Día 2: martes, 9 abril 2013. Trastévere, Gianicolo, Vaticano y Sant’Angelo
Mañana: Barrio Judio, Trastevere y Monte Gianicolo
Tarde: Vaticano y Castillo San’t Angelo
Noche: Piazza Navona, zona Area Sacra y Piazza Venecia
Foto: Itinerario
Salimos del hotel hacía las 9:30 de la mañana, pasando nuevamente por Piazza Venecia y entrando nuevamente en el monumento de Vittoriano porque el día anterior no pudimos subir porque ya estaba cerrado. Varios ascensores panorámicos permiten subir a la terraza superior del Vittoriano, en el mismo centro de la zona monumental. Magníficas perspectivas del Foro Romano, Foros imperiales, Coliseo, Via del Corso…
Foto: Vistas desde la terraza del monumento de Vittoriano
Luego continuamos, pasando por el barrio judío donde se encuentra el teatro Marcelo hasta el Foro Boario y la Bocca de la Veritá, en Via della Greca, 4.
La Boca de la verdad es una antigua máscara de mármol pavonazzetto, colocado en la pared del pronaos de la Iglesia de Santa Maria in Cosmedin en Roma el año 1632. La escultura, datable alrededor del siglo I, representa un rostro masculino con barba en el cual los ojos, la nariz y la boca están perforados y huecos.
La máscara goza de fama antigua y legendaria: se presume que desde detrás de la boca, el diablo −autodenominándose Mercurio− agarró un largo rato la mano de Juliano el Apóstata (que había engañado a una mujer y ante aquel ídolo debía jurar su buena fe), prometiéndole lavar su reputación y una gran fortuna si volvía al antiguo esplendor del paganismo.
La Boca de la verdad, se encuentra en el soportal de la iglesia Santa María in Cosmedín.
Foto: Bocca de la Veritá
Continuamos nuestra ruta por la isla Tiberina bordeando el río hasta llevar al barrio del Trastevere, uno de los barrios más característicos de la ciudad, lugar ideal para pasear por coloridas callejuelas y plazas, que todavía conservan un carácter auténticamente romano y ofrecen un agradable contraste con el solemne esplendor de todo cuanto hemos visto por la mañana.
Antiguamente el Trastevere -"al otro lado del Tevere", el Tíber- fue el primer barrio emplazado en la orilla derecha del río; en él vivían artesanos, pescadores, comerciantes, así como la comunidad de extranjeros dedicados a actividades portuarias. También era conocido por sus espléndidas villas y sus vastos jardines, los más importantes de los cuales fueron los de Julio César, donde parece ser que se hospedó Cleopatra; a su muerte, Julio César los dejó en testamento al pueblo romano. En la época medieval, el barrio adquirió su especial carácter, que conserva todavía en sus calles estrechas y sus plazoletas.
Aquí se encuentra Santa Maria de la Scala en la plaza del mismo nombre y la antigua basílica de Santa Maria in Trastevere, también el la plaza del mismo nombre, con sus mosaicos (siglo XIII) de Pietro Cavallini, y de Santa Cecilia, con la estatua de la patrona de la música, obra de Stefano Maderno. Para revivir también en el Trastevere los fastos del Renacimiento romano es aconsejable visitar la Farnesina, la villa suburbana del rico banquero Agostino Chigi, donde se conservan frescos de Rafael, Baldassare Peruzzi y Sebastiano del Piombo.
Foto: Piazza y Basílica de Santa Maria in Trastevere
Continuamos caminando dirección al Monte Gianicolo, sitio que normalmente, los turistas no suelen ir ¡pues no saben lo que se pierden! Me encantó. Las vistas de Roma desde aquí son impresionantes. Sin palabras. El paseo del Gianicolo ofrece un impresionante panorama sobre el conjunto de la ciudad, con los montes albanos al fondo. La amplia terraza del monumento a Giuseppe Garibaldi constituye un magnífico mirador.
Subiendo por via Garibaldi llegamos a piazza di San Pietro in Montorio donde se encuentra la iglesia del mismo nombre y la academia de España primero y después la casa del embajador de España en Roma. Continuamos por vía Garibaldi hasta llegar a la Fontana dell’Acqua Paola, una fuente de grandes dimensiones, estilo a la de Trevi pero no tan espectacular. Aquí continuamos caminando por la Passeggiata di Gianicolo, llena de estatuas, contemplando las maravillosas vistas que desde aquí hay de Roma, y llegamos a la plazza donde se encuentra la estatua de Garibaldi, punto más alto del Gianicolo. Desde aquí comenzamos a bajar, siguiendo por el mismo paseo hasta llegar a via di Porta Cavalleggeri desde donde por via dei Penitenzieri llegamos al Vaticano.
Un paseo, que desde Santa Maria in Trastevere hasta el Vaticano por el paseo del Monte Gianicolo no llega a 2 horas caminando. Nosotros tardamos casi 3 porque paramos a sacar muchas fotos y sentarnos un rato, pero realmente sería para echar 4 horas descansando tranquilamente.
Foto: Una de las vistas de Roma desde Gianicolo
A las 13:40 llegamos a La Ciudad del Vaticano, estado independiente desde 1929 (pactos de Letrán), está edificada en el lugar en que san Pedro sufrió martirio y fue sepultado. En el siglo IV d. C., Constantino, el primer emperador cristiano, edificó una espléndida basílica, que fue sucesivamente destruida y reconstruida en el curso de casi 120 años (desde el 1506 hasta su consagración, en 1626). Participaron en el proyecto de la nueva iglesia, la más grande del mundo, con sus 22.000 m2 de superficie total, los arquitectos de más renombre de la época, Bramante, Miguel Ángel y Maderno, entre otros.
A las 14:00 estábamos en Los museos Vaticanos, puesto que teníamos reservada la visita para esa hora. Tuvimos que esperar un poco de cola para pasar los metales, pero luego en taquilla nada porque las llevábamos reservadas (Pagamos 20 € en vez de 16 € sacándolas por internet para no esperar colas. En la mayoría de fechas compensa, porque sino te puedes tirar en la cola un montón de tiempo. mv.vatican.va/ ..._Home.html).
Los Museos Vaticanos, fruto de siglos de coleccionismo y encargos papales, ofrecen una gran variedad de colecciones que incluyen antiguas piezas de arte griegas y romanas (la del Vaticano es la mayor colección del mundo de estas características); de arte egipcio, etrusco y, naturalmente, las grandes obras maestras del arte del Renacimiento, con los frescos de la Capilla Sixtina y de las llamadas "Estancias de Rafael". La restauración de la Capilla Sixtina, de veinte años de duración, restituyó el brillo de sus colores originales y nos permite gozar plenamente, y con todo detalle, de los episodios bíblicos en la bóveda, y del Juicio Final de Miguel Ángel, con sus casi 400 figuras representadas en el momento más dramático de la historia de la humanidad. La Capilla contiene asimismo los célebres frescos del siglo XV, obra, entre otros, de Botticelli, Perugino y Ghirlandaio.
Foto: Capilla Sixtina
Recorrimos los museos vaticanos y a las 16 horas decidimos meternos a comer en un Burguer King que había de camino entre los museos y la plaza de San Pedro. Era demasiado tarde y no teníamos ganas de buscar ningún restaurante ni alejarnos para ir a los que llevábamos recomendados. Así comeríamos rápido.
A las 16:30 ya estábamos pasando los metales para entrar en la Basílica de San Pedro. Entramos y estuvimos casi 1 hora recorriéndola entera, con nuestra audio guía que llevábamos en el móvil (duraba tanto, que al final nos resultó coñazo y no la escuchamos entera).
Foto: Plaza y Basilica de San Pedro del Vaticano
La Basílica de San Pedro del Vaticano se levanta sobre la tumba del Apóstol, ubicada en una necrópolis del siglo I. La primera basílica vaticana fue construida por Constantino en el siglo IV, y estuvo en pie durante más de 1.000 años, hasta que los Papas del Renacimiento la derribaron para poder levantar una nueva basílica sobre la tumba de San Pedro.
Sus dimensiones eran tan gigantescas que la empresa parecía irrealizable, y estuvo a punto de sucumbir. Las obras duraron 160 años y en ellas trabajaron artistas de primer orden. Entre los tesoros de San Pedro destaca la fachada de Maderno, La cúpula de Miguel Angel, la célebre Piedad, también de Miguel Ángel, única obra firmada por el artista, que la esculpió a los 24 años de edad en un único bloque de mármol, el baldaquín barroco del altar mayor, creado por Bernini con bronce tomado del Panteón, la estatua de bronce de San Pedro, obra de Arnolfo di Cambio, o la Plaza de Bernini. Sorprende la casi total ausencia de obras pictóricas, sustituidas por mosaicos de la Escuela Vaticana.
La basílica de San Pedro es una de las experiencias más impresionantes desde el punto de vista arquitectónico. Ninguna fotografía puede plasmar el impacto visual in situ ante la magnificencia del edificio, el esplendor de su decoración y las obras de arte que alberga. La alternancia en la fase constructiva entre la planta de cruz griega y la de cruz latina, y la elección definitiva de esta última, provoca que sea necesario caminar un buen trecho por la nave central antes de poder contemplar la espléndida cúpula de Miguel Ángel (de 136 m de alto y un diámetro de 42 m).
Continuamos nuestra visita por el interior de la Basílica, en el sótano, donde se encuentra las Grutas Vaticanas (tumbas de los Papas). En ellas se encuentran las tumbas de los Papas Pío XI, Pío XII, Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II entre otros. También contiene maquetas informativas sobre la antigua basílica y sobre las excavaciones
La plaza de San Pedro, que señala la frontera con el Estado italiano, en la que caben 300.000 personas, acoge al visitante con el abrazo de su columnata proyectada por Bernini, es el centro de importantes ceremonias de relación directa del papa con sus feligreses.
A las 17:30 estábamos cogiendo el ascensor (previo pago de 7 €) para subir hasta la cúpula, claro que el ascensor te sube 550 escales (30 pisos), pero luego aún faltan otras 320 (17 pisos). Ahí vino mi decepción (y la de otras cuantas personas. Aunque ya me habían avisado), que no fuimos capaces de llegar hasta arriba. Estrecho, claustrofóbico, todo lo que se diga es poco. Yo subí 210 escaleras y no pude seguir, Santi llegó como un campeón hasta arriba. La verdad que las vistas de Roma desde allí son muy chulas y desde arriba del todo de la cúpula más aún.
Foto: Vistas de Via della Conciliazione desde cúpula de San Pedro
A las 18:30 horas regresábamos a la plaza de San Pedro, a sacar fotos y luego nos fuimos hasta una calle paralela, Via di Porta Cavalleggeri, n.107, desde donde se obtiene una extraordinaria vista de la cúpula de San Pedro y de paso aprovechamos para comprar unos souvenirs.
Foto: Vistas de la cúpula de San Pedro desde via di Porta Cavalleggeri
A través de la vía de la Conciliación llegamos al Castillo de Sant'Angelo, la fortaleza de los papas edificada en la Edad Media sobre los restos de la tumba del emperador Adriano (siglo II d. C). El emplazamiento del mausoleo del emperador en la orilla derecha del Tíber, próxima al Vaticano, determinó que fuera utilizado como bastión defensivo, conectado con los edificios papales a través de un pasadizo elevado (el llamado "Passetto").
Foto: Castillo de Sant’ Angelo desde el río Tiber
El puente que cruza para el castillo se dice que es el puente de los enamorados y en una de sus columnas está llena de candados porque dicen que si llevas un candado y lo atas allí tu amor quedará sellado (nosotros no lo hicimos).
Y regresamos hasta la plaza de San Pedro a sacar unas fotos porque ya estaba anocheciendo y estaban las luces encendidas (anécdota. Habíamos gastado las 2 baterías de la cámara y tuvimos en entrar en el Palacio Cardinal Cesi a que nos dejaran enchufar 10 min el cargador, jajaja).
Foto: Vaticano al anochecer
Ya eran las 21:00 horas, estábamos cansados y hambrientos, así que fuimos hasta uno de esos sitios que nos habían recomendado, Pizzería el Baffeto (Via del Governo Vecchio, 114), en una calle llena de bares y restaurantes. Y justo nada más salir, enfrente estuvimos en una cervecería donde estaban echando los partidos de vuelta de cuartos de la Champions, el Real Madrid - Galatasaray (pasó el R.Madrid) y del Málaga – Borussia Dormid (Málaga eliminado por culpa de 2 goles en el tiempo de descuento. ¡Mala suerte!).
Salimos de aquí y fuimos hasta Piazza Navona, llena de gente y espectacular de noche. Nos sentamos un rato en una de las fuentes, vimos en los alrededores Sta. Maria dell'Anima, Piazza y Palazio Madama y San Luigi dei Francesi y decidimos ir regresando al hotel, claro que, antes realizamos una parada en el área sacra y nuevamente en Piazza Venecia de noche.
Foto: Piazza Navona de noche
De Piazza Venezia seguimos por vía IV de novembre hasta la plaza donde se encuentra la iglesia de Santa Caterina de Siena, que tiene una palmera delante y la torre dele milizie a un lado. Aquí cogemos vía panisperma y pasamos al lado de la iglesia dei Santi Domenico e Sixto para continuar nuestro camino de regreso al hotel bajando por la calle Via dei Serpenti que ya sale a via Cavour, pero por el camino, hacemos una pequeña parada para tomar algo en piazza de la Madonna dei Monti, donde había un montón de ambiente de gente tomándose cañas y vinos. Esta plaza tiene mucho ambiente de tarde-noche y al mediodía (volveríamos al día siguiente, pero de día).
Foto: Piazza della Madonna dei Monti de noche
A las 24:00 llegamos al hotel, muertos.
Aquí ponemos un resumen de fotos del 2º y 3º día en Roma: