Unos años mas tarde ✏️ Blogs de Francia

Hace 32 años visité por vez primera París, era otro tiempo completamente distinto, París era otro mundo, la ciudad que todos envidiábamos, no solo era la ciudad de la luz y del amor, era la ciudad de la libertad, de la cultura, del progresismo, del refinamiento, del cine y de muchas cosas más. Entonces era una ciudad mas tranquila, menos turística, pero con el mismo encanto. La información que teníamos de lugares no era mucha, Solo fuimos cuatro días y el viaje lo hicimos en coche ¡ya ha llovido!. Nos movíamos con dificultad y nos dejamos muchísimas cosas sin ver, pero era la época de la censura y era casi obligatorio ir al cine, toda una generación lo intentaba y solo unos pocos lo conseguimos. Entonces estaban en cartelera El último tango en París, Emanuel entre otras y evidentemente aquí estaban prohibidas, pero allí era tal la afluencia de españoles que la segunda la vi traducida a nuestro idioma.
Nos prometimos volver y por distintas causas no lo habíamos llevado a cabo pero por fin hemos vuelto, a ver lo que no vimos y ver de nuevo aquello que vimos, menos el cine claro.

Dia.-28/9 – Temprano, para tener el mayor tiempo posible salimos desde Barajas con destino Pris. Armado con mi Paris museum y fotos tipo carnet nos vamos a la ciudad de la luz treinta y dos años después.
A las 7 de la mañana nos llama Air France para embarcar y salir media hora mas tarde con rumbo a nuestro destino. El viaje magnifico y tienen la amabilidad de servirnos un “cafelito” y croissants (los que nos apetece) y sin darnos cuenta estamos descendiendo hacia el Roissy-Charles De Gaulle. Las maletas aparecen rápido y nos vamos hacia el punto donde nos tienen que hacer la Navigo (tarjeta de transporte) que con las fotos y 38 euros nos extienden en el momento.
Roissybus hasta Opera y desde allí metro hasta la calle Henri Bocquillon donde hemos reservado un estudio con la estación de metro de Beaucicaut a 50 mts. Bajamos al súper (que está al lado) nos subimos unas cosillas para comer y nos vamos hacia el edificio mas emblemático de Paris y por el que siento autentica debilidad, tengo “mono” de la torre Eiffel.
¿Ahí está!, desde la Escuela Militar me reencuentro con ella, ¡cuanto tiempo!. Paseando por los jardines de Marte llegamos a la base donde está situada la taquilla. Cinco personas hacen cola y al ver tan poca gente decidimos subir. Cada día me impresiona mas asomarme desde lugares no naturales, no se a que es debido, por el contrario desde rocas, montañas, etc. no tengo mayor problema, pero…. Desde la tercera planta nos damos una ración de "ver Paris",
que distinto a nuestras ciudades, todos los edificios con alturas similares, las avenidas y bulevares arbolados y amplios, plazas inmensas, jardines enromes por donde poder pasear, ya digo, que distinto es todo al mundo en el que me ha tocado vivir. Iniciamos el descenso parando en las intermedias, aunque ya no impresiona tanto. Caminando por Trocadero hasta el Arco del Triunfo que ahora me parece distinto a aquella primera vez. Por los Campos Eliseos hacia La Concordia bajamos paseando, disfrutando de nuestro paseo, aunque el tráfico es tremendo pero no caótico. Nos sentamos en una terraza y como suponíamos nos dan el primer “sablazo”, “un panache” y “une biere” 12 euros de vellón. Es lo que hay… pero… es preferible que carguen las tintas en los “caprichos” y que los artículos de primera necesidad sean asequibles.
Ya de noche y cansados, no sin antes dar una vuelta por La Concorde, en el "tubo" nos vamos hasta nuestro estudio, que desde las 4 de la mañana … toca dormir un poco.

Día 29/9 – Nos levantamos sin prisa, ducha desayuno fuerte y calle. Hoy empezamos por el Sacre Coeur. Salimos del “tubo” en Abbesses, estación muy profunda, pero no tomamos el ascensor, subimos por la escalera que parece no terminar nunca y….. a nuestro lado sube un asiático (chino creo), que nos da un tremendo susto; el hombre que no debe estar muy acostumbrado a subir tantos escalones y su condición física deja bastante que desear en un momento se para y emite un suspiro (gemido, grito, gruñido...dificil de expresar) tremendo que nos hace volver la mirada hacia él para ir en su ayuda ya que parecía se iba a caer, ¡menos mal!, solo paró un momento y pudo llegar a la calle, allí si, en el primer banco que había se sentó por que “no podía con su alma”. Llegamos hasta el funicular, que también nos cubre la Navigo y nos plantamos en la colina de Montmatre. La basílica es preciosa por fuera,

pero el interior….. me deja un poco indiferente. Dejamos atrás la basílica y caminamos hasta la place du Tertre. No me gustan los tumultos en exceso pero aseguro que este me resulta agradable, nos paramos frente a varios de los dibujantes/pintores a ver como hacen su trabajo,
que facilidad, con lo negado que soy yo para el dibujo artístico. Si hubiera menos gente parecería todo mas romántico, quizá sea por esto… y algo mas, por lo que llaman a Paris la ciudad del amor. Después de un buen paseo nos vamos con destino a las plazas de La Republica y La Bastilla no sin pasar antes frente al circo de invierno. Seguimos hasta los Vosgues y esto si, esto si es una plaza preciosa, que armonía en sus edificios, no me extraña que personajes tan ilustres como Richelieu y Victor Hugo vivieran en ella.
Nos quedamos un rato sentados a disfrutar de la plaza y de la falta de tráfico. Retomamos el camino y nos vamos hasta el Hotel de la Villa. Enorme y precioso palacio que es la sede del Ayuntamiento parisino. Cruzamos a la isla para redescubrir algo que ya habíamos visto, en primer lugar Notre Dame de la que pienso que “deberían invertirla” y hacer fachada principal uno de sus laterales, pero….. está en Paris y se llama Notre Dame. Junto a la catedral parisina está el Hôtel-Dieu(Palacio-Dios) que es el hospital mas antiguo de París, aunque pasa desapercibido entramos a verle y no hay palabras, merece la pena una visita al interior para ver desde una cristalera el jardín.
Pasamos por delante de la Sanint Chapelle, que desde la calle parece casi insignificante, la Conciergerie pero es tarde para entrar. Ya cansados damos por concluida la jornada y nos vamos a casa.

Día 30/9.- Hoy es el día señalado para acercarnos a Versalles, algo que en mi primer viaje no hicimos. De nuevo “tubo” hasta Los Inválidos y aquí RER hasta Versalles Rive Gauche Chateau (Versalles RG Chateau). Espectacular y suntuoso desde fuera, con esos toques dorados que hacen parezca forrado en oro.
A medida que te acercas a la verja el palacio se va engrandeciendo y aparece con toda la majestuosidad que su primer inquilino quiso darle.
Haciendo un poco de historia, como imagino todos sabéis, Luís XIV construyo este palacio para alejarse del populacho. Siendo niño vivió un intento de asalto al Louvre, que entonces era el palacio real y esto le marcó para siempre. Para que no pudiera repetirse eligió Versalles, estaba lejos y hasta allí no podían llegar. A la vez en la lejanía de Paris reunió a todos sus cortesanos y de esta forma estos no conspiraban contra él. Se peleaban entre ellos para conseguir una mejor habitación ó los favores del soberano. No era tonto en absoluto el monarca, mató dos pájaros de un tiro.
El interior del palacio es grandioso y espectacular, hay que trasladarse en el tiempo y ver al Rey con toda su corte en el salón de los espejos.
Que fastuoso, que tamaño, no me extraña que a su inquilino le llamaran el rey sol, supongo que en esta sala lo parecería. Pero si majestuoso parece el palacio, los jardines no tienen parangón,
sencillamente increíbles. No obstante y sin menospreciar lo que tengo frente a mí, recuerdo con cariño y no sin comparar un edificio similar que tenemos en España, que se hizo a semejanza de este, La Granja de San Ildefonso, un lujo de palacio y unas fuentes que para mi nada tienen que envidiar a estas, situado en un marco incomparable, Valsaín, y la cordillera de Guadarrama como fondo. Una vez hecho este apartado sigo viendo los laberínticos e infinitos jardines y dan ganas de quedarte a vivir en ellos. Caminando llegamos hasta el Gran Trianon
,
palacio que el insigne rey sol se hizo construir para “huir” de la corte de Versalles y que hoy sirve para dar las recepciones oficiales del gobierno de la República. El Pequeño Trianon ,
palacete que hizo construir Luís XV para Madame Pompadour y su sucesor regaló a su esposa Maria Antonieta, que no conforme con esto se hizo construir una “aldea”
a la que llegamos después de caminar un poco mas. Un autentico capricho la “aldea” ,
un pueblo real aunque solo hubiera varias casas, donde supongo la reina iría para aislarse de la corte versallesca y vivir en “el campo”
,
en un campo que le sería mas familiar y quizá la recordara su tierra. Cuando el pueblo se moría de hambre, en la corte no se reparaba en gastos…. . Luego la Revolución tomo venganza…
Sin terminar de recorrer los inmensos jardines tenemos que marchar, es la hora de salida. Al llegar de nuevo a palacio no queda mas remedio que volver la vista atrás para darse cuenta de la magnitud de los jardines y cuando cruzamos la verja palaciega doy rienda suelta a la imaginación y comparo como sería la vida dentro y fuera.
Hacia la Ile de la cité vemos Saint Jaques. Una vez en la isla nos acercamos a la librería Shakespeare & Co., librería recomendada en el diario de bruce... . Es una pequeña librería donde todo está en desorden, pero colocado ó tal vez descolocado pero en orden. Un agradable caos donde todo el que va, si no está demasiado llena puede encontrar un asiento para tomar algún apunte, ó sencillamente descansar.
Nos tomamos una cerveza sentados en una terraza y una vez descansados nos metemos en el barrio Latino por el que damos una vuelta entre la multitud allí concentrada. Fuente de Saint Michel, etc., y .. a casa que el cansancio hace mella.

Dia 1/10.- Partimos en dirección al Louvre, el antiguo palacio real, residencia original del Rey Sol que cambió por las razones explicadas y sinceramente al ver alguna de las salas se llega a la conclusión que debió ser tan esplendido o quizá mas que Versalles. Pero a ver palacio no se va al Louvre, se va a ver uno de los más importantes museos del mundo y en este sentido no defrauda. Recorrimos las salas egipcias

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escultura

y parte de pintura

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italianos, españoles (pocos, pero me fijé especialmente en uno, es una foto de Antonio de Covarrubias, uno de mis “antepasados” pintado por El Greco) y flamencos sobre todo. Salimos a ver la “pirámide”, que particularmente no me gusta, pero no me gusta porque creo resta parte de la vista al palacio, quizá puesta en otro lugar sería una magnifica construcción.
Teníamos reserva de mesa a las ocho en El Tren Blue un restaurante que no puede dejar indiferente a nadie, es precioso, un autentico capricho, mas para disfrutar del restaurante en sí que de la propia comida. El menú consistió en pimientos de piquillo (solo uno) rellenos de queso de cabra y cebolla confitada, lomo de dorada (un trozo). Mi costilla chorizo a la lionesa, filete de pato (dos. ¡ojo! Los sirven prácticamente crudos) regado por un muy agradable vino blanco y de postre para ambos quesos variados. Unos cafelitos y … la cuenta, total 52,60 € por persona. Os aseguro que el restaurante no desmerece para nada las fotos del diario de Bruce ni las de la web propia. Si vuelvo a Paris, volveré a cenar allí. Por cierto que el metre me pregunto de donde era y al decirle que de Madrid me dio el resultado del Madrid (contra el Olympic) y del Atleti.

Día 2/10.- No madrugamos, desayunamos fuerte como todos los días y salimos hacia la Santa Capilla. Entro y …. ¡por todos los dioses!, que cosa tan bonita, pero no la podemos ver completa, están restaurándola
.
A pesar de todo quedé embelesado viéndola. Me fijo en lo reiterativo de los castillos, los castillos de Castilla
y … claro, es que algo nos pertenece. La madre de Luís IX ó San Luís (La santificación de un Rey daría mucho que hablar) que fue quien ordenó la construcción de la Santa Capilla era Blanca de Castilla y a la vez era primo hermano de Fernando III de Castilla.
Entramos en la Conciergerie
,
un edificio que fue palacio y posteriormente prisión. Es esto último, con las recreaciones de celdas que han hecho, a lo que mas se parece. Hay recreadas varios tipos de celdas que hubo durante la Revolución en función de la economía del preso, si no tenías dinero, tenías una sin nada, solo con paja en el suelo
y en base a lo que pagases tenias hasta un camastro. También esta recreada en la que Maria Antonieta paso los últimos meses de vida antes de ser ejecutada. Hay una hoja de guillotina real, creo que fue una de las últimas que funciono en Francia. Realmente escalofriante. De aquí nos vamos a La Sorbona, la mas importante universidad francesa y desde aquí a Saint Etiene du Mont. Iglesia con un interior precioso

y espectacular órgano
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El Púlpito de madera tallada está sujeto por Atlas
.
Sobre el altar cruza un pasillo al que se accede por escaleras a ambos lados que parecen enrollarse en sendas columnas. Merece la pena visitarla, es muy bonita. Junto a Saint Etiene está El Panteón y allí entramos. Creo que es un intento de imitación del que se conserva en Roma, os puedo asegurar “que el péndulo (de Focoult) que allí cuelga va bien”
,
es la hora que marca mi reloj, ó ¿tal vez sea mi reloj el que va bien?. Visitamos también la cripta para enterarnos de los personajes que aquí hay enterrados.
De aquí a los jardines de Luxemburgo que están próximos. Precioso y relajante jardín en el que está ubicado el Senado francés
.
Tiene una muy bonita fuente
que lleva el nombre de quien mandó construir el palacio, Maria de Médicis. Nos sentamos unos minutos en las sillas que hay junto a la fuente para descansar y disfrutar de flores y olores. El jardín también tiene obras, están poniendo una enorme bola en uno de los laterales.
Próxima parada, Las Tullerias, tenia ganas de volver a ver este paseo. Sigue siendo agradable aunque el tiempo es tan caluroso que el polvo que levantamos a nuestro paso es exagerado, pero el paseo es gratificante y sentarte de nuevo frente a las fuentes
en pleno corazón de París es muy agradable. Ahora han colocado unos artefactos (parecen esculturas, son exactamente igual a los muñecos de los come-cocos) junto a una de las fuentes que creo afean bastante la vista. Pasamos junto al Arco del Triunfo del Carrusel
para dirigirnos al río y subir por el museo d’Orsay que ya está cerrado. Junto a este y ya anocheciendo hago unas fotos y seguimos en dirección al puente de Alejandro III que desde lejos se ve precioso. Puso la primera piedra el zar Nicolas II. Desde el puente nos vamos al metro de Los Inválidos camino de casa, no sin antes ver el bonito emplazamiento del palacio, con una gigantesca plaza delante desde la que se ve iluminada la zona superior de la torre Eiffel.

Día 3/10.- Iniciamos el día con buen tiempo aunque con un poquito mas “fresco” que días pasados, cosa que se agradece. Allá donde voy el buen tiempo me acompaña y París no iba a ser una excepción.
Nos vamos a Saint Denis y sinceramente, es una sorpresa muy agradable .
Está un poco abandonada, tal vez sea porque está ubicada en una de las barriadas deprimidas a juzgar por las gentes que por aquí se mueven. Saint Denis es la basílica donde se enterraban los antiguos reyes de Francia, entre ellos Francisco I (al que Carlos V tuvo prisionero en Madrid), Luís XIV, Luís XV, Luís XVI, etc. ,
es de estilo gótico y su interior es merecedor de una visita. Las vidrieras inmensas, los panteones de los Reyes a cual mas bonitos. Mención especial merece el de Francisco I y Claudia de Francia que dejo encargado que le hicieran un panteón similar al arco de Septimio Severo que hay en Roma
.
Una autentica obra de arte.
De nuevo nos metemos en el “tubo” hasta Los Inválidos, para volver a ver la tumba de Napoleón, el mas insigne militar francés. Los Inválidos entre otros edificios nos pone de manifiesto eso que dicen tener los franceses: “La Grandeur”, Francia rinde homenaje a todos y cada uno de los personajes, militares y civiles que se significaron por la defensa del país. Entramos a dar una vuelta rápida por el museo para ver como vestían en la Edad Media
.
A la iglesia no se puede entrar, hay un acto religioso que supongo debe ser importante porque en el patio de la entrada hay soldados en formación y por los alrededores hay personas mayores ataviadas con chaqueta azul y cargados de medallas, deben ser antiguos combatientes franceses, tambien hay militares jóvenes con los uniformes de gala e incluso sable. Dejamos Los Inválidos y nos acercamos a la Ópera,
pero jo….que casualidad, hay un cartel que indica que perdonemos pero hoy no se puede visitar. Casi me da algo, tenia autenticas ganas de ver el interior ….. Ana y yo, que por despiste este año no tenemos abono en el Teatro Real de Madrid nos prometemos intentar volver para ver una ópera aquí, aunque casi todas las llevan a la Bastilla, (creo que por la acústica) y el Garnier lo utilizan para ballet. De cualquier forma el edificio es precioso.
Del Garnier nos vamos a La Madeleine pasando por el Olympia, teatro donde entre otros actuaron Edith Piaf, Charles Aznavour, Louis Amstrong, Frank Sinatra, los Béatles, los Rolling y entre los españoles Paco Ibáñez (cantautor español que tuvo prohibida su entrada en España y del que hay un magnifico LP grabado en directo).
La Madeleine es una gigantesca iglesia que, desde mi punto de vista su mayor atractivo es la similitud exterior con los templos romanos, la tienen bastante abandonada y sucia.
De la Madeleine nos vamos a la place Vendome
y desde aquí por las Tullerias al Petit Palais, Grand Palais y puente de Alejandro III.
Para entrar a ver la exposición del Gran Palais ya es tarde y en el Petit hay una recepción de ¿..?
Volvemos a Montmatre a cenar y darnos una vuelta entre la multitud por uno de los barrios con mas “sabor” parisino para terminar nuestra estancia
.
Mientras volvemos en el metro insinúo ir de nuevo a la torre Eiffel pero Ana, mi mujer, lleva una considerable herida en el pie y desisto, nos vamos al estudio a descansar.

Día 4/10.- Hoy dejamos Paris, volvemos a casa. Maletas, metro y Roissybus hasta el aeropuerto. El viaje de vuelta sin nada que merezca la pena reseñar.


Hemos conseguido llevar a cabo nuestra promesa de visitar París para ver lo que no vimos y volver a ver aquello que mas nos gustó. Nos encantó entonces y nos gusta mucho mas ahora. Desconozco si es la capital del amor ó de la luz pero sigue siendo la capital de la arquitectura, de la cultura, del refinamiento y es una gran y bonita ciudad, llena de monumentos, rincones con encanto, vida, amplias avenidas, árboles, parques, plazas, … llena de todo aquello que a otros nos gustaría tuviera nuestra ciudad. Para un madrileño que ama su ciudad y vive lejos de ella por lo estresante que resulta, intenta no hacer comparaciones con lo que ha dejado atrás pero … se da cuenta con tristeza de las enormes diferencias que hay. De mi Madrid me quedaría con El Retiro y mi Palacio de Cristal, con mi Plaza de Oriente, con mi museo del Prado …. y poco más, pero es poco bagaje para compararlas, siento la misma envidia de entonces; París sigue siendo otro mundo. Me voy con la amargura que sintió Rick (Humphrey Bogart) al despedir a Ilsa (Ingrid Bergman) en el aeropuerto de Casablanca pronunciando la mítica, conformista pero real, frase: Siempre nos quedará Paris.

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