SUN YAT-SEN MEMORIAL, EL AYUNTAMIENTO Y EL TAIPEI 101
Tras desayuntar al día siguiente me encaminé de nuevo al metro para ir a ver en mi último día en Taiwan los lugares más emblemáticos de la ciudad de Taiwan, que están todos por la misma zona.
Me bajé en la estación de metro del Sun Yat-Sen Memorial Hall
SUN YAT-SEN MEMORIAL HALL
En primer lugar creo que habría que explicar un poco la figura de Sun Yat-Sen:
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Sun Yat-Sen (1866-1925) venía de una modesta familia de la provincia de Guangdong, en China continental. Después de obtener un diploma en medicina en Hong Kong, trabajó por conseguir la unidad y la integridad de China. Participó en diversos levantamientos al sur del país contra el régimen imperial, debilitado por la influencia de Occidente. En 1912 llegó a la presidencia de la República de China, el primer presidente de la historia del país. Participó en movimientos estudiantiles hacia 1919 y fundó el Kuomingtang. Por razones estratégicas cooperó con los comunistas a partir de 1924 con el fin de utilizarlos en la lucha contra los señores de la guerra chinos.
Sun Yat-Sen vino a Taiwan tres veces pero nunca consiguió encender la chispa de una revolución debido a la estrecha vigilancia de las autoridades japonesas. Hoy es admirado por los chinos de ambos lados del estrecho. Su imagen aparece en el billete de 100 NT$ taiwaneses.
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Sun Yat-Sen Memorial Hall:
Ceremonia del cambio de guardia ante la gran estatua de Sun Yat-Sen:
El edificio es gigantesco, aunque no tanto como el Memorial de Chiang Kai-Shek, quien por cierto, inauguró el edificio en 1972 y su funeral se celebró aquí haciendo ver que él era el heredero del legado del doctor. Es un edificio cargado de memorabilia sobre Sun Yat-Sen con una biblioteca y varias salas de exposiciones con documentos y objetos de la época de las revoluciones.
Su exterior parece como el de un gran templo pero bastante sobrio, con poca decoración. En su interior hay una gran sala central con una inmensa estatua de bronce de 6 metros de altura sobre un pedestal de Sun Yat-Sen sentado. Es ante ésta estatua donde se celebra la ceremonia del cambio de guardia, que no tiene desperdicio si quieres ver guardias desfilando y realizando cada uno de los movimientos de una meticulosa coreografía para robots. Os dejo un video para que os hagáis una idea (ya sé que no es muy bueno, pero es que no he encontrado nada mejor):
Un extraño incidente - Cuando salí del Sun Yat-Sen Memorial Hall empecé a notar hambre. Eran las 12.30. Como quería ver otras cosas y además quería ir a un cajero a sacar dinero para comprar algunas cosillas, pagar el hostel (hay que pagar en metálico) y el taxi del día siguiente, decidí que lo mejor era ir a un 7-Eleven (¡otra vez!) y hacerlo todo ahí. Comí y saqué pasta y cuando salí comenzó a llover a jarros: A lo bestia. No me quedó más remedio que entrar en un café bastante bohemio-guay (de esos que tienen estanterías con libros de adorno, que nadie lee). Allí, mientras me tomaba un té y leía algo, oí la sirena de una fábrica. Amainó un poco, pagué y salí para encaminarme al Ayuntamiento de Taipei (Taipei City Hall) donde está el Discovery Center of Taipei.
Las calles de Taipei tienen muchos soportales a causa de las lluvias. Hubo un momento en que tuve que salir de uno de ellos para cruzar la gran avenida que hay delante del Ayuntamiento en un enorme cruce que hay con semáforos. Pues bien: Ahí había un guardia de tráfico y comenzó a pitarme como un loco. Yo, alucinado, miré a mi alrededor como diciendo: "¿Me está pitando a mí? Si yo no he hecho nada malo...". Y el tío ahí seguía pitándome como un poseso y haciéndome gestos de que me marchase. Yo miré a mi alrededor y ví que no había nadie. Era evidente que se estaba dirigiéndose a mí. Y entonces me dí cuenta: "Un momento: No hay nadie. Absolutamente nadie. Estoy en una inmensa avenida en el centro de Taipei, junto al Ayuntamiento, a mediodía ¡¡¡y está vacio. Como una ciudad fantasma!!!" Miré al guardia que, colorado de histeria (bueno: más bien debería decir "anaranjado de histeria") y de tanto pitarme, me hacía gestos de que volviese sobre mis pasos al lugar de donde venía. Y eso hice: Regresé a los soportales, donde ví que había varias personas ahí, esperando, sin hablarse los unos con los otros. Donde fueres haz como vieres: Me uní a ellos, ahí, de pie, como un pasmarote, durante 10 minutos hasta que sonó otra vez lo que yo anteriormente supuse que era la sirena de una fábrica. Fue entonces cuando la gente comenzó a caminar, saliendo a la calle con normalidad. Y yo: 'Flipao'.
-"¿Qué es lo que ha ocurrido?" -le pregunté en inglés a un tío de unos 30 años con pinta de oficinista.
-"A drill" -me contestó: "Un simulacro"
-¿?¿?¿? -¿Uh?-
-Un simulacro de seguridad que se hace en toda la ciudad de Taipei. Dura media hora y lo que hay que hacer es estar bajo techo, sin salir a la calle abierta. Antes se hacían un par de ellos cada año, pero últimamente no se hacen tantos, ya que las relaciones con China continental son mucho mejores. Sin embargo ha habido un altercado fronterizo de aguas con Filipinas, en el que ha muerto el tripulante de un pesquero taiwanés y, debido al conflicto, las autoridades han creído oportuno hacer hoy un nuevo simulacro. Tranquilo: que no pasa nada.
Dicho esto se montó en su moto y se largó, conduciendo con el inconfundible y alocado estilo de los taiwaneses. Asombroso. ¡¡ País !! Bueno: Pues como decía, me encaminé al Ayuntamiento y pregunté en recepción dónde estaba el "Discovery Center of Taipei". La recepcionista no me entendía, así que tuve que enseñarle el nombre de lo que buscaba tal como estaba escrito en la guia que tenía, con caracteres chinos. Me llevó allá y me dijo que estaba en la 3ª y 4ª planta. El centro consiste en una exposición que muestra de forma muy gráfica e interactiva el desarrollo de la historia de la ciudad de Taipei. Está muy bien.
Vista de Renai Road desde el Discovery Center de Taipei:
Tras ver la exposición, sali del Ayuntamiento para dirigirme al Taipei 101, el segundo rascacielos más elevado del mundo, con 101 pisos.
El Taipei 101 - 台北101
A mí me había llamado la atención que en Taiwan no he visto en ninguna de las ciudades en las que he estado las típicas tiendas que ves en todas las ciudades del mundo: Gucci, Bennetton, Zara, etc, etc... Bueno, pues en el Taipei 101 es lo primero que ves. Los 4 primeros pisos consisten en un centro comercial con estas tiendas. Todo limpísimo, impoluto, chic y carísimo. Nada apropiado para un viajero de espíritu cutre como yo. Para ir al Observatorio y coger el ascensor hasta el piso 89, tienes que pasar sí o sí por estas 4 plantas subiendo por escaleras mecánicas -dispuestas estratégicamente para que en cada piso tengas que dar un rodeo por delante de unas cuantas de éstos comercios- o ascensores convencionales de toda la vida.
En la 4ª planta hay algunas tiendas, joyerías y una exposición de corales. También está la taquilla en la que tienes que pagar para subir al Observatorio: 500 NT$ (unos 13 €). En medio de la cola que tienes que esperar para subir al ascensor, hay un par chavalas muy pizpiretas que te preguntan a ver si quieres que te saquen una foto con el edificio -a precios de alto standing, claro está-. No, gracias. Y por fin, entras en el ascensor: Respira hondo porque subes al piso 89 en tan sólo 37 segundos. Además la azafata ascensorista te describe el proceso con voz de robot.
Desde arriba las vistas de la ciudad de Taipei con las montañas y las nubes son espectaculares:
Cada noche se ilumina el edificio con un color distinto: Lunes: Rojo. Martes: Anaranjado. Miércoles: Amarillo. Jueves: Verde. Viernes: Azul. Sábado: Índigo. Y Domingo: Violeta. Siguiendo el espectro del Arco Iris. Otra forma que tiene la torre de simbolizar la relación existente entre el cielo y la tierra.
Buscar la salida para bajar es toda una aventura: Fundamentalmente lo que tienes que hacer es bajar -a pata- al piso 88 y recorrerte tooooda la planta a través de un largo laberinto de joyerías hasta llegar a la entrada del "descensor".
Salí del edificio y me fui al metro para ir a la Main Station donde busqué una tienda de té que ya le había echado el ojo. Y compré te taiwanés para llevar a Europa. El té taiwanés por excelencia es el Oolong Tea y lo hay de distintos tipos. Es muy bueno el Oolong Tea de las montañas de Alishan. Por lo que me dijeron, cuanto más alta la montaña de donde viene, màs verde es el té. Desde ahí hasta el té procedente del nivel del mar (que es más negro) hay toda una gradación de distintos tipos de té. Por si a alguien le interesa, la cadena se llama Ten Ren Tea ( 天仁茗茶 Web: www.tenrenstea.com/).
Regresé al y me encontré con Tom, con quien fui a cenar -ésta vez sí- al comedor de la Universidad. Tras lo cual dimos un paseo por el amplio campus. Fuimos por entre los distintos edificios, en su mayoría construídos en los años 60 y 70. Esta Universidad, en realidad es hija de la Universidad Católica Fu-Jen (se pronuncia Fu-Ren) de Pekin y que, a causa de la represión comunista, tuvo que cerrarse en 1952, para reabrirse en Taipei en 1961.
La facultad de Medicina va a ser ampliada ya que se va a construir un hospital universitario. Entramos en la Facultad de Bellas Artes.
-"¿Son los estudiantes de Bellas Artes taiwaneses tan "especiales" como los españoles?"
-"No. Tienen un concepto distinto de creatividad. Y hay menos snobismo"
Paseamos por entre la biblioteca donde abundan los árboles banianos, con sus numerosas raíces y sus hilachas colgando. Señaló Tom entonces a unos altos árboles que había delante de un edificio: "Estos árboles de aquí son almendros de Madagascar" -dijo- "Que son almendros que no dan fruto. Simplemente están aquí de adorno".
La Universidad tiene dos facultades de lengua y literatura china: Una para chinos, que sería la "Filología China" pura y dura: la Sinología, y otra de "Chino mandarín como lengua extranjera". Frente a la Facultad de Sinología hay un estanque con tortugas, ranas y flores de loto. Había llovido.
-"La flor de loto tiene una estructura molecular distinta, que hace que las gotas de lluvia en vez de adherirse a la hoja, se desliza por ella" Le dio un pequeño manotazo y la gota saltó -"¡plin!"- de la hoja. "Es como cuando de pequeños jugábamos con una gota de mercurio pasándonosla de una mano a otra".
En fin, que paseando, paseando llegamos al Hostel del Sagrado Corazón y ya era hora de despedirse. Tom dió instrucciones claras a la estudiante recepcionista, cuyo inglés no era muy allá sobre a qué hora quería que llamasen al taxi a la mañana siguiente para que me recogiese. Hice el check out, pagué esa misma noche ya que al día siguiente el taxi me esperaría a las 6 de la mañana. Nos despedimos y me fui a la habitación a dormir. Al día siguiente a las 6 el taxi estaba ahí como un clavo para llevarme a la Terminal 2 del Taiwan Taoyuan International Airport ( 台灣桃園國際機場 ) desde donde despegó mi avión rumbo a Londres, con escala en Bangkok a las 9 de la mañana. El trayecto al aeropuerto en taxi duró unos 40 minutos y me costó 900 NT$ (unos 25 €).
DESPEDIDA Y CIERRE
Y esto es todo. Taiwan es un país fantástico y eso que hay muchas cosas que no he tenido la suerte o que no he podido conocer como Chung Tai Chan Monastery, Las montañas de Alishan y, al Sur, en la zona más tropical, Kenting -que de por sí necesita por lo menos una semana o más, con sus parques naturales y sus playas de fina arena-.
Muchas gracias por leer. En caso de alguna pregunta, no dudéis en contactar conmigo. Os dejo un poco de bibliografía:
- La Guía que he utilizado como referencia y para llevar a Taiwan de un sitio a otro es la Guía Verde Michelin acerca de Taiwan, en su versión en inglés. El ISBN es: 978-1-907099-26-7.
- Asimismo utilicé recursos para viajeros online, como las WikiTravel y la página web en español de la Oficina de Turismo de Taiwan.