¡Qué bien hemos dormido y qué gusto da levantarse sin prisas! Aun así no deben ser más de las 8h. Hemos bajado a ponernos las botas en el desayuno y en poco tiempo ya estamos listos. El programa de hoy consiste en visitar Taman Ayun y de aquí dirigirnos al norte, hacia Munduk.
Aunque en el mapa parecía más cerca, llegar a Taman Ayun nos lleva más de ½ h con un montón de paradas para que nos indiquen la dirección correcta. Afortunadamente la gente es fantástica y, aunque no hablen inglés, te indican amablemente por dónde ir.
La entrada al templo cuesta 15.000 INR y por fin encontramos los famosos merus. Esto empieza a parecerse más a la imagen que traíamos de Bali. Es muy bonito y si tenéis suerte el jardinero os hará de guía y os explicará un poco sobre este tipo de construcciones.
Salimos del templo y el depósito está casi vacío, pero con 8.000 INR en la gasolinera está listo para la ruta
El camino hasta el lago Bratan es laaaargo pero a medida que nos alejamos de Ubud el paisaje se va haciendo más interesante. Dejamos de encontrar vehículos y tiendas de artesanía por todos sitios. Sólo hay arrozales y montañas. Esto se parece más a lo que veníamos buscando. Deberíamos habernos alojado en el norte desde un principio para no marcharnos de Bali con mal sabor de boca. Lástima que todas las noches de hotel estuvieran ya reservadas con booking.
Llegamos al lago. Aquí el precio de la entrada es mayor, se nota que debe ser más interesante. Tenemos suerte y hay un espectáculo de danzas balinesas. Participan niñas pequeñas y jóvenes representando el cortejo de los pájaros.
Es bonito pero al cabo de media hora tanto movimiento de ojos y cuello nos empieza a dar tortícolis, así que nos dirigimos al lago para ver la pagoda. Es pequeñito pero el entorno lo hace especial.
Hacemos las fotos de rigor con nuestra cámara y los posados de rigor para las cámaras de los indonesios que quieren fotografiarse con nosotros y nos marchamos hacia Munduk.
El aire es fresco en las montañas pero todo es bonito y tranquilo. Ahora le toca el turno a alguna de las numerosas cataratas que dicen hay por la zona. Nos saltamos uno de los carteles indicadores pero unos kilómetros después encontramos otro. Debe ser de la misma cascada pero en una entrada diferente.
Aquí también se paga por aparcar la moto (2.000 INR) y por entrar a ver el salto de agua (10.000 INR) pero es bonito. Eso sí, seguro que hay otras más salvajes y gratuitas. ¡Informaos bien!
Para acabar, queríamos llegar a Pura Luhur Batukaru, un templo apartado y solitario que mencionaba la lonely planet. No estaba cerca y eran las 16.00h. Se suponía que debíamos devolver la moto a las 18h en Ubud pero estábamos en el culo del mundo y no pensábamos correr. Que nos cobraran otro día más por no devolverla a tiempo, pero no íbamos a dejar de ver el templo ya que venir hasta aquí lleva sus casi 2 horas en moto.
Empezamos por carretera y sin parar de preguntar. Continuamos por una carretera en peor estado que nos llevaba a los arrozales de Jatiluwih, muy bonitos y gratuitos, por cierto (no es de extrañar con lo lejos que están) hasta empezar por un camino de cabras con tales agujeros que la moto casi no podía circular.
A todo esto había que sumar que faltaba poco para que se pusiera el so, el depósito volvía a estar seco y evidentemente por allí no había gasolineras. Cuando ya estábamos un poco angustiados encontramos una caseta de madera donde vendían botellas. Le pusimos 2 (13.000 INR) y continuamos con los baches hasta llegar al templo. Sí, era cierto lo que decía la lonely: alejado y solitario. Os recomiendo llegar aquí en jeep o tener una espalda a prueba de bomba para soportar el trayecto en moto pero el templo bien lo vale (entrada 10.000 INR) Sólo estábamos nosotros y una turista brasileña. ¡Qué paz! Un lugar donde sí que se respira espiritualidad.
Empezaba a anochecer y el guía de la turista brasileña nos indicó cómo volver a Ubud. Eso sí, nos advirtió de que tardaríamos cerca de 2 horas. ¡Madre mía!
Volvimos como pilotos suicidas y tardamos algo más de hora y media. Llegábamos al hotel sobre las 19.40h, pero disimuladamente dejamos la moto en la puerta del hotel y las llaves en recepción y conseguimos no pagar ni una rupia de más (a la mañana siguiente vimos que la moto aún seguía allí).
Ducha rápida y a cenar a con una conocida de España con la que coincidíamos en Tutmak. 2 platos y 2 bebidas 197.200 INR. Estaba bueno pero cada día el precio iba subiendo.
Nos vamos a dormir sin sobremesa porque mañana toca madrugar!!
Aunque en el mapa parecía más cerca, llegar a Taman Ayun nos lleva más de ½ h con un montón de paradas para que nos indiquen la dirección correcta. Afortunadamente la gente es fantástica y, aunque no hablen inglés, te indican amablemente por dónde ir.
La entrada al templo cuesta 15.000 INR y por fin encontramos los famosos merus. Esto empieza a parecerse más a la imagen que traíamos de Bali. Es muy bonito y si tenéis suerte el jardinero os hará de guía y os explicará un poco sobre este tipo de construcciones.
Salimos del templo y el depósito está casi vacío, pero con 8.000 INR en la gasolinera está listo para la ruta
El camino hasta el lago Bratan es laaaargo pero a medida que nos alejamos de Ubud el paisaje se va haciendo más interesante. Dejamos de encontrar vehículos y tiendas de artesanía por todos sitios. Sólo hay arrozales y montañas. Esto se parece más a lo que veníamos buscando. Deberíamos habernos alojado en el norte desde un principio para no marcharnos de Bali con mal sabor de boca. Lástima que todas las noches de hotel estuvieran ya reservadas con booking.
Llegamos al lago. Aquí el precio de la entrada es mayor, se nota que debe ser más interesante. Tenemos suerte y hay un espectáculo de danzas balinesas. Participan niñas pequeñas y jóvenes representando el cortejo de los pájaros.
Es bonito pero al cabo de media hora tanto movimiento de ojos y cuello nos empieza a dar tortícolis, así que nos dirigimos al lago para ver la pagoda. Es pequeñito pero el entorno lo hace especial.
Hacemos las fotos de rigor con nuestra cámara y los posados de rigor para las cámaras de los indonesios que quieren fotografiarse con nosotros y nos marchamos hacia Munduk.
El aire es fresco en las montañas pero todo es bonito y tranquilo. Ahora le toca el turno a alguna de las numerosas cataratas que dicen hay por la zona. Nos saltamos uno de los carteles indicadores pero unos kilómetros después encontramos otro. Debe ser de la misma cascada pero en una entrada diferente.
Aquí también se paga por aparcar la moto (2.000 INR) y por entrar a ver el salto de agua (10.000 INR) pero es bonito. Eso sí, seguro que hay otras más salvajes y gratuitas. ¡Informaos bien!
Para acabar, queríamos llegar a Pura Luhur Batukaru, un templo apartado y solitario que mencionaba la lonely planet. No estaba cerca y eran las 16.00h. Se suponía que debíamos devolver la moto a las 18h en Ubud pero estábamos en el culo del mundo y no pensábamos correr. Que nos cobraran otro día más por no devolverla a tiempo, pero no íbamos a dejar de ver el templo ya que venir hasta aquí lleva sus casi 2 horas en moto.
Empezamos por carretera y sin parar de preguntar. Continuamos por una carretera en peor estado que nos llevaba a los arrozales de Jatiluwih, muy bonitos y gratuitos, por cierto (no es de extrañar con lo lejos que están) hasta empezar por un camino de cabras con tales agujeros que la moto casi no podía circular.
A todo esto había que sumar que faltaba poco para que se pusiera el so, el depósito volvía a estar seco y evidentemente por allí no había gasolineras. Cuando ya estábamos un poco angustiados encontramos una caseta de madera donde vendían botellas. Le pusimos 2 (13.000 INR) y continuamos con los baches hasta llegar al templo. Sí, era cierto lo que decía la lonely: alejado y solitario. Os recomiendo llegar aquí en jeep o tener una espalda a prueba de bomba para soportar el trayecto en moto pero el templo bien lo vale (entrada 10.000 INR) Sólo estábamos nosotros y una turista brasileña. ¡Qué paz! Un lugar donde sí que se respira espiritualidad.
Empezaba a anochecer y el guía de la turista brasileña nos indicó cómo volver a Ubud. Eso sí, nos advirtió de que tardaríamos cerca de 2 horas. ¡Madre mía!
Volvimos como pilotos suicidas y tardamos algo más de hora y media. Llegábamos al hotel sobre las 19.40h, pero disimuladamente dejamos la moto en la puerta del hotel y las llaves en recepción y conseguimos no pagar ni una rupia de más (a la mañana siguiente vimos que la moto aún seguía allí).
Ducha rápida y a cenar a con una conocida de España con la que coincidíamos en Tutmak. 2 platos y 2 bebidas 197.200 INR. Estaba bueno pero cada día el precio iba subiendo.
Nos vamos a dormir sin sobremesa porque mañana toca madrugar!!