VIERNES 10 DE AGOSTO, 9º DÍA DE CRUCERO.
La escala de hoy es Ismir, Esmirna en castellano. Segunda ciudad turca que visitamos y antepenúltima de todo el crucero. De un lado, Esmirna es un puerto de pesca idílico y del otro un retiro de vacaciones, lleno de los restos de antiguas civilizaciones. La ciudad está situada en la cabeza de un golfo largo y estrecho, ocupado por muchos buques y yates. Las brisas continuas y refrescantes del mar moderan el calor de los malecones y avenidas bordeados de palmeras que siguen la orilla, y las terrazas se alzan por las montañas circundantes.
Realmente el cansancio ya estaba empezando a pasar factura. Por suerte a este puerto se llega por la tarde con lo que no hay necesidad de madrugar a no ser que desées desayunar en el Restaurante Windows, lo cual nosotros hicimos y la verdad es que no nos arrepentimos. No es igual desayunar tranquilos, con poca gente alrededor, todos sentados y que te sirvan un desayuno a la carta que no el trajín de ir y venir de un lado a otro tanto tú como la demás gente que lo hace en el buffet. Este día tampoco comimos en el buffet sino que lo hicimos en el Blue Lagoon. Unas hamburguesas que nos habían aconsejado probar por lo buenas que estaban ya que, a diferencia del buffet, las sirven en el momento de hacerlas. Realmente estaban buenas. Tanto las burguers como los sándwiches de pechuga de pollo o los hot dog. Totalmente aconsejable.
Una vez en puerto, fuimos a buscar el autobús que nos trasladaría a las ruinas de Éfeso las cuales, he de decir, nos gustaron mucho más que las de Pompeya. Quizá el guía tuvo mucho que ver ya que éste era una persona muy instruida, con facilidad de palabra y que sabía en todo momento lo que decía.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Es el mayor yacimiento arqueológico de Turquía. Fue fundada en torno al siglo XX a. C., reconstruida hacia el siglo X a.C y amurallada por primera vez por Alejandro Magno. Fue una de las mayores ciudades griegas jónicas de Asia menor convirtiéndose en su capital. Éfeso se encuentra aproximadamente a 80 km de Esmirna. El camino es plácido puesto que en su práctica totalidad se realiza a través de autopista. Una vez en las ruinas el guía nos reúne para sacar las entradas, y a continuación, una vez dentro del recinto comienza un recorrido de 1 km y medio con paradas cada poco tiempo para las explicaciones pertinentes. Con este guía quedamos muy satisfechos también.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La sorpresa vino a la vuelta. El tiempo se nos echó encima como consecuencia de las extensas explicaciones del guía y de la paradita que suelen hacer no tan sólo para que podamos ir al wc sino también para poder comprar cualquier souvenir con la consiguiente comisión que se llevarán tanto él como el chófer del autobús lo cual no lo digo con ánimos de crítica sino como algo que es lo más usual. Pues resultó finalmente que el autobús de regreso al barco iba justito de tiempo agravado con el hecho de que la entrada de Esmirna resultó caótica para el tráfico. Yo por un lado estaba tranquilo porque veía tanto al conductor como al guía relajados en todo momento pero también he de deciros que hubo una ocasión que el autobús hubo de subirse incluso en un momento dado a la acera puesto que el caos circulatorio era tremendo. Finalmente llegamos un poco antes de la hora de cierre de la pasarela para subir al barco… sin problemas para el embarque.
Por la noche en el teatro Stardust hubo el espectáculo “Los locos olé”. No soy de flamenco ni de tópicos españoles más aún cuando parece que sean los únicos que tengamos a pesar de que todos sabemos de la riqueza y variedad cultural de España con lo que este día le di fiesta al teatro y lo dediqué a pasear por la cubierta y hacer fotos a la puesta de sol.
Realmente el cansancio ya estaba empezando a pasar factura. Por suerte a este puerto se llega por la tarde con lo que no hay necesidad de madrugar a no ser que desées desayunar en el Restaurante Windows, lo cual nosotros hicimos y la verdad es que no nos arrepentimos. No es igual desayunar tranquilos, con poca gente alrededor, todos sentados y que te sirvan un desayuno a la carta que no el trajín de ir y venir de un lado a otro tanto tú como la demás gente que lo hace en el buffet. Este día tampoco comimos en el buffet sino que lo hicimos en el Blue Lagoon. Unas hamburguesas que nos habían aconsejado probar por lo buenas que estaban ya que, a diferencia del buffet, las sirven en el momento de hacerlas. Realmente estaban buenas. Tanto las burguers como los sándwiches de pechuga de pollo o los hot dog. Totalmente aconsejable.
Una vez en puerto, fuimos a buscar el autobús que nos trasladaría a las ruinas de Éfeso las cuales, he de decir, nos gustaron mucho más que las de Pompeya. Quizá el guía tuvo mucho que ver ya que éste era una persona muy instruida, con facilidad de palabra y que sabía en todo momento lo que decía.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Es el mayor yacimiento arqueológico de Turquía. Fue fundada en torno al siglo XX a. C., reconstruida hacia el siglo X a.C y amurallada por primera vez por Alejandro Magno. Fue una de las mayores ciudades griegas jónicas de Asia menor convirtiéndose en su capital. Éfeso se encuentra aproximadamente a 80 km de Esmirna. El camino es plácido puesto que en su práctica totalidad se realiza a través de autopista. Una vez en las ruinas el guía nos reúne para sacar las entradas, y a continuación, una vez dentro del recinto comienza un recorrido de 1 km y medio con paradas cada poco tiempo para las explicaciones pertinentes. Con este guía quedamos muy satisfechos también.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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La sorpresa vino a la vuelta. El tiempo se nos echó encima como consecuencia de las extensas explicaciones del guía y de la paradita que suelen hacer no tan sólo para que podamos ir al wc sino también para poder comprar cualquier souvenir con la consiguiente comisión que se llevarán tanto él como el chófer del autobús lo cual no lo digo con ánimos de crítica sino como algo que es lo más usual. Pues resultó finalmente que el autobús de regreso al barco iba justito de tiempo agravado con el hecho de que la entrada de Esmirna resultó caótica para el tráfico. Yo por un lado estaba tranquilo porque veía tanto al conductor como al guía relajados en todo momento pero también he de deciros que hubo una ocasión que el autobús hubo de subirse incluso en un momento dado a la acera puesto que el caos circulatorio era tremendo. Finalmente llegamos un poco antes de la hora de cierre de la pasarela para subir al barco… sin problemas para el embarque.
Por la noche en el teatro Stardust hubo el espectáculo “Los locos olé”. No soy de flamenco ni de tópicos españoles más aún cuando parece que sean los únicos que tengamos a pesar de que todos sabemos de la riqueza y variedad cultural de España con lo que este día le di fiesta al teatro y lo dediqué a pasear por la cubierta y hacer fotos a la puesta de sol.