Oporto fue el inicio de nuestro viaje. Ya conocía Lisboa de hacia años, y quería volver, por lo que montamos este viaje para conocer mas ciudades, ver las playas portuguesas y volver a descubrir una de mis ciudades favoritas. De Oporto me sorprendió lo 'olvidad' que está, quiero decir, es como si nadie viviera allí, o solo vivieran personas aquí y allá. Muchos inmuebles abandonados, pero muchos, muchos.
Oporto podríamos dividirlo en varias zonas:
La Ribeira. Es la orilla del Duero, la mas concurrida, con restaurantes y tiendas typical tourist. Aqui es donde se concentra la mayor parte de la gente, encontrar una zona mas concurrida nos fue bastante complicado. Las vistas son maravillosas, eso si, con las famosas bodegas al otro lado del río y al espectacular puente Dom Luís I. Aquí os recomiendo que visitéis una Vinoteca donde os explicaran muy bien las cualidades y calidades de los vinos de Oporto, por si cuando visitéis las bodegas, os sabe a poco. Está en la calle Rua de São João Novo 46. Tiene un set para poder probar 3 vinos distintos, y te aconsejan muy bien.
La Catedral. Aquí es donde mas me llamó la atención la 'fauna' que vive por los alrededores, eso si, aquí es donde se ve la autentica naturaleza de la ciudad. Calles pequeñas, petaonales o no, de nuevo casas medio a caerse, y alguna tasca con sonidos de fados. Y las vistas de la Catedral desde cada uno de sus rincones es una postal de la ciudad.
La iglesia de los clérigos. Se ve la torre desde casi cualquier punto de la ciudad. Habia oido que es obligatorio subir los escalones (225 creo), pero por 5€ que cuesta, mejor te los ahorra y las vistas desde el puente Dom Luís I son igual de espectaculares.
Palacio de la Bolsa. Este palacio de estilo neoclásico construido a mediados del siglo XIX ofrece visitas guiadas con varios idiomas. Es un monumental edifico con preciosas salas y patios, toda una sorpresa.
La zona de la universidad. Aqui encontramos varios restaurantes (algunos curiosamente cerrados para ser pleno verano) donde comer bien y a un buen precio. En la calle travessa do Carmo está el popular Zé Botas, comida casera, a la parrila, buenos pescados y carnes. : un restaurante de comida casera que esta siempre repleto. Buena presentación, excelente bacalao y buen precio. Otro que probamos fue A Tasquinha. Rua Carmo 23. Taberna de comidas caseras, decoración tradicional portuguesa; grandes raciones y precios ajustados.
Zona de la estación. Hace poco leí que ha sido declarada una de las mejores estaciones de ferrocarril del mundo, y la verdad es que pasar su impresiónate pórtico es ver la cultura portuguesa en esencia, con unos azulejos preciosos por todas partes. Justo al lado, hay una calle en cuesta que sube a lo que podria ser el Chinatown de cualquier ciudad española, solo que aqui es un poco mas Indotown.
Bodegas de Oporto. Existen toda una serie de bodegas que pueden visitarse. Las más famosas son Sandeman, Offley y Ferreira. Y esas son las q[align=justify]ue nosotros visitamos. Hay un pack de 3 bodegas a 9€ (solo la de Sanderman vale 4€). Pero es excesivo, cuadrar los horarios de las visitas de cada una de las bodegas en español, hace que estés dando vueltas de bodega en bodega. Si la compras, tienes 24 horas para utilizarla. La que mas nos gustó fueron las de Ferreira, el guía fue muy profesional, explicándolo todo muy bien. Las de Offley fueron un poco a la carrera. Y en Sanderman se nota muy bien el marketing que tienen montado. Pero en las 3 te cuentan mas o menos lo mismo, por lo que si no queréis tanta visita, solo una visita es recomendable (por lo menos a mi me lo pareció).
Para comer, aquí comimos de rebote, ya estaba cerrando, en un restaurante que parecía el típico turístico. Pero fue la gran sorpresa del viaje. Restaurante Mare Baixa, justo al lado de las bodegas de Ramos Pinto. Local regentado por Antonio, un señor de los de toda la vida, y por su señora, una gran cocinera. Comimos una ensalada muy generosa, bacalao lagarleiro y una lubina con bebida (vino verde, os recomiendo Muralhas de Monçao), postre y café, y no llegó a 39€. El local es pequeñito y lleno de servilletas de papel donde los clientes le dejan mensajes a Antonio. Recomendable 100%.
No pudimos ir a la playa de Matosinhos, ya que tuvimos mala suerte y ese día además de nublado acabó cayendo un aguacero que nos pilló como turistas en sandalias.....
Oporto podríamos dividirlo en varias zonas:
La Ribeira. Es la orilla del Duero, la mas concurrida, con restaurantes y tiendas typical tourist. Aqui es donde se concentra la mayor parte de la gente, encontrar una zona mas concurrida nos fue bastante complicado. Las vistas son maravillosas, eso si, con las famosas bodegas al otro lado del río y al espectacular puente Dom Luís I. Aquí os recomiendo que visitéis una Vinoteca donde os explicaran muy bien las cualidades y calidades de los vinos de Oporto, por si cuando visitéis las bodegas, os sabe a poco. Está en la calle Rua de São João Novo 46. Tiene un set para poder probar 3 vinos distintos, y te aconsejan muy bien.
La Catedral. Aquí es donde mas me llamó la atención la 'fauna' que vive por los alrededores, eso si, aquí es donde se ve la autentica naturaleza de la ciudad. Calles pequeñas, petaonales o no, de nuevo casas medio a caerse, y alguna tasca con sonidos de fados. Y las vistas de la Catedral desde cada uno de sus rincones es una postal de la ciudad.
La iglesia de los clérigos. Se ve la torre desde casi cualquier punto de la ciudad. Habia oido que es obligatorio subir los escalones (225 creo), pero por 5€ que cuesta, mejor te los ahorra y las vistas desde el puente Dom Luís I son igual de espectaculares.
Palacio de la Bolsa. Este palacio de estilo neoclásico construido a mediados del siglo XIX ofrece visitas guiadas con varios idiomas. Es un monumental edifico con preciosas salas y patios, toda una sorpresa.
La zona de la universidad. Aqui encontramos varios restaurantes (algunos curiosamente cerrados para ser pleno verano) donde comer bien y a un buen precio. En la calle travessa do Carmo está el popular Zé Botas, comida casera, a la parrila, buenos pescados y carnes. : un restaurante de comida casera que esta siempre repleto. Buena presentación, excelente bacalao y buen precio. Otro que probamos fue A Tasquinha. Rua Carmo 23. Taberna de comidas caseras, decoración tradicional portuguesa; grandes raciones y precios ajustados.
Zona de la estación. Hace poco leí que ha sido declarada una de las mejores estaciones de ferrocarril del mundo, y la verdad es que pasar su impresiónate pórtico es ver la cultura portuguesa en esencia, con unos azulejos preciosos por todas partes. Justo al lado, hay una calle en cuesta que sube a lo que podria ser el Chinatown de cualquier ciudad española, solo que aqui es un poco mas Indotown.
Bodegas de Oporto. Existen toda una serie de bodegas que pueden visitarse. Las más famosas son Sandeman, Offley y Ferreira. Y esas son las q[align=justify]ue nosotros visitamos. Hay un pack de 3 bodegas a 9€ (solo la de Sanderman vale 4€). Pero es excesivo, cuadrar los horarios de las visitas de cada una de las bodegas en español, hace que estés dando vueltas de bodega en bodega. Si la compras, tienes 24 horas para utilizarla. La que mas nos gustó fueron las de Ferreira, el guía fue muy profesional, explicándolo todo muy bien. Las de Offley fueron un poco a la carrera. Y en Sanderman se nota muy bien el marketing que tienen montado. Pero en las 3 te cuentan mas o menos lo mismo, por lo que si no queréis tanta visita, solo una visita es recomendable (por lo menos a mi me lo pareció).
Para comer, aquí comimos de rebote, ya estaba cerrando, en un restaurante que parecía el típico turístico. Pero fue la gran sorpresa del viaje. Restaurante Mare Baixa, justo al lado de las bodegas de Ramos Pinto. Local regentado por Antonio, un señor de los de toda la vida, y por su señora, una gran cocinera. Comimos una ensalada muy generosa, bacalao lagarleiro y una lubina con bebida (vino verde, os recomiendo Muralhas de Monçao), postre y café, y no llegó a 39€. El local es pequeñito y lleno de servilletas de papel donde los clientes le dejan mensajes a Antonio. Recomendable 100%.
No pudimos ir a la playa de Matosinhos, ya que tuvimos mala suerte y ese día además de nublado acabó cayendo un aguacero que nos pilló como turistas en sandalias.....