Dia 4 - Vuelo a San Francisco
Según habíamos planificado el viaje, el tercer día desde que salimos de España, el cuarto día iba a ser un día "perdido", pues dado que cogíamos a media mañana el vuelo desde Nueva York hasta San Francisco, y teníamos escala en Atlanta (debido a que nos salía bastante más barato), el caso es que aterrizábamos cuando ya iba a anochecer.
Esto no nos impidió apreciar desde el aire los curiosos paisajes cercanos a Atlanta, o el paso por la Sierra Nevada, cordillera que se cruza según llegamos a California.
Al aterrizar, ya cogimos el coche de alquiler y nos encontramos con el grupo de amigos que había llegado a San Francisco algún día antes, y con los que haríamos la ruta por la costa oeste.
En este caso, llegábamos con habitación reservada desde España en un Motel6. Nuestro objetivo a la hora de planificar este viaje era "ahorrar" en los hoteles, dada la ventajosa relación calidad / precio de las cadenas de moteles en los Estados Unidos.
A partir de aquí, y hasta nuestra llegada a Las Vegas, prevista para varios días después, íbamos a movernos por California sin tener previamente hotel reservado. El propósito era, aprovechando la facilidad que hay en Estados Unidos para encontrar habitación en un buen motel, tener cierta libertad para planificar nuestra ruta, a la vista de como fuera yendo el viaje. Y esto nos vino muy bien, pues nos permitió hacer algún cambio de última hora que luego contaré.
Dia 5 - San Francisco
Y el primer cambio fué que, para intentar adaptar el timing de todo el grupo, y dado que varios de nuestros amigos habían llegado con anterioridad a San Francisco, decidimos "sacrificarnos" y visitar San Francisco en un solo día, a sabiendas de que San Francisco bien merece una estancia de unos tres días.
Eso sí, imprescindible, nos pudimos plantear el reto aprovechando que disponíamosde coche alquilado, lo que nos daba gran agilidad, y a que por San Francisco, al menos en agosto, se circula rápido, sin atascos y sin problemas ( si no habría sido imposible...). De hecho, es una ciudad muy agradable para moverse en coche pues nos permite disfrutar de la belleza y encanto de sus calles y casas victorianas.
Pero como ellos ya lo habían visitado, nos hicieron un plan de visita para poder ver lo esencial, y realmente, aunque fué un día muy ajetreado, terminamos con la sensación de que habíamos podido ver lo esencial.
El relato que a continuación voy a hacer de cómo pudimos visitar lo esencial de San Francisco en un sólo día puede ayudar a quienes tengáis previsto solo dos días de visita y no tengáis coche de alquiler.
Lo primero y esencial: madrugar.
Nuestro primer objetivo era subir a la colina de Twin Peaks desde donde tenemos las mejores vistas panorámicas de la ciudad de San Francisco y de toda la Bahía. Realmente precioso todo el entorno: la carretera virada que sube al mirador, la belleza de la zona residencial que rodea a la colina, las increíbles vistas panorámicas de la ciudad, de los puentes colgantes, de la bahía...Vamos, la mejor e imprescindible forma de empezar la visita, pues además nos permite situarnos en la ciudad.
Una vez "situados" en San Francisco, el siguiente objetivo era dirigirnos al Golden Gate. Decidimos cruzarlo y parar en el mirador que hay a la derecha, nada más cruzar el puente, en el desvío hacia Sausalito.
Os dejo un vídeo de la "excursión" al Golden Gate.
Lo primero que nos sorprendió fué el "frío" que hacía (recordar que estábamos en la primera semana de agosto). Hacía mucho viento, con aire bastante fresco, lo que exigía llevar puesto un jersey, y aún así hacía frio. Desde este mirador se tienen excelentes vistas del Golden Gate, de la ciudad de San Francisco y de la isla de Alcatraz.
Por supuesto dimos un paseo andando por el puente colgante, hasta llegar a la mitad del mismo, donde ya nos dimos la vuelta para coger de nuevo el coche.
Dado que el objetivo era ver San Francisco en un día, tuvimos que obviar el ir a Sausalito, aunque la forma más aconsejable de hacerlo sería coger un barco en el Embarcadero de San Francisco para hacer un crucero por toda la bahía hasta llegar a Sausalito. Y mucho mejor aprovechando para ver el atardecer.
Y ahora llegó el momento de dar un largo paseo por algunos de los barrios más interesantes de San Francisco: Little Italy y Chinatown. Aparcamos el coche en la zona de Little Italy y recorremos sus calles de gran encanto. Casas de estilo europeo, con gran colorido, e incluso con grandes pinturas. Cafés, restaurantes, y hasta una gran librería, City Lights, la más famosa de San Francisco.
Y donde mejor para comer que en una típica trattoria italiana. Y así lo hicimos.
Y tras la comida, decidimos cambiar de ambiente, cruzamos una gran avenida, y entramos en el increible Chitatown de San Francisco. Según vamos por una de sus calles principales, la calle Grant, tengo la increíble sensación de que esto paseando por Shanghai. Solo al ver desde algún punto de la calle la impresionante torre Pirámide Transamerica me trae a la realidad de que estamos en San Francisco.
Sin lugar a dudas, la visita al Chinatown de San Francisco sí que vale totalmente la pena.
Salimos por el final de la calle Grant, cruzando la Puerta del Dragón, y tras dar un breve paseo por la colindante zona del Downtown, el centro moderno de San Francisco, volvemos hacia el coche para seguir nuestra visita de la ciudad, no sin antes hacer una parada a tomar un helado en uno de los establecimientos "europeos" de Little Italy.
Ahora el objetivo es visitar distintas zonas interesantes de la ciudad desplazándonos con el coche. Y lo primero va a ser ver las famosas cuestas de San Francisco. Y es fácil, pues en realidad estamos en la colina de Nob Hill, donde podemos subir y bajar por las empinadas cuestas, ver las bellas vistas que estas cuestas promueven en la ciudad, y, otro momento clave, ver los famosos tranvías de cable.
Actualmente, el servicio de los históricos tranvías de cable está destinado a atender la demanda de los turistas, los cuales abarrotamos estos tranvias, pues es díficil resistirse a dar una vuelta montado en el tranvía, subiendo y bajando cuestas...y, claro, lo hacemos.
Y desde aquí ya nos dirigimos directamente a la máxima expresión de las calles empinadas de San Francisco, al increiblemente sinuoso tramos de la calle Lombard. Esta es una de las imágenes más cinematográficas de la ciudad de San Francisco, esa calle tan empinada que para poder bajarla, la calzada va dando sinuosas curvas.
Primero vamos a la parte baja de este tramos, donde los turistas nos agolpamos haciendo fotos de esta alucinante calle por la que baja una interminable hilera de coches...también llenos de turistas.
Y luego, tras hacer unas fotos, cogemos el coche y subimos a la parte alta de la calle Lombard para tener también nosotros la sensación de cómo se baja por esta empinada cuesta. Y es una sensación curiosa.
Os dejo un vídeo para que veáis cómo se ve desde el coche el descenso por la sinuosa calle Lombard.
Ya el día está bastante avanzado, pero todavía nos quedan lugares importantes que visitar. El primero de ellos, las casas victorianas conocidas como Painted Ladies. En realidad, en San Francisco estás viendo continuamente casas de estilo europeo, en concreto, victorianas, pero en Alamo Square, en el distrito de Haight Ashbury, se concentran una serie de casas, que con el entorno del parque y el fondo de los grandes rascacielos de centro de San Francisco, crean un escenario de gran belleza.
En cualquier caso, al recorrer con el coche todo este distrito, que tuvo un enorme auge en los años 60 con la revolución hippie, asi como el cercano de Castro, icono de la comunidad gay, podemos disfrutar del gran encanto que encierra la ciudad de San Francisco.
Ya se nos echa encima el atardecer, y nos queda la última etapa de esta ajetreada jornada, nos vamos al puerto, en concreto, pasando por el Embarcadero, llegamos a la zona de La Marina, donde en el Pier 39 podemos ver los leones marinos, y finalmente, nos vamos a dar un paseo por la zona de entretenimiento Fishermans Wharf. Es la antigua zona portuaria que en la actualidad es la gran zona de ocio de San Francisco, donde por la noche acabamos todos los turistas.
Hay un gran ambiente por la calle (por cierto, aunque estamos en agosto, hace un frío de narices, lo que os obliga a comprar más ropa de abrigo), con muchas tiendas, restaurantes, bares musicales.
Nos llama mucho la atención los puestos de la calle en los que se ofrecen grandes cangrejos cocidos, que además parecen ser el icono de la zona, y no nos resistimos a probarlos.
Terminanos con una cena muy especial en la espectacular Fábrica de Pan Boudin Bakery, donde además de ver cómo se fabrica el pan, podemos comer grandes panes redondos rellenos de ensalada, etc...
En el vídeo podéis un breve reportaje de nuestra visita a Fishermans Wharf
Y ya hemos completado la jornada.
En la próxima etapa del diario contaré nuestra visita al Parque Nacional de Yosemite.