Zion Park - Las Vegas ✏️ Diarios de Viajes de USA

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Lo primero que hicimos fue bajar a desayunar al hotel, ya que estaba incluido en el precio, pero después de ver lo que tenían decidimos ir a la gasolinera que estaba al lado del hotel y comprarnos unos zumos y unos bollitos que no estaban del todo malos.

Aún temprano, sobre las 8:00 am salimos hacía Zion Park, ya sabíamos que no íbamos a ver mucho de este parque, porque nuestra intención era llegar a Las Vegas y aprovechar la tarde para ir de compras a los outlets.

Llegamos al parque y aparcamos en el parking y decidimos coger unos de los autobuses que nos llevarían hasta una de las rutas que teníamos curiosidad por ver, nuestra intención era hacer la ruta The Narrows, pero no teníamos mucha idea en que consistía exactamente, por lo que nos dirigimos hacía allí para verlo.



El poco trozo de ruta que hicimos era precioso, un camino bastante suave que bordeaba el río, y digo que duró poco porque más o menos cuando aún no llevábamos una hora de caminata nos encontramos con la sorpresa que para continuar debíamos de atravesar el rio y el agua llegaba casi hasta la cintura y estaba helada. Nuestro gozo en un pozo, nos hacía ilusión hacer la ruta porque transcurría en medio de un cañon e iba recorriendo el río de parte a parte, pero no íbamos equipados para la ocasión, ya que nos dijeron que el agua podría llegar hasta el pecho para poder continuar la ruta, por lo que desiusionados, pero con la promesa de que volveríamos para hacer la ruta, nos dirigimos de nuevo al autobús para hacer otros de los trails.


El sendero que cogimos a continuación fue el Emeral Pool Trail, que dicen que es uno de los más famosos porque por el camino te encuentras unas pequeñas cascadas y y se junta con otros trails, por lo que si seleccionas bien la ruta puedes hacer un trail de casi 2 horas casi circular que va recorriendo la montaña y vas viendo cascaditas, la verdad es que estuvo muy bien.



Al finalizar hicimos otro minitrail muy corto donde tuvimos suerte y vimos varios ciervos con crías y muy de cerca



Después de este trail y como ya eran casi la 1:00 pm decidimos abandonar el parque para ir a comer fuera y después dirigirnos hacia Las Vegas, que nos hacía mucha ilusión.


Comimos en un Mexicano, cómo no, unas hamburguesas y unos refrescos, aprovechamos para llamar a nuestras familias y pusimos rumbo a Las Vegas.

El camino se hace un poco largo, ya que son 3,5 horas de viaje, pero a medida que te vas acercando vas viendo las autovías grandes y vas viendo los super casinos y hoteles a lo lejos. La verdad es que es impactante ir con el coche tan cerca de los superhoteles y ver lo que tantas veces has visto en fotos o en la tele. Yo estaba conduciendo y no podía para de mirar a todos los sitios alucinando con todo lo que estaba viendo, y con ganas de dejar el coche en el hotel y poder recorrerlo todo, cámara en mano.



El hotel escogido fue el Planet Hollywood, al que no creo que vuelva, no porque el hotel estuviera mal, sino porque para llegar del parking del hotel hasta el hotel había que atravesar todo el centro comercial que hay dentro del hotel, y claro está es un lío ir con las maletas de un sitio a otro por todo el hotel, sin saber muy bien donde te diriges, porque es enorme.



Nos costó un rato encontrar la recepción del hotel, para hacer el check-in, ya que aquello era immenso y no nos aclarábamos del todo bien, pasamos varias veces por el casino del hotel, maleta en mano.

Una vez hicimos el check-in, nos dirigimos a nuestra habitación, la verdad es que no estaba nada mal, aunque no teníamos vistas a nada, una pena. Sin tiempo para nada, nos fuimos a buscar los Outlets tan famosos de Las Vegas para realizar nuestras compras, y gracias como no a nuestro GPS encontramos sin problemas.

La verdad es que los precios no estaban nada mal y acabamos cargando bastantes cosas, pero aquí llego el susto del viaje. Cuando ya estaban cerrando los Outlets y nos dirigíamos al coche nos dimos cuenta que no teníamos las llaves del coche , y fue un momento de shock bastante importante, ya que se estaba haciendo de noche, las tiendas estaban ya cerradas e íbamos cargados con las bolsas de todo lo que habíamos comprado, por lo que decidimos separarnos e ir a buscar a todas las tiendas donde habíamos ido, que eran unas cuantas para intentar encontrarlas, después de varios intentos en algunas tiendas sin éxito al fin en una de ellas estaba la dichosa llave que se me había caído en unos probadores, ufffff vaya susto, aun me temblaban las piernas del susto, . Al final todo salió bien y fue solo un gran susto, pero qué susto, jejej.


Depués de reponernos un poco volvimos al hotel a dejar todas nuestras compras y arreglarnos para salir por fin a visitar la ciudad.

Nuestra intención era ir a la torre Stratosphere y después pasarnos por Fremont Street para ver el Fremont Street Experience, la super pantalla gigante con música e imágenes que recorre todas la calle.

Como en todos los hoteles de Las Vegas el parking es gratuito, por lo que fuimos en nuestro coche y sin perder de vista las llaves esta vez, nos dirigimos al Stratosphere, con ganas de subir hasta arriba y contemplar toda la ciudad, y como ya era de noche era un espectáculo digno de ver.



Con la entrada a la torre tenías una oferta en una de las pizzerías que estaban en el entrada, por lo que la aprovechamos para cenar allí. La verdad es que las vistas son espectaculares, se veían todos los superhoteles llenos de luces y coches. La verdad es que parece una gran feria. También pudimos ver desde lejos una super tormenta de rayos a la que no dejamos la oportunidad de hacerle alguna foto espectacular.


Después de las maravillosas vistas nos dirigimos hacia el Downtown de Las Vegas, Fremont Street.
La verdad es que el barrio no parece muy seguro y encontrar parking nos resultó un poco difícil ya que no había nadie en las calles y daba un poco de respeto, por lo que al final decidimos aparcar en una especie de parking de uno de los casinos al aire libre y con un poco de miedo, ya que desde el coche hasta la Fremont Street había un rato andando y no se veía nadie por las calles.



Al llegar allí se nos pasó un poco el acojone, aunque estábamos un poco intranquilos con el coche, por lo que la visita no duró mucho. De todas formas nos dio tiempo a ver un par de canciones de el Freemont Street Experience. La verdad es que es una pasada ver como se apagan todas las luces de la calle y solo está encendido la pantalla del techo, que se llena de imágenes y música. Todo el mundo mirando hacia arriba y flipando un poco con el espectáculo.



Después de ver gente muy rara por allí con supercervezas y como ya era un poco tarde nos fuimos a recoger nuestro coche y nos dirigimos a nuestro hotel.

Una vez allí decidimos visitar el casino y probar suerte, aunque no sabíamos como funcionaban las máquinas y madre mía el casino estaba lleno de ellas y nosotros no teníamos ni idea de como funcionaban.



El mecanismo es bastante fácil una vez lo sabes, sólo se pueden usar con billetes, con tarjetas de crédito o con una especie de tarjetas que es donde te pagan los premios. Cada vez que quieres cobrar al go de una máquina te sale una tarjeta por el importe ganado y eso lo puedes usar para otra máquina, ya no salen monedas ni nada por el estilo. Y nosotros éramos tan novatos en estas cosas que incluso intentamos poner monedas en alguna máquina para ver si la hacíamos funcionar y claro está creo que nos la cargamos. Después de averiguar cómo funcionaba metimos nuestro primer billete de 5$ y cuál fue nuestra sorpresa que en la primera tirada nos tocó premio, ejjej, no sabíamos ni cómo funcionaba la máquina y aquello empezó a sonar como si hubiéramos ganado el premio gordo, al final sólo fueron 12$ pero bueno para ser la primera vez no estaba mal, al final nos gastamos esos 12$ que nos había tocado y no nos volvió a tocar nada más ohhhh, por lo que ya cansados nos fuimos a descansar a nuestra habitación, con las ganas de levantarnos e ir a visitar Las vegas en todo su esplendor.

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