Empezaba otro día que teníamos muy marcado en nuestro calendario. Supongo que como a muchos de vosotros, a mi de pequeño me encantaban los dinosaurios y tanto oyes hablar del Natural History Museum de Nueva York que piensas que debe ser poco menos que el paraíso, así que ¡visita obligada!. Y además, aun teníamos guardada la subida al Top of the Rock, así que el día se presentaba emocionante.
Antes había que hacer alguna compra que nos había quedado pendiente, así que a las 9:30 (cada día un poco más tarde, el cansancion iba haciendo mella), salíamos del apartamento y metro hasta Rockefeller Center. De allí, bajamos hasta la calle 47, que atravesamos para llegar la 5ª Avenida. Como curiosidad, en esta calle se concentran unas 50 joyerías, por lo que se llama El Paseo de los Diamantes. Una vez en 5th Ave, nos dirigimos rápido al NBA Store, donde compramos una camiseta de Rajon Rondo para un familiar y nos hicimos alguna foto con un Dwight Howard de tamaño natural que servía como maniquí(mi 1'93 se queda en nada comparado con ese cuerpo). La tienda de la NBA también es visita obligada para los aficionados al Basket, aunque los precios son bastante caros (y nuestras tarjetas ya habían sufrido bastante en Woodbury!). Como llevábamos tiempo de sobra, pasamos también por el Rockefeller Center, con menos gente que el primer día pese a ser Sábado y tras un rato allí decidimos que ya era hora de ir al Museo.
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Siempre es especial ver el ESB desde la 5ª Avenida
Siempre es especial ver el ESB desde la 5ª Avenida
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No se si impresiona más su talla o su anchura
No se si impresiona más su talla o su anchura
Volvimos a la parada de metro de Rockefeller Center y allí nos pasó otra de las anécdotas del viaje. Estuvimos esperando en el andén bastante rato, dejando pasar varios trenes hasta que llegase el nuestro y haciendo un poco "el moñas" con nuestros cafés del Starbuck (bendito sweet iced coffee!!). Al cabo de unos 20 minutos, sale una mujer de una garita que tenía allí y nos pregunta que donde queríamos ir. Si, después de 10 días en la ciudad, por primera vez nos equivocábamos en el metro, dejando pasar todos los trenes sin darnos cuenta de que el que buscábamos no pasaba el fin de semana (lo ponía grande y claro en el cartel). Fue muy amable la mujer al indicárnoslo, si no igual estábamos allí todavía haciéndonos fotos con los ojos bizcos!!. Tras las risas de rigor (de la mujer también), cogimos el siguiente metro y a las 11:30 estábamos en nuestro destino.
El American Museum Of Natural History (fundado en 1869), ubicado en el Upper West Side es uno de los museos más grandes del mundo y está separado en multitud de areas. Es imprescindible, antes de ir, seleccionar en qué quieres emplear la mayoría de tiempo a través de los mapas que podéis encontrar en su página web (echad un ojo a la parte "plan your visit" con toda la información necesaria de manera clara y concisa).
Entramos usando nuestras Citypass aun con la boca abierta del impresionante esqueleto de dinosaurio que hay a la entrada y directamente nos fuimos a ver el show Journey to the Stars, dentro del Hayden Big Bang Theater. Un documental impresionante acerca del espacio, aunque tengo que reconocer que se me hizo un poco largo (incluso juraría que en la parte final cerré los ojos alguna vez). Al salir estuvimos un rato por el Centro Rose de la Tierra y el Espacio y vimos una pequeña exposición de dibujos de niños con el logotipo de Google.De allí subimos al 4º piso a ver a los reyes del museo. Asombroso es poco, solo imaginarte como eran esos animales en realidad viendo sus huesos ya acongoja. Disfrutamos mucho, despacio, de cada una de las salas (aunque se echa de menos más cosas con las que poder interactuar).
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Nada más entrar al museo
Nada más entrar al museo
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IM-PRESIONANTE
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Enormes es poco
Enormes es poco
Posteriormente pasamos por la 3ª planta, con la impresionante sala de los mamíferos africanos (imposible no acordarse de Ben Stiller en la peli de Noche en el museo), los reptiles y los primates. En esta planta había una exhibición sobre ballenas que tenía bastante buena pinta, pero había que pagar 20$ por la entrada, por lo que declinamos pasar. Eran ya las 14:00, así que decidimos bajar al Museum Food Court para comer. La comida no fue la mejor del viaje, pero tampoco estuvo mal (eso si, sin pretensiones, hamburguesas,perritos, pollo,etc), por 30$ comimos los dos.
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Tremendos elefantes africanos
Tremendos elefantes africanos
Ya con el estómago lleno, nos fuimos al impresionante Hall of Ocean Life, con la majestuosa maqueta de la ballena azul a tamaño real (¡¡29 metros!!). Esta sala nos pareció de las más interesantes del museo, junto con la sala de la biodiversidad, llena de animales disecados. Acabamos nuestra visita por el Arthur Rose Hall of Meteorites, donde estaba el meteorito más grande que se conserva (Cape York, de más de 34 toneladas). Ya de camino a la salida pasamos también por alguna sala con una buena cantidad de arboles y troncos cortados, el Hall Of American Forest, que también nos llamó bastante la atención.
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La ballena del Hall of Ocean Life
La ballena del Hall of Ocean Life
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Sala de la Biodiversidad
Sala de la Biodiversidad
A las 16:00, salíamos del museo. En total, quitando la comida, habíamos estado como unas 4 horas dentro. Como poderse, se puede estar más tiempo (todo el que se quiera), pero para ver lo más importante, es suficiente.Desde el museo, nos fuimos a Central Park West y fuimos descendiendo dirección Columbus Circle, haciendo algunas paradas relacionadas con John Lennon. La primera en el famoso Dakota Building, donde asesinaron al beattle, y más tarde, entrando un poco en Central Park, en Strawberry Fields, justo en el mosaico con la palabra Imagine (que luego supimos que fue una donación de la ciudad de Napoles en honor de John Lennon).
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Dakota Building
Dakota Building
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Detalle del Dakota Building, un poco tétrico, ¿no?
Detalle del Dakota Building, un poco tétrico, ¿no?
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Strawberry Fields
Strawberry Fields
Tras un rato descansando allí, disfrutando del excelente entorno que hay siempre en Central Park (nos ha quedado esta espina para un futuro viaje), avanzamos por la 72 hasta Columbus Ave y continuamos hacía el sur. Tenemos que decir que esta zona del Upper West Side, nos encantó. Llena de tiendas y restaurantes y con un muy buen ambiente. La tomamos como opción para el alojamiento cuando volviésemos a la ciudad. Paramos en Kiehls a comprar unas cremas , nos cruzamos con unas chicas que estaban cantando canciones en plan coro (y lo hacían muy muy bien) y paramos en Lincoln Center en un pequeño mercado de artesanía (nada barata por cierto).
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Cosas que te encuentras en NY: Un coro de chicas cantando
Cosas que te encuentras en NY: Un coro de chicas cantando
Llegamos a nuestro apartamento y tras un breve descanso y una ducha reparadora, salíamos de nuevo a afrontar la última parte del día. Fuimos andando por la 56 hasta llegar a la 5ª Avenida, y no se como (como siempre, lo consiguen), mi chica me convenció para ir a algunas tiendas más. Abercombrie & Fitch (con un modelo que me gustó hasta a mi en la puerta), GAP, Hollister... Sobre la 19:30, nos dirigimos a Rockefeller Center y ahí si que vimos un sitio al que no nos pudimos resistir a pasar, los NBC Studios!. Entramos en su tienda y aquello era el paraiso de los friends adictos como Elena!!. Hay de mil series más, pero nosotros la mayoría del tiempo estuvimos viendo cosas de Chandler, Monica y compañía (amén de alguna foto en uno de los pupitres de la voz que había allí). La verdad es que vale la pena pasarse por la tienda, me resultó bastante interesante.
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El modelo de A&F
El modelo de A&F
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NBC Studios
NBC Studios
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"Ellos no saben que nosotros sabemos que ellos saben que lo sabemos". joey tribbiani, pensador.
"Ellos no saben que nosotros sabemos que ellos saben que lo sabemos". joey tribbiani, pensador.
Se acercaban las 20:00, así que nos fuimos a nuestro último destino. ¡¡Ibamos a subir al Top of the Rock!!. Tras pasar por la lujosa entrada y usar nuesta Citypass, en nada estábamos en la parte de arriba del edificio. Como podéis ver por el foro, mucha gente prefiere esta vista a la del Empire State porque, precisamente, desde ella se ve el Empire State (y ojo que la vista de Central Park también es preciosa). Nosotros no sabíamos con cual quedarnos, la verdad es que las dos nos parecen imprescindibles, aunque la sensación que tuvimos al subir al ESB (quizá por ser el primer día) no tuvo comparación con la del TOR. Tras dar una vuelta por la primera terraza y hacer algunas fotos, subimos a la parte de arriba (hay dos terrazas, una abajo con cristales y otra arriba, justo en el centro de la anterior, sin cristales) y cogimos un buen sitio para ver el atardecer. Mientras esperábamos, justo en la terraza de abajo, ¡¡una pedida de mano!!. Allí todo el mundo aplaudiendo y gritando, los asiáticos haciendo videos de la situación, el novio super feliz y la novia super cortada!!. Esto os amenizó la espera.
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Primeras fotos de NY al subir al TOR
Primeras fotos de NY al subir al TOR
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Central Park desde el TOR
Central Park desde el TOR
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¡Vivan los novios!
¡Vivan los novios!
Una vez empezó a irse la luz, sin palabras. Ver como va cayendo la noche, como se van encendiendo las luces de la ciudad, el ESB iluminado, el Chrysler (lo poco que se ve detras del Metlife) iluminado... ¡¡Hay que vivirlo!!. Fue un momento mágico, solo roto por un grupo de 4 españoles que no dejaban de dar voces (y no eran críos precisamente). Hay que decir también que arriba hay bastante aglomeración de gente intentando hacer sus fotos, pero de algo tenían que servir los 15 años jugando de poste a basket, ¿verdad?, mi posición era mía y de nadie más (aunque se la deje a un par de parejas que me pidieron un segundo para hacerse una foto). Os dejo algunas imágenes de lo que vimos, pero os aseguro que para nada hacen justicia a lo que es verlo y sentirlo allí.
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El ESB, encendiéndose poco a poco
El ESB, encendiéndose poco a poco
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Si el Chrysler se viese entero, sería inmejorable, pero...
Si el Chrysler se viese entero, sería inmejorable, pero...
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¡Ver como se van encendiendo todas las luces de la ciudad es mágico!
¡Ver como se van encendiendo todas las luces de la ciudad es mágico!
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Casi de noche
Casi de noche
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Por fin, noche cerrada
Por fin, noche cerrada
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Nuestra última foto desde el TOR
Nuestra última foto desde el TOR
Sobre las 21:30, bajamos del TOR, contentísimos y emocionados. Nos hicimos algunas fotos en Rockefeller Center de noche y cuando nos íbamos a buscar algún sitio para cenar, mi chica me advirtió que no se encontraba demasiado bien (el agua del día anterior le había afectado algo) así que finalmente decidimos coger algo en un deli de camino al apartamento, cenar allí con unas buenas Sam Adams que aun quedaban y descansar para afrontar nuestro último día en Manhattan.
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Foto desde detrás de la estatua de Prometeo
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