Ahora si que comenzaba la verdadera aventura por las Rockies, nos esperaban unos días duros de ruta por las montañas y lagos. Esa mañana nos alimentamos de lujo, huevos fritos con bacon y chorizito americano. Aún recuerdo la sensación de fuego en mi boca, no os podeis imaginar lo que picaban los chorizitos.
Tras cargar en el coche la bebida, algo para picar y utensilios varios para el trekking, nos pusimos en marcha. Tuvimos la mala pata de no acordarnos del cambio horario y la hora prevista de salida se retrasó un poco, pero aún así el planning del día no fue modificado y todo lo que teníamos en la lista para ver lo pudimos hacer.
Cogimos la carretera hacia Field y el primer punto de interés que te encontrabas entrando al Yoho National Park era las Wapta Falls. Para llegar hasta esta maravilla de la naturaleza caminamos unos 2,4 km por un trail bastante sencillo. A medida que te ibas adentrando en el bosque la sensación de miedo por la aparición de un oso era latente, pero se esfumó cuando nos encontramos con una pareja y su hija que llevaba un silbato que hacia sonar de tanto en tanto. En ese momento nos dimos cuenta de que una cosa que se nos había escapado de las manos, no llevabamos nada para avisar a los osos de nuestra presencia.
Una vez en la cascada nos quedamos boquiabiertos al ver tanta agua caer con mucha fuerza y el sonido era asombroso. Llegamos a unos cuantos metros de la caída, era divertido como el agua pulverizada del ambiente nos mojaba.
Tras cargar en el coche la bebida, algo para picar y utensilios varios para el trekking, nos pusimos en marcha. Tuvimos la mala pata de no acordarnos del cambio horario y la hora prevista de salida se retrasó un poco, pero aún así el planning del día no fue modificado y todo lo que teníamos en la lista para ver lo pudimos hacer.
Cogimos la carretera hacia Field y el primer punto de interés que te encontrabas entrando al Yoho National Park era las Wapta Falls. Para llegar hasta esta maravilla de la naturaleza caminamos unos 2,4 km por un trail bastante sencillo. A medida que te ibas adentrando en el bosque la sensación de miedo por la aparición de un oso era latente, pero se esfumó cuando nos encontramos con una pareja y su hija que llevaba un silbato que hacia sonar de tanto en tanto. En ese momento nos dimos cuenta de que una cosa que se nos había escapado de las manos, no llevabamos nada para avisar a los osos de nuestra presencia.
Una vez en la cascada nos quedamos boquiabiertos al ver tanta agua caer con mucha fuerza y el sonido era asombroso. Llegamos a unos cuantos metros de la caída, era divertido como el agua pulverizada del ambiente nos mojaba.
Seguimos por la Transcanada a pocos kilómetros al este encontrábamos el segundo punto de interés del día, los Hoodoos. Nunca olvidaré este trail, en el inicio del camino había un cartel informativo sobre la distancia que tenía 1,6 Km pero que en la práctica era como si tuviera 16 Km. Empezamos mal dejando el coche en la área de acampada había 900 m hasta comenzar realmente el trail.
A diferencia del anterior durante este trekking estuvimos completamente solos y por nuestras cabezas solo se repetía una frase 'Por Dios, que no aparezca ningún oso!!!!', así que durante la excursión parecíamos niños pequeños alborotados cantando por el bosque.
El camino empezó a empinarse, había un desnivel de 300 m y siguió así hasta llegar a la cima donde se encontraban las rocas erosionadas por el agua y el tiempo formando unas figuras que recordaban a los champiñones. El paisaje era fascinante, estábamos envueltos de montañas con toda su vegetación y el río a nuestros pies que contrastaba con las fabulosas torres de roca llamadas Hoodoos.
A diferencia del anterior durante este trekking estuvimos completamente solos y por nuestras cabezas solo se repetía una frase 'Por Dios, que no aparezca ningún oso!!!!', así que durante la excursión parecíamos niños pequeños alborotados cantando por el bosque.
El camino empezó a empinarse, había un desnivel de 300 m y siguió así hasta llegar a la cima donde se encontraban las rocas erosionadas por el agua y el tiempo formando unas figuras que recordaban a los champiñones. El paisaje era fascinante, estábamos envueltos de montañas con toda su vegetación y el río a nuestros pies que contrastaba con las fabulosas torres de roca llamadas Hoodoos.
Ya quedaba poco para llegar a Field, decidimos que el Faeder Lake lo veríamos al volver a Golden ya que estaba en dirección contraria y no podíamos hacer un cambio de sentido. Fue una buena decisión que explicaré más tarde.
A 5 minutos al este de Field (unos 3 km) estaba el Natural Bridge, un maravilloso lugar donde la fuerza del agua con el transcurso de millones de años ha ido esculpiendo este puente natural. Fue descubierto hace siglos en el centro del parque de Yoho sobre las aguas salvajes del Kicking Horse River.
A 5 minutos al este de Field (unos 3 km) estaba el Natural Bridge, un maravilloso lugar donde la fuerza del agua con el transcurso de millones de años ha ido esculpiendo este puente natural. Fue descubierto hace siglos en el centro del parque de Yoho sobre las aguas salvajes del Kicking Horse River.
El día pasaba muy rápido grabando en nuestras retinas imágenes tan impactantes como era el caso de nuestra siguiente visita, el 'Emerald Lake'. Llegamos sobre las 14 h, el sol apretaba y nada más ver el lago entendimos el porque de su nombre. Es sin duda uno de los lagos más bonitos de las Rockies. El color de sus aguas es indescriptible, tan intenso que parecía una mancha de pintura en medio de tanta vegetación.
Alquilamos una canoa y durante una hora recorrimos cada milímetro de ese lago, las sensaciones que experimentamos esa tarde en el Emerald Lake fueron de tranquilidad y calma.
Después del canoeing hicimos el trail alrededor del lago, unos 5,2 km aproximadamente 1 hora y media. Quisimos hacer otro trail pero viendo que la gente volvía con cascabeles y que en el atardecer es cuando los animales están más activos dedicimos dejarlo para otro día.
Saliendo del lago entramos en la tienda de souvenirs, vimos un manojo de cascabeles y sin dudarlo por 10$ nos compramos uno.
Saliendo del lago entramos en la tienda de souvenirs, vimos un manojo de cascabeles y sin dudarlo por 10$ nos compramos uno.
Y para finalizar la tarde estuvimos en el Spiral Tunnels Viewpoint, a 8 km al este de Field. A priori no sabíamos de que se trataba y tampoco le dimos mucha importancia. Hasta que nos plantamos delante de su maqueta y entendimos el sentido de esta obra de ingeniería.
Se trataba de unos túneles que sin avanzar ninguna distancia hacen que el tren eleve su posición reduciendo así la inclinación de su trayecto permitiendo que la velocidad del tren fuese superior. Como allí los trenes eran de más de 100 vagones podías ver en la misma imagen como entraba y salía y a cientos de metros a su vez estaba pasando por delante tuyo.
Al volver a nuestra cabaña pasamos por delante de Faeder Lake e hicimos lo que tanto deseábamos desde que pisamos las Rocky Mountains, refrescarnos en las aguas cristalinas de un lago.Ya que al acabar el día agotados, acalorados y a punto de quedarnos dormidos de pie, el chapuzón que nos dimos en el Faeder Lake nos volvió a cargar las pilas. El agua estaba tan congelada que cortaba la respiración y hacer unos largos era casi imposible. Son unas piscinas naturales de aguas transparentes con unos merenderos para pasar el día de picnic.
Pretendíamos salir a cenar fuera pero acabamos haciéndolo en la cabaña porque estábamos reventados.