Miércoles 25 de Agosto
Ha estado lloviendo toda la noche, pero no lo suficiente para que el río crezca y poder hacer una excursión por el río para ver algo de fauna, así que haremos una travesía por la selva.
Mientras tanto nos recreamos viendo la fauna que tenemos por el lodge
Observamos como un grupo hacía obras de mantenimiento en el río tratando de sacar los troncos para que las lanchas no se quedaran encalladas y destrozar de ese modo los motores.
A media mañana, emprendimos una vuelta por la Selva para ir a ver la tribu de los Jíbaros, Iván no se encontraba muy bien, así que Gemma decidió quedarse con él.
El resto de la expedición nos pusimos rumbo a adentrarnos por la Selva Amazónica
Poca fauna que vimos, puesto que esta zona de la selva está bastante arrasada
Alguna arañita
hongos
orugas
en algunas ocasiones el camino se complicaba, pero no tanto como para no poder pasarlo
Así hasta que llegamos al poblado Jíbaro (hombre del bosque) donde el jefe nos relató sobre sus costumbres.
Esta familia en cuestión fue traída expresamente por la dirección del hotel, cuando tuvieron que huir de sus tierras a causa de un conflicto en tribus.
Son nativos del norte del río Marañón, entre la frontera peruana y la selva amazónica ecuatoriana. Se les conocen por la costumbre de reducir las cabezas de los enemigos.
Afortunadamente a nosotros nos recibieron como amigos, el jefe y señora
Incluso nos enseñaron a tirar con las cerbatanas
y nuestra preciosa india nada tenía que envidiarle a las del poblado
Por lo visto a los indígenas les gusta mucho bailar porque estos también nos amenizaron con bailes y cánticos propios, y nos hicieron bailar a nosotros que pocas ganas teníamos de hacerlo.
El camino de regreso fue ameno, tuvimos algunas intentonas de Tarzán y Jane
incluso alguno pretendió ser niño otra vez….
Por el camino vimos como se hacía el colorante natural que utilizaban los jibaros
y algunos frutos
Hicimos un pequeño alto en el camino para descansar en un árbol centenario o milenario, vete tú a saber el porrón de años que tenía
tras el breve descanso iniciamos el camino de regreso a casa,
el caminito a veces se complicaba un poco
por fin llegamos al lodge y nos fuimos nuevamente a darnos un bañito hasta la hora de comer.
Dormimos una pequeña siestecita para cobrar fuerzas, ya que a las 15,30h. habíamos quedado con el Oswaldo que nos llevaría hasta el pueblo y hasta el Proyecto de Chullachaki, para enseñarnos plantas medicinales
La excursión fue divertida, y la caminata nos sentó muy bien, llegamos con tiempo de que los niños jugaran un poco y nosotros recogiéramos las mochilas, ya que al día siguiente debíamos partir para Iquitos, y rezábamos para que por la noche volviera a llover y que el río subiera el nivel de agua.
Un rato antes de la cena nos reunimos con Waldo para que nos relatara historias de miedo de la zona, francamente las historias resultaban más cómicas que de miedo, pero para ellos lo eran y mucho.
Cenamos, nos tomamos una cervecita fresquita que la temperatura lo requería y nos fuimos a dormir, que a la mañana nos esperaba un duro camino de regreso.
ALOJAMIENTO
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