Para este día había previsto en mi agenda una visita al museo militar de Praga, después de ver varios museos de ese tipo en distintas capitales de Europa tenia curiosidad por el de Praga y como la historia militar es una de mis aficiones había que aprovechar. La pega es que tanto ese museo como el de la ciudad de Praga están ubicados fuera del distrito 1, el cual es el distrito del centro histórico de la ciudad. Desafortunadamente la mayoría de los mapas turísticos de Praga solo contemplan el distrito 1. No obstante me había hecho un croquis de cómo llegar en una libreta y para el museo de la ciudad de Praga que visite el día anterior me había servido. De esa forma, después de desayunar salí del hotel temprano y me fui hacia el este en busca del puente de la autovía bajo el cual tenía que pasar para recorrer a continuación la calla husitská. El problema se origino cuando en lugar de bifurcar hacia la izquierda para ir al museo seguí por la misma calle, apoderándome poco a poco una sensación de haberme perdido, lo razonable hubiese sido regresar pero me empeñe en seguir. Sabía que solo tenía que ir hacia mi izquierda y al cabo de un rato encontré una calle con unas escaleras que me permitían subir a una colina. Fui poco a poco ascendiendo con la escasa compañía de los habitantes de Praga que hacia jogging a esas horas hasta que finalmente llegue a la cima. Allí me encontré un edificio estatal con una bandera checa, una enorme estatua y unas bonitas vistas a la ciudad.
Cuando fui a la puerta de entrada me comentaron que hasta las 10:00 no habrían lo que me extraño porque según mis notas el museo abría a las 09:30 así que estuve esperando 25 minutos, cuando abrieron tuve que pagar la entrada que fue unas 110 coronas, lo que volvió a extrañarme porque según mis notas era gratis pero lo peor ocurrió cuando al empezar a deambular dentro me di cuenta que no era el museo correcto; Estaba en el monumento nacional de la colina de Vitkov, el cual tenía un par de exposiciones temporales y era el lugar donde descansaba la tumba del soldado desconocido. Pensé en salir e ir al museo militar que me explicaron que estaba en la base de la colina pero vi que tenía la posibilidad de subirme a la azotea en una plataforma habilitada pensando que sería un buen lugar para tomar fotos.
Vista de la torre de la pólvora, torre del reloj y del castillo
Foto anterior ampliada y centrada en los monumentos
Fue todo un acierto, me coloque en medio de la plataforma y empezó a hacer fotos girando sobre mí mismo. A propósito la estatua representa Jan "Žižka" de Trocnov un general checo y seguidor de las ideas de Jan Hus y el león con las dos colas del escudo representa el reino de bohemia.
Después de eso abandone el lugar bajando en dirección a lo que era mi destino inicial, no cabe duda que la bajada fue más sencilla que la subida. Con casi una hora de retraso llegue frente al T-34 que marcaba la entrada al patio del edificio donde se ubica el museo.
La verdad lo expuesto me sorprendió bastante porque no me imaginaba encontrarme lo que vi dentro; El contenido del museo está dedicado exclusivamente al siglo XX, si uno lo piensa es normal después de todo el país fue creado en 1918. Una de las 4 salas está trata del movimiento “Sokol” un movimiento deportivo creado en Praga en el siglo XIX exponiéndose fotos, medallas y maniquís con ropa deportiva. Puede parecer extraño tal exposición en ese tipo de museo pero tal como se explica en otra sala se uso esas asociaciones deportivas para la creación del ejército checo. La otra sala de la planta calle está dedicada a la primera guerra mundial durante la cual no existía ni la república checa, ni siquiera Checoslovaquia sino el imperio Austro-Húngaro (que junto a Prusia formaban las potencia centrales) y aunque en las vitrinas están expuestas armas y maniquíes con uniformes de los distintos ejércitos lo que me llamo la atención es las referencias a los checos que lucharon en el lado de la triple entente (Francia, Inglaterra y Rusia)
Por lo visto exiliados Checos en Francia crearon una legión y lucharon contra los prusianos pero igualmente los rusos y los italianos ofrecieron la oportunidad a los prisioneros checos de luchar a su lado como unidades checas independientes. Es algo que me choco ver como resaltan una pequeña cantidad de hombres que lucharon juntos a sus supuestos enemigos y contra lo que era entonces su gobierno.
En la primera planta tenemos otra sala dedicada al periodo entre las dos guerras mundiales, con la proclamación del estado de Checoslovaquia y la creación del ejército nacional. Finalmente la última sala está consagrada a la segunda guerra mundial donde tienen dioramas que recrean las grandes batallas de ese conflicto y en las vitrinas maniquíes con uniformes y armas de los distintos ejércitos enfrentados.
Mencionare que aquí también se hace hincapié a los soldados checos que lucharon fuera de su país junto con los ingleses en oriente medio, áfrica y finalmente Europa occidental como junto al ejército ruso en el frente oriental. Hay una vitrina dedicada a la operación militar para acabar con Reinhard Heydrich y la existencia de campos de concentración en territorio nacional. Aquí no hubo ninguna pega a la hora de hacer fotos.
Finalizada la visita regrese camino en dirección al hotel llegando cerca del medio día, almorcé cerca y después de la comida fui a la habitación del hotel para descansar un rato, puesto que hasta las 14:30 no era la visita al castillo. No negare que esos descansos, en los cuales no llegue a echarme siesta, se agradecieron al estar andando todo el día.
Tras la pausa me encamine hacia el Rudolfinum, lugar donde acabo el free tour del día anterior y donde empezaba el del castillo. En realidad no os esperéis a ver un castillo medieval sino que realmente es una serie de patios entorno a los cuales encontrareis palacios e iglesias, no por ello deja de ser impresionante su visita. En el lugar de reunión me encontré con turistas que habían hecho el free tour por la mañana e iban a realizar el del castillo por la tarde, yo personalmente no os lo recomiendo porque es una verdadera paliza hacerlo todo en un día. Como estábamos muchos se hizo dos grupos (había dos guías para los turistas que hablaran castellano) esta vez me toco un chico de Vigo licenciado en historia llamado Hugo cuyas explicaciones fueron muy completas.
Empezamos cruzando el puente y tras pasar por delante de un monumento dedicado a la segunda guerra mundial esperamos un momento para subirnos al tranvía. Mencionare que junto al billete del tour (300 coronas) se nos hizo comprar un ticket del tranvía (24 coronas) para acceder al castillo con ese medio de locomoción, el guía me comento que se hacía porque algunas veces había en los grupos gente mayor y el ascenso al castillo podía llegar a cansarlos, a mí personalmente también me pareció una ganancia de tiempo porque te ahorrabas la subida a pie (ya había tenido mi ración de subida a la colina Vitkov por la mañana) Bajamos en la calle Mariánské hradby tras un rápido paseo en tranvía y entramos al castillo por una entrada segundaria, la cual está protegida por la guardia del castillo (como los soldados del palacio de Buckingham pero estos en lugar de ir de rojo van de azul)
El guía fue realizando varias paradas ofreciéndonos explicaciones referente al lugar de la parada, de esa forma hicimos una antes de entrar después pasamos junto a una sala grande que servía de establos antiguamente para entrar en el segundo patio, que cruzamos rápidamente para llegar al primer patio y desde allí salimos a Hradcanske Namestí, una gran plaza bordeados de bellos palacios y donde se encuentra la estatua del primer presidente de Checoslovaquia, Tomas Garrigue Masaryk. Desde la plaza pudimos contemplar la entrada principal al castillo que da acceso al primer patio. Además de los dos guardias, la entrada está flanqueada por dos estatuas de titanes.
Dice la leyenda que quien entra en el palacio con malas intenciones hacia el país provocara que las estatuas tomara vida para darle su merecido al malhechor, bueno el guía nos comento que en 1938 Adolf Hitler se hizo una foto en esa misma entrada y desgraciadamente no le paso nada, leyendas…
Lo más destacable del primer patio es la puerta Matías con los distintos escudos de las regiones del país; Bohemia (león), Moravia, Silesia (águila). Otra parada en el segundo patio con otra explicación histórica, la pena es que la fuente de Kohl estaba de obras y no se podía hacer una buena foto.
Después pasamos al tercer patio donde se ubica la catedral de San Vito, la cual se acabo de construir al principio del siglo XX. En la puerta está reflejada parte de la historia de la iglesia que nos fue explicando nuestro guía, después accedimos al interior donde se nos dio otra breve charla, si tenéis la suerte de visitar la catedral ya os fijareis en la segunda vidriera de la izquierda fue pagada por la banca eslava y el nombre de dicha entidad sale en el mosaico.
En el patio donde se encuentra la catedral de San Vito tenemos también una estatua dedicada a San Jorge, un monolito así como el palacio donde hoy día realizar su labor el presidente de la república Checa.
En la parte trasera de la Catedral está ubicado el cuarto patio donde encontramos la basílica de San Jorge. Desde allí y siguiendo una calle se llega al callejón de oro. Al cual a partir de las 17:00 se puede acceder de forma gratuita, ir antes significa pagar la entrada, por eso me comentaron que el tour del castillo solo se realizaba por la tarde procurando que se llegase entorno de las 17:00 al callejón. Nosotros aun esperamos unos cinco minutos antes de entrar. Lo malo es que eso lo hacen para que entren los grupos y el callejón se lleno en un momento. No os aconsejo pagar la entrada.
Después de eso llegamos al último patio que durante la época comunista sirvió de guardería para los niños. Hay una estatua de un niño desnudo en medio del patio donde los turistas se hacen fotos sosteniendo las partes nobles del chaval, como se comprueba resaltan bastante.
La explicación que se nos dio es que en la época del régimen comunista fue algo escandaloso y por eso a la estatua se le amputo su virilidad siendo restablecida con la vuelta de la democracia, por ello que dicha parte no esta tan “desgastada” como el resto de la estatua. Con lo cual no es que lo pulan para que se hagan los turistas la foto sosteniendo la “parte brillante” como lo podréis ver si tenéis ocasión. Salimos del castillo por otra entrada segundaria pudiendo contemplar hermosas vistas a la ciudad, pasando por el lugar donde se produjo la defenestración que dio origen a la guerra de los treinta años.
La iglesia de San Nicolás de Mala strana de ve en el fondo
Bajamos hasta la iglesia de San Nicolás donde hicimos otra parada para finalmente acabar el tour en el puente de Carlos frente a la estatua de San Juan Nepomuceno, donde se nos explico la leyenda del santo así como la historia del niño Jesus de Praga y allí se acabo el tour.
Puente de Carlos IV, el lugar junto a la plaza de la ciudad vieja más visitado de Praga por los turistas.
San Juan Nepomuceno
A propósito bajo la estatua del santo hay tres placas, tocando los turistas indistintamente cualquiera de ellas porque se dice que quien toca “el santo” vuelve a Praga (algo parecido a lo de la fuente de Trevi de Roma) Bien en ese caso nos dijo el guía que de las tres placas es la del medio que hay que tocar. Creo que debía de ser entorno de las 19:00 horas cuando el grupo se separo (debo confesar que ambos tour duraron más de las tres horas previstas y en el segundo no se hizo pausa) Como Hugo el guía nos explico a algunos donde se ubicaba la Iglesia de Santa María de la Victoria me encamine allí junto a unos pocos para ver la famosa imagen del niño Jesus de Praga. Regresamos en dirección a la iglesia de San Nicolás tomando la calle Karmelitská (la calle de las carmelitas) donde a la altura del número 10 hallamos la iglesia en la cual entramos para contemplar en silencio la imagen.
Niño Jesus de Praga
Aun me quedaba algo de tiempo hasta cenar y como el día anterior solo vimos la plaza Wenceslao desde uno de sus extremos decidí acercarme para recorrerla en su totalidad hasta el museo nacional y si acaso cenar por allí. Volví al puente de Carlos recorriéndolo poco a poco y tomando fotos de algunas de las numerosas estatuas allí presentes, para después deambular por las calles que forman el casco histórico de la ciudad hasta llegar a la plaza, cabe destacar que muchas de esas pequeñas calles están atestadas de tiendas de recuerdos para turistas.
Al llegar a la plaza, aunque es más bien un bulevar ya que mide más de 600 metros de largo, lo recorrí por su zona central. A ambos lados hay muchas tiendas así como restaurante, también hay mucha gente paseando, turistas pero creo que sobretodo praguenses. Al final esta una estatua de san Wenceslao, patrón de bohemia, montado a caballo con el museo nacional tras él, dicho museo se encontraba cerrado por obras y creo que lo estará hasta el 2015. Cene en un restaurante de comida rápida cerca del museo y volví ya de noche al hotel con ganas de descansar.
Cuando fui a la puerta de entrada me comentaron que hasta las 10:00 no habrían lo que me extraño porque según mis notas el museo abría a las 09:30 así que estuve esperando 25 minutos, cuando abrieron tuve que pagar la entrada que fue unas 110 coronas, lo que volvió a extrañarme porque según mis notas era gratis pero lo peor ocurrió cuando al empezar a deambular dentro me di cuenta que no era el museo correcto; Estaba en el monumento nacional de la colina de Vitkov, el cual tenía un par de exposiciones temporales y era el lugar donde descansaba la tumba del soldado desconocido. Pensé en salir e ir al museo militar que me explicaron que estaba en la base de la colina pero vi que tenía la posibilidad de subirme a la azotea en una plataforma habilitada pensando que sería un buen lugar para tomar fotos.
Vista de la torre de la pólvora, torre del reloj y del castillo
Foto anterior ampliada y centrada en los monumentos
Fue todo un acierto, me coloque en medio de la plataforma y empezó a hacer fotos girando sobre mí mismo. A propósito la estatua representa Jan "Žižka" de Trocnov un general checo y seguidor de las ideas de Jan Hus y el león con las dos colas del escudo representa el reino de bohemia.
Después de eso abandone el lugar bajando en dirección a lo que era mi destino inicial, no cabe duda que la bajada fue más sencilla que la subida. Con casi una hora de retraso llegue frente al T-34 que marcaba la entrada al patio del edificio donde se ubica el museo.
La verdad lo expuesto me sorprendió bastante porque no me imaginaba encontrarme lo que vi dentro; El contenido del museo está dedicado exclusivamente al siglo XX, si uno lo piensa es normal después de todo el país fue creado en 1918. Una de las 4 salas está trata del movimiento “Sokol” un movimiento deportivo creado en Praga en el siglo XIX exponiéndose fotos, medallas y maniquís con ropa deportiva. Puede parecer extraño tal exposición en ese tipo de museo pero tal como se explica en otra sala se uso esas asociaciones deportivas para la creación del ejército checo. La otra sala de la planta calle está dedicada a la primera guerra mundial durante la cual no existía ni la república checa, ni siquiera Checoslovaquia sino el imperio Austro-Húngaro (que junto a Prusia formaban las potencia centrales) y aunque en las vitrinas están expuestas armas y maniquíes con uniformes de los distintos ejércitos lo que me llamo la atención es las referencias a los checos que lucharon en el lado de la triple entente (Francia, Inglaterra y Rusia)
Por lo visto exiliados Checos en Francia crearon una legión y lucharon contra los prusianos pero igualmente los rusos y los italianos ofrecieron la oportunidad a los prisioneros checos de luchar a su lado como unidades checas independientes. Es algo que me choco ver como resaltan una pequeña cantidad de hombres que lucharon juntos a sus supuestos enemigos y contra lo que era entonces su gobierno.
En la primera planta tenemos otra sala dedicada al periodo entre las dos guerras mundiales, con la proclamación del estado de Checoslovaquia y la creación del ejército nacional. Finalmente la última sala está consagrada a la segunda guerra mundial donde tienen dioramas que recrean las grandes batallas de ese conflicto y en las vitrinas maniquíes con uniformes y armas de los distintos ejércitos enfrentados.
Mencionare que aquí también se hace hincapié a los soldados checos que lucharon fuera de su país junto con los ingleses en oriente medio, áfrica y finalmente Europa occidental como junto al ejército ruso en el frente oriental. Hay una vitrina dedicada a la operación militar para acabar con Reinhard Heydrich y la existencia de campos de concentración en territorio nacional. Aquí no hubo ninguna pega a la hora de hacer fotos.
Finalizada la visita regrese camino en dirección al hotel llegando cerca del medio día, almorcé cerca y después de la comida fui a la habitación del hotel para descansar un rato, puesto que hasta las 14:30 no era la visita al castillo. No negare que esos descansos, en los cuales no llegue a echarme siesta, se agradecieron al estar andando todo el día.
Tras la pausa me encamine hacia el Rudolfinum, lugar donde acabo el free tour del día anterior y donde empezaba el del castillo. En realidad no os esperéis a ver un castillo medieval sino que realmente es una serie de patios entorno a los cuales encontrareis palacios e iglesias, no por ello deja de ser impresionante su visita. En el lugar de reunión me encontré con turistas que habían hecho el free tour por la mañana e iban a realizar el del castillo por la tarde, yo personalmente no os lo recomiendo porque es una verdadera paliza hacerlo todo en un día. Como estábamos muchos se hizo dos grupos (había dos guías para los turistas que hablaran castellano) esta vez me toco un chico de Vigo licenciado en historia llamado Hugo cuyas explicaciones fueron muy completas.
Empezamos cruzando el puente y tras pasar por delante de un monumento dedicado a la segunda guerra mundial esperamos un momento para subirnos al tranvía. Mencionare que junto al billete del tour (300 coronas) se nos hizo comprar un ticket del tranvía (24 coronas) para acceder al castillo con ese medio de locomoción, el guía me comento que se hacía porque algunas veces había en los grupos gente mayor y el ascenso al castillo podía llegar a cansarlos, a mí personalmente también me pareció una ganancia de tiempo porque te ahorrabas la subida a pie (ya había tenido mi ración de subida a la colina Vitkov por la mañana) Bajamos en la calle Mariánské hradby tras un rápido paseo en tranvía y entramos al castillo por una entrada segundaria, la cual está protegida por la guardia del castillo (como los soldados del palacio de Buckingham pero estos en lugar de ir de rojo van de azul)
El guía fue realizando varias paradas ofreciéndonos explicaciones referente al lugar de la parada, de esa forma hicimos una antes de entrar después pasamos junto a una sala grande que servía de establos antiguamente para entrar en el segundo patio, que cruzamos rápidamente para llegar al primer patio y desde allí salimos a Hradcanske Namestí, una gran plaza bordeados de bellos palacios y donde se encuentra la estatua del primer presidente de Checoslovaquia, Tomas Garrigue Masaryk. Desde la plaza pudimos contemplar la entrada principal al castillo que da acceso al primer patio. Además de los dos guardias, la entrada está flanqueada por dos estatuas de titanes.
Dice la leyenda que quien entra en el palacio con malas intenciones hacia el país provocara que las estatuas tomara vida para darle su merecido al malhechor, bueno el guía nos comento que en 1938 Adolf Hitler se hizo una foto en esa misma entrada y desgraciadamente no le paso nada, leyendas…
Lo más destacable del primer patio es la puerta Matías con los distintos escudos de las regiones del país; Bohemia (león), Moravia, Silesia (águila). Otra parada en el segundo patio con otra explicación histórica, la pena es que la fuente de Kohl estaba de obras y no se podía hacer una buena foto.
Después pasamos al tercer patio donde se ubica la catedral de San Vito, la cual se acabo de construir al principio del siglo XX. En la puerta está reflejada parte de la historia de la iglesia que nos fue explicando nuestro guía, después accedimos al interior donde se nos dio otra breve charla, si tenéis la suerte de visitar la catedral ya os fijareis en la segunda vidriera de la izquierda fue pagada por la banca eslava y el nombre de dicha entidad sale en el mosaico.
En el patio donde se encuentra la catedral de San Vito tenemos también una estatua dedicada a San Jorge, un monolito así como el palacio donde hoy día realizar su labor el presidente de la república Checa.
En la parte trasera de la Catedral está ubicado el cuarto patio donde encontramos la basílica de San Jorge. Desde allí y siguiendo una calle se llega al callejón de oro. Al cual a partir de las 17:00 se puede acceder de forma gratuita, ir antes significa pagar la entrada, por eso me comentaron que el tour del castillo solo se realizaba por la tarde procurando que se llegase entorno de las 17:00 al callejón. Nosotros aun esperamos unos cinco minutos antes de entrar. Lo malo es que eso lo hacen para que entren los grupos y el callejón se lleno en un momento. No os aconsejo pagar la entrada.
Después de eso llegamos al último patio que durante la época comunista sirvió de guardería para los niños. Hay una estatua de un niño desnudo en medio del patio donde los turistas se hacen fotos sosteniendo las partes nobles del chaval, como se comprueba resaltan bastante.
La explicación que se nos dio es que en la época del régimen comunista fue algo escandaloso y por eso a la estatua se le amputo su virilidad siendo restablecida con la vuelta de la democracia, por ello que dicha parte no esta tan “desgastada” como el resto de la estatua. Con lo cual no es que lo pulan para que se hagan los turistas la foto sosteniendo la “parte brillante” como lo podréis ver si tenéis ocasión. Salimos del castillo por otra entrada segundaria pudiendo contemplar hermosas vistas a la ciudad, pasando por el lugar donde se produjo la defenestración que dio origen a la guerra de los treinta años.
La iglesia de San Nicolás de Mala strana de ve en el fondo
Bajamos hasta la iglesia de San Nicolás donde hicimos otra parada para finalmente acabar el tour en el puente de Carlos frente a la estatua de San Juan Nepomuceno, donde se nos explico la leyenda del santo así como la historia del niño Jesus de Praga y allí se acabo el tour.
Puente de Carlos IV, el lugar junto a la plaza de la ciudad vieja más visitado de Praga por los turistas.
San Juan Nepomuceno
A propósito bajo la estatua del santo hay tres placas, tocando los turistas indistintamente cualquiera de ellas porque se dice que quien toca “el santo” vuelve a Praga (algo parecido a lo de la fuente de Trevi de Roma) Bien en ese caso nos dijo el guía que de las tres placas es la del medio que hay que tocar. Creo que debía de ser entorno de las 19:00 horas cuando el grupo se separo (debo confesar que ambos tour duraron más de las tres horas previstas y en el segundo no se hizo pausa) Como Hugo el guía nos explico a algunos donde se ubicaba la Iglesia de Santa María de la Victoria me encamine allí junto a unos pocos para ver la famosa imagen del niño Jesus de Praga. Regresamos en dirección a la iglesia de San Nicolás tomando la calle Karmelitská (la calle de las carmelitas) donde a la altura del número 10 hallamos la iglesia en la cual entramos para contemplar en silencio la imagen.
Niño Jesus de Praga
Aun me quedaba algo de tiempo hasta cenar y como el día anterior solo vimos la plaza Wenceslao desde uno de sus extremos decidí acercarme para recorrerla en su totalidad hasta el museo nacional y si acaso cenar por allí. Volví al puente de Carlos recorriéndolo poco a poco y tomando fotos de algunas de las numerosas estatuas allí presentes, para después deambular por las calles que forman el casco histórico de la ciudad hasta llegar a la plaza, cabe destacar que muchas de esas pequeñas calles están atestadas de tiendas de recuerdos para turistas.
Al llegar a la plaza, aunque es más bien un bulevar ya que mide más de 600 metros de largo, lo recorrí por su zona central. A ambos lados hay muchas tiendas así como restaurante, también hay mucha gente paseando, turistas pero creo que sobretodo praguenses. Al final esta una estatua de san Wenceslao, patrón de bohemia, montado a caballo con el museo nacional tras él, dicho museo se encontraba cerrado por obras y creo que lo estará hasta el 2015. Cene en un restaurante de comida rápida cerca del museo y volví ya de noche al hotel con ganas de descansar.