La etapa de hoy es el relato de cómo siempre sale algo positivo de los hechos aparentemente negativos y de que perderse, muchas veces, sirve para reencontrarse.
09:00 Salimos de Merzouga
A las tres de la madrugada nuestra hija se ha despertado llorando, nos hemos dado cuenta de que era del frío y la hemos puesto a dormir como un angelito entre nosotros. A partir de entonces a nosotros nos ha sido bastante difícil volver a dormir. El revestimiento de las paredes al más puro estilo "nido de golondrina" y la humedad residual de las obras también han contribuido al insomnio. Por tanto, después de haber pasado la noche del loro con los niños despertándose constantemente y con los miembros entumecidos por culpa del frío soportado, nuestro nivel de tolerancia a las bromitas fáciles los amigos pseudo-tuareg era similar a cero. Hemos desayunado rápido y hemos salido en dirección Ouarzazate.
Hemos iniciado la ruta de hoy en el Km. 700 desde Marrakech y con la intención de dirigirnos a Ouarzazate pasando por la carretera N12 que une Rissani con N’kob, pasando por Alnif y desembocando en la N9 poco después de Tamnougalt. Según nuestras referencias se trata de una ruta rápida que se puede ejecutar en unas 4 horas y llegando a medias de 80 km / h (que ya es mucho para las carreteras de Marruecos).
Paisaje desértico con acacias entre Merzouga y Alnif
Los paisajes desérticos con abundantes acacias recortándose en el horizonte te transportan a la sabana africana, aunque con la tormenta de arena del día anterior las fotografías no acaban de salir bien porque en el ambiente hay una especie de niebla marrón que todo lo emborra.
La carretera está en buenas condiciones y el tráfico es realmente escaso. A las 10:35 pasábamos por Alnif, donde un camión estaba atravesado en la carretera y nos ha obligado a hacer un pequeño desvío, y a partir de esta población tan sólo hemos encontrado 8 coches en 75 km.
11:23 Los puntos kilométricos
A veces deberíamos confiar un poco más en los conocimientos adquiridos, pero no le damos suficiente importancia debido a que no nos ha costado esfuerzo adquirirlos.
Y eso nos ha pasado con los puntos kilométricos marroquíes, un gran ejemplo de como algo muy sencillo puede estar muy bien pensado. Estos pequeños monolitos prismáticos de color blanco y con la parte superior de color (rojo, amarillo o verde según el tipo de carretera) se utilizan en 4 de sus 6 caras: la inferior para apoyarse (obviamente), una de las caras estrechas para indicar la nomenclatura de la carretera y su punto kilométrico, las dos caras más anchas sirven para indicar las cercanas poblaciones y la distancia a la que se encuentran en ambos sentidos de la marcha. Tan pequeño y tan bien aprovechado.
Pues este conocimiento adquirido de manera casi subliminal nos ha puesto la mosca en la nariz cuando, pasada casi una hora después de Alnif y no habiendo encontrado ninguna población que pudiéramos localizar en el mapa, nos hemos dado cuenta de que nos habíamos equivocado de carretera. Nos debería haber hecho sospechar no encontrar ningún punto kilométrico en muchos kilómetros ... Pero no. Hemos atravesado el Jebel Sarhro por una carretera asfaltada que une Alnif con la N10 entre Tinerhir y Tinjedad, por donde habíamos pasado el día anterior. Y sobre el mapa Michelin 742 (el mejor y más actualizado hasta ahora) indica esta vía como una pista. Ni de coña, está asfaltada y hace bastante tiempo si hay que juzgarlo por el estado del firme.
La cara de idiotas que se nos ha quedado era para fotografiarla. Afortunadamente los niños han estado durmiendo mucho rato y hemos podido resolver el conflicto tranquilamente. Decir adiós a la posibilidad de visitar N'kob y Tamnougalt me ha dado mucha rabia y he ido arrastrando un mal humor considerable hasta llegar a Tinerhir, donde hemos parado a repostar y tomar unos refrescos.
13:30 El Kelaa M'Gouna o el Valle de las Rosas
Y como se dice que "No hay mal que por bien no venga" hemos tenido la oportunidad de adentrarnos un poco en el Valle de las Rosas aprovechando que volvíamos a pasar por El Kelaa M'Gouna, la problación en la cual desemboca el Assif M'Goun, el río que riega este magnífico valle, afluente del Dadés. Estamos en el Km. 975 de nuestro recorrido desde Marrakech.
Y desde ese momento nuestro día se ha convertido en pura "Baraka", la palabra que mejor define nuestros viajes por Marruecos, de hecho.
Ksar de Talmout
Kasbah de Tini
Nos hemos adentrado en el valle hasta un albergue situado en un lugar absolutamente privilegiado: la Kasbah Itran. Esta edificación aterrazada sobre la ladera de un macizo ofrece vistas impresionantes hacia el Ksar de Talmout a un lado y la Kasbah de Tini, del otro. Un lugar espectacular donde hemos aprovechado para comer en una de sus terrazas una comida muy correcta por 150 DH los cuatro.
Patio de la Kasbah Itran
Dejo el link a su web porquedespués de estar un rato por allí y de haber curioseado por las habitaciones estamos seguros de que en algún viaje futuro nos alojaremos en este lugar.
Terraza de la Kasbah Itran sobre el Valle de las Rosas
A las 15:00 salimos de la kasbah Itran en dirección a Ouarzazate y el km 1000 de nuestro recorrido desde Marrakech lo encontramos cerca de Skoura.
16:20 Ouarzazate
Llegar a " Le petit Riad "ha sido increíblemente sencillo porque se encuentra justo a la entrada de la ciudad en nuestro sentido de la marcha, en una avenida muy ancha que colinda con la valla del aeropuerto y donde es muy fácil aparcar.
Este establecimiento es un oasis en una ciudad donde todo el mundo está de paso. Regentado por Fátima, una elegante marroquí con una conversación muy amena y educada, el alojamiento tiene una relación calidad-precio excelente. No podemos creer la suerte que hemos tenido al escoger este lugar y aprovechamos el impecable baño para ponernos bien guapos y salir a cenar.
De todos los restaurantes que recomienda la Lonely, escogemos "La kasbah" porque se encuentra justo delante de la Kasbah de Taourirt, magníficamente iluminada de noche. Decidimos ir en coche porque queda un poco lejos y somos los únicos en la gran explanada que hace las veces de aparcamiento. Eso sí, no hay manera de esquivar al chaval que supuestamente hará de vigilante de nuestro bólido ...
Lo mejor del restaurante son las terrazas, pero considerando que hace frío, que somos los únicos clientes y que los camareros están poco dispuestos de servir en ellas la cena, nos instalan en un pequeño y claustrofóbico comedor interior. A veces no entendemos la actitud hacia el turista ... La desidia es muy evidente en algunas situaciones y da pena porque transmite un mensaje muy erróneo sobre el país y su gente.
La kasbah de Taourirt desde el Restaurante la Kasbah
Este restaurante tiene todos los ingredientes para pillar un buen dolor de estómago: ningún cliente y una carta repleta de platos cocinados previamente. Yo me pido una harira y unas brochetas, pero a los niños no hay manera de convencerles que no pidan couscous y, por supuesto, mi compañero no puede vivir ni un instante más sin un tajine de cordero con ciruelas.
Y, como suele ser habitual, me he equivocado en la elección: la harira insípida me la he tenido que comer en una especie de cuchara de madera con una geometría imposible, en un plato en el que no cabían más esconchones y las brochetas estaban casi carbonizados.Eso sí, el tajine de cordero con ciruelas es el mejor que hemos comido hasta ahora y el couscous es más que aceptable. Todo ello acompañado de una cocinera que gritaba como una posesa por un precio de 260 DH los cuatro.
La kasbah de Taourirt de noche
Ni que decir tiene que el supuesto vigilante del parking no estaba allí cuando hemos salido ...