Con todo listo regresamos a Roma. Después de 4 horas llegamos a nuestro destino. Se acercaba la hora de comer y decidimos hacerlo en el barrio de Trastévere.
Aparcamos y nos fuimos a la Pizzeria Ponentino, en Piazza de Drago 10. Comimos muy bien.
Después dimos una vuelta por este maravilloso barrio. De aquí nos fuimos a ver las Criptas de los Franciscanos Capuchinos que se encontraban en la Iglesia de la Inmaculada Concepción, en la Via V. Veneto núm. 27. Recordad aquellas que intenté ver y habían cerrado hacía cinco minutos. Pues bien eran las 5 y media y estaban abiertas. Dimos varias vueltas para aparcar y no había manera. Eran menos cuarto, al final dejé el coche en una zona de carga y descarga. Mi mujer y mis hijas no quisieron verlas y me esperaron en el coche.
Si bien no cobran entrada hay que hacer un donativo forzoso, creo recordar de dos euros. La verdad es que impresionó. Se trata de 6 criptas en donde hay restos de monjes. Todos los restos son huesos de religiosos franciscanos. Incluso hay cuerpos enteros con el hábito y su capucha. Me llamó la atención que las lámparas estuviesen hechas con huesos. Desde mi punto de vista no es apto para niños.
HORARIOS: De viernes a miércoles de 9:00 a 12:00 y de 15:00 a 18:00 horas
Como no sepodía grabar ni hacer fotografías compré unas postales.
Información criptas
Después nos acercamos a CASTEL DE SANT ANGELO. Fue construido a orillas del rio Tíber en el año 123 d.C. En su origen fue un mausoleo para el emperadro Adriano.
Horario de 9 a 19.00 horas. De martes a domingo.
Precio: Adultos: 8,50€. Ciudadanos de la UE entre 18 y 24 años: 6€.
Estaba cerrado y nos tuvimos que conformar con las vistas. Las panorámicas del puente y al fondo el castillo son preciosas.
Eran las 7 de la tarde y teníamos que irnos para Civitavecchia. Pero antes decidimos subir a la Colina Gianicolo para tener una panorámica de Roma. Se encuentra cerca del barrio Trastevere. Cogimos la via Passeiggata del Gianicolo y llegamos hasta el monumeto de Giuseppe Garibaldi y aparacamos. Desde allí tuvimos unas vistas de toda Roma.
Muy pesar nuestro teníamos que despedirnos de Roma, no sin antes disfrutar de aquellas maravillosas vistas.
Llegamos a Civitavecchia sobre las 9 de la noche y a las 11 de la noche embarcamos.
Arrivederchi Italia!!!
Después de 20 horas de travesía llegamos al puerto de Barcelona.