Sicilia (Catania) e Islas Eolias ✏️ Blogs de Italia

Prefiero empezar las vacaciones por el final, recordar que cuando despegué de Catania y sobrevolaba Milazzo, sabía que ahí abajo en el puerto estaba atracado el velero Sigismondo, preparado para recibir nuevas personas que harían el mismo viaje que yo había hecho una semana antes. Un poco más tarde, a mis pies estaba el volcán Stromboli, contemplando su continua actividad, me recordaba que había estado muy cerca de él viendo sus explosiones de lava y fuego, por mi mente pasaban momentos maravillosos vividos durante esos días, sé que se quedaban atrás lugares y personas maravillosas que han hecho que estas vacaciones sean imborrables de mi mente.

Preparación
Este viaje se inicia porque un año antes mi hija viaja a Sicilia, al ir con un tour organizado no puede subir al Etna ni visitar las Islas Eolias, a su regreso nos habla de todo ello, con lo cual nos provoca la curiosidad de poder realizar este viaje. Internet es como una gran biblioteca y nos dedicamos a buscar información tanto de lo que podemos ver como los medios necesarios para conseguirlo.
Nuestra idea era llegar a Catania, subir al Etna y realizar un velero por las Islas Eolias, con esta premisa iniciamos la búsqueda por Internet y descubrimos una Web que nos montaba el viaje a nuestra medida, esta empresa se llama Mundo Explora y tiene su sede en Valencia.
Con ella concertamos las fechas del viaje, los transportes aéreos, transfers y la reserva del velero. Tanto de Mundo Explora, como de todas personas y/o empresas que hicieron posible este viaje opinaré al final, así como de los compañeros ocasionales de viaje.

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La salida del vuelo con destino Catania salía de Barcelona, dejamos el coche en el parking Aparca i Vola, y ellos te trasladan hasta la T-1 en la planta de facturación, para el regreso te informan que cuando hayas recogido las maletas los llames y te recogen en el mismo lugar que te dejaron, como así fue. Hay que comentar que el precio del parking cuesta la mitad que el de Aena en la T-1.
Facturamos los equipajes, que no veríamos hasta Catania, siempre existe la incertidumbre que al llegar al destino no estén, pero esta vez no se perdieron, ya nos ha pasado alguna vez. Embarcamos en el vuelo AZ075 de Alita lía con destino a Roma, despegando a la hora programada y con un vuelo tranquilo.
Ya en territorio italiano, búsqueda de la puerta de embarque para Catania, en Barcelona en la tarjeta de embarque te dicen una puerta, pero cuando estás en Roma ves que no coincide. Tanto a la ida como a la vuelta hubo cambios, es mucho mejor mirar las pantallas de salidas que fiarse de la tarjeta.
Para Catania el vuelo salió con cerca de una hora de retraso con un aterrizaje que el avión parecía una pelota de ping-pong por los botes que dimos. Con los equipajes en nuestro poder buscando la salida para encontrar al transfer que nos tenía que llevar al hotel, allí estaba esperándonos Massimo Bosco de Sicilia Shuttle Service, eran las 12 de la mañana.
Así fue, en un momento ya estábamos dentro de la ciudad, nunca había visto nada semejante, el tráfico es un caos total, nadie respeta nada, giran a derecha e izquierda cuando les va bien, giros de 360 grados en cualquier calle, aunque estén delante los carabenieri, no les dicen nada, las personas charlando y caminando tranquilamente en medio de la calle. Pero curiosamente no observé ningún accidente, eso sí, todos los coches tienen pequeños golpes en todo su perímetro.
Llegada al hotel NH Bellini en la Plaza Trento, de cuatro estrellas, con habitación amplia, mueble bar y cuarto de baño espacioso con todos los detalles, parece bastante nuevo. Estuvimos hospedados dos noches y el desayuno era buffet libre y había bastante variedad, desde zumos hasta bollería pasando por quesos y embutidos, estaba bien.
Quedamos con Massimo que mañana nos recogería a las 7,30 para subirnos al Etna. Soltamos las maletas y a pasear por Catania, el hotel no estaba lejos del centro, a paso tranquilo se llegaba a la Plaza del Duomo en menos de 30 minutos.
La avenida principal es Via Etnea, transitando por ella nos encontramos en primer lugar con Via Bellini, antigua villa reconvertida en parque, más adelante están los palacios de Tezzano y Palermo y la Chiesa Collegiata, en la Palaza Universita están el Palazzo San Guiliano y la Università con un precioso claustro de doble soportal.
Finalmente llegamos a la Plaza del Duomo, destaca la Fontana dell’ Elefante en el centro y circundando la misma el Palazzo degli Elefante, actual ayuntamiento y el Duomo (catedral) de Catania, en una calle lateral de este monumento vemos la Badia di Sant’ Agata. Un poco apartado del centro histórico está el Castello Ursino, cuando estuvimos no pudimos entrar por reformas.
De la Plaza del Duomo parte la Via Vittorio Emmanuele donde podemos admirar el Teatro Romano, bastante bien conservado, destaca también la Via Crociferi por sus iglesias. La mayor parte de los monumentos de Catania, iglesias y palacios, son de estilo barroco, pienso que debido a las erupciones del Etna con su ceniza correspondiente hace que se vean bastante oscuros y un buen lavado de cara no les iría mal, el problema puede ser el costo del trabajo de restauración y limpieza.

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Hoy toca levantarse pronto y desayunar ya que a las 7,30 nos vienen a recoger, pero antes de la hora ya tenemos el transporte delante de la puerta del hotel, la misma furgoneta de 9 plazas del día anterior para nosotros solos, más no se puede pedir.
Massimo enfila las calles y salimos de la ciudad, hay mucho tránsito pero seguimos avanzando hacia nuestra meta, pasamos Nicolisi, más adelante, en una curva cerrada vemos una casa completamente sepultada por la lava de una reciente erupción. Al cabo de una hora llegamos a Refugio Sapienza (1910 m.), nos deja delante de la caseta del Gruppo Guide Alpine Etna Sud, nos dice que a las 18 horas nos vendrá a recoger.
Los guías nos comentan que a las 10,30 estemos delante de la caseta para iniciar la salida. Como que hay tiempo de sobra aprovechamos para ir a ver el cráter Silvestri y algunos más que están cerca del refugio.
Como que la excursión es con guía, pagada por la agencia con antelación, y aquí, empieza nuestra sorpresa, lo que teníamos en mente era coger el Funivia (funicular) hasta la cota 2500 y de allí hasta la Torre del Filósofo (2900 m.) en Unimog (minibús con ruedas de camión, por la ceniza), pasearnos para ver los cráteres próximos y hacer el recorrido a la inversa.
Pero no, la excursión es muy distinta a lo planeado, cuando llegamos a la Torre del Filósofo se forman dos grupos en función del idioma, el primero en salir es el inglés y el segundo, el nuestro, italiano/francés. Iniciamos la ruta dirigiéndonos caminando hacia los cráteres somitales que están a 3300 m., cruzando un campo de lava de la última erupción. Continuamos ascendiendo, ahora ya no hay camino, todo es de ceniza volcánica que hace la subida un poco dificultosa. Con un último esfuerzo llegamos a la cumbre, el espectáculo es impresionante, tenemos el cráter a nuestros pies, es profundo, damos la vuelta a todo él, acompañados de las numerosas fumarolas que despiden un gas bastante molesto (azufre y otros….), todo es grandioso, ha sido duro pero ha valido la pena llegar hasta aquí. Llegado a un punto el guía nos comenta que este lugar se llama el mirador de la Española, se acercó tanto al borde que se cayó dentro. Vemos a nuestra izquierda el cráter central y a intervalos regulares se oían explosiones internas.
Ya toca bajar, montaña abajo, es como si se baja por una gran pendiente de arena fina, es una delicia y una experiencia fantástica. Llegamos de nuevo a la Torre del Filósofo, paramos para comer lo que hemos comprado en el Refugio Sapienza. El primer grupo que ha ido muy rápido a la subida y ahora están reventados deciden dar por terminada la excursión y se suben al Unimog para luego bajar con el Funivia.
Nos ponemos en marcha y se inicia la alucinante marcha de bajada a través de los campos de ceniza hasta el refugio, desde arriba vemos el valle del Bove, lugar donde se inició el antiguo Etna, cruzamos la base del Monte Escrivá, que surgió de la erupción del 2001, la Montagnola y los nuevos conos de las erupciones del 2001, es brutal el recorrido, siempre para abajo, en ciertos momentos nos hundimos hasta las rodillas, queda todavía nieve debajo de la ceniza, bajamos corriendo, un adolescente disfruta dando volteretas, antes de salir a la pista cerca del refugio podemos contemplar las plantas endémicas del Parque. Por fin hemos llegado al refugio, según unos la ruta ha sido de 12 km., otros dicen que son 20, no sé que pensar, sea la distancia que sea, se hizo, estamos cansados pero ha sido una experiencia inolvidable e irrepetible, ahora, un buen trozo de pizza y una cerveza fría nos reconforta del esfuerzo realizado.
Sin tiempo para terminar la pizza llega Massimo, se ha adelantado porque nos quiere mostrar un lugar único, partimos y nos llega a una gruta, entrando en ella nos encontramos una iglesia completamente cubierta de lava, hay poca altura entre el suelo y el techo, se ven trozos de columna y se observa que lo único que no ha sido cubierto ha sido el altar con la estatua de la Virgen.
Llegamos al hotel, nos despedimos de Massimo, por casualidades de la vida nos volvimos a encontrar en Milazzo al hacer un transfer para el aeropuerto de Catania.

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