Este día estaba marcado en nuestro calendario. Ya teníamos reservada la visita al 11S Memorial a las 12:30 y sobre eso tenía que pivotar el resto de la mañana, donde pensábamos ver toda la zona sur de Manhattan, incluyendo Wall Street. Nos levantamos con ganas, ya que el día anterior había sido más relajado, pero al salir a la calle, llovía y con bastante fuerza, algo que para nuestra desgracia nos acompañaría todo el día (y que nos hizo cambiar nuestros planes).
Sobre las 9:30, ya habíamos salido del metro por City Hall y aunque íbamos a ir a sacar unas fotos del propio Ayuntamiento, cambiamos de planes y pese a que llevábamos nuestros chubasqueros, nos fuimos directos a buscar un paraguas. Lo encontramos en un kiosko cerca de la parada de metro (5$, que por cierto, no valen la pena, el paraguas era de lo peor). De ahí, bajamos por Broadway hasta llegar al Woolworth Building. Intentamos pasar y hacer una foto a su vestíbulo (nos habían hablado de una caricatura en el techo bastante curiosa), pero no muy amigablemente, una guardia de seguridad no nos dejó entrar.
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Entrada al Woolworth Building
Entrada al Woolworth Building
Continuamos bajando por Broadway (pasando por detrás de St Paul's Chapel, donde iríamos luego y ya con el One World Trade Center a la vista, perdiéndose en la niebla) hasta llegar al Century 21, donde teníamos apuntadas algunas cosas más que teníamos que comprar. Al salir, la lluvia había apretado, así que decidimos meternos en un Starbucks hasta que pudiésemos proseguir nuestro camino.
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Parte trasera de St Paul's Chapel
Parte trasera de St Paul's Chapel
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El One Worl Trade Center perdiéndose entre la niebla
El One Worl Trade Center perdiéndose entre la niebla
En algo más de 15 minutos, pudimos salir y dirigirnos a St Paul's Chapel. Es la iglesia más antigua de Manhattan y milagrosamente, quedó en pie tras los atentados del 11S. Durante los días siguientes a los atentados, sirvió como refugio y lugar de descanso de los que trabajaron allí, por lo que se ha convertido en uno de los lugares más simbólicos de Nueva York. Entramos y lo primero que te llama la atención es el silencio. Sentiamos algo parecido a lo que sentimos en el campo de concentración de Mauthausen. Solo con pensar lo que allí se vivió, ver los recuerdos existentes (algunos intactos
desde los atentados), el ambiente mezcla de solemnidad y tristeza, era bastante complicado mantener la calma y no romper a llorar (mucha de la gente que estaba allí, no podía hacerlo y lloraba). Pasamos allí más de 20 minutos, casi sin hablar entre nosotros, leyendo y pensando. Al salir, vimos la Campana de la Esperanza, un regalo de Londres a la ciudad por los atentados tras el primer aniversario y que se toca todos los 11S.
desde los atentados), el ambiente mezcla de solemnidad y tristeza, era bastante complicado mantener la calma y no romper a llorar (mucha de la gente que estaba allí, no podía hacerlo y lloraba). Pasamos allí más de 20 minutos, casi sin hablar entre nosotros, leyendo y pensando. Al salir, vimos la Campana de la Esperanza, un regalo de Londres a la ciudad por los atentados tras el primer aniversario y que se toca todos los 11S.
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Bandera con los nombres de los asesinados
Bandera con los nombres de los asesinados
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Uno de los colchones en los que descansaban los bomberos del 11S
Uno de los colchones en los que descansaban los bomberos del 11S
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Uno de los trajes utilizados por los bomberos
Uno de los trajes utilizados por los bomberos
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St Paul's Chapel está llena de mensajes sobre el 11S
St Paul's Chapel está llena de mensajes sobre el 11S
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El George Washington's Pew, donde rezó el presidente en 1789
El George Washington's Pew, donde rezó el presidente en 1789
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Bell of hope
Bell of hope
Volvimos a Broadway y seguimos hacia el sur, donde nos esperaba Trinity Church, nuestra siguiente parada. Esta iglesia de estilo gótico (cuyo cementerio anexo aun se utiliza) fue construida en 1846 y se mantiene intacta entre los rascacielos de su alrededor. Por dentro es enorme y bastante bonita, aunque no pudimos estar mucho tiempo porque había un oficio religioso.
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Interior de Trinity Church
Interior de Trinity Church
Al salir, de nuevo hacia el sur hasta llegar al famoso Charging Bull, donde no pudimos hacernos una foto ante la horda de asiáticos que lo rodeaban. Eso si, la parte de detrás estaba libre así que ahí
sacamos nuestra instantánea de recuerdo (si, con los huevos del toro, ¿qué le vamos a hacer?). Al final también pudimos hacer alguna en la cabeza de la estatua (que por cierto es enorme), aunque fuese desde un lateral.
sacamos nuestra instantánea de recuerdo (si, con los huevos del toro, ¿qué le vamos a hacer?). Al final también pudimos hacer alguna en la cabeza de la estatua (que por cierto es enorme), aunque fuese desde un lateral.
Continuamos bajando hasta llegar a Battery Park, donde queríamos ver The Sphere, una escultura de metal que se encontraba en medio del World Trade Center y que, relativamente, sobrevivió a los atentados. El acceso estaba prohibido porque estaban de obras, así que hicimos la foto desde lejos y ya nos dimos cuenta de que eran las 12, así que nos fuimos hacia el Memorial 11S.
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The Sphere
The Sphere
Pese a que nuestra entrada era a las 12:30, a las 12:25, tras pasar varios controles, ya estábamos en la zona 0. Allí, delante de esas enormes piscinas conmemorativas era imposible no intentar imaginar lo
que había anteriormente y lo que se tuvo que vivir. Parece realmente increible que ahí estuviesen las dos Torres Gemelas y que ahora, no quede de ellas nada más que ese recuerdo. De nuevo, llamaba la
atención el silencio de la gente en el memorial y muchas de esas personas tampoco podían reprimir las lágrimas. Además, el hecho de que siguiese lloviendo con fuerza le daba un aire aun más solemne al
entorno.
que había anteriormente y lo que se tuvo que vivir. Parece realmente increible que ahí estuviesen las dos Torres Gemelas y que ahora, no quede de ellas nada más que ese recuerdo. De nuevo, llamaba la
atención el silencio de la gente en el memorial y muchas de esas personas tampoco podían reprimir las lágrimas. Además, el hecho de que siguiese lloviendo con fuerza le daba un aire aun más solemne al
entorno.
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Una de las piscinas del Memorial 11S
Una de las piscinas del Memorial 11S
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TLos nombres de los fallecidos están grabados en los bordes de las piscinas
TLos nombres de los fallecidos están grabados en los bordes de las piscinas
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El majestuoso One World Trade Center justo desde sus pies. Parece interminable
El majestuoso One World Trade Center justo desde sus pies. Parece interminable
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Piscina del memorial 11S
Piscina del memorial 11S
Estuvimos cerca de media hora alli, paseando por las dos piscinas y viendo los alrededores, tan metidos en nuestros pensamientos que cuando nos quisimos dar cuenta, estábamos empapados pese a los
chubasqueros (tanto nuestro plan del día como la guia de NY que llevábamos quedaron en bastante malas condiciones). Cuando ya salimos del memorial, nos dirigimos al 9/11 Tribute Center, donde pasamos un rato viendo videos de lo que pasó, recuerdos y dejando pasar algo el tiempo para secarnos.
chubasqueros (tanto nuestro plan del día como la guia de NY que llevábamos quedaron en bastante malas condiciones). Cuando ya salimos del memorial, nos dirigimos al 9/11 Tribute Center, donde pasamos un rato viendo videos de lo que pasó, recuerdos y dejando pasar algo el tiempo para secarnos.
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Así quedaron nuestros apuntes
Así quedaron nuestros apuntes
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Moto hecha con restos de las Torres Gemelas
Moto hecha con restos de las Torres Gemelas
A la 13:20, nos fuimos para Wall Street, centro neurálgico del distrito financiero de Nueva York (y posiblemente del mundo). Allí, pese a que seguía diluviando (lo cual no es un problema para los perros de New York), se veía el típico movimiento de gente de negocios, pero por lo que nos dijeron, nada comparado con un día normal. Hicimos algunas fotos al edificio de la bolsa y al Federal Hall y paramos a pensar cual sería nuestro siguiente paso. Nuestra idea para el resto del día era pasarlo por la zona sur, coger el ferry gratuito a Staten Island para ver a Miss Liberty de cerca y cruzar el puente de Brooklyn. Pero viendo lo difícil que era estar por la calle por el tiempo, decidimos que sería un buen momento para pasar la tarde en algún museo aprovechando nuestra City Pass.
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Antes muerto que sencillo... Hasta para los perros
Antes muerto que sencillo... Hasta para los perros
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Edificio de la bolsa en Wall ST
Edificio de la bolsa en Wall ST
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Federal Hall
Federal Hall
Pero primero había que comer, y teníamos un sitio apuntado en nuestras notas que no nos podíamos perder. Cogimos la línea verde de metro desde la parada de Wall Street hasta la 33 y en pocos minutos entramos en Jackson Hole. Y ahí, pudimos probar las mejores hamburguesas que hemos comido hasta la fecha, impresionantes, deliciosas, ¡¡sin palabras para describirlas!!. Tras un combo de entrante y la hamburguesa (en mi caso, una Bacon Burguer) aun nos quedó algo de sitio para el postre y ahí llegó otra gran sorpresa. La cheesecake también estaba en el top de todas las que habíamos probado, ¡¡increible!!. Además, el trato fue excelente, con una
camarera que hablaba un más que correcto castellano y, como siempre, atentísima. Además, el precio también estaba bastante ajustado, en torno a 55$, tip incluida.
camarera que hablaba un más que correcto castellano y, como siempre, atentísima. Además, el precio también estaba bastante ajustado, en torno a 55$, tip incluida.
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Listos para comer en el Jackson Hole!
Listos para comer en el Jackson Hole!
Ya con las fuerzas recuperadas, elegimos pasar el resto del día en el MET, uno de los museos más conocidos de la ciudad y uno de los mejores museos de arte del mundo. Llegamos allí empapados de nuevo (ya que la parada de metro más cercana está a unas dos manzanas de la entrada al museo) y enseguida pudimos canjear nuestro cheque de City Pass por las entradas.
Una vez dentro pasamos toda la tarde paseando entre las innumerables exposiciones de la que consta el museo. Tiene más de 2 millones de obras de arte y, para verlo entero serían necesarios varios días. Nosotros nos lo tomamos relajadamente y disfrutamos de una excelente tarde. En especial, nos gustaron mucho las zonas de Egipto, África y toda la parte de esculturas y edificios europeos (incluyendo un patio español), aunque hay que reconocer que todas las dependencias del museo tienen cosas interesantísimas. También nos llamó bastante la atención toda la parte que trata la American Civil War, con bastantes libros ilustrativos de lo que ocurrió. Acabamos nuestra visita en la zona de pintura europea, con cuadros de Monet, Rembrandty Van Gogh (en especial su conocido autorretrato). Sin duda, una visita recomendada y obligada para todo aquel que le guste el
arte y que vaya a Nueva York.
arte y que vaya a Nueva York.
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Detalle de "The Boxer" dentro del departamento de Grecia y Roma
Detalle de "The Boxer" dentro del departamento de Grecia y Roma
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Autorretrato de Van Gogh
Autorretrato de Van Gogh
Cuando salimos del museo, aunque seguía lloviendo lo hacía ya con menor intensidad, así como eran ya pasadas las 19:30, nos fuimos a Columbus Circle, pasamos a nuestro ya querido Whole Food Market a por
algo para la cena en el apartamento y dimos por finalizado un día lleno de emociones y algo estropeado por el tiempo (aunque la lluvia hizo que fuese aun más inolvidable).
algo para la cena en el apartamento y dimos por finalizado un día lleno de emociones y algo estropeado por el tiempo (aunque la lluvia hizo que fuese aun más inolvidable).