Tenía que ir a Madrid a hacer un examen, era el sábado 30 y me iba a llevar toda la mañana, así que para no pegarme el madrugón de mi vida y tener más de 4 horas de coche de noche con todo helado (demasiado riesgo), estaba claro que había que hacer noche en Madrid. Y el hotel elegido era el Abba Castilla Plaza, situado a la sombra de las Kio y con el metro de Plaza Castilla a la puerta, un hotel perfecto y con una buena relación calidad-precio (55€/noche una doble+18€ parking/día)
Y cual es mi sorpresa cuando veo que el viernes encienden las luces de navidad, ocasión perfecta para conocer el ambiente navideño de Madrid, que ya tenía ganas de ver como era, y conseguí no ir solo sin falta de mucho marketing gracias a esas luces.
Día 1: Viernes 29/11/13: Madrid de noche
Salimos a la 1 de Gijón, al acabar las clases, y la verdad es que con la Minera nos plantamos en el Negrón en una hora escasa, y tras una parada para comer unos bocatas, se nos hizo de noche sin darnos cuenta, dejando una preciosa panorámica de la llanura castellana con el sol tiñéndola de diversas tonalidades.
Llegamos a la capital después de tragarnos un poderoso atasco y de dar varias vueltas por la Castellana, ya de noche y viendo solo luces de coches y entre muchísimos pitidos, que me pusieron al borde del ataque de nervios. Vaya caos conducir por Madrid ¡Es horrible!
Cuando al final encontramos el hotel, tras dejar los bártulos en la habitación no perdimos tiempo en coger el metro y dirigirnos a la Plaza Mayor y su mercadillo navideño. La plaza estaba adornada con serpientes de luz que le daban un ambiente espectacular, y todo ello enmarcado en una arquitectura de quitar el hipo, que os voy a contar de la Plaza Mayor...
Al final de los puestos había un carrusel, y la verdad es que tenía arte, no se si por el lugar, en una esquina, si por el carrusel en sí, por el ambiente, o por una mezcla de todo pero ese rincón era mágico.
Fuimos hacia Sol pasando por la Calle Mayor, donde la iluminación parecía estar flotando y encima nos cruzamos con una excursión en patines con gorritos de Papa Noel, muy navideño todo.
Y llegamos a Sol, el lugar más emblemático de la navidad madrileña, con el árbol gigante (era de Loterías y Apuestas del Estado) y el reloj que marca las campanadas en Año Nuevo. Esta plaza no me gusta nada, es todo lo contrario a Madrid, no me mateis pero es donde peor ambiente hay del centro de largo, y mucha policía controlando que no haya robos, no es demasiado agradable. Pero bueno, hay que decir que el árbol es precioso y que teniendo un poco de cuidado se puede pasar un buen rato perfectamente.
La Calle Preciados también estaba muy bien iluminada, la ciudad en sí estaba preciosa, la verdad es que Madrid en Navidad gana muchos puntos.
Y llegamos a Gran Vía, donde nos encontramos con el árbol de Vodafone, bastante innovador y moderno.
Gran Vía estaba iluminada por edificios que componían el skyline de Madrid (o eso creo)
Callao tenía un árbol de navidad más tradicional, pero nos encantó, era precioso. Y además el anuncio de Schweppes daba bastante color a la noche.
Finalmente acabamos nuestro recorrido en Plaza España, con el árbol de Tous, fucsia y bastante original.
Después de cenar en un Vips, alucinamos con la cantidad de ellos que hay, ¡solo en Gran Vía hay más que en toda Asturias! Nos dirigimos al hotel que la mañana siguiente era importante y había que madrugar, no sin antes hacer unas fotos a las torres Kio.
Día 1: Viernes 30/11/13: Madrid de día (Palacio Real)
Después de toda la mañana haciendo las diversas partes del examen, enfilamos a Plaza España con la idea de visitar el Palacio Real, sin duda mi rincón favorito de Madrid. Tras una potente comida en el Fridays, nos dirigimos allí.
Este palacio se empezó a construir en 1738, cuando Felipe V decidió ocupar el solar dejado por el incendio del Alcazar Real. Tiene más de 3000 habitaciones y es el palacio más grande de Europa Occidental, acogiendo obras de gran valor histórico como cuadros de Caravaggio, Velázquez o Goya y tapices de diversos autores. Su ubicación es de ensueño, rodeada por zonas verdes (Plaza de Oriente, Jardines Sabatini y Campo del Moro) y a espaldas de la Catedral de la Almudena.
Se puede visitar, todos los días de 10 a 18 (se amplia hasta las 20 entre abril y octubre), y las tarifas varían, pero están en torno a los 6€ siendo estudiante y los 11 de entrada de adultos. Teníamos en mente entrar, pero el temporal de nieve anunciado para el Huerna hizo que todo quedara en una visita exterior para no tener que cruzarlo demasiado de noche.
Comenzamos por los Jardines Sabatini, preciosos y con unas vistas magníficas sobre el palacio en sí, un lugar donde hacer unas fotos espectaculares.
Íbamos a bajar al Campo del Moro, pero una llamada con un cambio a peor de las previsiones meteorológicas hicieron que acortaramos mucho la visita, yendo directamente a la Plaza de Oriente, donde había un mercadillo navideño.
Los jardines de Oriente son espectaculares, bien cuidados y por donde se puede dar un agradable paseo, aunque están algo masificados (en Madrid hay muchos turistas en cualquier época del año) Están rodeados por las estatuas de los diferentes reyes de España (íbamos con prisa y me puse a buscar a Don Pelayo por el lado equivocado, aunque ya lo había visto y tenía fotos de otras visitas nunca está de más ver una estatua de nuestro primer rey, del primer rey de Asturias)
La estatua ecuestre de Felipe IV sufragada por Isabel II con una fuente a sus pies es el centro de esta plaza. El monarca mira hacia el Teatro Real
Y poniéndose del lado del Teatro Real la estampa es totalmente mágica, uno de los lugares más bellos de España (y para mí de Europa)
De la que nos recogíamos pasamos por el Teatro Real, la Ópera madrileña, un edificio precioso
Y con el viaje de vuelta sin mayores sobresaltos y el Huerna con pocas complicaciones (menos mal que nos fuimos pronto, más tarde igual estaba bastante peor) llegamos a casa después de un par de días empapados de espíritu y ambiente navideño
Volver al índice de rutas: www.losviajeros.com/ ...hp?e=33305
Y cual es mi sorpresa cuando veo que el viernes encienden las luces de navidad, ocasión perfecta para conocer el ambiente navideño de Madrid, que ya tenía ganas de ver como era, y conseguí no ir solo sin falta de mucho marketing gracias a esas luces.
Día 1: Viernes 29/11/13: Madrid de noche
Salimos a la 1 de Gijón, al acabar las clases, y la verdad es que con la Minera nos plantamos en el Negrón en una hora escasa, y tras una parada para comer unos bocatas, se nos hizo de noche sin darnos cuenta, dejando una preciosa panorámica de la llanura castellana con el sol tiñéndola de diversas tonalidades.
Llegamos a la capital después de tragarnos un poderoso atasco y de dar varias vueltas por la Castellana, ya de noche y viendo solo luces de coches y entre muchísimos pitidos, que me pusieron al borde del ataque de nervios. Vaya caos conducir por Madrid ¡Es horrible!
Cuando al final encontramos el hotel, tras dejar los bártulos en la habitación no perdimos tiempo en coger el metro y dirigirnos a la Plaza Mayor y su mercadillo navideño. La plaza estaba adornada con serpientes de luz que le daban un ambiente espectacular, y todo ello enmarcado en una arquitectura de quitar el hipo, que os voy a contar de la Plaza Mayor...
Al final de los puestos había un carrusel, y la verdad es que tenía arte, no se si por el lugar, en una esquina, si por el carrusel en sí, por el ambiente, o por una mezcla de todo pero ese rincón era mágico.
Fuimos hacia Sol pasando por la Calle Mayor, donde la iluminación parecía estar flotando y encima nos cruzamos con una excursión en patines con gorritos de Papa Noel, muy navideño todo.
Y llegamos a Sol, el lugar más emblemático de la navidad madrileña, con el árbol gigante (era de Loterías y Apuestas del Estado) y el reloj que marca las campanadas en Año Nuevo. Esta plaza no me gusta nada, es todo lo contrario a Madrid, no me mateis pero es donde peor ambiente hay del centro de largo, y mucha policía controlando que no haya robos, no es demasiado agradable. Pero bueno, hay que decir que el árbol es precioso y que teniendo un poco de cuidado se puede pasar un buen rato perfectamente.
La Calle Preciados también estaba muy bien iluminada, la ciudad en sí estaba preciosa, la verdad es que Madrid en Navidad gana muchos puntos.
Y llegamos a Gran Vía, donde nos encontramos con el árbol de Vodafone, bastante innovador y moderno.
Gran Vía estaba iluminada por edificios que componían el skyline de Madrid (o eso creo)
Callao tenía un árbol de navidad más tradicional, pero nos encantó, era precioso. Y además el anuncio de Schweppes daba bastante color a la noche.
Finalmente acabamos nuestro recorrido en Plaza España, con el árbol de Tous, fucsia y bastante original.
Después de cenar en un Vips, alucinamos con la cantidad de ellos que hay, ¡solo en Gran Vía hay más que en toda Asturias! Nos dirigimos al hotel que la mañana siguiente era importante y había que madrugar, no sin antes hacer unas fotos a las torres Kio.
Día 1: Viernes 30/11/13: Madrid de día (Palacio Real)
Después de toda la mañana haciendo las diversas partes del examen, enfilamos a Plaza España con la idea de visitar el Palacio Real, sin duda mi rincón favorito de Madrid. Tras una potente comida en el Fridays, nos dirigimos allí.
Este palacio se empezó a construir en 1738, cuando Felipe V decidió ocupar el solar dejado por el incendio del Alcazar Real. Tiene más de 3000 habitaciones y es el palacio más grande de Europa Occidental, acogiendo obras de gran valor histórico como cuadros de Caravaggio, Velázquez o Goya y tapices de diversos autores. Su ubicación es de ensueño, rodeada por zonas verdes (Plaza de Oriente, Jardines Sabatini y Campo del Moro) y a espaldas de la Catedral de la Almudena.
Se puede visitar, todos los días de 10 a 18 (se amplia hasta las 20 entre abril y octubre), y las tarifas varían, pero están en torno a los 6€ siendo estudiante y los 11 de entrada de adultos. Teníamos en mente entrar, pero el temporal de nieve anunciado para el Huerna hizo que todo quedara en una visita exterior para no tener que cruzarlo demasiado de noche.
Comenzamos por los Jardines Sabatini, preciosos y con unas vistas magníficas sobre el palacio en sí, un lugar donde hacer unas fotos espectaculares.
Íbamos a bajar al Campo del Moro, pero una llamada con un cambio a peor de las previsiones meteorológicas hicieron que acortaramos mucho la visita, yendo directamente a la Plaza de Oriente, donde había un mercadillo navideño.
Los jardines de Oriente son espectaculares, bien cuidados y por donde se puede dar un agradable paseo, aunque están algo masificados (en Madrid hay muchos turistas en cualquier época del año) Están rodeados por las estatuas de los diferentes reyes de España (íbamos con prisa y me puse a buscar a Don Pelayo por el lado equivocado, aunque ya lo había visto y tenía fotos de otras visitas nunca está de más ver una estatua de nuestro primer rey, del primer rey de Asturias)
La estatua ecuestre de Felipe IV sufragada por Isabel II con una fuente a sus pies es el centro de esta plaza. El monarca mira hacia el Teatro Real
Y poniéndose del lado del Teatro Real la estampa es totalmente mágica, uno de los lugares más bellos de España (y para mí de Europa)
De la que nos recogíamos pasamos por el Teatro Real, la Ópera madrileña, un edificio precioso
Y con el viaje de vuelta sin mayores sobresaltos y el Huerna con pocas complicaciones (menos mal que nos fuimos pronto, más tarde igual estaba bastante peor) llegamos a casa después de un par de días empapados de espíritu y ambiente navideño
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