Si hubiera que elegir el rascacielos más bello de Manhattan, el Chrysler, sin duda, ocuparía uno de los primeros lugares. Es uno de los símbolos distintivos de la ciudad de Nueva York, y está situado en el lado este de Manhattan, en la intersección de la calle 42 y la Avenida Lexington.
Construido originalmente por la corporación Chrysler, el edificio es actualmente copropiedad de TMW Real Estate y Tishman Speyer Properties. Fue diseñado por William van Alen, el contratista William H. Reynolds, y posteriormente vendido a Walter P. Chrysler, como sede central para su compañía.
En el verano de 2005, el Museo de Rascacielos de Nueva York emplazó a diversas personalidades - arquitectos, ingenieros, constructores y críticos - para que eligieran los diez rascacielos más bellos de la ciudad, y el Chrysler quedó en primer lugar . Pero no goza solo de la consideración de los expertos; para la mayoría de los neoyorquinos, el edificio de la calle 42 sigue siendo el rascacielos mejor valorado.
Este bello edificio del Midtown, de 319 metros de altura, es un magnífico ejemplo del estilo arquitectónico art-decó. Se construyó en 1930 y su ornamentación, sobre todo la de la torre, recuerda los brillantes tapacubos usados por entonces en los automóviles Chrysler.
El rascacielos hay que verlo con sol, cuando brillan sus placas metálicas de gran riqueza. La aguja está construida a base de conos que encajan unos en otros, y eso lo hace único y original, si se lo compara con los rascacielos de la misma época, porque está inspirada en el expresionismo alemán y en los decorados del cine, concretamente en la película de Robert Wiene, ``El gabinete del doctor Caligari´´.
El vestíbulo es especialmente elegante y, cuando se inauguró, contaba con una galería de acceso al público, en la parte superior, que fue sustituida primero por un restaurante y luego, tras la Gran Depresión, por un club privado. El edificio fue renovado en 1978 y 1979, y se añadió al vestíbulo un revestimiento de granito, mármol y acero. Son bellísimas las paredes de mármol africano veteado de rojo y el lujoso interior de madera de los ascensores.
El único problema es que no se puede visitar . Desapareció el mirador de la torre y no hay ni restaurantes ni bares que justifiquen la entrada al edificio. Los visitantes solo pueden acceder al vestíbulo, donde está el mural de Edward Trumbull, y esperar la llegada de los ascensores para admirar su espléndido interior. Lo normal es que los conserjes te dejen pasar si les dice que se está visitando la ciudad y que has ido expresamente a esa zona para conocer el edificio .
Por otra parte, la ubicación - Lexington con la 42 - es una de las zonas más atractivas de Nueva York para comprar, para comer y para ver el verdadero corazón de la ciudad, esa parte del Midtown siempre llena de gente apresurada, que sale de las oficinas para comprar el sándwich o para hacer alguna compra rápida.
El Chrysler, con sus 77 plantas, fue el edificio más alto del mundo hasta 1931, fecha de la inauguración del Empire State Building y, tras la destrucción de las Torres Gemelas, sigue siendo el segundo más alto de Manhattan.
405 Lexington Avenue, en la esquina con la calle 42. Visita: solo es posible visitar el vestíbulo.
Construido originalmente por la corporación Chrysler, el edificio es actualmente copropiedad de TMW Real Estate y Tishman Speyer Properties. Fue diseñado por William van Alen, el contratista William H. Reynolds, y posteriormente vendido a Walter P. Chrysler, como sede central para su compañía.
En el verano de 2005, el Museo de Rascacielos de Nueva York emplazó a diversas personalidades - arquitectos, ingenieros, constructores y críticos - para que eligieran los diez rascacielos más bellos de la ciudad, y el Chrysler quedó en primer lugar . Pero no goza solo de la consideración de los expertos; para la mayoría de los neoyorquinos, el edificio de la calle 42 sigue siendo el rascacielos mejor valorado.
Este bello edificio del Midtown, de 319 metros de altura, es un magnífico ejemplo del estilo arquitectónico art-decó. Se construyó en 1930 y su ornamentación, sobre todo la de la torre, recuerda los brillantes tapacubos usados por entonces en los automóviles Chrysler.
El rascacielos hay que verlo con sol, cuando brillan sus placas metálicas de gran riqueza. La aguja está construida a base de conos que encajan unos en otros, y eso lo hace único y original, si se lo compara con los rascacielos de la misma época, porque está inspirada en el expresionismo alemán y en los decorados del cine, concretamente en la película de Robert Wiene, ``El gabinete del doctor Caligari´´.
El vestíbulo es especialmente elegante y, cuando se inauguró, contaba con una galería de acceso al público, en la parte superior, que fue sustituida primero por un restaurante y luego, tras la Gran Depresión, por un club privado. El edificio fue renovado en 1978 y 1979, y se añadió al vestíbulo un revestimiento de granito, mármol y acero. Son bellísimas las paredes de mármol africano veteado de rojo y el lujoso interior de madera de los ascensores.
El único problema es que no se puede visitar . Desapareció el mirador de la torre y no hay ni restaurantes ni bares que justifiquen la entrada al edificio. Los visitantes solo pueden acceder al vestíbulo, donde está el mural de Edward Trumbull, y esperar la llegada de los ascensores para admirar su espléndido interior. Lo normal es que los conserjes te dejen pasar si les dice que se está visitando la ciudad y que has ido expresamente a esa zona para conocer el edificio .
Por otra parte, la ubicación - Lexington con la 42 - es una de las zonas más atractivas de Nueva York para comprar, para comer y para ver el verdadero corazón de la ciudad, esa parte del Midtown siempre llena de gente apresurada, que sale de las oficinas para comprar el sándwich o para hacer alguna compra rápida.
El Chrysler, con sus 77 plantas, fue el edificio más alto del mundo hasta 1931, fecha de la inauguración del Empire State Building y, tras la destrucción de las Torres Gemelas, sigue siendo el segundo más alto de Manhattan.
405 Lexington Avenue, en la esquina con la calle 42. Visita: solo es posible visitar el vestíbulo.