Un nuevo día más, una aventura más. Volvimos a levantarnos pronto porque volviamos a irnos de excursión con Golden Tours, y volvían a recogernos a las 8:00. Sinceramente, ya era el quinto día y ya nos encontrabamos cansadas, porque aunque parezca que volviamos al hotel a las 21:00 horas (algunos pensarán que es muy pronto), es que nos teniamos que levantar a las 7:00 todos los dias, y si se mira bien de 8:00 a 21:00 en la calle, pues al quinto día ya se empezaba a notar.
Cogimos el autobús dirección Victoria Station, y allí tomamos el de nuestro tour. La guía que nos había tocado, a mi parecer no derrochó mucha simpatía, pero en fin, no todos los días son fiesta.
Pusimos rumbo a Leeds Castle, que fue nuestra primera parada; un castillo de ensueño en medio de un lago, y donde sólo se tenía acceso através de un puente. Era un castillo que tenía una conservación maravillosa, epro cabe destacar quye en el siglo XVI se dio a personal privado, y es normal que lo llevaran siempre al día, en cuestión de arreglos.
Tras la excursión que realizamos por el castillo, paseamos un poco por los jardines y volvimos al autobús, con dirección a Dover a ver los White Cliffs. De camino a Dover por la carretera pasamos cerca del canal de la Mancha, y la verdad es que por la autopista se notaba muchisimo la afluencia de coches, autocares, y trailers. Paramos en la playa para poder ver los acantilados, y vimos su castillo en la lejanía.
Al terminar en Dover, pusimos dirección a Canterbury donde comimos en un bar, el tradicional Fish and chips. Personalmente sobre gustos no hay nada escrito, a la gente le encanta, pero personalmente a nosotras no nos mató mucho. Después de comer fuimos rumbo a la Catedral de Canterbury. No hay palabras para describirla, es necesario ir a verla.
La verdad es que el centro de la ciudad es precioso, y cabe hacer mención de que el centro está amurallado, y solo se tiene acceso a pie, de ningún modo en coche.
Al acabar, nos fuimos en el autocar con rumbo a Londres de nuevo, y quedaba un largo viaje (entre la ida y la vuelta unos 450 kms).
Al llegar a Londres bajamos en Greenwich para tomar el barco por el Támesis, y recorrerlo hasta bajarnos en su última parada (bueno la última era Westminster pero nosotras bajamos debajo del London Eye). La verdad que el paseo en barco fue muy bonito, ver la torre de Londres, La basilica de San Pablo, El puente de Londres, El teatro Globe de Shakespeare, etc... Y las vistas maravillosas (cabe decir que pillamos unos dias excepcionales, sin nubes ni lluvia).
Una vez bajamos paseamos por allí, y decidimos irnos de compras a Oxford Streer. Que cabe decir de esta calle, compras, compras, y más compras,... de todo tipo. La verdad es que sólo vimos la mitad de la calle, porque la otra mitad la dejamos para otro. Al acabar cogimos la parada de metro en Marble Arch y nos fuimos al hotel, a buscar cena y dormir, porque estábamos agotadas.
El problema de estar agotadas es que nos quedaba la mitad del viaje todavía, y sino no podriamos terminarlo en condiciones.
Cogimos el autobús dirección Victoria Station, y allí tomamos el de nuestro tour. La guía que nos había tocado, a mi parecer no derrochó mucha simpatía, pero en fin, no todos los días son fiesta.
Pusimos rumbo a Leeds Castle, que fue nuestra primera parada; un castillo de ensueño en medio de un lago, y donde sólo se tenía acceso através de un puente. Era un castillo que tenía una conservación maravillosa, epro cabe destacar quye en el siglo XVI se dio a personal privado, y es normal que lo llevaran siempre al día, en cuestión de arreglos.
Tras la excursión que realizamos por el castillo, paseamos un poco por los jardines y volvimos al autobús, con dirección a Dover a ver los White Cliffs. De camino a Dover por la carretera pasamos cerca del canal de la Mancha, y la verdad es que por la autopista se notaba muchisimo la afluencia de coches, autocares, y trailers. Paramos en la playa para poder ver los acantilados, y vimos su castillo en la lejanía.
Al terminar en Dover, pusimos dirección a Canterbury donde comimos en un bar, el tradicional Fish and chips. Personalmente sobre gustos no hay nada escrito, a la gente le encanta, pero personalmente a nosotras no nos mató mucho. Después de comer fuimos rumbo a la Catedral de Canterbury. No hay palabras para describirla, es necesario ir a verla.
La verdad es que el centro de la ciudad es precioso, y cabe hacer mención de que el centro está amurallado, y solo se tiene acceso a pie, de ningún modo en coche.
Al acabar, nos fuimos en el autocar con rumbo a Londres de nuevo, y quedaba un largo viaje (entre la ida y la vuelta unos 450 kms).
Al llegar a Londres bajamos en Greenwich para tomar el barco por el Támesis, y recorrerlo hasta bajarnos en su última parada (bueno la última era Westminster pero nosotras bajamos debajo del London Eye). La verdad que el paseo en barco fue muy bonito, ver la torre de Londres, La basilica de San Pablo, El puente de Londres, El teatro Globe de Shakespeare, etc... Y las vistas maravillosas (cabe decir que pillamos unos dias excepcionales, sin nubes ni lluvia).
Una vez bajamos paseamos por allí, y decidimos irnos de compras a Oxford Streer. Que cabe decir de esta calle, compras, compras, y más compras,... de todo tipo. La verdad es que sólo vimos la mitad de la calle, porque la otra mitad la dejamos para otro. Al acabar cogimos la parada de metro en Marble Arch y nos fuimos al hotel, a buscar cena y dormir, porque estábamos agotadas.
El problema de estar agotadas es que nos quedaba la mitad del viaje todavía, y sino no podriamos terminarlo en condiciones.