Día 10 Agosto : Copenhague - Castillo de Kronborg y Palacio de Frederiksborg
Nos levantamos temprano y desayunamos, luego nos vamos a la estación de tren y desde allí tomamos un tren local que nos llevará a Helsingør. Encontramos la vía desde la que sale y nos montamos en el tren, nuevamente no tenemos que preocuparnos por el tema de los billetes con la Copenhague Card.
Lo malo es que el tren para en todas las paradas del trayecto, pero en poco menos de una hora hemos llegado. Por el camino por primera vez nos piden el ticket en el tren pero enseñamos nuestras tarjetas y listo.
Nada más salir de la estación nos encontramos un castillo pintado en la acera indicando por donde debemos ir para llegar al castillo, estos gráficos en las aceras nos llevan por el camino correcto hasta el castillo aunque no tiene perdida puesto que nada más salir de la estación ya ves el castillo a la derecha de la estación de tren.
Hay como 1.5Km hasta el castillo desde la estación pero la verdad el camino no nos parece para nada pesado. De fondo tenemos el castillo con sus torreones con cúpulas verdes.
Entramos al recinto y damos una vuelta ya que hasta las 10.00h no abre el castillo pero si se puede visitar el exterior y las murallas. Al llegar la hora nos acercamos a las taquillas y con la Copenhague Card entramos gratis y podemos visitar todas la dependencias del castillo, la entrada completa cuesta 95 DKK.
Nos dan una pegatina que nos piden que nos pongamos visibles y donde indica el tipo de entrada que tienes.
Un poco de información :
“El elegante castillo de Kronborg en Elsinor es conocido en todo el mundo como el hogar del Hamlet de Sheakespeare. El castillo de Kronborg en Elsinor se encuentra mirando hacia el mar en el Estrecho de Oresund. El castillo de Kronborg es un elegante castillo renacentista y la fortaleza militar monumental, rodeada de fortificaciones más importantes con bastiones y revellines. Conocido en todo el mundo desde el Hamlet de Shakespeare, también es el castillo más famoso de Dinamarka.Entre los atractivos más importantes está quizás, el salón de baile de 62 metros de largo, la capilla maravillosamente conservada, y la estatua de Holger Danske (Ogier el Danés) en las masmorras del castillo. El castillo de Kronborg se convirtió en Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. “
Entramos al recinto antes de la hora de apertura de las estancias en el castillo, como no, hay partes del castillo en obras...que cruz.
Hacemos algunas fotos y entramos al primero de los sitios, las casamatas o mazmorras. Entramos por una puerta de madera y accedemos a una estancia bastante oscura donde nos encontramos un cartel en el que informa que se puede descargar la información de la visita en el móvil con una wifi disponible en el propio castillo. A parte de esto nos llama la atención la existencia de una máquina expendedora en la que hasta que no nos fijamos detenidamente no identificamos que es lo que venden....linternas, venden linternas.
Nos miramos y nos preguntamos para que querrán vender las linternas...luego nos daríamos cuenta del porqué. Suerte que llevaba una en la mochila de esas recargables con movimiento. Entramos y cada vez se pone más oscuro...hay algunos puntos de luz, pero son candiles y la visibilidad es poca o nada, de ahí lo de la máquina expendedora de linternas.
Vemos la escultura de Holger Danske unas cuantas inscripciones sobre Holger Danske, su historia y el uso de su nombre. Vamos pasando por distintas habitaciones igual de oscuras y vacías. En una de ellas incluso vemos un murciélago. Luego seguimos bajando hasta la zona que está a la altura del foso y vemos las estancias donde debían estar los animales y los soldados que defendían el castillo, se nota la humedad y puede ser un poco claustrofóbico.
Al salir volvemos al patio del castillo y vemos a gente entrando al laberinto por el que nosotros hemos pasado y esperamos que lleven o compren la linterna.
Cruzamos el patio y vamos a la capilla del castillo, preciosamente decorada y con detalles en madera labrada en los que se nota el papel que tuvo el castillo.
A continuación y previo paso por la tienda de recuerdos un cartel nos anuncia que no podemos pasar con mochilas o bolsas por lo que dejamos la mochila en las taquillas y subimos unas escaleras de caracol para ver el interior del castillo.
Al final de las escaleras vemos una exposición-museo sobre la historia marítima desde la antigüedad hasta las embarcaciones modernas, los viajes de los inmigrantes a América e incluso tienen parte de un contenedor marítimo. También cubre las exploraciones árticas y te preguntas como con esos medios llegaron tan lejos.
Otra de la cosas que nos llama la atención es que en una de las estanterías tienen...un barco pirata de los clicks.
Vemos una escalera y un cartel que informa de que es la subida al mirador en la parte superior del castillo. Una escalera de caracol te lleva al tejado y que parece que no va a acabar nunca, las vistas merecen la pena y puedes ver Suecia desde allí ya que el castillo está en la costa frente a la costa Sueca y ya habíamos visto un ferry cruzando de una costa a otra.
Bajamos y volvemos para empezar la visita al castillo. Pasamos por varias estancias con distintos tipos de salas y mobiliario, la verdad es que andamos un poco saturados de castillos con los que vimos ayer. En el exterior aprovechamos para hacer algunas fotos.
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Salimos del castillo y nos volvemos a encaminar a la estación de tren y por el camino empieza a chispear pero nada importante. Luego miramos los monitores para ver que tren nos lleva a nuestro próximo destino.
Buscamos el tren local que nos llevará a Hillerød para visitar el Palacio de Frederiksborg.
El tren local que nos lleva allí tarda una media hora. Salimos de la estación y un cartel nos indica la dirección al castillo, durante el camino encontramos carteles que nos indican el camino.
La ruta te lleva por una plaza con un kiosoko con bar y restaurante, además siguiendo esa calle hay tiendas, restaurantes, y comercios de todo tipo incluso vimos algún puestos callejeros de venta de verduras.
Desde fuera ya podemos ver el castillo que es enorme y a primera vista no pinta mal.
Un poco de historia :
“El castillo de Frederiksborg (Frederiksborg slot en danés) es un castillo danés construido en Hillerød sobre tres islotes del Slotssø («lago del castillo») entre 1560 y 1630, obra de Hans Van Steenwinckel el Antiguo. Se le considera como la mayor figura del Renacimiento danés. Se nombra así en honor a Federico II.
El palacio fue construido en estilo renacentista holandés por el rey Christian IV
Se trata del palacio más grande de Escandinavia. Simboliza la potencia de la monarquía absoluta danesa. En efecto la familia real lo habitaba y se consagraba a los reyes cuando Dinamarca era una monarquía absoluta que se extendía hasta Noruega.
En 1839, se destruyó por un incendio volviendo a ser reconstruido por el dueño de la cervecería Carlsberg, JC Jacobsen.
La historia de Dinamarca y del castillo
El Museo Histórico Nacional en el palacio exhibe la historia de Dinamarca y alberga una importante colección de retratos, pinturas históricas y arte moderno.
Una nueva exposición permanente muestra la historia del castillo y el museo - incluyendo partes del castillo, previamente cerradas al público. Aquí puede ver las esculturas y la decoración originales de antes del incendio en 1859. “
Pasamos por una puerta y seguimos avanzando hasta que llegamos al recinto interior con una fuente...y ohhhhh, si, has adivinado...más obras.
Una vez pasada la zona de obras donde parece que están restaurando un puente y la portada llegamos al recinto interior del castillo donde nos paramos a tomar algunas fotos.
Entramos al interior y nos acercamos a las taquillas con la Copenhague Card, la entrada no nos cuesta nada.
Empezamos la visita por el interior y tras pasar por una pequeña sala donde además de algunos trajes de época tienen una zona para los más peques con actividades, llegamos a una capilla-iglesia dentro del propio castillo que es casi que para mi gusto lo mejor de la visita. Está bastante decorada tanto con pinturas como mobiliario todo bastante recargado pero merece la pena. De hecho la capilla del palacio sobrevivió cuando el resto del palacio se quemó en 1859.
Vamos pasando por distintas salas con mayor o menor cantidad de mobiliario y de diferentes épocas mezcladas...esta parte de la visita tampoco me gustó demasiado, en algunas estancias se nota que son una reconstrucción y en algunos casos con no demasiada fortuna.
Seguimos la visita hasta llegar a la zona de las exposiciones de arte moderno....entre ellas una de un soldado destinado en Afganistán e Irak que retrata la vida de un soldado en esa zona.
Salimos del castillo y hace algo de calor además andamos algo cansados y tenemos hambre por lo que decidimos no visitar el jardín
Historia :
“Los Jardines del Palacio fueron presentados como un jardín romántico. En los jardines se encuentra el rey Federico II pequeña de Baño Casa Palacio (Badstueslot), que se utiliza ocasionalmente por la familia real para los almuerzos de caza.
Tambien incluyen el jardín de estilo barroco que fue reconstruido en 1996 según los planos originales de JC Krieger de 1725. Especialmente digno de mención son los monogramas reales en madera de boj, las flores históricas y las cascadas de fiesta. “
Salimos del castillo y justo a la salida encontramos unos bancos y mesas que aprovechamos para comer tranquilamente a la orilla del lago que rodea el palacio y donde hay algunos patos y aves.
Las visitas a ambos castillos pues ni bien ni mal, pasable tirando a flojo, es el problema de haber visitado los castillos del Valle del Loira en Francia que el listón lo tienes bastante alto.
Cuando acabamos volvemos en dirección a la estación no sin antes parar en la plaza desde donde en un lateral que da al lago se tiene una vista muy buena del palacio y que aprovechamos para fotografiar.
Llegamos a la estación y encontramos un tren que nos devuelve a la estación central de Copenhague en unos 40 minutos. Al llegar nos vamos al hotel ya que esta tarde vamos al Tivoli.
“Tivoli es una visita obligada para todos los niños y aquellos que les gusten los parque de atracciones. Tivoli está situado a sólo unos minutos a pie desde el Ayuntamiento, y con la estación central de Copenhague, como su vecino más cercano. Tivoli es el segundo parque de atracciones más antiguo del mundo y es una de las atracciones más famosas de Copenhague. Tivoli está lleno de atracciones, oasis verdes, alimentos gourmet, y conciertos de rock-y mucho más. “
La entrada cuesta 95 DKK pero una vez más aprovechamos para amortizar la Copenhague Card, el Tivoli nos parece un sitio increíble sobre todo si vas con niños. Hay atracciones tanto para los más pequeños como para los más mayores. También hay restaurantes donde si se quiere poder comer, tiendas para comprar algo de beber o comer.
Vamos hacia la zona de atracciones y hay bastantes, unas especiales para niños y otras para niños más mayores y aparte están las que son para gente más arriesgada. Si queréis ver todas atracciones podéis ir a su web : http://www.tivoli.dk/
Las atracciones cuestan entre 1 y 3 tickets dependiendo de cada una, cada ticket cuesta unas 25 coronas danesas.
Pasamos por puestos de venta de chucherías, comida rápida e incluso alguna cervecería. Después de recorrer todo el parque nos sentamos un rato escuchando de fondo el concierto que hay en ese momento. Desde luego una visita recomendada cien por cien.
Decidimos retirarnos porque mañana nos toca volver y va a ser un día largo.