El Museum of Modern Art fue durante años el depositario del Guernica de Picasso y hoy sigue siendo uno de los mejores museos de arte contemporáneo y tal vez el más visitado del mundo.
Está en el 11 West de la calle 53, al lado de la Quinta Avenida, y aunque no es ni mucho menos el más grande, es el más valorado de Nueva York, junto con el Metropolitan, y uno de los más visitados.
Su exposición inaugural fue en 1929 y, 75 años después, fue remodelado, tras permanecer tres años cerrado. Hoy tiene el doble de su capacidad, después de una reforma llevada a cabo por el arquitecto japonés Yoshio Taniguchi que costó 858 millones de dólares. Se reinauguró el 20 de noviembre de 2004 y fue sin duda el acontecimiento del año. 15.000 personas asistieron al acto, para ver un museo bien distinto al que recordaban, con varios accesos, uno de ellos al restaurante, otro a la sección didáctica y dos al museo propiamente dicho, situados en las calles 53 y 54.
Es un maravilloso museo de seis pisos y, con la remodelación, Manhattan ha entrado en sus salas, ya que las ventanas están dispuestas de tal manera, que permiten que cada una de ellas sea un cuadro de un rincón de la ciudad. La única pega, después de la remodelación, fue el elevado precio de la entrada , que, en su momento, mereció algunas críticas por parte de los medios de comunicación, pero que ahora ya se ha equiparado al de otros museos.
En la primera planta se encuentra el jardín, un espacio para descansar y que permite admirar importantes esculturas de Picasso, Gaston Lachaise o Alberto Giacometti.
La segunda está dedicada a la colección permanente de arte contemporáneo, de 1960 a 2004 y hay, además, cine, videoarte, etc.
La tercera no tiene pintura, pero sí espléndidas colecciones de fotografía, dibujo, arquitectura y diseño.
En la cuarta planta, Roy Linchtenstein es uno de los protagonistas de una colección que el MoMA denomina Pintura y Escultura II y que muestra obras de 1940 a 1960.
Pintura y Escultura I, de 1880 a 1940, ocupa el quinto piso y merece la pena destacar Chico con caballo, de Picasso, pintado en 1906.
Las exhibiciones de la cuarta y quinta planta son las míticas del museo, las colecciones de postimpresionistas, expresionistas, surrealistas y pintores de la Escuela de Nueva York. La sexta está dedicada a exposiciones temporales.
Siempre está abarrotado y conviene, como en el caso de la visita al Empire State Building, considerar la posible espera, antes de acceder a la taquilla Si puede uno turnarse, uno de los atractivos del museo es su maravillosa tienda, situada justo enfrente, en la misma calle 53. Sus diseños son magníficos y sus precios también, pero merece la pena entregar la tarjeta de crédito y olvidarse del ahorro.
11 West de la calle 53, en la esquina con la Quinta Avenida. Telf.: 212/708 94 00. Visita: todos los días, excepto el martes, de 10.30 h a 17.30 h, viernes de 10.30 h a 20 h y gratis de 16 h a 20 h. Los menores de 16 años no pagan si van acompañados de un adulto. Precio: 20 $. Para llegar al MoMA se pueden coger las líneas de metro E y V hasta Fifth Avenue o las líneas B, D y F hasta la 50th Street/Rockefeller Center. O los autobuses M-1, 2, 3, 4 Y 5 hasta la 53th Street.
Está en el 11 West de la calle 53, al lado de la Quinta Avenida, y aunque no es ni mucho menos el más grande, es el más valorado de Nueva York, junto con el Metropolitan, y uno de los más visitados.
Su exposición inaugural fue en 1929 y, 75 años después, fue remodelado, tras permanecer tres años cerrado. Hoy tiene el doble de su capacidad, después de una reforma llevada a cabo por el arquitecto japonés Yoshio Taniguchi que costó 858 millones de dólares. Se reinauguró el 20 de noviembre de 2004 y fue sin duda el acontecimiento del año. 15.000 personas asistieron al acto, para ver un museo bien distinto al que recordaban, con varios accesos, uno de ellos al restaurante, otro a la sección didáctica y dos al museo propiamente dicho, situados en las calles 53 y 54.
Es un maravilloso museo de seis pisos y, con la remodelación, Manhattan ha entrado en sus salas, ya que las ventanas están dispuestas de tal manera, que permiten que cada una de ellas sea un cuadro de un rincón de la ciudad. La única pega, después de la remodelación, fue el elevado precio de la entrada , que, en su momento, mereció algunas críticas por parte de los medios de comunicación, pero que ahora ya se ha equiparado al de otros museos.
En la primera planta se encuentra el jardín, un espacio para descansar y que permite admirar importantes esculturas de Picasso, Gaston Lachaise o Alberto Giacometti.
La segunda está dedicada a la colección permanente de arte contemporáneo, de 1960 a 2004 y hay, además, cine, videoarte, etc.
La tercera no tiene pintura, pero sí espléndidas colecciones de fotografía, dibujo, arquitectura y diseño.
En la cuarta planta, Roy Linchtenstein es uno de los protagonistas de una colección que el MoMA denomina Pintura y Escultura II y que muestra obras de 1940 a 1960.
Pintura y Escultura I, de 1880 a 1940, ocupa el quinto piso y merece la pena destacar Chico con caballo, de Picasso, pintado en 1906.
Las exhibiciones de la cuarta y quinta planta son las míticas del museo, las colecciones de postimpresionistas, expresionistas, surrealistas y pintores de la Escuela de Nueva York. La sexta está dedicada a exposiciones temporales.
Siempre está abarrotado y conviene, como en el caso de la visita al Empire State Building, considerar la posible espera, antes de acceder a la taquilla Si puede uno turnarse, uno de los atractivos del museo es su maravillosa tienda, situada justo enfrente, en la misma calle 53. Sus diseños son magníficos y sus precios también, pero merece la pena entregar la tarjeta de crédito y olvidarse del ahorro.
11 West de la calle 53, en la esquina con la Quinta Avenida. Telf.: 212/708 94 00. Visita: todos los días, excepto el martes, de 10.30 h a 17.30 h, viernes de 10.30 h a 20 h y gratis de 16 h a 20 h. Los menores de 16 años no pagan si van acompañados de un adulto. Precio: 20 $. Para llegar al MoMA se pueden coger las líneas de metro E y V hasta Fifth Avenue o las líneas B, D y F hasta la 50th Street/Rockefeller Center. O los autobuses M-1, 2, 3, 4 Y 5 hasta la 53th Street.