Días 1 y 2: X 9/12/2009 y J 10/12/2009: ALICANTE-MADRID-BUENOS AIRES-PUERTO MADRYN
El primer día del viaje fue intenso y productivo: nos levantamos sobre las 8 de la mañana, fuimos a casarnos (tal como suena) y después nuestros amables familiares nos llevaron al aeropuerto de Alicante. Unas 36 horas después, y sin entrar en detalles, llegábamos al hostel de Puerto Madryn.
Entrando un poco en detalles para los curiosos, la cosa fue así: Alicante Madrid, donde teníamos unas seis horas de espera que aprovechamos para ir a la librería Altair a comprar varias revistas sobre Argentina con las que entretenernos en los vuelos. Aterrizamos en BA (aeropuerto Ezeiza, que es al que llegan los vuelos internacionales) a las 6:30 de la mañana, hora argentina.
Lo primero que hicimos una vez bajar del avión y recoger las maletas fue ir a cambiar dinero que llevábamos en euros (billetazos de 500 euros que no habíamos visto hasta entonces) a pesos argentinos. Desde España por desgracia no se puede cambiar, y ni se os ocurra cambiar en una de las garitas que te encuentras junto a las cintas de recogida de equipaje porque como dicen por allí “te rrrompen el orrrto” con el cambio. En general no cambiéis en oficina de cambio, sino en bancos, que os harán más o menos el cambio oficial. Justo al salir de las cintas, pasada la puerta donde se espera a los pasajeros, hay una oficina del “Banco de la Nación”, que te hace el cambio oficial sin ningún tipo de comisiones salvo la pequeña diferencia entre compra y venta (de algo tienen que vivir los pobres banqueros). Es una oficina que está las 24h abierta, pero solamente cambia dinero a los pasajeros que tengan vuelo al aeropuerto de Ezeiza el día del viaje, osea que no tires tu tarjeta de embarque hasta cambiar o te tirarás de los pelos. Creo recordar que el máximo por persona era de unos US$4000, que ya da para unas cuantas milanesas. Yo os recomiendo que cambiéis bastante pasta en ese momento, porque luego las colas en los bancos en otras partes pueden ser largas y nunca te va bien esperar para cambiar. Además lo del pago con tarjeta no está muy extendido que digamos, en los hoteles y restaurantes baratillos ni pensarlo, y en todo caso te suelen cobrar más si no es en efectivo. Por lo demás los consejos de siempre: distribuye el dinero y ten cuidado. Nosotros cambiamos 2000 euros (llevábamos otros mil que no pudimos cambiar).
De ahí teníamos que ir al Aeroparque Jorge Newbery, el otro aeropuerto de la ciudad, de que salen los vuelos nacionales. Como llegamos perfectamente a la hora programada, nos sobraba mucho tiempo para el siguiente vuelo a Trelew, así que nos dirigimos a la oficina de Aerolíneas Argentinas y nos cambiaron el vuelo siguiente sin problemas para uno que salía unas 4 horas antes sin ningún tipo de coste. Eso sí, para llegar a tiempo necesitábamos hacer el transfer en taxi. En caso contrario hubiéramos cogido el transfer Manuel Tienda León, que es bastante más lento pero más barato: 45 pesos por persona. Aunque la verdad, los taxis y remises son muy baratos en Argentina, y entre dos no suele salir mucho más caro que los transfers o autobuses. Así que el Transfer entre el aeropuerto Ezeiza (internacional) y el Aeroparque (Nacionales) lo hicimos en taxi con “taxiezeiza” por $115 pagado con antelación en el aeropuerto. Ni caso a la gente que te ofrece taxis por los pasillos del aeropuerto, mejor vete a la garita oficial y ellos lo llaman a precio fijo.
Fue el primer contacto con Argentina y fue bastante infernal: era plena hora punta, y el tráfico era terrible y caótico, y la verdad que lo contrario nos hubiera defraudado. El taxista también parecía pagado por el ministerio de turismo: nos daba cancha a todo lo que le preguntábamos, escribía mensajes de móvil mientras conducía y se quejaba sin parar del tráfico y del gobierno. Llegamos un poquito justos de tiempo, pero sin problemas.
Una vez en el aeropuerto de Trelew (que parece más bien la casa que se está contruyendo mi tío en el pueblo de puro precario, abajo fotos) tomamos el Transfer, esta vez sí, “EBEN EZER” (Trelew / Puerto Madryn). Es un Minibús que tomas en el mismo aeropuerto y te lleva hasta la puerta del hotel donde te alojes. Se puede reservar en (02965) 472474 ó 15660463 ó 15668473 ó 15416288, pero nosotros no lo hicimos y no hizo falta, había hueco, y el conductor se espera hasta que salga la última persona del vuelo para ir llenando el minibús. Los hoteles y hosteles también lo pueden reservar por ti. El precio es de $35 por persona. Si por algún motivo no puedes cogerlo que no te entre el pánico, que por poco más vas en taxi o remís (probablemente si vais más de dos os salga mejor un remís).
Aeropuerto de Trelew visto desde la base del avión
Por cierto que hasta aquí, y en general salvo en un caso que tuvimos 5 horas de retraso en parte justificadas, los vuelos perfectos, al minuto. Íbamos con miedo de Aerolíneas Argentinas y la verdad, nos volvemos contentos.
Así que por fin llegamos al hostel, hicimos el check-in, contratamos las excursiones para los dos días siguientes, y nos fuimos a hacer unas pequeñas compras y a comer algo a Mr Jones: 2 perritos calientes con salsas diferentes, dos cervezas y una ración de patatas fritas por $52, relación calidad/precio no demasiado buena para lo que luego vimos pero estábamos que nos caíamos.
Como teníamos toda la tarde por delante sin nada que hacer, y del subidón no queríamos ni dormir, fuimos a visitar el Ecocentro en bus. Precio de la entrada: $35. No está mal, pero vamos, si te sobra una tarde, si no no te pierdes nada y además llegar hasta allí es un poco pesado, sobre todo si llevas 30 y pico horas de viaje (el bus pasa cada 020 minutos, y después hay que andar un rato).
Por cierto que el bus fue nuestro primer contacto con una parte de la realidad argentina que desconocíamos: la falta de monedas. En el bus sólo se podía pagar en monedas y nosotros no teníamos, así que a punto estuvieron de dejarnos allí. Tuvimos que rogar, y un amable caballero nos cambio un billete de dos pesos por monedas. En general aconsejo que acumules monedas siempre que puedas y no las sueltes si no es necesario, porque se necesitan para cosas como los autobuses y no abundan. De hecho en muchos casos nos han cobrado de menos por no tener monedas para darnos cambio.
Noche:
El Gualicho Hostel
Marcos A Zar 480 Puerto Madryn Argentina
Te. 02965 454163
Room Type: Privada Doble/Twin SUP
Llegada el 10/12/2009 y salida el 12/12/2009 (2 noches)
Precios $440 (precios siendo socios de HI)
www.elgualicho.com.ar
info@elgualicho.com.ar
El alojamiento en sí bastante bien, buena habitación, todo limpio, y un espacio común enorme, con mesa de billar incluida y tres ordenadores con acceso a Internet gratis permanentemente ocupados…pero con lo que tuvimos después me parece demasiado caro para ser un albergue. Si volviera buscaría algo más barato, que seguro que hay alguno similar por menos, y si no por ese precio podrás encontrar un hotel, aunque sólo sea para que te hagan la cama y el desayuno sea algo mejor.
Con la gente buen ambiente, había muchos mochileros pero también varias familias argentinas con niños, un poco de todo. El desayuno el estándar que comenté en la sección de comidas al principio.
Para los dos días siguientes ya teníamos cogidas las excursiones con el Hostel: al día siguiente iríamos a Península Valdés, y el siguiente a Punta Tombo, Punta Norte y Gaiman. Así que no había nada de que preocuparse, y a dormir, que el día había sido largo.
Día 3: Día V 11/12/2009: PUERTO MADRYN (Península de Valdés)
Este día teníamos la excursión contratada directamente con el Hostel a Península de Valdés para avistamiento de ballenas con zodiac y demás fauna. La excursión costaba 150$, más 120$ por el avistaje de ballenas (opcional pero casi imprescindible, es lo mejor de la visita) y 45$ de entrada a la Península. Los precios por lo que vimos eran iguales en todas las agencias, y las rutas muy similares, así que aconsejo no comerse mucho la cabeza buscando. Todas empiezan a las 8:30 y terminan sobre las 18:00.
Fuimos todo el tiempo en furgoneta 10 o 12 personas, y además del conductor iba un guía, la verdad que muy majo y con mucha información, y mira que a mí me hace muy poca gracia viajar con guía.
Para quien quiera hacer las excursiones por su cuenta en coche, decirle la Península Valdés tiene todas las carreteras de ripio (camino de tierra y piedras), y además nos habían avisado que era un ripio bastante más jodido que el de otras partes. Es por eso que no nos animamos a alquilar coche y hacer el viaje por nuestra cuenta, además apenas hubiera salido más barato, y son muchas horas de coche. Si no sois más de dos no creo que valga la pena hacerlo por vuestra cuenta, y de verdad que viendo los caminos yo no lo recomiendo, saltaban piedras para todos lados y todos los coches tenían los vidrios rajados por 15 sitios. La de Punta Tombo en cuento a carreteras sí que se puede hacer por tu cuenta, pero desde Puerto Madryn son muchas horas de coche, saldría mejor desde Trelew, que pilla más cerca. Nosotros no queríamos cambiar de alojamiento en estos primeros días, preferíamos todo desde la misma base, y Puerto Madryn nos pareció más atractiva.
Bueno, en cuanto a la excursión en sí, nosotros no somos muy de ver animalitos, nos gusta más comérnoslos, pero de verdad que este viaje sí vale la pena: elefantes marinos, ballenas, pingüinos, además de la fauna terrestre como guanacos, ñandúes…vamos, que no hace falta que seas Félix Rodríguez de la Fuente para disfrutar de la excursión.
De camino a la Península paramos en el centro de interpretación, desde el que se ve la isla de los pájaros aunque no se aprecia mucho salvo la forma, que se supone que inspiró a la boa que se traga al elefante de El Principito, y un esqueleto de ballena. Es el típico sitio al que tienes que ir porque la excursión lo incluye, si fueras por tu cuenta no pararías.
Andábamos un poco moscas con el avistaje de ballenas, porque todo el mundo nos había dicho que en esa fecha ya no quedarían, pero vaya sí quedaban, supongo que no tantísimas como en octubre o noviembre pero sí varias con sus ballenatos aún demasiado pequeños para partir a mar abierto que estaban esperando a que estos crecieran un poco más. Además los de los barcos las tienen controladas, saben donde buscarlas y las encuentran fácilmente. Tener una ballena al alcance de la mano es un espectáculo impresionante que se ve una vez en la vida y que vale la pena disfrutar, aunque sea caro. Si tenéis suerte las veréis hacer cosas como saltar, nosotros lo vimos de lejos pero no es infrecuente que lo hagan ante tus narices. Las fotos no son demasiado impresionantes porque no son fáciles de tomar, y menos con una cámara como la nuestra, pero el espéctaculo en vivo sí lo es.
Ballena jugando con su ballenato
Una ballena vista en toda su longitud
Después del avistaje de ballenas tuvimos un rato en Puerto Pirámides, la única población de la Península: 4 casas, un par de tiendas, 3 restaurantes y 6 agencias, más o menos. Consejo: lleva comida, o te romperán ya sabes qué. Los restaurantes, según nos dijeron en el propio hostel, son caros y malos, así que primer día de bocadillo.
Después, y esto no fue menos impresionante que las ballenas, nos llevaron a Caleta Valdes, una increíble península arenosa dentro de la península, y flipamos con los elefantes marinos, a mí casi me impresionó más que lo de las ballenas. Son animales juguetones, se pelean y reptan por la arena como lombrices. Lástima que no se puedan colgar videos directamente, porque hay algunas de los elefantes peleándose impresionantes. Y por último los pingüinos magallánicos, un aperitivo de lo que nos esperaba al día siguiente en Punta Tombo.
Vista de Caleta Valdés
Elefantes marinos en Caleta Valdés
Pingüinos en Caleta Valdés
Ya de vuelta sobre las 6 de la tarde (y habíamos salido a las 8 y media de la mañana). Para la cena tuvimos nuestro primer contacto con la carne argentina: un asado en el propio hostel. 40 pesos por barba todo incluido (vino, agua, postre…). El asado no nos pareció nada del otro mundo, pero lo pasamos bien hablando con dos españolas que ya habían recorrido casi toda argentina y nos pusieron los dientes largos contándonos lo que íbamos a encontrar.
Día 4: S 12/12/2009: EXCURSIÓN PUNTA TOMBO Y VIAJE NOCTURNO PUERTO MADRYN-ESQUEL (Península de Valdés)
Nos toca otra vez madrugar para salir de excursión, esta vez a ver pingüinos. Así que nos enjuagamos las legañas y nos montamos esta vez en un coche en el que íbamos sólo 4 con el conductor. Era majo pero no tan bueno como el del día anterior, que al no tener que conducir nos daba más cancha.
Los precios eran iguales que el día anterior: 120$ por la excursión, 150$ por el avistaje de toninas (opcional) y 45$ de entrada a Punta Tombo.
Tras un viaje algo largo llegamos a Punto Tombo. Es una experiencia increíble, te vas metiendo y metiendo hacia la playa y según avanzas vas viendo cada vez más pingüinos, primero son poquitos, luego la cosa se va espesando, hasta que llegas a la playa y allí ya flipas. Todo el camino van cruzándose contigo y tienen prioridad de paso, así que tienes que dejarles pasar. Además los huevos ya habían roto y estaban en los nidos con las crías. Ahí dejo unas fotillos de los happy feet, incluido uan en la que se ve a unos cuantos en la playa...¡con una oveja! De dibujos animados.
Pingüinos en Punta Tombo
Después de un buen rato (el guía tuvo que decirnos que aligeráramos un poco o no llegábamos a lo siguiente) paramos a comer un bocata que llevábamso preparado y salimos rumbo a Playa Unión. Allí nos esperaba una especie de lancha grande para hacer en avistaje de toninas, osea delfines. Está bastante bien, las toninas pasan a toda leche por el lado de la barca con lo que hacer fotos es imposible, pero es bastante flipante. Además sales calado, al menos el día que fuimos nosotros que el mar estaba picadito y aquello parecía una montaña rusa. Muy divertido aunque algo caro, y no aconsejable para los que se mareen fácilmente en barco.
Avistaje de toninas
Para terminar nos llevaron a Gaiman, una pueblo fundado, como toda la zona, por inmigrantes galeses, donde tomamos el típico té galés con un montón de pasteles en una casa de té. Es muy turístico, está bueno pero el precio (50$) es desorbitado para el nivel del país. Pero bueno, hacía ilusión aunque sólo fuera por emular a Bruce Chatwin en “En la Patagonia”, y nos sobraron un montón de dulces para el desayuno del día siguiente.
Tomando té en Gaiman
Tanto el avistaje de toninas como el té de Gaiman son opcionales, pero la verdad es que si no los cojes te quedas un poco tirado y sin nada qe hacer, sobre todo en el avistaje, porque estás en un sitio en el que no hay absolutamente nada que hacer que no sea eso.
Volvimos a Puerto Madryn sobre las 18:30, recogimos las maletas y tras esperar un rato en el hostel fuimos a coger el autobús nocturno a Esquel, que salía a las 21:30. Fuimos con un chico argentino que habíamos conocido en el hostel y que iba a Bariloche en el mismo bus.
Como ya he dicho en la introducción el autobús es la leche, no dudéis en coger éste o cualquier otro nocturno, no es comparable a los autobuses españoles ni de lejos, es más bien como viajar en avión en primera clase. Te dan cena y bebida, y los asientos son totalmente reclinables y con un montón de espacio. No vas completamente tumbado pero casi. Así que toda la noche tumbaditos, no dormimos demasiado pero lo bastante para descansar.
Datos prácticos para el autobús:
Compañía Mar y Valle.
Horarios: 21.30 – 7.00 (cama) 152 $ (hay alguno más pero no lo apunté)
Trayecto: Puerto Madryn – Esquel. También se puede coger en Trellew a las 22.45, o bien ampliar la ruta para llegar en el mismo autobús a Bariloche.
Los billetes los compramos por Internet desde España (aunque llamamos por teléfono para enterarnos bien de los horarios y condiciones) a través de la página www.viabariloche.com.ar, y luego allí el día antes fuimos a emitirlos a al estación.
Conclusión de Puerto Madryn
Una parada obligatoria para cualquier amante de los animales, y altamente recomendable para los demás. Eso sí, antes de ir hay que informarse bien de qué tipo de fauna se puede ver en esa época, porque si no te puedes llevar un buen chasco. Las ballenas aguantan hasta primeros de diciembre (demostrado, al menos en 2010), aunque octubre o noviembre es mejor época, hay más y más activas. Los demás bichos no sé cuando están y cuando no, pero según la época en la que vayas hay que preguntarlo.
La única pega es la dificultad de moverte en coche por Península Valdés: mucho ripio y distancias que sobre el mapa parecen más pequeñas de lo que luego son. A Punta Tombo sí que se puede ir por tu cuenta, y yo lo recomiendo. Lo de Gaimán es una turistada que va en el paquete, y lo de las toninas simplemente divertido. Lo esencial es la península y Punta Tombo, y eso requiere mínimo minimísimo dos días con dos noches. Para visitar Punta Tombo es mejor alojarse en Trelew, que pilla mucho más cerca, si no te importa moverte de alojamiento cada uan de las dos noches.
Las ciudades de la zona no valen nada. Puerto Madryn es horrorosa y sin ningún encanto, Trelew por lo que nos dijeron no tiene nada y es bastante peligrosa, Gaiman es una trampa para turistas (y no esperes encontar en él ningún sabor galés en particular más allá del té) y Puerto Pirámides no merece ser llamada pueblo. Estás aquí por la naturaleza de la zona, no pierdas tiempo visitando ciudades que ya habrá tiempo de ello.
También existe la posibilidad, si te alojas en Puerto Pirámide, en plena península, y tienes más días, de hacer otras actividades como buceo entre los lobos marinos, que debe ser espectacular si te gusta bucear.
Por último, la posibilidad de empalmar esta zona con la de Bariloche (o algo antes Esquel o El Bolsón) vía autobús nocturno es muy recomendable. Ahorrarás tiempo y dinero, descansarás un poco de avión y conocerás los magníficos autobuses de larga distancia argentinos. Es de los pocos trayectos abarcables en bus sin pegarse palizas de 20 horas, así que aprovéchalo. Puedes comprar el billete desde España sin problemas.