Sábado 21 de Agosto
Madrugamos bastante, porque queríamos ver las ruinas de Ollanta antes de partir para Moray, ya que el chofer nos esperaba a las 8,30h.
Llegamos al complejo
y contratamos un guía para que nos acompañara y explicara lo más importante durante las dos horas que teníamos,
La leyenda cuenta que Ollántay (el titán de los Andes) de origen plebeyo, amaba a la princesa Cusi Coyllor (estrella alegre) hija del rey Inca Pachacútec, quien estaba en desacuerdo con este amor. Pachacútec envío a la princesa a una casa de Vírgenes, Ollántay intentó raptarla desde allí, sin conseguirlo y logró huir. Desde la fortaleza que Ollántay tenía al mando se rebeló contra Pachacútec, y luego de sangrientas batallas fue vencido, pero la generosidad de Pachacútec hizo que perdonara la vida de Ollántay.
Visitamos:
Las terrazas, un total de 17 andenes, que nos destrozaron las piernas las dichositas escaleras por su fuerte desnivel, aunque como siempre fue peor la altitud, que me cortaba la respiración.
En el último andén, se encuentra el Templo de las 10 ventanas, conocido así por los 10 ventanucos de forma trapezoidal que figuran en sus muros.
El templo Inti o el Templo del Sol, resalta la construcción de la fachada principal que está compuesta de seis bloques enteros de granito, dispuesto con cierta inclinación
Construido con porphyry rojo, (granito rosa)
La piedra provenía de una cantera que se encontraba a unos 4 km., la Kachiqhata, para el traslado de la piedra se crearon unos canales artificiales paralelos al río que sirvieron para el transporte de esta, una vez tallada.
Observar como el “gamberrismo” llega a todas partes, no entendiendo ni de antigüedades ni altitudes, como puede verse en este graffiti, que dejo marcado el templo
Una vez arriba de los andenes y para acceder a la parte inferior del complejo tomamos un caminito que se las traía
hasta llegar a una serie de fuentes ceremoniales que servían para rendir culto al dios del agua. Los Baños de la Ñustas o Baños de las princesas,
Aquí terminamos la visita del complejo, con tiempo suficiente para comprar provisiones de agua y algunas chuches para llevarnos hasta Machu Picchu., ya que todos nos comentan que allí es mucho más caro
Al salir en la misma plaza nos encontramos con una curiosa adaptación del Starbucks en versión peruana
Nos dirigimos nuevamente hasta el hotel a recoger el equipaje y allí nos esperaba el mismo chofer que nos llevaría a Moray, Salinas de Maras y Chinchero
La primera parada sería en Moray, donde se encuentran los restos arqueológicos, de lo que podría haberse tratado de un centro de investigación agrícola.
Esta formado por andenes circulares a modo de terrazas donde se experimentaba con diferentes cultivos, colocándose en diferentes niveles del más inferior al superior y donde se establecían hasta 20 microclimas, abajo más calidos y arriba más fríos, con ello podrían adaptar los diferentes cultivos a temperaturas frías.
La profundidad es de 30 m. desde el nivel más alto.
La visita fue algo rápida, puesto que mucho más no había que ver, así que pusimos rumbo a las Salinas de Maras, donde son tratadas las aguas saladas llevándolas mediante conductos hasta depositos donde se evaporaran y luego retiraran la sal para su comercialización
La siguiente parada el pueblo de Chinchero, este se ubica sobre antiguas ruinas incas, de hecho la Iglesia está construido sobre los muros palacio de Túpac Yupanqui.
Antes de patearnos el pueblo decidimos llegarnos hasta un taller donde procesaban las lanas para enseñar a los niños un poco de este arte.
Chinchero está lleno de estos pequeños talleres, así que nos decidimos por uno cualquiera que nos llevó el chofer.
Al salir y como apretaba un poco el hambre, compramos maíz, una especie entre palomitas y arroz inflados que estaba de muerte
Mientras pateamos un poco el pueblecito y sus ruinas
Como la iglesia estaba cerrada, salimos a la explanada de detrás de la Plaza y nos encontramos con un mercadillo de artesanos, el en cual compramos bufandas de alpaca y alguna que otra muñequita artesanal.
El caso que habíamos dejado el equipaje en Cusco para no ir cargados y al final íbamos a volver con exceso de equipaje debido a las compras, pero ya se iba acercando el final de nuestro trayecto y debíamos comprar algún que otro recuerdo.
Nuestro tren para Machu Picchu lo teníamos a las 16,15h, pero debíamos estar media hora antes en la estación, como era cerca de las 13h, y no sabíamos bien la distancia que nos separaba de la estación de Ollanta, le pedimos al chofer que nos llevara cerca de la estación donde pudiéramos comer algo antes de coger el tren.
Su intención era llevarnos a comer a Yucay, pero nosotros queríamos hacerlo en Ollanta, así que se rebotó y nos quería dejar en la plaza de Ollanta, como nosotros sabíamos que había bastante hasta la estación, algo más de 2km e íbamos cargados con las provisiones y las pequeñas mochilas además de los niños, le pedimos que por favor nos acercara hasta la estación, el chofer nos dijo que allí no había nada para comer, que mejor allí en la plaza, parecía que tuviera mucha prisa por dejarnos.
Al final nos acercó hasta el restaurante que había justo frente al hotel donde habíamos dormido, que estaba más o menos a 1km de la estación.
Comimos tranquilamente, aunque nos salió un tanto caro, pero claro era un poco comida de diseño escasa, buena y bonita presentación.
Sobre las 15,30 bajamos el Km. que nos separaba hasta la estación y vimos por el camino como dos o tres restaurantes más, a parte de una especie de hamburguesería y comidas rápidas en la misma estación, nos rebotamos un montón, pero confiamos en que al igual el chofer no conocía la zona y por eso no nos había llegado, pero la casualidad o la fortuna hizo que nos liáramos buscando la zona de embarque al tren y lo confundiéramos con la zona de embarque de los buses, y curiosamente nos topamos de frente con el chofer que estaba esperando el tren con un cartelito con el nombre de los clientes.
Nos sentó fatal, así que le dijimos que tenia mucho morro, que por una mísera comisión de una comida iba a perder unos clientes que les íbamos a pagar casi 50$ por llevarnos al día siguiente hasta Cusco, el chofer no sabia donde meterse y nos quiso dar alguna explicación que nosotros no quisimos escuchar, así que le dejamos con la palabra en la boca y le pedimos que al día siguiente no nos esperaba, que ya nos buscaríamos la vida.
Con el disgusto todavía y la impotencia de haber sido “engañados” nos subimos al tren, habíamos cogido el VISTADOME y olvidándonos de todo nos pusimos camino de cumplir un sueño…..
En el trayecto nos ofrecieron un piscolabis
en el camino vimos un incendio que nos llevó al debate de si saber si estaba controlado o no
El trayecto transcurre entre unas hermosas vistas a lo largo del río Urubamba
El Kilómetro 82, donde se inicia el INKA TRAIL, o camino Inca, me da mucha envidia cuando llegamos a él, y pensar que ahora podíamos estar realizándolo…..
mientras el tiempo transcurre con una paz inusual contemplando las preciosas vistas
La pena fue descubrir un panorama desolador cuando observamos los destrozos ocasionados por las lluvias de meses pasados, donde parte del camino fue destruido…
Cuando solo nos faltaban unos 20 minutos para llegar hasta Aguascalientes, nos vimos sorprendidos por un motín del Backpacker que iba en sentido inverso, por lo visto llevaban más de una hora esperando una máquina, porque la suya se había estropeado, y viendo que no les habían hecho caso, cortaron las vías en ambos sentido, no permitiendo que nuestro tren siguiera su ruta
Ya me extrañaba que todavía no nos hubiera pasado ningún percance durante el viaje, con lo propenso que somos la familia Telerín a ciertos “apuros”.
La auxiliar del tren con cara de bastante preocupación intentaba hacer de enlace con el maquinista de nuestro tren y el resto del pasaje, pese que nosotros íbamos en el tren de cabeza, durante más de media hora estuvimos sin ningún tipo de información, solo veíamos como los pobres del tren afectado se paseaban por delante de nuestro tren y volvían con bebidas provenientes de la parte trasera de nuestro tren, imagino que se los suministraría el auxiliar del tren cafetería que nosotros llevábamos.
Ciertamente me daba mucha pena esta situación, puesto que mientras nosotros estábamos de vacaciones, ellos los pobres regresaban a su casa después de una jornada de trabajo y pese que no son formas, si era una buena medida de presión para que se les hiciera caso.
Nosotros en ningún momento se nos dejó salir del tren, así que durante más de hora y media permanecimos encerrados en el vagón sin podernos marchar. Hasta que se hizo de noche, y la situación seguía igual…
Bueno por supuesto que hubo quien dio la nota, un “paisano” que se pasó de la raya, abrió la ventana y empezó a insultarlos para que nos dejaran pasar, afortunadamente todos los del vagón estábamos de acuerdo y lo hicimos callar, realmente me dio bastante vergüenza ajena la situación, porque los afectados no dejaban de tener su parte de razón, y nosotros solo perdíamos un par de horas de nuestras ansiadas vacaciones, que realmente carecían de importancia comparada con las tres horas que llevaban ellos queriendo llegar a casa tras una dura jornada de trabajo.
Por fin solucionaron el problema, les llegó su maquina y por fin dejaron pasar la nuestra, al pasar por su lado, vimos las caras de abatimiento de estas personas, en un tren sin luz, con frío y sin un mal trago que llevarse a la boca.
En fin una experiencia más para nuestra saca. Llegamos a Aguas Calientes pasadas las 19,30h, más de hora y media de retraso, y con el tiempo justo de comprar las entradas para Machu Picchu.
En la estación de tren, nos vino a recoger un empleado del hotel WIRACOCHA, que amablemente nos indicó donde debíamos comprar las entradas y los tickets del bus para el día siguiente. Hicimos el cheking y salimos para comprar las entradas y buscar un sitio donde cenar.
Dimos una pequeña vuelta por el pueblo, aunque poco habia que ver ya que Aguacalientes es un pueblo pequeñito y centro de atención al turista que va hacia Machu Picchu, así que después de cenar, nos dirigimos al hotel para descansar.
Mare mía mañana sería el gran día.
ALOJAMIENTO EN:
WIRACOCHA INN HOTEL
Dirección: Jr. Wiracocha s/n , Aguas Calientes
Telefono +51-84-2111088
www.wiracochainn.com