PULLMANTUR ZENITH FIORDOS DEL NORTE 25 AGOSTO 2018 ✏️ Blogs de Baltico y Fiordos

Nuestro viaje comienza de madrugada. Como somos un grupo numeroso, y vivimos en la zona de la sierra de Madrid, hemos contratado un autobús para que nos lleve al aeropuerto.
Una vez allí nos recibe el personal de Pullmantur para indicarnos en qué mostradores debemos facturar las maletas. Todo es rápido y bien organizado. Es cierto que no todos conseguimos los asientos juntos, pero una vez dentro del avión, cambiamos los asientos y casi todos vamos juntos.
El vuelo sale puntual, aunque durante el trayecto acumulamos un poco de retraso y llegamos una media hora más tarde. Durante el vuelo nos sirvieron café, bollería, agua y zumos. El personal de Iberia muy amable.
Al aterrizar en Rostock, como es un aeropuerto pequeño, enseguida salimos a la zona de los autobuses que nos trasladaron al puerto.
Aquí si que faltó organización, pues al no permitir Pullmantur realizar el check in on line al tener reserva de grupo, tuvimos que esperar hora y media para poder realizarlo en los mostradores. Además, al llegar con retraso nuestro vuelo, se juntó con los pasajeros del siguiente vuelo desde Madrid, que llegaron puntuales. No entiendo cuál es la razón de no permitir hacer el checkin online pues agilizaría los trámites y no haría perder tanto tiempo.
Teníamos contratada una excursión con Shore para visitar Rostock y Warnemunde, pero debido al retraso en el chekin y a que tuvimos que esperar a varios integrantes de otro grupo con el que íbamos, sólo pudimos visitar Rostock.
Al llevar excursión contratada no miramos opción de autobuses, pero creo que es bastante complicado el transporte por este medio según comentarios de otros cruceristas, que recomiendan mejor utilizar el taxi.
Llegamos de vuelta al barco justo a las 19:00 h., por lo que ya no pudimos hacer el simulacro, y nos dieron una hoja en la que nos convocaban a una segunda convocatoria a las 21:00 en la discoteca. Nos explicaron el procedimiento en 15 minutos y ya está.
Después fuimos a cenar. Las cenas en el restaurante todas las noches han sido bastante buenas, y el personal atento.
Ese día hubo un espectáculo de ABBA, no muy interesante en mi opinión.
En el barco había un salón, el Pura Vida, en el que había música o concursos por las noches. También había música en el bar del Casino. Luego estaba el Café Café, y la discoteca a partir de cierta hora.

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El siguiente día fue el de navegación. La comida se podía hacer en el buffet o en el restaurante. Nosotros comimos en el restaurante, pero ese día el primer plato te lo servías tú de un buffet que pusieron en el restaurante, y el segundo plato lo pedías y te lo servían. El postre también te lo servías tu.
Por la noche fue la cena de gala. Nosotros teníamos segundo turno de cena, así que primero fuimos al teatro donde se hacía la presentación de la tripulación y te invitaban a cava y canapés. Antes de entrar te hacían la foto con el capitán.
La cena de esa noche era igual para todo el mundo. No podías elegir. Estuvo bastante bien.
En cuanto al movimiento del barco, la verdad es que se notó bastante casi todos los días que navegábamos por mar abierto.
El barco tiene un gimnasio pequeñito, la piscina exterior que no la utilizamos porque nos hizo bastante fresquito, y tres jacuzzis en la parte de atrás que la verdad estaban casi siempre llenos.
El buffet es pequeñito, no tiene mucha variedad, pero es correcto.

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El día amanece en Stavanger nublado y con ligera lluvia y algo de viento. Parte del grupo tenemos contratada excursión a Preikestolen con Shore. El Zenith atraca en el muelle más alejado, pero a nosotros nos recogen a pie de barco para llevarnos hasta el ferry, donde montamos con el autobús. Es una mañana con mucho tráfico en Stavanger debido a que se está celebrando en la ciudad una feria del petróleo que se realiza aquí cada dos años. Aun así llegamos puntuales al ferry y montamos con el autobús. Una vez en el ferry nos bajamos del autobús y realizamos la travesía hasta Tau. Poco antes de llegar volvemos a montar en el autobús y salimos del ferry, dirigiéndonos hacia la base de Preikestolen. Todo ha sido muy rápido. De camino al parking de Preikestolen vemos unas obras en la carretera y la guía nos comenta que están construyendo un túnel bajo el mar desde Stavanger hasta Tau para que no sea necesario coger el ferry y así realizar todo el recorrido desde Stavanger hasta la base de Preikestolen en autobús. Se supone que para el año que viene ya estará en funcionamiento.
Una vez en la base de Preikestolen, aprox. las 10 h. la guía nos da de tiempo máximo hasta las 14:45 h. para realizar la subida y bajada.
Como ya comenté en el hilo del puerto, para mí la subida no fue dura. Pero claro, yo estoy acostumbrada a hacer senderismo por la montaña. He hecho recorridos más duros por la Pedriza. En nuestro grupo eramos 20 personas, algunas no acostumbradas al senderismo y otras sí. Los primeros en una hora ya estaban arriba, los últimos utilizaron 2 horas. Yo tardé una hora y cuarto, haciendo alguna parada. Es verdad que llovía de vez en cuando, pero el terreno no estaba resbaladizo. Personalmente yo prefiero subir así que con sol y 25 grados. Es cierto que arriba hacía mucho viento, y te impone el precipicio con esas ráfagas fuertes de viento, sobre todo si tienes algo de vértigo como yo. La bajada tampoco me pareció muy complicada, bajamos haciendo paradas para hacer fotos. A todos nos sobró tiempo, incluso a los que tardaron 2 horas en subir, luego bajaron ráppido. Nos dio tiempo a tomar una cervecita en el hotel contemplando las vistas del fiordo.
Por el camino yo vi gente en zapatillas normales, con niños muy pequeños en brazos...... Creo que así no se debe subir.
Una vez todos en el autobús desandamos el camino y el autobús nos dejó otra vez a pie de barco. Allí quedamos con el resto del grupo que no subieron a Preikestolen pero hicieron el crucerito por el fiordo. Les gustó mucho.
Dimos una vuelta por la ciudad, viendo el barrio de las casas blancas, la catedral, la calle de los colores, el parque del museo de petróleo.....
De vuelta al barco, el puerto estaba muy animado, había un montón de carpas y barcos atracados donde estaban los "hombres de negocio del petróleo" tomándose un piscolabis y supongo que haciendo negocios. La verdad es que parecía otro puerto, yo ya había estado en otra ocasión, pero hoy había mucha vida en el puerto.
De vuelta al barco, cervecita y ducha. Hoy perdonamos el espectáculo, Diario de un amor. Por la noche, fiesta de blanco.

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