Repuestos ya de la sesión de castillos de ayer, estamos listos para recorrer un trocito de la Ruta Romántica. El día ha amanecido lluvioso. Toca coger los impermeables. Y toca también echar de comer al coche, que no veas cómo chupa éste . Lo bien que nos hubiera venido un diesel por aquí. En fin, sablazo al bote para rellenar el depósito (1,4 euros/litro).
Nuestro primer destino es Würzburg. Está a una buena tiradita. Para que os hagáis una idea de la carretera os dejo una foto. ¡Qué bonito se ve todo tan verde!
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La niebla también empieza a hacer acto de presencia
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nos encontramos con el río Neckar, y después de pasar de Eberbach tenemos que parar de nuevo. ¡Un nuevo castillo para la colección! El Schloss Zwingenber:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
No deja de llover. Vamos a hacer una parada técnica. No sé ni el nombre del pueblo, pero es que por todos los pueblecillos por los que pasamos, no importa lo pequeños que sean vemos panaderías… y ya es hora de que entremos en alguna. Bonita cosa estamos a punto de aprender…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tenemos un verdadero problema hasta que decidimos qué llevarnos para preparar nuestro bocata:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Llegamos a las 12:00 a Würzburg. Han sido 150 km desde casa, por carreteras normalitas y muchas paradas-foto, así que, para variar, vamos con un poco de retraso sobre el horario previsto.
Derechos a la Residenz. Justo delante nos encontramos un parking al aire libre, así que no lo pensamos y dejamos el coche. Como veis, no exagero al decir que el parking esta justo delante
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Aprovechando que la lluvia nos da una tregua, nos vamos hacia los jardines. Son gratuitos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Vaya, parece que empieza a llover de nuevo. Y no somos los únicos que nos intentamos resguardar de la lluvia
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A la izquierda del edificio se encuentra la Hofkirche (una iglesia, para entendernos). Entrada gratuita, sobre todo porque están restaurándola y sólo hay un pasillo central y unas fotos para que te imagines lo que debería verse. Debe ser muy bonita.
Y a través de una puerta central, pasamos a la Residenz. 7 euros. Puedes visitarla por tu cuenta. Hay una zona a la que sólo se accede con visitas guiadas (en alemán o en inglés). Dado que no nos viene bien la siguiente visita, porque tendríamos que esperar hasta las tres de la tarde, la vemos por libre. No se puede fotografiar el interior, así que no os la puedo enseñar. Tendréis que venir a verla, je, je.
Aunque no deja de llover, decidimos dejar el coche en el parking, e ir andando hacia el centro, que por lo que parece, no se ve demasiado lejos. Para situarnos, el edificio de la izquierda es la Residenz, y al fondo tenemos las torres hacia las que debemos dirigirnos:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Llegamos a unas calles muy comerciales. ¡Qué raro! Lo primero que veo, una tienda buenísima. Si alguien ha leído mi diario de Bélgica antes de éste, ya sabrá que soy un poquitín golosa
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pasamos a la Catedral de San Kilian (entrada es gratuita)
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y a la Marien Kapelle o Marktkirche (también gratis)
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Seguimos caminando para ir al encuentro del famoso puente de Wüzburg. Las calles están muy animadas, a pesar del día que continúa a base de chaparrones.
A la izquierda se ve el Grafenckart, la residencia de un duque, que vivió allá por el siglo XII y que luego se convirtió en Ayuntamiento. Al fondo, se ve la Catedral.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Muy cerquita, está el Puente Viejo, famoso, como he comentado antes, por el parecido que presenta con el Puente de Praga:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Desde allí tenemos fantásticas vistas a la Fortaleza de Marienberg
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Es hora de volver a buscar el coche, que hoy tenemos previsto otro de los platos fuertes del viaje. Eso sí, antes toca abonar el parking. Este es de los que pagas a la salida, según el tiempo que hayas estado. Vamos, como los que también tenemos aquí. Para que os hagáis una idea:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Mis compis siguen mirándome con cara de “qué pena, está como una chiva” cuando hago este tipo de fotos, pero intento explicarles que tal vez algún día algún viajero tenga interés en saber cuánto va a gastarse en aparcar el coche… No tengo muy claro que me entiendan, je, je.
Son las tres de la tarde, nos montamos en el coche y no veas como empieza a caer. ¡Anda! Pero si no hemos comido… Parada técnica en la autopista para comernos el bocata que teníamos pendiente. Por cierto, muy bien en ese sentido las autopistas, con muchos sitios para detenerte, con WC (un poco sucio, eso sí), mesas de madera…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
¡Corre, corre! Vamos a aprovechar que ha parado de llover… Venga, ¿quién prepara los bocatas? Mi amiga se encarga, que apañá que es. Yo, mientras, recorro los alrededores. Uy, qué setas más regordotas. No me extraña… ¡con tanta lluvia!
*** Imagen borrada de Tinypic ***
65 km y llegamos a nuestro destino: Rothenbourg of the Tauber. No deja de llover. Por cierto, tenemos una temperatura de 15 ºC, por si a alguien se le ocurre preguntar qué ropa llevarse en agosto…
Nos encontramos con una ciudad muy bonita, la más turística de las visitadas hasta ahora. Hay montones de pastelerías, hoteles, casas con fotos en la puerta anunciando que alquilan habitaciones… y, sobre todo, tiendas de Navidad.
Dejamos el coche en el Parking 5. Hay que ver qué bien organizado e indicado está todo. Ponemos en práctica nuestro sistema para averiguar si hay que pagar o no, o sea, miramos si los coches de alrededor tienen algo en el salpicadero. Pues no, y no vemos ningún parquímetro a la vista. ¡Qué majos son en Rothemburg!
Lástima que no deje de llover.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La plaza principal, la Hauptmarkt, con el Ayuntamiento:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Plönlein, una de las vistas típicas de la ciudad:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Callejuelas y rincones encantadores donde menos te lo esperas:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
¿Callejuelas? Pero, ¿esto qué es? A esta debieron ponerle puerta al ver que la gente se quedaba atascada al intentar pasar por ella…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
¿Cuántas fotos llevaré ya hechas? Si es que me gustaría llevármelo todo…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Por cierto, ¿habéis visto cómo les gustan los adornos por aquí?
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La parte histórica está rodeada por una muralla que se puede recorrer interiormente:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Llegamos a un puentecillo
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y a unos jardines, que sólo recorremos un poquito, porque la lluvia se empeña en seguirnos a todos sitios
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Desde luego, las vistas desde aquí merecen la pena
*** Imagen borrada de Tinypic ***
¡Pero qué grande es todo en este país! ¡Vaya pedazo de caracol! Que conste que la moneda es de 50 céntimos:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
¿Qué me falta por enseñaros? ¡Claro! Las dos cosas más típicas. Primero, las Schneeballen, algo así como “bolas de nieve”, que de nieve no tienen nada, claro. Aquí no se aprecia el tamaño, pero son más grandes que un puño y están buenísimas. Llenan bastante, eso sí (sobre todo por la cobertura que le añaden, que las hay de muchísimos sabores), con dos para los tres tenemos más que suficiente (a partir de 1,30 euros, según lo que lleve).
*** Imagen borrada de Tinypic ***
¡Y cómo no! Las tiendas de Navidad. A los que os gusten estas cosas, cerrad los ojos o traed la VISA o similar bien recargada, no digáis luego que no avisé. De nuevo intento traérmelo todo, en fotos, claro, porque los precios no son todo lo asequibles que una quisiera:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
¿Veis por qué no me canso de hacer fotos?
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y los típicos adornos para el árbol (a unos 15 euretes cada una, por si queréis echar cuentas de cuánto os va salir adornar el arbolito).
*** Imagen borrada de Tinypic ***
¿Qué? ¿Nos vamos antes de que me quiera quedar a vivir en estas tiendas? Empieza a anochecer y todavía tenemos prevista otra paradita.
Dicho y hecho, nos vamos a Dinkelsbühl. Otro sitio muy bonito, se ve que también es muy turístico, aunque teniendo en cuenta que por aquí, a partir de las seis lo cierra todo, hemos llegado tarde. Aquí también son típicas las bolas de nieve. Aparcamos en el centro sin ningún problema, y nos vamos a la oficina de turismo, nuestra primera parada allá donde vamos, pero en este caso no hemos llegado a tiempo. Eso sí, dejan abierto un patio donde se encuentran los aseos públicos gratuitos (y limpios). ¡Qué detalle! Nos damos una vuelta. Parte meteorológico: sigue lloviendo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Esta parece ser la calle principal
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y la catedral de San Jorge, que nos conformamos con ver por fuera
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Son las nueve y cuarto. Buen momento para volver a casita, que nos espera un buen rato.
Llegada sin novedad. Otros 400 Km. A este paso, vamos a tener que dejar de comer nosotros para darle de comer al coche
*** Imagen borrada de Tinypic ***