El despertador ha sonado a las 6,45h aunque hacía rato que estábamos despiertos. Aquí amanece temprano y la luz entraba por el ventanal de la habitación.
A las 07.00h en punto, tal y como habíamos pedido, nos traían a la terraza el desayuno. Nos hemos tomado las tortitas de plátano, la fruta y las tostadas con “nocilla” (por fin chocolate!) con vistas a la bahía de Labuan Bajo, viendo el ir y venir de barcos.
A las 08.00h venía a buscarnos nuestro conductor. Hemos pagado las 550.000 INR en el Bay View Gardens (450.000 INR es el precio estándar, pero nos pedían 50.000 INR más por persona y noche por tratarse de temporada alta) y hemos subido al coche. La sorpresa es que, además del conductor, nos acompañaba otro chico indonesio. Hemos supuesto que sería un guía, que nosotros no habíamos contratado, pero como eso no sube el precio y como el chico se ha tirado todo el viaje callado y durmiendo, no nos ha supuesto un gran problema.
La carretera de Labuan Bajo a Ruteng es empinada y bastante desigual. Hay tramos en los que el asfalto es nuevo y otros en los que los agujeros son tan grandes que el coche casi no avanzaba. Aún así, la velocidad media no ha debido ser superior a los 40 km/h. Parece que van ensanchar la carretera en ciertos tramos ya que nos hemos encontrado excavadoras y bastante gente picando los laterales.
El paisaje es precioso. Después del secarral de Komodo, esta isla nos ha sorprendido por tantísima vegetación como hay. Por momentos parecía ver imágenes del inicio de Parque Jurásico.
A las 12.00 llegábamos a Cancar (pronunciado Chánchar). El guía se había despertado y nos ha dicho que teníamos que pasar a una casa a firmar el libro de visitas. Así lo hemos hecho. En lo que no hemos sido tan obedientes ha sido en pagar nada menos que 10.000 INR por persona. Hemos subido por un camino estrecho sin que nadie nos indicara y hemos llegado a lo alto de una colina desde la que se veía esto. Espectacular, ¿verdad?.
Cuando hemos acabado con las fotos, hemos vuelto al coche y el guía nos ha repetido que teníamos que pagar. Le he preguntado que dónde estaba el ticket y él se ha dirigido a una señora que venía enfurruñada. Se han entendido las palabras tícket, turista y administración, pero el resultado final ha sido que nos hemos marchado sin pagar. En la lonely se indicaba que sólo se pagaba por la visita a pueblos, no por subir a una colina y hacer unas fotos. En el hotel de Ruteng nos han confirmado después que por visitar campos de arroz no se paga, pero sí por ir a pueblos tradicionales.
En menos de media hora hemos llegado a Ruteng. Nos esperábamos un pueblo más grande y más compacto. Y si parece grande es por lo disperso que está todo. El guía nos ha preguntado dónde nos alojábamos. Después del desayuno en Labuan Bajo, habíamos pedido al personal de recepción del Hotel Bay View Garden que llamara a Santa Maria Kongregasi con tan mala fortuna que todas las habitaciones estaban completas. La segunda opción de alojamiento que teníamos en Ruteng era el hotel Rima, primero porque una chica con la que coincidimos la noche anterior nos dijo que no estaba mal y segundo porque lo mencionaba la santa Lonely.
El conductor nos ha traído hasta el hotel donde apenas nos entendían en inglés. ¿Qué tipo de clientes tienen? Dudo mucho que sean indonesios por el precio de las habitaciones. Hoy sólo les quedaban la habitación con baño compartido a 100.000 INR o la habitación business con baño privado y agua caliente por 250.000. Hemos visto ambas y nos hemos decidido por la más cara. La otra opción no disponible era la de habitación doble con baño privado pero agua fría por 200.000. No la habríamos elegido y, después de pasar el frío que está haciendo, menos todavía.
Hemos dejado las mochilas y hemos preguntado al “guía” cuáles eran los planes. Ellos se iban a comer y volvían en unos 50 minutos a recogernos. Nosotros nos hemos quedado a picar algo en el hotel con tan mala suerte que nos han dicho que no tenían menú y no preparaban comidas. Pues nada, ya cenaríamos más.
Una hora después ya teníamos el coche esperándonos. Nos han llevado a Ruteng Pu (digo yo que se referían a Ruteng Pulau), un pueblecito tradicional que defrauda bastante ya que sólo tiene dos casas de madera y paja para visitar y al módico precio de 20.000 INR por persona. Esta vez el guía no quiso ni salir del coche, sólo nos dijo que fuéramos a una casa a firmar el libro de visitas y ha sido la señora que había dentro la que se ha encargado de enseñaros, esta vez sí, unos tíckets en indonesio donde sólo entendíamos el dinero que había que pagar. De haberlo sabido, tal vez habríamos obviado esta visita porque no ha valido mucho la pena pero si vais, los niños os pedirán bolis o galletas. Nosotros llevábamos globos y se han puesto la mar de contentos.
De aquí, a Golo Curu, un mirador en lo alto de un monte desde el que se tienen unas vistas magníficas de arrozales en terraza. Lástima que hubiera varios árboles que no nos han dejado sacar las fotos perfectas.
Terminadas estas visitas, les hemos pedido que nos dejaran en el centro del pueblo, ya que el hotel Rima está un poco más alejado. Eran las 16.00h. Vistas las pocas opciones de restaurantes que nos hemos encontrado en el pueblo, hemos pasado a un supermercado a comprar un zumo, unas galletas y…tras un paseo por el mercado, unos plátanos (5.000 INR).
En el paseo por el pueblo nos hemos dado cuenta de que éramos la atracción. Todo el mundo se volvía a mirarnos, todos parecían querer saludarnos. Ha debido coincidir también con la salida del cole de los niños y veías cómo querían cambiarse de acera para encontrarse con nosotros y saludarnos a él o a mí indistintamente con un “Hello, Mister”. Pura simpatía e inocencia!
Amenazaba lluvia, así que hemos vuelto al Hotel Rima. Hay conexión a internet por la que piden 25.000 INR. Hemos intentado encontrar a alguien que nos diera la contraseña de acceso pero no ha habido suerte. Total, esta mañana ya habíamos escrito los mails correspondientes, así que hemos dedicado lo que quedaba de tarde a ver unas series en el ordenador. A las 20.30h estábamos ya en la habitación, muertos de frío. Después de una ducha rápida (porque el termo no calentaba más agua) y de sufrir un apagón de luz…nos vamos a dormir.
Hasta mañana!
Hotel Rima
Jl. A. Yani, 14
Tel (0385)22196
Móvil: 081339454057
telldyd_n14@yahoo.com
Parece que tienen otro hotel de 4 estrellas en la misma ciudad y con los mismos datos de contacto con el nombre de Dynasty Garden.
A las 07.00h en punto, tal y como habíamos pedido, nos traían a la terraza el desayuno. Nos hemos tomado las tortitas de plátano, la fruta y las tostadas con “nocilla” (por fin chocolate!) con vistas a la bahía de Labuan Bajo, viendo el ir y venir de barcos.
A las 08.00h venía a buscarnos nuestro conductor. Hemos pagado las 550.000 INR en el Bay View Gardens (450.000 INR es el precio estándar, pero nos pedían 50.000 INR más por persona y noche por tratarse de temporada alta) y hemos subido al coche. La sorpresa es que, además del conductor, nos acompañaba otro chico indonesio. Hemos supuesto que sería un guía, que nosotros no habíamos contratado, pero como eso no sube el precio y como el chico se ha tirado todo el viaje callado y durmiendo, no nos ha supuesto un gran problema.
La carretera de Labuan Bajo a Ruteng es empinada y bastante desigual. Hay tramos en los que el asfalto es nuevo y otros en los que los agujeros son tan grandes que el coche casi no avanzaba. Aún así, la velocidad media no ha debido ser superior a los 40 km/h. Parece que van ensanchar la carretera en ciertos tramos ya que nos hemos encontrado excavadoras y bastante gente picando los laterales.
El paisaje es precioso. Después del secarral de Komodo, esta isla nos ha sorprendido por tantísima vegetación como hay. Por momentos parecía ver imágenes del inicio de Parque Jurásico.
A las 12.00 llegábamos a Cancar (pronunciado Chánchar). El guía se había despertado y nos ha dicho que teníamos que pasar a una casa a firmar el libro de visitas. Así lo hemos hecho. En lo que no hemos sido tan obedientes ha sido en pagar nada menos que 10.000 INR por persona. Hemos subido por un camino estrecho sin que nadie nos indicara y hemos llegado a lo alto de una colina desde la que se veía esto. Espectacular, ¿verdad?.
Cuando hemos acabado con las fotos, hemos vuelto al coche y el guía nos ha repetido que teníamos que pagar. Le he preguntado que dónde estaba el ticket y él se ha dirigido a una señora que venía enfurruñada. Se han entendido las palabras tícket, turista y administración, pero el resultado final ha sido que nos hemos marchado sin pagar. En la lonely se indicaba que sólo se pagaba por la visita a pueblos, no por subir a una colina y hacer unas fotos. En el hotel de Ruteng nos han confirmado después que por visitar campos de arroz no se paga, pero sí por ir a pueblos tradicionales.
En menos de media hora hemos llegado a Ruteng. Nos esperábamos un pueblo más grande y más compacto. Y si parece grande es por lo disperso que está todo. El guía nos ha preguntado dónde nos alojábamos. Después del desayuno en Labuan Bajo, habíamos pedido al personal de recepción del Hotel Bay View Garden que llamara a Santa Maria Kongregasi con tan mala fortuna que todas las habitaciones estaban completas. La segunda opción de alojamiento que teníamos en Ruteng era el hotel Rima, primero porque una chica con la que coincidimos la noche anterior nos dijo que no estaba mal y segundo porque lo mencionaba la santa Lonely.
El conductor nos ha traído hasta el hotel donde apenas nos entendían en inglés. ¿Qué tipo de clientes tienen? Dudo mucho que sean indonesios por el precio de las habitaciones. Hoy sólo les quedaban la habitación con baño compartido a 100.000 INR o la habitación business con baño privado y agua caliente por 250.000. Hemos visto ambas y nos hemos decidido por la más cara. La otra opción no disponible era la de habitación doble con baño privado pero agua fría por 200.000. No la habríamos elegido y, después de pasar el frío que está haciendo, menos todavía.
Hemos dejado las mochilas y hemos preguntado al “guía” cuáles eran los planes. Ellos se iban a comer y volvían en unos 50 minutos a recogernos. Nosotros nos hemos quedado a picar algo en el hotel con tan mala suerte que nos han dicho que no tenían menú y no preparaban comidas. Pues nada, ya cenaríamos más.
Una hora después ya teníamos el coche esperándonos. Nos han llevado a Ruteng Pu (digo yo que se referían a Ruteng Pulau), un pueblecito tradicional que defrauda bastante ya que sólo tiene dos casas de madera y paja para visitar y al módico precio de 20.000 INR por persona. Esta vez el guía no quiso ni salir del coche, sólo nos dijo que fuéramos a una casa a firmar el libro de visitas y ha sido la señora que había dentro la que se ha encargado de enseñaros, esta vez sí, unos tíckets en indonesio donde sólo entendíamos el dinero que había que pagar. De haberlo sabido, tal vez habríamos obviado esta visita porque no ha valido mucho la pena pero si vais, los niños os pedirán bolis o galletas. Nosotros llevábamos globos y se han puesto la mar de contentos.
De aquí, a Golo Curu, un mirador en lo alto de un monte desde el que se tienen unas vistas magníficas de arrozales en terraza. Lástima que hubiera varios árboles que no nos han dejado sacar las fotos perfectas.
Terminadas estas visitas, les hemos pedido que nos dejaran en el centro del pueblo, ya que el hotel Rima está un poco más alejado. Eran las 16.00h. Vistas las pocas opciones de restaurantes que nos hemos encontrado en el pueblo, hemos pasado a un supermercado a comprar un zumo, unas galletas y…tras un paseo por el mercado, unos plátanos (5.000 INR).
En el paseo por el pueblo nos hemos dado cuenta de que éramos la atracción. Todo el mundo se volvía a mirarnos, todos parecían querer saludarnos. Ha debido coincidir también con la salida del cole de los niños y veías cómo querían cambiarse de acera para encontrarse con nosotros y saludarnos a él o a mí indistintamente con un “Hello, Mister”. Pura simpatía e inocencia!
Amenazaba lluvia, así que hemos vuelto al Hotel Rima. Hay conexión a internet por la que piden 25.000 INR. Hemos intentado encontrar a alguien que nos diera la contraseña de acceso pero no ha habido suerte. Total, esta mañana ya habíamos escrito los mails correspondientes, así que hemos dedicado lo que quedaba de tarde a ver unas series en el ordenador. A las 20.30h estábamos ya en la habitación, muertos de frío. Después de una ducha rápida (porque el termo no calentaba más agua) y de sufrir un apagón de luz…nos vamos a dormir.
Hasta mañana!
Hotel Rima
Jl. A. Yani, 14
Tel (0385)22196
Móvil: 081339454057
telldyd_n14@yahoo.com
Parece que tienen otro hotel de 4 estrellas en la misma ciudad y con los mismos datos de contacto con el nombre de Dynasty Garden.