La ruta la realizamos el lunes 17 de agosto, un día marcado por la niebla y un fuerte viento que hacía moverse las nubes y que nos tapó bastantes vistas. Una auténtica pena, porque los Huertos del Diablo tenían que tener bastantes buenas vistas. Además no subimos al Ranchón por miedo al haber un fuerte viento y estar metida la niebla, y en esas circunstancias decidimos dejar la excursión en los dos Huertos e irnos a casa para evitar cualquier tipo de susto o percance. Fuimos los 4 amigos de siempre.
COMO LLEGAR
La ruta arranca del Puerto de Ventana. Para llegar allí debemos tomar la A-63 hasta Trubia (Valles del Trubia en la autopista), desviándonos ahí y seguir en todo momento la cartelería de Puerto de Ventana, en lo alto hay varios sitios para aparcar sin problemas en los márgenes de la carretera.
DATOS TÉCNICOS
Distancia: 11.2 kms
Dificultad: Moderada (+)
Desnivel positivo: 750 metros
Cota máxima: Huerto del Diablo Sur (2.133 metros)
Itinerario: Semicircular
Niños: Si están muy de caminar, la verdad es que no hay mucho peligro
Señalización: Está jitada por completo
LA RUTA
Madrugamos mucho, desayunamos en Proaza y seguimos camino hacia el Puerto de Ventana, donde llegamos hacia las 9 de la mañana. Las vistas hacia Asturias son buenas, pero un poco parciales al estar entre las estribaciones del Macizo de las Ubiñas y la zona del Ferreirúa.
Empezamos a caminar en una pista que sale hacia la izquierda, hacia las antiguas minas a cielo abierto. A nuestras espaldas dejamos el Ferreirúa, techo de Teverga y tras él vemos algo de la montaña somedana, que está a muy pocos kilómetros en línea recta.
Giramos a la derecha y empezamos a subir por una pista algo sombría, el frío rasca pese a estar en agosto, aunque entramos rapidamente en calor.
Llegamos a Los Canales, un pequeño collado en el que empezamos a ver el grandioso Macizo de las Ubiñas, aunque los grandes picos (Fontanes, Ubiña...) están tapados por la niebla.
A nuestros pies tenemos el bonito valle de Babia, aunque ha perdido todo su verde por culpa de la sequía estival (que daño está haciendo...) Por el fondo del valle va la carretera que une San Emiliano y Torrebarrio (en la foto) con Asturias.
Y ya vemos nuestro objetivo de hoy, los Huertos del Diablo, que nos parecen muy lejanos y muy por encima, aunque al final la subida no tuviera ninguna complicación y la hiciéramos rapida y fácilmente.
Seguimos el camino y nos equivocamos, no debeis ir por donde esta foto, debeis girar a la derecha por uno un poco menos claro, es el único punto donde eché en falta un jito o algo.
Tras bajar montaña a través nos acercamos ya al Collado Socellares, practicamente el inicio de las Ubiñas. La niebla empieza a abrir y frente a nosotros aparecen los Fontanes y la colosal Peña Ubiña
Llegamos al Collado Socellares y pasamos a la Vega Socellares, un valle interior (seguramente el último de las Ubiñas)
Remontamos el valle hacia el sur por un pindio camino que va entre las piedras sin ninguna dificultad.
Y rapidamente nos ganamos el Collado Melluque, ya en la base de los Huertos del Diablo. Tenemos la pelada Vega Socellares (se me parte el alma viendo todo tan seco, más que Asturias parece una sierra de la Meseta esto...) bajo nosotros.
Bajo el Melluque (no contábamos subirlo pero al final sí que lo haríamos) pastaba un grupo de cabras con sus dos pastores tranquilamente en una roca comiendo algo.
Y ya teníamos a la vista los dos Huertos del Diablo, nos faltaba la última subida para llegar al primero, el Norte, el más bajo de los dos.
Alcanzamos en un visto y no visto la cima del Huerto del Diablo Norte con sus 2.105 metros, y dejamos nuestra tarjeta sin encontrar ninguna en el buzón de cumbres (cada vez me encuentro más vacíos)
A nuestra derecha tenemos el Huerto Sur, y tras él el Ranchón. Más al fondo aparecen entre la niebla el Siete y los Fontanes. La verdad es que subir desde Ventana es fácil, pero hacia los Puertos de Agüeira (el valle interior entre Peña Rueda y las Ubiñas) hay una pared de unos 600 metros de altura, es impresionante.
Hacia el otro lado tenemos la montaña somedana, con mejor tiempo que las Ubiñas. Reconocemos perfectamente Peña Orniz y su forma plana, y delante y un poco a la derecha los recién ascendidos Albos.
El viento es helador, así que emprendemos rapidamente el descenso directamente al Huerto Sur, perdiendo casi 100 metros de desnivel que deberíamos recuperar con algo de interés, y es que el Sur es 30 metros más alto.
Subimos hacia el pico siguiendo una pequeña senda con algún jito, y ya desde abajo vemos una antigua trinchera de la Guerra Civil, que nos recuerda que las Ubiñas fueron un campo de batalla en una de las mayores vergüenzas de nuestra historia. En concreto los Huertos del Diablo, como el resto del macizo (a excepción de Peña Ubiña) estaba en manos republicanas aguantando una gran ofensiva el 24 de mayo de 1937 por parte de los nacionales tras un ataque a gran escala desde la Ubiñona, San Emiliano y Pinos y con el apoyo de la Legión Cóndor. Finalmente, 3 meses despues, en septiembre, la ofensiva nacional sobrepasa el macizo sin que puedan evitarlo los republicanos que huyen al verse completamente rodeados.
Alcanzamos la cima del Huerto del Diablo Sur, máxima elevación del día con sus 2133 metros dejando nuestra tarjeta en el buzón vacío que encontramos
Pegaba mucho viento, así que hicimos las fotos rapidamente para irnos. Hacia Somiedo y Babia estaba el día despejado, aunque no pudimos localizar ninguna cumbre aparte de las citadas anteriormente y el Cornón al fondo con su inconfundible silueta.
El valle de San Emiliano estaba a nuestros pies en casi toda su longitud, cerrado por la Sierra de la Maserona con el Morro Negro bien visible, un objetivo futurible. Al sur también aparece la Sierra de la Filera y las montañas que rodean al Pico La Ferrera
Mirando hacia el macizo frente a nosotros tenemos el Ranchón, y más al fondo el Siete y los Fontanes. La Ubiña apenas se distingue entre la niebla.
Nos acercamos a hacer unas fotos a la trinchera. Es una posición bastante difícil de tomar, y realmente nunca cayó del lado nacional en combate, cumpliendo su objetivo primordial.
Y claro, al estar un poco por debajo de la cima y resguardada de la cima no pegaba el viento, así que aquí, donde hace 80 años malvivían soldados republicanos, comimos nosotros nuestros bocatas. Que ironía...
Tras comer se echó la niebla muy encima, así que nos alegramos de haber descartado el Ranchón y nos pusimos a bajar rodeando un poco por la cresta cimera, la bajada la hicimos sin fallo y nos ganamos rapidamente el Collado Melluque, donde mis 3 compañeros decidieron descansar junto con las cabras. Yo estaba muy activo, así que en un acto de locura subí al Pico Melluque, el hermano pequeño de los Huertos del Diablo con sus 2049 metros de altitud. Desde el collado se sube en menos de 5 minutos, es un momento. Tras él los dos picos del día, a la izquierda el Huerto Norte y a la derecha el Sur.
Bajé rapidamente a reunirme con mis amigos y ya nos fuimos para abajo, dejándonos impresionar por última vez con el precioso y cerrado Valle de San Emiliano, en Babia.
Y sin más bajamos por donde subimos hasta llegar al Puerto Ventana, donde nos esperaba Rayo, mi coche.
Pusimos rumbo a Avilés un poco antes de las 4 de la tarde, y tras tomar algo en Proaza y quedar para hacer las Xanas en unos días tiramos hacia casa con la sensación de haber hecho una ruta preciosa y con la cima más alta del año en nuestras piernas.
Y ya sabeis, si os gustó dejar los puntinos, y si quereis sugerir o aconsejarnos alguna ruta o lugar que ver, no dudeis en hacerlo.
Un saludo viajeros!
Track de la ruta: es.wikiloc.com/ ...d=10509664
Volver al índice de rutas: www.losviajeros.com/ ...hp?e=33243
COMO LLEGAR
La ruta arranca del Puerto de Ventana. Para llegar allí debemos tomar la A-63 hasta Trubia (Valles del Trubia en la autopista), desviándonos ahí y seguir en todo momento la cartelería de Puerto de Ventana, en lo alto hay varios sitios para aparcar sin problemas en los márgenes de la carretera.
DATOS TÉCNICOS
Distancia: 11.2 kms
Dificultad: Moderada (+)
Desnivel positivo: 750 metros
Cota máxima: Huerto del Diablo Sur (2.133 metros)
Itinerario: Semicircular
Niños: Si están muy de caminar, la verdad es que no hay mucho peligro
Señalización: Está jitada por completo
LA RUTA
Madrugamos mucho, desayunamos en Proaza y seguimos camino hacia el Puerto de Ventana, donde llegamos hacia las 9 de la mañana. Las vistas hacia Asturias son buenas, pero un poco parciales al estar entre las estribaciones del Macizo de las Ubiñas y la zona del Ferreirúa.
Empezamos a caminar en una pista que sale hacia la izquierda, hacia las antiguas minas a cielo abierto. A nuestras espaldas dejamos el Ferreirúa, techo de Teverga y tras él vemos algo de la montaña somedana, que está a muy pocos kilómetros en línea recta.
Giramos a la derecha y empezamos a subir por una pista algo sombría, el frío rasca pese a estar en agosto, aunque entramos rapidamente en calor.
Llegamos a Los Canales, un pequeño collado en el que empezamos a ver el grandioso Macizo de las Ubiñas, aunque los grandes picos (Fontanes, Ubiña...) están tapados por la niebla.
A nuestros pies tenemos el bonito valle de Babia, aunque ha perdido todo su verde por culpa de la sequía estival (que daño está haciendo...) Por el fondo del valle va la carretera que une San Emiliano y Torrebarrio (en la foto) con Asturias.
Y ya vemos nuestro objetivo de hoy, los Huertos del Diablo, que nos parecen muy lejanos y muy por encima, aunque al final la subida no tuviera ninguna complicación y la hiciéramos rapida y fácilmente.
Seguimos el camino y nos equivocamos, no debeis ir por donde esta foto, debeis girar a la derecha por uno un poco menos claro, es el único punto donde eché en falta un jito o algo.
Tras bajar montaña a través nos acercamos ya al Collado Socellares, practicamente el inicio de las Ubiñas. La niebla empieza a abrir y frente a nosotros aparecen los Fontanes y la colosal Peña Ubiña
Llegamos al Collado Socellares y pasamos a la Vega Socellares, un valle interior (seguramente el último de las Ubiñas)
Remontamos el valle hacia el sur por un pindio camino que va entre las piedras sin ninguna dificultad.
Y rapidamente nos ganamos el Collado Melluque, ya en la base de los Huertos del Diablo. Tenemos la pelada Vega Socellares (se me parte el alma viendo todo tan seco, más que Asturias parece una sierra de la Meseta esto...) bajo nosotros.
Bajo el Melluque (no contábamos subirlo pero al final sí que lo haríamos) pastaba un grupo de cabras con sus dos pastores tranquilamente en una roca comiendo algo.
Y ya teníamos a la vista los dos Huertos del Diablo, nos faltaba la última subida para llegar al primero, el Norte, el más bajo de los dos.
Alcanzamos en un visto y no visto la cima del Huerto del Diablo Norte con sus 2.105 metros, y dejamos nuestra tarjeta sin encontrar ninguna en el buzón de cumbres (cada vez me encuentro más vacíos)
A nuestra derecha tenemos el Huerto Sur, y tras él el Ranchón. Más al fondo aparecen entre la niebla el Siete y los Fontanes. La verdad es que subir desde Ventana es fácil, pero hacia los Puertos de Agüeira (el valle interior entre Peña Rueda y las Ubiñas) hay una pared de unos 600 metros de altura, es impresionante.
Hacia el otro lado tenemos la montaña somedana, con mejor tiempo que las Ubiñas. Reconocemos perfectamente Peña Orniz y su forma plana, y delante y un poco a la derecha los recién ascendidos Albos.
El viento es helador, así que emprendemos rapidamente el descenso directamente al Huerto Sur, perdiendo casi 100 metros de desnivel que deberíamos recuperar con algo de interés, y es que el Sur es 30 metros más alto.
Subimos hacia el pico siguiendo una pequeña senda con algún jito, y ya desde abajo vemos una antigua trinchera de la Guerra Civil, que nos recuerda que las Ubiñas fueron un campo de batalla en una de las mayores vergüenzas de nuestra historia. En concreto los Huertos del Diablo, como el resto del macizo (a excepción de Peña Ubiña) estaba en manos republicanas aguantando una gran ofensiva el 24 de mayo de 1937 por parte de los nacionales tras un ataque a gran escala desde la Ubiñona, San Emiliano y Pinos y con el apoyo de la Legión Cóndor. Finalmente, 3 meses despues, en septiembre, la ofensiva nacional sobrepasa el macizo sin que puedan evitarlo los republicanos que huyen al verse completamente rodeados.
Alcanzamos la cima del Huerto del Diablo Sur, máxima elevación del día con sus 2133 metros dejando nuestra tarjeta en el buzón vacío que encontramos
Pegaba mucho viento, así que hicimos las fotos rapidamente para irnos. Hacia Somiedo y Babia estaba el día despejado, aunque no pudimos localizar ninguna cumbre aparte de las citadas anteriormente y el Cornón al fondo con su inconfundible silueta.
El valle de San Emiliano estaba a nuestros pies en casi toda su longitud, cerrado por la Sierra de la Maserona con el Morro Negro bien visible, un objetivo futurible. Al sur también aparece la Sierra de la Filera y las montañas que rodean al Pico La Ferrera
Mirando hacia el macizo frente a nosotros tenemos el Ranchón, y más al fondo el Siete y los Fontanes. La Ubiña apenas se distingue entre la niebla.
Nos acercamos a hacer unas fotos a la trinchera. Es una posición bastante difícil de tomar, y realmente nunca cayó del lado nacional en combate, cumpliendo su objetivo primordial.
Y claro, al estar un poco por debajo de la cima y resguardada de la cima no pegaba el viento, así que aquí, donde hace 80 años malvivían soldados republicanos, comimos nosotros nuestros bocatas. Que ironía...
Tras comer se echó la niebla muy encima, así que nos alegramos de haber descartado el Ranchón y nos pusimos a bajar rodeando un poco por la cresta cimera, la bajada la hicimos sin fallo y nos ganamos rapidamente el Collado Melluque, donde mis 3 compañeros decidieron descansar junto con las cabras. Yo estaba muy activo, así que en un acto de locura subí al Pico Melluque, el hermano pequeño de los Huertos del Diablo con sus 2049 metros de altitud. Desde el collado se sube en menos de 5 minutos, es un momento. Tras él los dos picos del día, a la izquierda el Huerto Norte y a la derecha el Sur.
Bajé rapidamente a reunirme con mis amigos y ya nos fuimos para abajo, dejándonos impresionar por última vez con el precioso y cerrado Valle de San Emiliano, en Babia.
Y sin más bajamos por donde subimos hasta llegar al Puerto Ventana, donde nos esperaba Rayo, mi coche.
Pusimos rumbo a Avilés un poco antes de las 4 de la tarde, y tras tomar algo en Proaza y quedar para hacer las Xanas en unos días tiramos hacia casa con la sensación de haber hecho una ruta preciosa y con la cima más alta del año en nuestras piernas.
Y ya sabeis, si os gustó dejar los puntinos, y si quereis sugerir o aconsejarnos alguna ruta o lugar que ver, no dudeis en hacerlo.
Un saludo viajeros!
Track de la ruta: es.wikiloc.com/ ...d=10509664
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