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Dia 4
Este día íbamos a Hiroshima, allí visitábamos una isla que esta a 10 minutos en ferry.
Mityajima, tengo que deciros que es de lo que mas me ha gustado. Es una preciosidad,
El dia anterior habíamos ido a reservar el asiento del tren, y costo ehhhh¡¡¡¡¡ hasta que me entendí con el señor, no había manera de entenderle, (queríamos salir creo que a las 7 y pico de la mañana y no había plazas, asi que la cosa ya se retraso) el horario al final me lo puso en una calculadora, jajajaj tienen remedio para todó, tecleo 815 ósea 8 y cuarto de la mañana.
Esta ciudad esta a 380 kilómetros de Kyoto, casi dos horas, en un comodísimo tren, luego vino que desde la misma estación había que coger otro tren local que le costo un buen rato hasta que llego al puerto, y allí cogimos el ferry. No se si habrá alguna otra , forma de hacer el trayecto más corto, pues estuvimos casi tres cuartos de hora, paraba mucho y la cosa ya se retrasaba para el plan que queríamos hacer.
Mityajima es una pequeña isla, que la tienen como la “isla sagrada” donde nadie puede nacer ni morir allí, tiene una calle principal y varios santuarios, un Tori grande se alza en medio del mar, IMPRESIONANTE, hay que tener en cuenta cuando sube o baja la marea porque lo bonito es verlo cuando la marea esta alta.
Nosotros lo cogimos a medias, cuando llegamos al embarcadero, seguimos por la calle principal nos llamo la atención la cantidad de ciervos que campan a su aire “que majos” continuamos hasta el templo principal, tsukushima Shrine, cuando esta la marea alta queda cubierto por el agua, alli pudimos ver la primera boda, que bonito¡¡¡¡¡¡.
Continuamos visitando otro templo precioso ya en la montaña, el Daiosin, después bajamos a comer, un típico okonomiyaki, plato de la región, que consiste en una especie de crepe que lo hacen sobre una plancha y ahí ponen de todo verduras, fideos, pollo, huevo, en fin muy rico, en este restaurante coincidimos con 6 chicos de Valencia muy majos, estuvimos hablando un buen rato, jajaja estaban emocionados con Japón.
Sobre las 3 volvimos porque nos quedaba un largo camino hasta Kyoto, en esta isla calculamos mal el tiempo, tendríamos que haber cogido algún tren mas temprano, para haber tenido tiempo de subir en el teleférico que hay a mitad de la montaña, y además había una ruta por el monte que debía ser preciosa, pero no dio tiempo en fin a todo no se llega, menos mal que ni nos perdimos ni nada, porque a la vuelta no había tren directo y teníamos que hacer escala en otra ciudad, para nosotros cada paso nuevo a dar era una incertidumbre, pero conforme pasan los días, te das cuenta lo sencillo que es viajar por Japón.
Cuando llegamos a la estación, nos dirigíamos al hotel, nos llamo la atención que había mucha policía, bomberos, y la televisión japonesa, veíamos que estaban desalojando a la gente de las plantas de abajo, iban subiendo y observábamos que no se podía bajar, hay tres plantas debajo de la estación llena de galerías comerciales y restaurantes, mas 15 pisos por encima, es un poco difícil hacerse a la idea, pero es una estación preciosa, bueno siguiendo con el mosqueo que llevábamos le dije a mi marido, oye aquí pasa algo, la gente iba muy tranquila subiendo por las escaleras mecánicas sin inmutarse, nos dirigimos al hotel y ya alli tengo que deciros que me entro miedo.
Resulta que íbamos a subir a la habitación y en el lobby al acceder a los ascensores, había empleados del hotel puestos de tal manera que no te dejaban acceder a los ascensores, por otro lado vimos un montón de gente en el hall y estaban poniendo sillas y venga sillas, uffffff enseguida pensé TERREMOTO, aquí va a pasar algo y están desalojando todo, me entro terror, fui a recepción y preguntè en ingles que pasaba ainsss la señorita no me entendía, no veáis lo que me costo que me explicase lo que ocurría, pues nada que se había ido la luz en una parte de la estación y no dejaban subir a las habitaciones, en fin nos fuimos a la otra parte de la estación como es tan grande, allí no se había ido la luz así que nos fuimos a cenar a la vuelta ya podíamos subir a la habitación, cuando llegamos teníamos en el escritorio una carta de la dirección pidiendo disculpas y diciendo que en cuanto supieran las causas de la avería nos volverían a informar, y fue así, al día siguiente teníamos otra carta, con los detalles de la avería y una bolsa de galletas.
Conforme pasaban los dias te vas dando cuenta de la cantidad de detalles, amabilidad, organización que hay en este país, los trenes son de una puntualidad máxima, si pone a las 15,31 el tren llega a las 15,31 en todos los días que estuvimos y cogimos un montón de trenes, tanto de largo recorrido como locales, un día llegue a contar 10 trenes, no hubo ningún retraso, además en el suelo de la plataforma te pone el vagón, que es, si es de fumador o no, tu según lleves tu billete te pones ahí y cuando llega el tren la puerta de acceso cae justamente donde estas.
Increíble, en Japòn todo es comodidad, es hacerte la vida mas sencilla, me encanta¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Dia 5
Hoy nos dirigimos a Nara, antigua capital de Japòn, esta a casi una hora en tren de Kyoto, aquí hay que coger tren local, lo que implica bastantes paradas, después de mirar cual era el tren que menos paradas tenía, y localizarlo, llegábamos a Nara.
El día frío y nublado para no variar, nos dirigimos hacia la oficina de turismo, que por cierto nos aclararon poco, lo único donde teníamos que coger el autobús que nos llevaría a los templos, y el nùmero de autobús, aquí nos liamos un poco pero bueno una etapa mas, eso si como aquí no llevábamos pase de bus, era toda una historia saber como sacar y pagar el ticket, el conductor muy amable nos hizo la operación.
Bien nos dejo en la entrada principal de una calle, donde hay un gran parque, precioso con árboles milenarios, y donde también campaban a sus anchas cientos de ciervos, aquí en seguida se te acercaban a ver si les dabas galletas, ya que hay innumerables puestecillos que por 100 yenes te vendían un paquete, bien el complejo de templos esta ubicado en un gran parque, y alejados unos de otros, pues no quedó otra que hacer los principales a pie uff que paliza y bueno vimos los mas importantes, también son de los mas antiguos de Japòn, bastante parecidos unos de otros.
Hacia la 1 dimos por terminada la visita a Nara y nos dirigimos en otro tren a un santuario que esta muy cerquita de Kyoto, Fushini Inari.
Una zona muy curiosa, consiste en que toda la ladera de un monte, esta rodeada por miles de Toris rojos con inscripciones en japonés, pues nada 3 kilómetros cuesta arriba, subiendo por los pasadizos, también a los lados había templillos con ofrendas, por supuesto sude la gota gorda y a mitad de camino nos volvimos, yo no podía mas, la de agujetas que he tenido en este viaje¡¡¡¡¡¡¡¡¡.
Regresamos a Kyoto, comimos y nos fuimos a descansar un rato al hotel, al dia siguiente regresábamos a Tokio, la tarde la dedicamos a visitar unos grandes almacenes que había al lado de la estación, Isetán.
Dia 6 Regreso A Tokyo
Nuestro tren salía a las 12,29, así que tranquilamente desayunamos y nos fuimos a visitar unos templos que había cerca de la estación, muy bonitos lo que pudimos ver, pues estaban en restauración.
Volvimos y yo me quede haciendo fotos de la estación, mientras mi marido se iba a terminar y cerrar maletas, nos dirigimos al anden correspondiente después de pasar media estación, con un montón de gente, no se puede hacer uno ni idea lo grande que es aquello, con la puntualidad de siempre cogimos el tren y aproximadamente en 2 horas estábamos en Tokyo.
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