15.10.13 Tokyo - Frankfurt - Barcelona
Con un sueño terrible y una pena aún más grande nos levantamos a las 4,30h. Volvemos a casa. Recogemos las cuatro cosas que quedan por meter en la maleta, cerramos las mochilas con las bridas y nos aseguramos de no dejarnos nada. Bajamos al hall dónde hacemos el check-out al estilo nipón y de la forma más rápida dónde lo haréis jamás: dejando la llave de la habitación en una urna
Vamos hacia la JR Shimbashi, dónde tomamos la línea JR Yamanote hasta Nippori (160¥ x 2). Ayer ya agotamos el saldo de las tarjetas pre-pago con la intención de traérnoslas de souvenir y usarlas en el próximo viaje… si, si lees bien: habrá un tercero! Así que pasamos los tornos y a la salida, antes de volver a pasar la tarjeta por ellos, hacemos el ajuste en las máquinas.
En Nippori nos dirigimos a la zona de la estación de la Keisei -están adheridas una a otra- y compramos los billetes para ir al aeropuerto de Narita (2200¥ x 2) con el Skylinner. Ésta es la opción más económica para llegar al aeropuerto sin el JRP activo. Compramos algo de desayuno en la estación y esperamos al siguiente tren que sale a las 6,03h por suerte no falta mucho para que llegue, menudo sueño tenemos! Una vez colocamos todos los bultos que llevamos con nosotros, nos acomodamos y mientras el tren nos lleva a Narita aprovechamos para desayunar y despedirnos de esta fascinante ciudad.
A eso de las 8h y poco ya estamos en el aeropuerto, en seguida localizamos dónde hacer la facturación y vamos directos a descargar. Con Lufthansa nos entran dos maletas de 23kg por pasajero, así que soltamos las dos maletas y las dos mochilas y nosotros nos quedamos sólo con una bolsa de mano cada uno dónde llevamos la documentación, el iPad, las cámaras de fotos y las chaquetas. Hasta las 9,45h no sale nuestro vuelo a Frankfurt así que nos entretenemos mirando tiendas de camino a la puerta de embarque que está en la otra punta del edificio. Sigo sin ver al dichoso peluche de Doraemon… compramos algunos dulces típicos para el viaje y algunas revistas.
Al fin llegamos a nuestra puerta de embarque y no me puedo creer lo que ven mis ojos en una tienda justo delante de la puerta… DOS PELUCHES DORAEMON!!!!! Casi lloro de la emoción!! juasss! Con las vueltas que hemos llegado a dar, parece que me estuvieran esperando antes de marcharme de Japón!!! aunque hay personal dentro, la tienda aún está cerrada así que me planto en la puerta a esperar a que abran, ya no me voy de aquí sin él! jaja!! en cuanto abren la persiana me cuelo dentro, solo tienen dos peluches, uno chiquitín (1300¥) que será el primer regalo que tendrá mi primer sobrino que viene en camino y otro más grandote (3500¥) para mi colección de peluches molones jeje! De verdad que me hizo tanta ilusión dar con ellos al fin que me dio igual lo que costaran Compramos también unos dulces de té verde que a mi marido le pirran y así gastamos los pocos yens que nos quedan (500¥).
Más contenta que un niño con zapatos nuevos nos tomamos un zumito antes de embarcar. Este viaje de vuelta ya no será tan duro con mi Doraemon jajaja! además tiene un incentivo que nos llama mucho y es que volaremos con la “bestia parda”, el A380. Es la primera vez que subimos en uno y nos hace ilusión, llamadnos frikis Con puntualidad nipona abren la puerta de embarque a la hora prevista y subimos a bordo. Nos acomodamos al más puro estilo japonés: fuera bambas, calcetines gordotes, mantita doble para no coger frío y botellín de agua, iPad y revistas varias a mano. Si es que todo se pega!
Y con toda la calma que podemos afrontamos el largo de viaje de vuelta a Europa… el A380 está equipado con varias cámaras (en cabina del piloto, en la panza del avión y en el flap superior) de modo que a lo largo del despegue, vuelo y aterrizaje puedes ir viéndolo en directo.
Nos sirven desayuno y comida más que decente y continuamente pasan ofreciendo bebidas y snacks. En este vuelo vimos un par de enfrentamientos entre pasajeros… la primera fue cuando un europeo con pinta de alemán echó su respaldo atrás, al japonés que iba detrás le pareció mal y empezó a golpear el asiento de delante hasta que el alemán se levantó con muy mala leche, le dijo cuatro frescas que no entendimos y llamó a la azafata que tuvo que explicarle amablemente al japonés que el señor de delante tenía todo el derecho de echarse atrás… me llamó la atención ver a un japonés comportarse de forma tan desagradable. La segunda fue tras una de las comidas que aproveché para ir al WC y había una cola terrible. Pues bien, un señor japonés algo mayor llegó el último y pretendía entrar el primero, éramos como 7 personas haciendo cola… unos chicos que iban delante mío (europeos también) le llamaron la atención y viendo que no hacía caso, una señora japonesa mayor le pegó un tirón del brazo echándolo al final de la cola. Me sorprendió mucho ver a una japonesa reaccionando así teniendo en cuenta la cultura tan machista que hay en Japón. Casi la felicito y todo jaja!
Cuando aún faltaban un par de horas largas para llegar a Frankfurt me empecé a encontrar muy mal… con mucho dolor e inflamación en todas las articulaciones, yo tengo una enfermedad artrítica pero no me había pasado nunca tan fuerte. Ya me había tomado un par de analgésicos además de mi medicación y seguía cada vez peor, así que me fui a buscar a las azafatas y les pedí un analgésico, les expliqué lo que me pasaba y que soy enfermera y no me pusieron ningún reparo. Cada “x” tiempo se acercaba alguna de ellas a mi y me preguntaban cómo estaba y si necesitaba algo más. Fue un gesto que agradecí, se portaron genial!
Cuando faltan apenas 30 minutos para llegar, el piloto informa a los pasajeros del vuelo a Barcelona que se ha adelantado unos 30’ y que han cambiado la puerta de embarque, oh oh! A las 14,05h llegamos a Frankfurt, menuda impresión ver cómo el avión toca suelo a través de las cámaras! jaja! decir que me pareció un avión muy cómodo. Con mucho aplomo, apenas se mueve y no notamos ninguna turbulencia en todo el vuelo. El personal de 10 y la comida buena que ya es decir en un avión
Intentamos bajar del avión cuanto antes, son casi las 14,35h!!! Tal y como ponemos pie en el aeropuerto de Frankfurt aceleramos el paso ya que contamos con apenas 1h para hacer la entrada al espacio europeo, control de seguridad y llegar a la siguiente puerta de embarque. Cuando vemos la interminable cola que hay para hacer el control de pasaportes casi nos da un jamacuco!!! Me quedo haciendo cola en una de las filas mientras mi marido va a preguntar al personal, le cuesta un poco dar con alguien que hable inglés pero al fin obtiene información y viene a buscarme, como tenemos pasaporte europeo y vuelo de conexión en 30’ nos dirigen a una cola específica al fondo de la sala, solo tenemos 4 personas delante así que va rápido.
El Polizei me da las “buenas tardes” en español y todo, qué majo! y salimos pitando hacia el control de seguridad. Aquí me pasó algo muy bueno… dejo la bolsa con las cámaras y la bolsa con los Doraemon en la cinta del scanner y paso por el arco, y veo que el funcionario pasa la bolsa de la cámara sin remirar demasiado -menos mal porqué no pagué las tasas - pero la bolsa del peluche la e pasa por el scanner como tres veces, se mira muy atento la pantalla con cara de “y esto qué es?!?!, me fijo con detalle y es que en la pantalla se ven unos puntos pero no la imagen del peluche definida… así que le digo que abra la bolsa para mirar que no me importa -prefiero que abra la bolsa a que me retenga aquí más rato y perder el vuelo…- y cuando ve lo que es me mira con una sonrisa y me devuelve la bolsa jaja! si es que Doraemon es internacional!! Salimos pitando de allí y llegamos a la puerta de embarque con el tiempo justo de hacer un pipí y embarcar, ufff!
A las 16,05h despega el último vuelo de la jornada, el que nos lleva a casa!!! Éste se hace menos pesado, solo son un par de horas y hasta nos dan merienda! A nuestro lado va sentado un chico que nos pide información turística de Barcelona, así que pasamos el tiempo entretenido explicándole cosas de nuestra ciudad
No sé si os ha pasado alguna vez, que después de tantos días fuera de casa cuando llegas a Barcelona y ves la ciudad a tus pies se te ilumina la mirada, ya estás en casa! A las 18h ponemos fin a un laaarguísimo día de viaje, agotados, contentos de estar de vuelta pero a la vez tristes por dejar de nuevo un país tan fascinante como Japón.
Nuestro equipaje sale de los últimos… como el enlace en Frankfurt fue tan corto, ya nos veíamos reclamando, pero al fin aparecen las dos maletas y las dos mochilas.
Cargados como mulas entre bolsas de mano, compras, mochilas, chaquetas y maletas y agotados nos vamos en busca de un taxi para ir a casa… hogar dulce hogar!! Llamada a los nuestros, ducha, pedimos cena y a dormir hasta que el cuerpo diga basta! Sayonara baby!
Con un sueño terrible y una pena aún más grande nos levantamos a las 4,30h. Volvemos a casa. Recogemos las cuatro cosas que quedan por meter en la maleta, cerramos las mochilas con las bridas y nos aseguramos de no dejarnos nada. Bajamos al hall dónde hacemos el check-out al estilo nipón y de la forma más rápida dónde lo haréis jamás: dejando la llave de la habitación en una urna
Vamos hacia la JR Shimbashi, dónde tomamos la línea JR Yamanote hasta Nippori (160¥ x 2). Ayer ya agotamos el saldo de las tarjetas pre-pago con la intención de traérnoslas de souvenir y usarlas en el próximo viaje… si, si lees bien: habrá un tercero! Así que pasamos los tornos y a la salida, antes de volver a pasar la tarjeta por ellos, hacemos el ajuste en las máquinas.
En Nippori nos dirigimos a la zona de la estación de la Keisei -están adheridas una a otra- y compramos los billetes para ir al aeropuerto de Narita (2200¥ x 2) con el Skylinner. Ésta es la opción más económica para llegar al aeropuerto sin el JRP activo. Compramos algo de desayuno en la estación y esperamos al siguiente tren que sale a las 6,03h por suerte no falta mucho para que llegue, menudo sueño tenemos! Una vez colocamos todos los bultos que llevamos con nosotros, nos acomodamos y mientras el tren nos lleva a Narita aprovechamos para desayunar y despedirnos de esta fascinante ciudad.
A eso de las 8h y poco ya estamos en el aeropuerto, en seguida localizamos dónde hacer la facturación y vamos directos a descargar. Con Lufthansa nos entran dos maletas de 23kg por pasajero, así que soltamos las dos maletas y las dos mochilas y nosotros nos quedamos sólo con una bolsa de mano cada uno dónde llevamos la documentación, el iPad, las cámaras de fotos y las chaquetas. Hasta las 9,45h no sale nuestro vuelo a Frankfurt así que nos entretenemos mirando tiendas de camino a la puerta de embarque que está en la otra punta del edificio. Sigo sin ver al dichoso peluche de Doraemon… compramos algunos dulces típicos para el viaje y algunas revistas.
Al fin llegamos a nuestra puerta de embarque y no me puedo creer lo que ven mis ojos en una tienda justo delante de la puerta… DOS PELUCHES DORAEMON!!!!! Casi lloro de la emoción!! juasss! Con las vueltas que hemos llegado a dar, parece que me estuvieran esperando antes de marcharme de Japón!!! aunque hay personal dentro, la tienda aún está cerrada así que me planto en la puerta a esperar a que abran, ya no me voy de aquí sin él! jaja!! en cuanto abren la persiana me cuelo dentro, solo tienen dos peluches, uno chiquitín (1300¥) que será el primer regalo que tendrá mi primer sobrino que viene en camino y otro más grandote (3500¥) para mi colección de peluches molones jeje! De verdad que me hizo tanta ilusión dar con ellos al fin que me dio igual lo que costaran Compramos también unos dulces de té verde que a mi marido le pirran y así gastamos los pocos yens que nos quedan (500¥).
Más contenta que un niño con zapatos nuevos nos tomamos un zumito antes de embarcar. Este viaje de vuelta ya no será tan duro con mi Doraemon jajaja! además tiene un incentivo que nos llama mucho y es que volaremos con la “bestia parda”, el A380. Es la primera vez que subimos en uno y nos hace ilusión, llamadnos frikis Con puntualidad nipona abren la puerta de embarque a la hora prevista y subimos a bordo. Nos acomodamos al más puro estilo japonés: fuera bambas, calcetines gordotes, mantita doble para no coger frío y botellín de agua, iPad y revistas varias a mano. Si es que todo se pega!
Y con toda la calma que podemos afrontamos el largo de viaje de vuelta a Europa… el A380 está equipado con varias cámaras (en cabina del piloto, en la panza del avión y en el flap superior) de modo que a lo largo del despegue, vuelo y aterrizaje puedes ir viéndolo en directo.
Nos sirven desayuno y comida más que decente y continuamente pasan ofreciendo bebidas y snacks. En este vuelo vimos un par de enfrentamientos entre pasajeros… la primera fue cuando un europeo con pinta de alemán echó su respaldo atrás, al japonés que iba detrás le pareció mal y empezó a golpear el asiento de delante hasta que el alemán se levantó con muy mala leche, le dijo cuatro frescas que no entendimos y llamó a la azafata que tuvo que explicarle amablemente al japonés que el señor de delante tenía todo el derecho de echarse atrás… me llamó la atención ver a un japonés comportarse de forma tan desagradable. La segunda fue tras una de las comidas que aproveché para ir al WC y había una cola terrible. Pues bien, un señor japonés algo mayor llegó el último y pretendía entrar el primero, éramos como 7 personas haciendo cola… unos chicos que iban delante mío (europeos también) le llamaron la atención y viendo que no hacía caso, una señora japonesa mayor le pegó un tirón del brazo echándolo al final de la cola. Me sorprendió mucho ver a una japonesa reaccionando así teniendo en cuenta la cultura tan machista que hay en Japón. Casi la felicito y todo jaja!
Cuando aún faltaban un par de horas largas para llegar a Frankfurt me empecé a encontrar muy mal… con mucho dolor e inflamación en todas las articulaciones, yo tengo una enfermedad artrítica pero no me había pasado nunca tan fuerte. Ya me había tomado un par de analgésicos además de mi medicación y seguía cada vez peor, así que me fui a buscar a las azafatas y les pedí un analgésico, les expliqué lo que me pasaba y que soy enfermera y no me pusieron ningún reparo. Cada “x” tiempo se acercaba alguna de ellas a mi y me preguntaban cómo estaba y si necesitaba algo más. Fue un gesto que agradecí, se portaron genial!
Cuando faltan apenas 30 minutos para llegar, el piloto informa a los pasajeros del vuelo a Barcelona que se ha adelantado unos 30’ y que han cambiado la puerta de embarque, oh oh! A las 14,05h llegamos a Frankfurt, menuda impresión ver cómo el avión toca suelo a través de las cámaras! jaja! decir que me pareció un avión muy cómodo. Con mucho aplomo, apenas se mueve y no notamos ninguna turbulencia en todo el vuelo. El personal de 10 y la comida buena que ya es decir en un avión
Intentamos bajar del avión cuanto antes, son casi las 14,35h!!! Tal y como ponemos pie en el aeropuerto de Frankfurt aceleramos el paso ya que contamos con apenas 1h para hacer la entrada al espacio europeo, control de seguridad y llegar a la siguiente puerta de embarque. Cuando vemos la interminable cola que hay para hacer el control de pasaportes casi nos da un jamacuco!!! Me quedo haciendo cola en una de las filas mientras mi marido va a preguntar al personal, le cuesta un poco dar con alguien que hable inglés pero al fin obtiene información y viene a buscarme, como tenemos pasaporte europeo y vuelo de conexión en 30’ nos dirigen a una cola específica al fondo de la sala, solo tenemos 4 personas delante así que va rápido.
El Polizei me da las “buenas tardes” en español y todo, qué majo! y salimos pitando hacia el control de seguridad. Aquí me pasó algo muy bueno… dejo la bolsa con las cámaras y la bolsa con los Doraemon en la cinta del scanner y paso por el arco, y veo que el funcionario pasa la bolsa de la cámara sin remirar demasiado -menos mal porqué no pagué las tasas - pero la bolsa del peluche la e pasa por el scanner como tres veces, se mira muy atento la pantalla con cara de “y esto qué es?!?!, me fijo con detalle y es que en la pantalla se ven unos puntos pero no la imagen del peluche definida… así que le digo que abra la bolsa para mirar que no me importa -prefiero que abra la bolsa a que me retenga aquí más rato y perder el vuelo…- y cuando ve lo que es me mira con una sonrisa y me devuelve la bolsa jaja! si es que Doraemon es internacional!! Salimos pitando de allí y llegamos a la puerta de embarque con el tiempo justo de hacer un pipí y embarcar, ufff!
A las 16,05h despega el último vuelo de la jornada, el que nos lleva a casa!!! Éste se hace menos pesado, solo son un par de horas y hasta nos dan merienda! A nuestro lado va sentado un chico que nos pide información turística de Barcelona, así que pasamos el tiempo entretenido explicándole cosas de nuestra ciudad
No sé si os ha pasado alguna vez, que después de tantos días fuera de casa cuando llegas a Barcelona y ves la ciudad a tus pies se te ilumina la mirada, ya estás en casa! A las 18h ponemos fin a un laaarguísimo día de viaje, agotados, contentos de estar de vuelta pero a la vez tristes por dejar de nuevo un país tan fascinante como Japón.
Nuestro equipaje sale de los últimos… como el enlace en Frankfurt fue tan corto, ya nos veíamos reclamando, pero al fin aparecen las dos maletas y las dos mochilas.
Cargados como mulas entre bolsas de mano, compras, mochilas, chaquetas y maletas y agotados nos vamos en busca de un taxi para ir a casa… hogar dulce hogar!! Llamada a los nuestros, ducha, pedimos cena y a dormir hasta que el cuerpo diga basta! Sayonara baby!
**Encontrarás el diario completo y otros más en mi blog:http://creciendoconmisviajes.wordpress.com/