El día del agua......
Hoy nos vamos a poner el gorro de turistas disciplinados, ya que hemos contratado una excursión organizada por la zona sur del Parque Nacional Bernardo O´Higgins. Se trata del parque nacional más extenso de Chile, por lo que sólo vamos a recorrer una pequeñísima parte.
Toca obedecer, madrugar y montarse en catamarán para navegar por el fiordo Última Esperanza, ver algunos glaciares, cascadas, fauna…….y después, algo más excitante.
Un día organizado para tener mucho contacto con el agua.
Todo tenía muy buena pinta, si no fuera por…... un ligero inconveniente………..más agua de la deseada. Lluvia y niebla estropean completamente el paisaje.
No sé cómo será el fiordo despejado (lo cual no ocurre casi nunca), pero tal como lo vimos, es un fiordo ancho, de escasa altura, nada que ver en espectacularidad con los fiordos noruegos o los neocelandeses, o con los de más al norte en Chile.
La fauna del fiordo es una de las atracciones de la navegación, como una colonia de cormoranes. No así, la colonia de focas, que no había dejado rastro, aunque sí que pudimos ver algún cóndor volando.
Incesante lluvia…..
Algunas cascadas caían por las paredes rocosas del fiordo, sin demasiada espectacularidad.
La diferencia con otros fiordos, y lo que sí lo hace realmente interesante son los glaciares que caen sobre él.
El glaciar Balmaceda, que vemos desde el barco al pasar, cuelga sobre la pared del fiordo. Según nos contaron, hace 30 años, el glaciar llegaba hasta el mar; ahora sólo se ve la mitad que entonces.
Incesante lluvia…..
Siempre podría ser peor. Nos consolamos con que, según nos comentaron, el día anterior nevaba, y no se veía absolutamente nada, ni los glaciares.
Lo mejor de la navegación nos espera al final, precisamente cuando bajamos del barco.
Un paisaje precioso, con el glaciar Serrano cayendo sobre un lago con témpanos flotantes. Naturaleza salvaje, a dónde sólo es posible acceder en barco.
Lástima llegar en grupo, esto resta encanto al lugar.
Por un sendero bordeamos el lago y nos aproximamos al glaciar, de resaltado color azulado.
Lluvia incesante………
Nos portamos muy bien, siguiendo las instrucciones de los guías, saliendo a hacer fotos cuando nos decían, caminando en fila india por el sendero del lago Serrano. En fin, hicimos todo lo que se espera de un auténtico turista. Sólo nos permitimos alguna pequeña travesura, saliéndonos un rato del sendero para bajar al lago y poder tocar los témpanos flotantes.
Desde un último mirador más alejado del glaciar.
A continuación, una parte del grupo regresa a Puerto Natales, navegando de nuevo por el fiordo.
Otros nos embarcamos en zodiac para remontar el río Serrano y llegar de esta forma al Parque Nacional de Torres del Paine.
Nos visten de astronautas para soportar el frío y la humedad del río.
Lluvia incesante………
¡Una tortura! ¡Qué hora en zodiac más larga! Interminable.
La lluvia de frente sobre la cara. Un frío helador. Yo sólo quería que terminase cuanto antes.
La semana pasada gozaban por aquí de cielos soleados y temperaturas de 20ºC.......... ni se lo creían, pero estos días……¡pleno invierno!
En un salto del río que no se puede cruzar navegando, nos cambiamos de zodiac, y así llegamos al sector Serrano, dentro del Parque Nacional de Torres del Paine. El parque del Paine es la joya de la corona chilena.
Transfer al Hotel Lago Grey. Un sitio precioso, con vistas a los bloques de hielo desprendidos del glaciar, que flotan sobre el lago Grey. Se supone que enfrente se ve el Macizo Paine Grande y Los Cuernos cuando está despejado, es decir, las montañas del sector occidental y central del Paine. Al fondo del lago, está el glaciar Grey.
Nos empezamos a familiarizar con las cachañas, los loros de montaña.
Yo tenía intención de subir por la tarde al mirador Ferrier. Desde allí, se ve gran parte del parque. Pero…….imposible con el día que hace, ¡para qué, si total no se ve nada!, y además, viento.
Así que, seguimos con el gorro de turistas disciplinados, y nos vamos al canal de los témpanos. Un sendero corto y fácil.
Las vistas sobre el lago y los témpanos flotantes, simplemente maravillosas. Bloques de hielo azulísimo de inimaginables formas.
Un festival de tropezones azulados bajo el cielo tormentoso.
Ya no llueve…………….sino que graniza.
Por un momento, casi se asoma un poco el sol, y soñamos con el macizo.
Dicen que en la Patagonia se viven las 4 estaciones en un día. Yo no pedía verano, pero, al menos……..¡¡un poquito de primavera!!.
Para GPS: es.wikiloc.com/ ...id=3758733
Esta noche podemos disfrutar de las comodidades del hotel, porque para los próximos días, tocará refugio.