DIA 14:20/02/12 EL REGRESO ✏️ Diarios de Viajes de Tailandia

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Hoy nos levantamos pronto también que tenemos que hacer la maleta que nos vamos a Madrid.
Como tenemos horas por delante para hacer algo pues después de desayunar nos bajamos a donde salen los longtrail y después de visitar otra vez el cajero nos vamos en una barca junto a otras 4 personas a Railay (400 b)
Nos dejaron en una playa y fuimos caminando para conocer un poco la zona y llegar a Railay Beach, de caminos nos entretuvimos un rato viendo gente haciendo escalada y mi novio se entretuvo también con mas monos. En la playa nos dimos unos chapuzones, esta playa es paradisiaca y con mucha pena volvimos a coger un longtrail de camino a Ao Nang donde nos compramos un crepe de platano y chocolate (50 b)

Compramos algún souvenir mas y nos fuimos al hotel a arreglarnos que nos venían a recoger.
Ya con todo en orden nos fuimos al aeropuerto donde facturamos las maletas a Madrid y nos dieron las tarjetas de embarque Krabi/Bangkok-Bangkok/Madrid y a esperar, por un momento pensé que el vuelo se retrasaría porque caia una cortina de agua y unos truenos que daban miedo pero duro poco, en hora salimos rumbo a Bangkok.

Llegamos al aeropuerto y fuimos a comer algo que teníamos mucha hambre, y como no yo me quede en Burguer King y mi novio a un japo.

Compramos unas galletas de frutas típicas y a la puerta de embarque donde vimos a gente con la que habíamos compartido tantos días por tierras de Tailandia y estuvimos intercambiando aventuras de los últimos días.

Nos metimos en el avión, que también teníamos nuestros asientos reservados y muy parecido a el de ida, nos dieron de cenar, alguna siesta, un poco de lectura y después de otras 12 horas y un desayuno llegamos a Madrid, pasamos los controles, recogimos la maleta y para el coche.

Oh!! Mala suerte me han roto el espejo retrovisor y lo tengo colgando, una llamada a comisaria, una denuncia y ya para casa.

Decir que Tailandia es un país de contrastes y las conclusiones que saco es que:
Bangkok. Es una locura.
De comidas y restaurantes pues nada destacable, decir que yo comí mas bien mal.
El mercadillo nocturno de Chiang Mai fue el mejor.
Que el regateo es a muerte que ellos tampoco se cortan, pero siempre de risa y buen rollo.

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