Porqué la India no te deja indiferente. No hay más etapas. ✏️ Diarios de Viajes de Sub Continente Indio

Planifique todas las ciudades, contrate transportes, me llevé el portátil para ir escribiendo mis impresiones (la etapa 1 la escribí cuando llegue allí) y lleve muchas ideas preconcebidas sobre ese país.

Lo que puedo decir es que nada fue como lo pensé.

Es cierto que la India no te deja indiferente, es más que imposible. Es tan, tan,tan diferente. No me cansaré de decirlo. Es un shock, un cambio cultural más que impredecible.

He perdido todo lo que escribí, solo guardo las impresiones del primer día, así que voy a intentar recordar lo que me parece importante compartir.

Parece que la India va a ser un viaje trascendental en tu vida y va a representar un punto de inflexión. Y es cierto, pero no en la forma en que lo imaginé.

Pensé que lo que allí vería sería impresionante y así fue, pero de otra manera.

El Taj Mahal es cierto que es impresionante, pero la pobreza del lugar supera todo. Y así con todo.

Una de las cosas que más me impresionó es la basura. No tienen papeleras, ni cubos de basura. Todo lo arrojan a la calle. No tienen miramientos, las calles están llenas de basura. Se une la basura, a los excrementos de los animales que deambulan por las calles, sí, me estoy refiriendo principalmente a las vacas, y a las personas, motos con familias enteras encima, ricksaws, coches, autobuses,...

Te sorprende enormemente el tráfico, no hay un orden aparente, se comunican por sonidos, adelantan por donde pueden y no logras comprender como no hay accidentes.

Recuerdo mi primer viaje en moto. Sin palabras. Fue en Varanasi, y la moto adelantaba en calles tan estrechas que yo ni me atrevería a hacerlo andando. Se unía la primera vez en moto a la emblemática ciudad de Varanasi. Cortejos fúnebres, personas, animales, motos, bicis, taxis, .....
Toda una experiencia, pero como todo lo que experimentas por primera vez. Los sucesivos viajes me parecieron más normales, auque nunca llegué a acostumbrarme.

La pobreza es indescriptible. Cuantisima gente sin hogar, pero se les ve "felices". Ellos tiene su filosofía, religión, creencias, ideas, pensamientos,....y viven de acuerdo con ello.

Es ir a otra época para nosotros. Sigue funcionando el sistema de castas. Recuerdo que conocí a una chica en Rishikesh cuya familia no le hablaba porque se había casado con un chico de otra casta. Y sus costumbres eran tan diferentes.

En este viaje conocí a gente de allí y pase mucho tiempo con ellos, fue maravilloso. Lo viví desde dentro y nunca deje de sorprenderme.
Como a la hora de las comidas. No llegue a estar cómoda cuando comían con la mano, para eso estoy muy occidentalizada:). Los hindus son vegetarianos y en sus mesas, o es más correcto escribir en sus suelos,nunca falta el arroz con distintas verduras y dhal normalmente, que es un pure de lentejas.
Estuve mala en 2 ocasiones por su falta de higiene y la última tuve que visitar el hospital, sobre eso es mejor no dar más datos.

En definitiva, ha sido un viaje muy revelador, he conocido gente increible y he aprendido a valorar todo de otra manera.

Eso ha sido mi aprendizaje. Indudablemente la energía del sitio es diferente, mágica y maravillosa, tiene algo que te hace volver, pero en este primer viaje lo que me llevo es un cambio en mi escala de prioridades.

Recuerdo que cuando volví todo se me hacía extraño, todo tan limpio y organizado, pero me impactó la cara de la gente en el metro, sin alegría, inexpresivos, tristes.

Era un choque de emociones para mí. Cuando me preguntaron si iba a volver, no supe contestar, pero ahora, después de más de 1 mes en Madrid, no tengo ninguna duda, por supuesto que sí. Pero ahora ya sé dónde ir y qué hacer.

He aprendido mucho, pero no he hecho nada de lo que lleve planificado. Allí hay que dejarse llevar y nada es como lo esperas, hay otro ritmo de hacer las cosas y otra cultura, muy diferente a la nuestra.
Cancelé todos los trenes que había reservado y no visité ni la mitad de las ciudades que tenía previstas, pero tengo amigos y recuerdos que son mucho más de lo que soñé.

Ha sido uno de mis viajes que tenía que hacer. No ha sido fácil, ha habido momentos duros, evidentemente no era un viaje organizado en el que te van llevando, pero es de esas experiencias que recuerdas con muchísimo cariño. Volveré, sin duda.

Si quereis saber algo más concreto o práctico, o algo más sobre mí y mis pensamientos de este viaje, podeis visitar mi blog: