Después de desayunar en la mesita del jardín nos despedimos de la suegra de Raúl, el director del hotel Riu de Lanzarote y ponemos rumbo a Dubrovnik. Tardamos 2 horas. 45 minutos antes, llamamos a Tonka, la propietaria del apartamento que hemos alquilado y nos explica donde dejar el coche y cómo llegar al apartamento. Enseguida damos con la calle, subimos las escaleras (muchas y muy altas) , dejamos los bártulos y cambiamos el coche de sitio, a un parking en el que no hay que pagar (la Ota en Dubrovnik es abusiva si pretendes dejar el coche todo el día, ya que cuesta 5 kunas/hora y no existe una tarifa de larga estancia, por no decir que no es un parking, es la calle y funciona las 24 horas del día!)
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Este día lo dedicamos a recorrer la muralla, está totalmente recontruida, desde arriba se ven todos los tejaditos del casco viejo, a mitad de camino nos tomamos un zumito de naranja recién exprimido. Cuando bajamos, recorremos las callejuelas de la ciudad en miniatura que fue Dubrovnik en otros tiempos. Por la tarde-noche compramos provisiones y cenamos en el apartamento, se trata de un ático con cocina en la tercera bocacalle de la calle principal, 82 escaleras más 27 dentro de la casa hasta llegar a nuestro palomar!!
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Este día lo dedicamos a recorrer la muralla, está totalmente recontruida, desde arriba se ven todos los tejaditos del casco viejo, a mitad de camino nos tomamos un zumito de naranja recién exprimido. Cuando bajamos, recorremos las callejuelas de la ciudad en miniatura que fue Dubrovnik en otros tiempos. Por la tarde-noche compramos provisiones y cenamos en el apartamento, se trata de un ático con cocina en la tercera bocacalle de la calle principal, 82 escaleras más 27 dentro de la casa hasta llegar a nuestro palomar!!