Día 2. Lo más dulce de Oporto ✏️ Diarios de Viajes de Portugal

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Nos levantamos temprano, y bajamos a desayunar, que lo teníamos incluído con la habitación.
El espacio del restaurante, grande. La variedad, bien.
Lo que más me llamó la atención es que tenían neskiq en vez de Cola-Cao que suele ser lo normal en España, y además, en vez de tener sobrecitos, tenían el bote, como el que uno tiene en casa para el desayuno y te echabas lo que necesitases en tu taza... que cosas.
El zumo, pues más bien me recordaba al tang que otra cosa, asi que me cogí para probar el multifrutas, que sabía menos a polvos.

La verdad es que ese día pensé, vaya, si que vamos tarde, que no hay casi nadie, y eran como las 9, pero ay, es que lo que íbamos era muy temprano!! al volver a bajar de la habitación para salir del hotel, estaba lleno!!!!! de españoles, por supuesto

Y con estas salimos de nuevo a patear Oporto, que al final fue menos de lo que pensábamos porque ya no quedaba mucho, y además es más pequeño de lo que parece.

Nos habíamos preparado una ruta para el día y lo primero a visitar era la iglesia y la torre de los clérigos junto con la librería Lello.
Para llegar hasta allí antes pasamos por una plaza, donde está la Igleja do Carmo, como no, azulejada como manda ser una iglesia portuguesa.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

De ahí lo primero que teníamos era la librería Lello, donde se rodaron escenas de Harry Potter. Por dentro sin duda es preciosa, pero no dejan hacer fotos del interior, así que dejo un par de fotos de internet, porque merece mucho la pena. Y una de las mías del exterior.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Aquí al lado está lo que íbamos principalmente a ver, la iglesia y la torre de los clérigos. Para entrar la iglesia es gratuíta y para subir a la torre hay que pagar 2 euros, pero no está mal las vistas que tiene.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Y la iglesia es muy bonita

*** Imagen borrada de Tinypic ***

De aquí nos movimos al mercado del Bohlao, es un mercado típico, como los españoles

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Y tras esto, emprendimos camino por la Rua Santa Catarina de nuevo hacia el centro. Por allí pasó un tranvía y aproveché para hacerle una foto, porque no nos íbamos a subir. La verdad es que creo que era algo caro... Además pasaba cada mucho tiempo y la ruta que hace es bastante corta.
Además, ya nos resarcimos con el tranvía de Lisboa

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Según nos acercábamos al puente de Dom Luis para cruzar a Vila Nova de Gaia, ibamos pensando, por donde demonios está la calle que la al puente? Mapa en mano estuvimos busca que te busca, porque la verdad es que no se ve muy bien, puesto que donde está el puente hay 2 alturas. Nosotros queríamos pasar por arriba y volver por abajo, pero no había manera de aclararse. Así que en el camino nos encontramos con la Iglesia de Santa Clara.
Es una iglesia pequeñita, y muy escondita, bonita, pero no tengo fotos del interior, y por fuera, cualquiera diría que es una iglesia porque la fachada es un muro, una puerta, y ya.

Al fin conseguimos encontrar la calle del puente, y caminando hacia Vila Nova, pasas al lado de los metros, que esta parte lógicamente van al aire! La verdad es que las fotos de la Ribeira desde el puente y desde el otro lado son preciosas.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Al llegar al otro lado te encuentra en la parte de arriba, y claro, resulta que las bodegas están en la parte de abajo. Y piensas, como demonios bajo? Pues hay un teleférico que te baja, si quieres, previo pago, eso sí de 5 euros u 8 si es ida y vuelta. Y va a ser que no. Eso sí, el precio no lo sabes hasta que no entras en las instalaciones. Supongo que para que pienses, ya que estoy aquí... Y la verdad es que iba bastannnnnnnte vacío.
Así que por una callejuela vimos bajar gente y por allí nos fuimos. Como dice el refrán, donde vas Vicente, donde va la gente!!
Y llegamos a la orilla del Duero nuevamente. Allí te asaltan ofreciendote cruceros combinados con entradas a las distintas bodegas, pero nosotros ya habíamos hecho el crucero y encima para nada, porque no vale la pena.

Supongo que hubiese sido una buena idea tener ya pensado que bodega visitar, pero como siempre, al final nunca tengo todo pensado y dejo las cosas a la improvisación, por lo que a veces sale bien, y a veces, sale mal.
Y como no sabíamos que visitar, nos dejamos guiar, nunca mejor dicho, por la guía. Hablaba de varias, y la más cercana y parecía que tenía buena pinta era la bodega Ramos Pinto. Muchas otras bodegas eran inglesas, pero esta, era Portuguesa, y nos hizo gracia. Y además estaba justo en la calle del río.
Cuando llegamos a esta conclusión era casi la una de la tarde, y cuando nos acercamos a ver el horario, resulta que cerraban de 1 a 2. Así que pensamos en comer. Y para ello hay un montón de restaurantes, y nosotros nos decidimos por uno que creo que era de los más caros, que estaba en el medio del paseo. Era un cubo de cristal, donde servían un poco de todo. Y allí nos metimos. Creo que ponía Ar de Rio, pero no estoy muy segura. Está justo enfrente de la bodega Ramos Pinto.

Bien, dentro ya, como se dice en todos los sitios, te ponen cositas que se supone que te cobran después cuando te las comes. Había varias cosas. Como una especie de patés y luego en un plato aparte unos quesos. Nosotros comimos los patés, unas croquetas de bacalao y 2 trocitos de empanada, que no nos cobraron.
Tocaba elegir, y que elegimos??? Pues francesinhas!!! Eso sí, resulta que hay varios tipos. Yo me pedí la normal, y mi chico la Sevilhana, que tenía aparte de lo normal, gambas.
La verdad es que había mirado un poco por encima en los foros a ver que era, y que tenía dentro, pero no muy a fondo, asi que lógicamente cuando la probé me llamó la atención lo que tenía, o lo que pude averiguar que tenía.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Puedo decir, que a lo único que me supo realmente era a Avecrem... que lo cubría tooooooodo. Dentro llevaba como varios tipos de carne, como algo de chorizo o similar también y me pareció descubrir mortadela con aceitunas!!
Vamos que muy bien la experiencia de probarla, pero no tenía intenciones de volver a comerla. Quizá me esperaba otra cosa, no sé.
Gustos aparte, recomiendo probarla, pues es de lo más típico y al menos, ver como sabe. Seguro que hay muchos a los que les encanta.
2 franceshinas, y un agua de 0,5, 22,90. Había sitios en los que te ofrecían por los 22 euros, 2 francesinhas, vino y café.


Cuando salimos del restaurante, fuimos a la bodega y preguntamos para visitar. Atención a lo que viene a continuación, que al menos a mi, no me había pasado nunca.
Nos dijo la chica, en un muy buen español, que la visita eran 5 euros por persona, que la siguiente era a las 14.30 y que era en inglés, porque el primero que compra el ticket para una hora, elige el idioma!!!! Ya me haría gracia que venga uno y les diga que en árabe, o japonés... me imagino que a elegir entre unos pocos idiomas, que sino, puedes flipar
También nos dijo que la siguiente era a las 15.30, en portugués, y que para las 16.30 nadie había comprado. Sinceramente, quedarme hasta las 16.30 o luego dar la vuelta no me apetecía nada, asi que decidimos que la hacíamos en inglés, porque seguro que en la de portugués no íbamos a entender demasiado, porque el portugués escrito, sí, hablado, no.

Así que compramos las entradas y a las 14.30 entramos con un grupito de todo ingleses. La verdad es que se entendía muy bien a la chica, menos mal!
La visita es entretenida, y lo más divertido son los carteles de anuncios de la firma antiguos, que son muy bonitos. Al final de la visita te dan dos vinos de degustación, uno blanco y uno tinto. A mi personalmente, no me gusta este tipo de vinos, dulces, pero no íbamos a irnos de Oporto sin probarlos!

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Y el cartel que representa hoy en día a la marca es este:

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Tras salir de aquí vimos que en el cielo se acercaban unos nubarrones horribles, con muy mala pinta, así que sin prisa, pero sin pausa, nos volvimos al lado de Oporto, para subir de nuevo a la Rua de Santa Catarina, donde yo, como no, me quería comprar un bolso que había visto. Barato no es, costaba 39,90 euros.

Lo que viene a continuación es lo menos divertido del viaje. De pronto, comenzó la lluvia y no paró en toda la tarde. Como no, los paraguas nos los habíamos dejado en el hotel, puesto que por la mañana había hecho un tiempo precioso.
Así que nos metimos en un centro comercial que hay en la Rua Santa Catarina, creo que se llama Via Catarina. Tiene un montón de tiendas, y allí esperamos, como mucha gente a ver si paraba.
En un momento que paró, me fui a la tienda a comprar el bolso, y dimos una vuelta por la calle. Llegamos a una cafetería, haciendo esquina en la Rua Santa Catarina, al lado de otra que se llama acuarela que estaba en la guía pero donde había bastante gente, y allí nos metimos a pasar el rato, porque yo ya tenía frío.
Un café 0,75 como había dicho ya.

Pasado el rato, decidimos ir a cenar, como los europeos. Y como no me apetecía andar buscando, nos metimos en el centro comercial y comimos unos trozos de pizza en el pizza hut.
Ya sé que es lo peor que se puede hacer cuando vas de turismo, meterte en una franquicia como esta, pero no me lo tengáis en cuenta, que hacía mucho frío y medio volvía a llover.

Cuando terminamos de cenar, salimos y parecía que la lluvia había dado otra tregua, así que aprovechamos para volver al hotel y meternos en la camina, calentienos, que al día siguiente, tocaba abandonar Oporto.

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