Día 4.- Colonia - Berlin ✏️ Diarios de Viajes de Europa Central

Este día era especial, íbamos a Berlín donde nos encontraríamos con nuestro hijo que hacía ya tiempo que no veíamos, así que no teníamos intención de parar durante el camino salvo lo necesario.
Por la mañana, y tras hacer el Check out (el coche lo dejamos en el parking pues lo puedes dejar hasta que te vayas de la ciudad, obviamente pagando el tiempo de más) fuimos a dar un último paseo y como era aproximadamente las 9,30 de la mañana entramos a desayunar en un hotelito familiar que anunciaban desayunos caseros (era en la zona de las casas con las fachadas de colores y donde esta el cartel con la altura alcanzada por la inundación). No os pongo más detalles porque tampoco fue para tirar cohetes: bufet muy reducidito.
Salida de Colonia, cruzamos el Ehin y de nuevo a la autopista. Hoy no veríamos nada por el camino; todo seguido para hacer los algo mas de 500 kms hasta Berlin y ver a José Antonio.
Buenas autopistas las alemanas (para mí son mejores las francesas) aunque a veces teníamos retenciones porque muchas estaban en obras (supongo que aquí es al revés que en España y las obras las hacen en verano que están los alemanes en la costa).
Así, a la salida de Colonia tomamos la A3 hasta Leverkusen donde enlazamos con la A1 hacia el Este que dejaremos para tomar la A2 pasado Dortmund y que no deariamos hsta Postdam (a 20 kms de Berlín) en que se convertíria en la A10 y luego en la A115 con la que ya entraríamos en Berlín (por ciertto, se entra por la Spanische Allee).
Mientras vas circulando por la autopista no ves nada, solo bosques a lado y lado y durante cientos de kilómetros. Cuando a lo mejor la vía sube una colina y puedes ojear el horizonte, solo ves más árboles, de tal forma que te preguntas ¿dónde se meten los 90 millones de alemanes?.

Cuando circulas por Berlín, y sobre todo nosotros que íbamos al pleno centro de la ciudad, lo primero que te llama la atención es el poco tráfico de coches que hay. ES UNA MARAVILLA.
Por cierto, no lo he comentado antes, pero existe en muchas ciudades alemanas (entre ellas Berlín), una limitación a la circulación de vehículos en función de lo que contamine el motor. Los diessel lo tienen más complicado y también varía en función de la antiguedad del vehículo. El mío era gasolina sin plomo y no tuve problemas para conseguir la pegatina que hay que poner en el parabrisas. La pedí por Internet remitiendo la documentación del coche escaneada y me la enviaton por correo a Málaga en unos 10 días. (http://www.berlin.de/sen/umwelt/luftqualitaet/de/luftreinhalteplan/download/touristeninfo_sp.pdf).

La verdad es que la entrada en Berlin (bendito GPS) buscando el piso que tenía alquilado fue facil y espectacular: Bismarckstrasse, Strasse 17 de June, y toda la avenida teniendo por fondo la Puerta de Brandemburgo y llegando en el mismo auto hasta apenas 40 metros, rodeado por el Tiergarten y aterrizando por fin a las puertas del bloque donde está la vivienda que ocuparemos, apenas a 100 metros de la Puerta de Brandemburgo y al lado de la Wilhemstrasse.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Serían sobre las 18 horas y allí estaban esperando tanto nuestro hijo como el dueño de la casa, Peter, un encanto. Abrazos y besos al primero, saludos al segundo.
Tras unos minutos con Peter en los que nos explicó todo lo que necesitábamos saber, tanto sobre la casa como por lo relativo a supermercados, aparcamientos, transportes, etc,... y tras marcharse, vimos que realmente estábamos en un lugar especial: supermercado justo enfrente, parada de metro, de bus, Postdamer Platz a 300 m, Under den Linden a 100 m, etc...

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Así pues salimos a dar una vuelta por los alrededores y vimos en la calle jardineras grandes de madera adornadas con unos geranios espectaculares, casi como los de los patios cordobeses, que ya es decir, !!!PERO EN BERLIN!!!; después entramos en el supermercado para llenar la nevera y vemos que es enorme, casi un hipermercado de dos plantas y con precios más baratos que en Málaga (!!!pero bueno, esto es Berlín (el de Alemania) y se supone que todo es más caro; MIAU, tod más barato y los alimentos "bio" o ecológicos al mismo precio que los otros (uf, aquí si que cunde un sueldo). Bueno, aterricemos. Volvemos a casa con la compra y ya más tranquilos nos ponemos a cocinar y a ponernos al día.

Cena española: Tortilla de patatas y jamón serrano que llevabamos desde España. Vino alemán, un buen Riesling para acompañar.

Después a dormir que nos esperaban unos buenos días en Berlín.