Teatro de Ivan Pl Zajc.
Con el coche cargado tomamos la carretera de salida de Istria por su extremo oriental, hacia Rijeka. Las salidas de la autopista a la tercera ciudad del país están muy bien indicadas por lo que en total tardamos como una hora y media en plantarnos en el centro de Rijeka. Transitamos por la ciudad durante 20 m. siempre bajando hacia el nivel del mar y finalmente dimos con el puerto quizá porqué es el mayor de Croacia.
Además localizamos rápidamente el 'Marko Polo', 'buque insignia' de la monopolista Jadrolinja y que nos llevaría a Korcula. Nos acercamos, pasamos una barrera mostrando los billetes (que ya habíamos comprado días antes en las oficinas de Split) y nos dirijimos a las oficinas de la naviera. En ventanilla, sin hacer cola, nos cambiaron los billetes por las targetas de embarque. Aún no eran ni las 13:00 y el embarque se producía a las 18:00, pero preguntamos y pudimos dejar el coche en la cola de embarque tras una caravana alemana, siguiendo las indicaciones en inglés de un operario.
Perfecto, porqué el muelle de embarque de Jadrolinija se encuentra a tan solo a 150 m. del mismo centro urbano, y así ya no habíamos de buscar parking y encima estaba vigilado por los operarios de Jadrolinja que iban ordenando las filas. En cada fila se iban colocando los vehículos en función del destino (Split, Stari Grad, Korcula, etc..) para quedar ordenados en las bodegas del ferry, de otra manera el desembarco sería un verdadero caos.
Precio del trayecto a Rijeka-Korcula para dos personas, con camarote con ducha más coche fue de 1096 kn (152 €). De los cuales 365 kn (51 €), que viene a ser una tercera parte, corresponden al transporte del coche.
De Rijeka se dice que es la única ciudad de Croacia no invadida por el turismo, siendo más bien, por su inmejorable situación, una ciudad de paso, de conexión con otros destinos. (Aunque invadida por ejercitos a lo largo de la historia lo ha sido varias veces, incluso los turcos estuvieron a sus puertas, en un asedio que la ciudad resistió). Pero eso no quita que bulla de actividad por los cuatro costados sin olvidar el carácter centroeuropeo de su moderna arquitectura.
Nos dirigimos a la céntrica avenida de Korzo que es sin duda el palpitar de la ciudad. Está repleta de grandes almacenes, tiendas, fast foods, cafeterías con terrazas, organismos, bancos, hasta un Macdonald's.
Korzo, verdadero corazón de la ciudad.
Parte trasera de la Torre del reloj.
Mercado.
Comimos seguramente en el mejor restaurante de todo el viaje, por su sencillez, su relación calidad/precio y por el trato dispensado, lo que sólo recuerdo que era muy pintoresco, con redes y pescados disecados y estaba muy cerca del puerto en la calle Zagrebacka.
Dimos un par de vueltas por el Korzo, confieso que estuvimos mirando calzado deportivo ya que está un poco más barato que en España, pero no hubo suerte. Compramos, eso sí, algunos víveres para el trayecto que nos esperaba y finalmente embarcamos. Ya en el interior, hicimos como media hora de cola para obtener las llaves del camarote y una vez instalados le dimos un vistazo al buque. La verdad es que me sorprendí de lo confortable que eran los camarotes, ah y si cojes camarote tienes derecho a almuerzo de buffet libre. No a cena, lástima!!
CABALAS
Bueno, nos estábamos acercando el ecuador del viaje tanto cronólogicamente como temáticamente, ya que pasábamos de haber estado una semana en el continente a navegar por el Adriático.
Más o menos ya habíamos programado la corta estancia en la isla de Korcula y la visita relámpago a Dubrovnik. Al día siguiente, martes tan solo llegar buscaríamos un sobe (supusimos que habría mucha oferta al tratarse de septiembre y así fue) y nos dirigiríamos a Vela Luka, sacrificando Lumbarda. Y el miercoles a Orebic y Dubrovnik y vuelta a Korcula. Digo más o menos por que mi 'condimento' que es el más conservador de los dos no lo acababa de tener claro, aún le faltaba un empujoncito. El sí que hacía cábalas y me lo dijo claro: 'Depende de como pase la noche en este cascarón, y de como sea el sobe'. No sabe na.
La pregunta es ¿Cuándo visitaríamos la ciudad de Korcula? fácil: el ferry hacia Hvar saldría el jueves a las 13:00 desde la misma ciudad de Korkula, por tanto teníamos toda la mañana para ver la pequeña pero resultona ciudad. 48 horas apretaditas.
Y por la noche cruzamos el
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Pero vaya. A la mañana siguiente a eso de las 7:00 picaron a todas las puertas de los camarotes avisando de la llegada a Split, la gracia que nos hizo, pero pudimos seguir durmiendo. Consejo: enganchar en la puerta un cartel que ponga vuestro destino, igual os respetan el sueño.
Bueno, la verdad yo no pude reanudar el sueño así que me fui a almorzar sola y a tomar el sol a una cubierta.
Finalmente al cabo de 20 horas y unas cuantas millas náuticas.
Sobre las 13:00 desde el 'Marco Polo' primer contacto visual con la ciudad de Korcula (pronunciada Kórchula).