, es una zona agradable con muchas tiendas y sitios para tomar algo, un lugar muy bonito es La Madonna, un restaurante italiano muy especial.
El resto del tiempo lo empleamos en plan relax en el hotel, la playa tiene zonas de piedras, pero no es necesario zapatillas ni nada de eso, simplemente buscar la zona del Kantenah que es estupenda. Bueno y el spa… genial. No tengo más que buenos comentarios sobre el Palladium, La habitación, la comida, el personal… un día nos dejamos las luces del coche encendidas, y al día siguiente, ¡oh sorpresa…! sin batería, y tuvimos un despliegue de medios y personal para solucionarnos el problema, no veáis que vergüenza, por un fallo nuestro.
Aunque creo que voy a llenar el foro de mis diarios de Riviera Maya, espero que os guste y sobre todo que os sea útil a la hora de planificar alguna excursión.
"Así se siente México, así se siente México,
Así como unos labios por la piel
Así te envuelve México, así te sabe México
Y así se lleva México en la piel..."
Así como unos labios por la piel
Así te envuelve México, así te sabe México
Y así se lleva México en la piel..."